24. AMOR DE HOMBRE
La recuperación de Elsi se estaba dando lenta, debido a la gravedad con que fue ingresada a quirófano. Ya había pasado una semana desde su intervención por peritonitis. A pesar de que el médico ya había dado la autorización para decirle que Choi era su verdadero padre, él realmente se encontraba renuente; no deseaba hacerlo ahí en el hospital un lugar frío y en donde además no podrían celebrarlo como era debido.
Otra de sus preocupaciones eran los gastos que se estaban generando, Taemin por supuesto los estaba solventando por el momento, y aunque este le insistía que no había ningún problema, para Choi sí lo era. Sentía que seguía abusando de la bondad de su novio.
En ese momento se encontraban en el departamento donde vivía Minho; este le había preparado una deliciosa cena a Taemin para demostrarle que era verdad cuando le dijo que lo amaba. – No pensé que sabías cocinar.
– Fue verdad cuando te dije que deseaba que me conocieras como soy en realidad, sé que sabes muchas cosas sobre mí, pero hay más que quiero mostrarte. Y que aprendí a cocinar cuando era adolescente es una de ellas.
Taemin lo besó cuando se acercó para tomar la ensaladera. Minho aceptó gustoso esos labios regordetes que le fascinaban, cerró los ojos para disfrutar más. La respiración de ambos se volvió irregular, pues los besos ya eran intensos. Envolvió el delgado cuerpo con sus fuertes brazos. Sus corazones latían con fuerza, el deseo de algo más que unos simples besos se hizo presente nuevamente en el cuerpo de Minho. Taemin gimió con desesperación; era evidente que él se encontraba en igualdad de circunstancias. "CALIENTE". A estás alturas ya ansiaba tener intimidad con su novio.
Minho cortó el beso y juntó su frente con la de Taemin. Suspiró. – ¡Ufh! – El rubio se le quedó viendo algo confundido. Más bien con miedo de preguntar qué es lo que le sucede; no quiere escuchar que nuevamente está confundido y que esto no es lo que quiere en la vida. Su corazón ahora palpitaba sobresaltado pero no por la misma razón de hace unos momentos; ahora era por la incertidumbre que se estaba formando como una inmensa bola de nieve a punto de estrellarse.
– ¿Min...q... qué sucede?
– Muchas cosas, hermoso. – Minho cerró sus ojos y aspiró profundo, tomando fuerza para decir todo lo que tenía atorado en la garganta y presionándole el pecho.
– Dímelo por favor, lo que sea.
– ¿Estás seguro? Es que no sé cómo lo vas a tomar.
– Minho no alargues más esto. Ya sabía que sucedería tarde o temprano. Así que suéltalo.
Taemin apretó los ojos y se cubrió el rostro con sus manos.
Minho nuevamente lo abrazó y en un susurro se lo confesó. – Tae, mi amor, te deseo como no te imaginas, tengo semanas tratando de controlarme para no saltar sobre ti como un animal en celo. Cuando estamos juntos de inmediato se me forma una maldita erección y... ¡Oh Dios, esto es tan vergonzoso! Me he tenido que estar masturbando con una fotografía que te tomé en el parque donde estás comiendo...No, corrección, donde estás chupando un helado. Te ves tan caliente, que en automático me pongo cachondo.
– Hermoso, ya no aguanto; ahora mismo me están temblando las piernas de la necesidad que tengo de hacerte el amor. – Minho se encontraba rojo de la pena, su confesión lo estaba haciendo sudar, tenía sus palmas mojadas y las frotaba contra los muslos de su pantalón.
Taemin se descubrió la cara y abrió los ojos. ¿Había escuchado bien? ¿Su Minho estaba cachondo por él? [[¡Cielos soy tan estúpido!]]
– ¿Min, amor, escuché bien? Es que yo creí que...pensé...olvídalo, sigo siendo tan inseguro.
Minho lo miró con extrañeza. – ¿Inseguro? ¿Pero no acabas de decir que sabías que esto sucedería tarde o temprano? Entiendo si tú no sientes lo mismo...
– ¡Ayyyy, amor! Si nada más te veo y siento que me estorba la ropa; he tenido sueños húmedos durante años. Y tú, nadie más que tú, eres el jodido protagonista de ellos. Juro que cada día es menos soportable el tenerte cerca y no poder meterte en mi cama.
Y eso fue todo para ambos, el mundo entero se esfumó y sólo quedaron dos almas flotando en un universo alterno, en donde nada más existían ellos y su amor.
– Te amo hermoso. – Minho lo tomó de la mano y lo llevó hasta la habitación. La cena podía esperar. Cuando entraron, lo que vio Taemin no se lo esperaba ni en cien años. Estaba decorada con globos rojos en forma de corazones.
– ¡MINNNN!
– Sht hermoso, sólo disfrútalo es para ti.
Minho desabotonó la camisa de Tae, bajándola por los hombros; enseguida fue depositando besos en el cuello, sobre el pecho y finalmente llegó al abdomen.
– ¡Ahhhh! – Suspiró Tae.
Sus pantalones fueron desabrochados y bajados hasta los tobillos, sacó un pie y luego el otro. Minho le acarició suavemente las pantorrillas y los muslos. Después él mismo se desnudó por completo, Taemin lo observaba con una mezcla entre deseo y timidez. Los músculos de Minho estaban tan marcados que podía ver claramente como las gruesas venas palpitaban; tragó seco y se relamió los labios al ver como la polla de Minho rebotaba cada vez que se movía. Literal se encontraba babeando por el cuerpo tan perfecto y apetecible que tenía su Min.
Minho ya sin nada de vergüenza metió su mano entre los bóxers de Tae y le acarició el duro pene. – ¡Joder!. – Lanzó Taemin.
Minho le quitó los calzoncillos lentamente; una maldita eternidad para el rubio, quien ya tenía en la punta rosada de su miembro pre-semen; el mismo que Min comenzó a esparcir por toda la longitud, subía y bajaba el prepucio que se encontraba caliente.
– ¡Siiii...ahhh...Min! Se siente tan bien. – Tae comenzó a menear descaradamente sus caderas ante la sensación tan placentera que le producía la mano de su amado. Era tan suyo en ese momento, que los suspiros que emitía Minho lo hacían sentirse deseado.
Dieron algunos pasos hacia atrás y chocaron contra la cama, Taemin se sentó en ella, Minho le abrió las piernas y se hincó en medio de ellas, lanzándole una última mirada antes de comenzar a lamer ese falo que esperó años por él. El tiempo quedó detenido; las manecillas del reloj, era seguro que estaban de acuerdo con eso. El tiempo para el amor había iniciado y ellos eran los principales para ese preludio.
Taemin temblaba ante esas chupadas; mordía su labio inferior por la excitación que le provocaban esos labios suaves y abultados devorando su eje. Sus manos que antes se encontraban sobre el colchón, ahora agarraban la cabeza del moreno ayudándolo a marcar el ritmo deseado. Sintió como su orgasmo se formaba en su bajo vientre, estaba a punto de venirse por lo que alejó a Minho. – Por...favor...quítate Min me voy a correr.
Pero Minho no hizo caso y se aferró todavía más a su miembro como si fuese lo más preciado, él quería probar la semilla de Tae, deseaba tragarlo por completo, aún sabiendo que el sabor podría ser desagradable. Pero eso no le importaba; ya amaba todo lo que significaba el rubio. La explosión dentro de Tae fue como un antes y un después. Su semen caliente salió directo a la garganta de Minho y un zumbido en sus oídos lo precipitó a un abismo de éxtasis total.
Para Minho la experiencia no fue tan diferente a la de Taemin. Cuando sintió el líquido viscoso correr por su garganta fue una experiencia rara, pero al mismo tiempo única; el sabor no le desagrado, había sido algo ácido, pero suave. La verdad le gustó y pensó que lo volvería a hacer sin ningún problema. Sus terminales nerviosas se pusieron alertas ante la sensación experimentada. – Hermoso, sabes muy bien.
Taemin estaba ido y sólo lo miraba como un idiota, tratando de procesar lo que acababa de suceder. En realidad no había necesidad de que hablara, era su momento de disfrutar como se lo dijo Minho, quien lo giró para dejarlo recostado sobre la mullida cama. Estiró su brazo y con la mano alcanzó una botella de lubricante, la abrió y vertió el líquido en su miembro, el cual ya le dolía de la necesidad; después embadurnó dos de sus dedos, los que dirigió hacia la entrada de Tae. – Hermoso abre un poco más tus piernas para mí, voy a dilatar un poco tu entrada, no quiero lastimarte.
¿A dónde jodidos se había ido el Minho confundido respecto a su sexualidad? Realmente le importaba un carajo, este le gustaba mucho. Desinhibido y espontáneo demostrando una seguridad total.
Taemin lo obedeció y las abrió descaradamente, quería que Minho se sintiera todavía más alentado a hacerlo suyo. Estaba fascinado con esos grandes ojos negros, esos ojos que fueron su perdición desde el primer momento que se encontraron por accidente hace más de veinte años. Sólo que ahora destellaban un brillo sensual.
Minho se inclinó sobre él para besarlo mientras lubricaba su entrada, metió un dedo y luego otro, estirando lo más posible. Taemin gimió agudo. – ¡Aghhh! – Se encontraba perdido en algún lugar del infinito.
– Bebé, dime que me deseas dentro. [[¡PTM! ¿BEBÉ?]] – Y con ese término su corazón murió y volvió a nacer en ese mismo instante. Ese hombre ya era suyo y quien dijese lo contrario tendría serios problemas con él.
– Te deseo, te deseo tanto mi amor. – Taemin ni siquiera supo cómo es que pudo pronunciar esas palabras. Si hasta tenía ganas de llorar de la dicha que estaba viviendo.
Y así, con ese susurro, Minho se introdujo suavemente en él; Taemin le arañó la espalda conteniendo el oxígeno en sus pulmones. El dolor era intenso, también le escocía. Minho lo sintió. – Relájate bebé hermoso. Quiero que sea especial, que olvides todo y sólo pienses en mí; en como te tengo ahora mismo, tan dispuesto, tan caliente, tan apretado y húmedo. Quiero que sepas que eres todo para mí, te has convertido en mi otra mitad. Te amo bebé, te amo tanto. Permíteme conocer el placer y la dicha de tu cuerpo ardiente. Déjame enseñarte lo que provocas en mi.
Las manos de Minho se aferraron a sus caderas y comenzó un vaivén acompasado e iba aumentando la intensidad. Las embestidas estaban siendo certeras, dando cada vez más en esa zona que causaba el máximo goce. La próstata de Taemin era tocada con el ímpetu desbordado. – ¡AGHHHH! ¡AGHHHHH! ¡AGHHHH DIOS MIN! ME...V...VAS A MATAR.
Minho contestó con orgullo. – Tómalo todo bebé, tómalo, es todo tuyo. – Mjm. – Choi empujaba con fuerza; la cabecera golpeaba en la pared y la cama crujía como si estuviera a punto de romperse. Taemin terminó enredando sus piernas alrededor de la cintura de Minho, y con sus manos estrujaba las carnosas nalgas. Minho le jadeaba en el oído disfrutando de cómo esas pequeñas manos le rasguñaban y le manoseaban. – ¡AHHH,AHHH,AHHH!
Ya no podía aguantar más; su pene estaba siendo apresado de manera sublime; Taemin ya estaba por desfogar su segundo orgasmo. Los dos ya se encontraban a nada de experimentar una caída libre desde las nubes en donde se encontraban. Sus besos ya eran en demasía obscenos al igual que el sonido de sus pieles chocando. El clímax llegó al mismo tiempo para ambos y un choque de electricidad se hizo presente en sus columnas vertebrales sacudiéndolos y erizando toda su piel, la cual ya estaba sudorosa y pegajosa. Pero eso no importaba, no existía incomodidad, al contrario sonreían felices de encontrarse así; juntos, entrelazados, abrazados a sus cuerpos ardientes.
💖💖 Ay amor de hombre que estás haciéndome llorar una vez más. Amor amor de hombre puñal que corta mi puñal, amor mortal. Te quiero no preguntes porque, ni porque no, no estoy hablando yo. Te quiero porque quiere quererte el corazón, no encuentro otra razón. Anda ríndete si me estás queriendo tanto.💖💖. (Fragmento Amor de hombre Mocedades)
💖💖💖💖💖💖💖💖
Gracias por leer, comentar y votar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top