– ¿Ya comieron algo chicos? -Preguntó Taemin.

– No, todavía no; apenas íbamos a ir a recolectar algo, pero como Dreams* se nos enfermó ya no pudimos; ya hasta se nos había olvidado ¿Verdad Yeye?

– Sí, con el sustote, hasta el hambre creo se nos fue.

– ¿Recolectar?

– Mja, siempre vamos temprano al parque o al centro comercial; la gente siempre deja comida que está en buen estado y, si no, le quitamos los pedazos feos. Comida es comida.

Taemin tenía tanto coraje por la situación en la que se encontraban esos chicos que por poco comenzaba a maldecir, pero lo pensó, y lo mejor era solucionar el alimento de hoy para ellos. De nada servía aventar culpas al aire. Pues finalmente eso no arreglaba el asunto.

– Vamos a comer, la operación seguro que será tardada. Le dejaré mi número de celular a la enfermera y si surgen noticias me podrá avisar. Abajo hay un restaurante.

Mientras comían, Taemin les hacía algunas preguntas; quería saber acerca de ellos, y sobre todo el porque estaban en situación de calle.

– Y bien, ¿Cómo es que se conocieron los tres? --Yeye sorbía su ramen pero aún así él fue quien quiso contestar primero. – Hee y yo estábamos en un albergue para huérfanos, pero nos escapamos hace muchos años. El director nos golpeaba por todo, y un día decidimos que no queríamos seguir allí. Hace como seis meses encontramos a Dreams*, precisamente en un centro comercial; ella buscaba comida de entre las mesas. De inmediato nos dimos cuenta que estaba sola al igual que nosotros; nos hicimos amigos y desde entonces vivimos los tres en la casona abandonada al final del parque.

– Pero eso es muy peligroso. ¿Nunca han tenido problemas con la policía o con algún maleante?. --Hee levantó los hombros. – A veces pero somos como los tres mosqueteros uno para todos y todos para uno.

Taemin se río por lo dicho. – Vaya, ¿Has leído a Alejandro Dumas?

– Por supuesto. Yo leo todos los días; cuando sea grande seré un escritor famoso y mis libros estarán por todas partes. El primero se va a llamar "EL Rey Kim Heechul", y tendrá letras doradas en la portada. – El chico movía sus manos en el aire con gran emoción.

– Sé que lo lograras Hee, ya lo vislumbraste y por lo tanto lo harás. ¿Y tú Yeye que piensas hacer? – Mmm yo quiero cantar, pero no sé si llegaré a ser tan famoso como Hee. Pero de que cantaré, eso sí que es seguro.

– Chicos, ustedes son formidables. Espero que nos sigamos viendo, pues quiero ser el primero en vivir con ustedes su triunfo en la vida. Lo merecen.

– ¿Y, díganme, Dreams*, ella que quiere hacer? – Ella sólo quiere encontrar la tumba de su papá.

– ¿Su papá murió? – Sí, eso nos dijo. Ya fuimos a todos los cementerios de Busan pero todavía no lo hemos encontrado; sólo hallamos una que ella piensa es de su abuelo.

– ¿Y no preguntaron en las oficinas? Tal vez ellos les puedan informar.

– Hemos tratado pero en todos lados nos corren porque somos menores de edad y nos han amenazado con llamar a servicios sociales, por eso nos hemos tardado mucho, vamos de lápida en lápida.

– No se preocupen yo los voy a ayudar. Voy a anotar los nombres a ver qué puedo averiguar. – Gracias señor Taemin, usted también es buena persona.

Taemin desbloqueó su celular y abrió en "notas". Y preguntó – ¿Cuál es el nombre del abuelo?

–Choi Si-won. – Taemin se puso rígido. – ¿Y...y su papá?

– Choi Ming. – ¿Ming? ¿E...están seguros? – Ese es el muerto que hemos estado buscando.

– ¿Dreams* es su verdadero nombre? – Sí, lo es. – Contestó Hee.

– ¿Ella con quién vivía antes de estar con ustedes?

– No sabemos, y nunca se lo hemos preguntado.

– ¿Por qué tantas preguntas señor Taemin? ¿Usted sabe algo más?

– Tengo una sospecha, pero no lo sabremos hasta que ella salga de la operación. Mientras terminan sus alimentos voy a llamar a una persona.

Taemin llamó a su abogado Lee Hyukjae y le comentó todo lo que estaba sucediendo. Este le reenvió una fotografía que los Kwan tenían de Elsi, era de dos años atrás pero serviría si es que se trataba de la misma chica. – ¡Ah, Tae! Antes de que cuelgues, el juez ya autorizó que Choi recupere su cédula profesional. ¿Tú serás su supervisor?

– No lo sé Hyukkie; decidí que ya no intervendría en sus cosas. Pero le voy a comentar y te aviso. – El abogado sonrió al tiempo que mencionaba – Si tú lo dices.

– Pero no tardes mucho, tenemos dos semanas como máximo para presentar los documentos al juez. Y suerte para que la pequeña sea su hija. Merecen reencontrarse, los dos han sufrido mucho.

– Gracias, te hablo luego.

Taemin regresó con los chicos y les mostró la fotografía. – ¿Ella es Dreams*?

Ambos asintieron con la cabeza. Taemin se puso feliz.

– Chicos ya no tenemos que buscar más. El Señor Choi es papa de Elsi, ese es su verdadero nombre: Choi Elsi. – Yeye y Hee se abrazaron sonriendo felices.

– ¿Entonces el muerto no está muerto? – No Yeye, no lo está. – Contestó Taemin.

– ¡Eso es fabuloso! – Exclamó Hee. – ¡Agh, ni tanto! Ahora voy a tener que comenzar a quererlo. ¡Diablos! – retobó Yeye.

Ya se encontraban nuevamente en la sala de espera cuando Minho salió de Urgencias; iba un poco mareado pero ya había pasado el tiempo de recuperación, y como estaba muy nervioso prefirió salir a donde se encontraba Taemin y los adolescentes.

Taemin al verlo se levantó rápido a ayudarlo y los chicos también lo hicieron. Lo llevaron hasta un sillón y ahí lo sentaron. – ¿Cómo te sientes Min?

– Algo cansado, pero estoy bien. ¿Han tenido noticias de Dreams*?

– Hace rato salió el doctor que la intervinó y nos dijo que la operación fue exitosa. En un rato nos van a avisar a qué habitación la llevaron. Pero sólo su familiar directo puede entrar a verla. – ¿Y en dónde lo vamos a encontrar? Los chicos son solamente sus amigos, Tae. – En ese momento la enfermera avisó que el papá de la chica podía pasar.

Taemin le indicó con la mano que fuera. Y Minho lo miró extrañado, luego volteó a ver a los chicos y estos sonreían y asentían moviendo la cabeza repetidas veces.

– No entiendo, hermoso. – ¿Qué no entiendes Min? La enfermera dijo el papá, y ese eres tú.

Minho sintió una punzada en su corazón y unas lágrimas rodaron por sus mejillas al comprender que era lo que le estaba diciendo Taemin. – ¿Estás seguro, hermoso?

– Sí Min, el abogado me mandó una foto de Elsi y los chicos la reconocieron; es ella, es tu pequeña hija. Puedes decírselo, en cuanto el médico lo autorice, también merece saberlo.

Minho se abalanzó con fuerza hacia Taemin. – Hermoso, gracias; sigues trayendo felicidad a mi vida. – Lo besó con tanta pasión; ni le importó que los estuviesen observando, nada le importaba más que ese hombre a su lado. Ahora comprendía que no sólo lo quería, sino que también lo amaba con todas sus entrañas. Y no reparó en decirlo ahí mismo delante de todos. – Te amo Tae, te amo.

Taemin abrió más sus ojos por la sorpresa y su estómago dio una voltereta. Miles de mariposas se arremolinaban en su pecho. Minho lo amaba; sí, lo amaba.

💖💖Me gustaría volver muchos años atrás, poder ver el futuro y sentirme orgulloso de lo que el destino me depararía. Me depararía al amor más hermoso que existe, al amor verdadero, podría ver que tú serías lo mejor que me pasaría en la vida. Lee Taemin, hermoso, te amo.💖💖

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