11.CORAZÓN INSEGURO.
Minho estaba impactado; él ya sabía que Corazón Enamorado era Taemin; por eso le había enviado pensamientos agradeciendo su amistad. Pero, esto; esto era totalmente diferente. Estaba malditamente confundido; todo lo que había dicho; Taemin le hizo sentirse raro. Algo en el interior de sus entrañas se removió, era como si su alma hubiese estado aletargada esperando a ser rescatada de la miserable soledad.
Trataba de poner orden y coherencia a sus pensamientos, los cuales en ese momento eran un enjambre de cables desconectados de sus neuronas. Su corazón palpitaba más rápido que de costumbre y sus dedos se enredaban entre sí nerviosamente. Él jamás salió con chicos, ni siquiera en su época universitaria en donde se experimentan tantas cosas, incluyendo drogas o sexo gay. ¿Pero era tan ciego, para no darse cuenta ni siquiera un poco de que su amigo era gay, o bi?
Durante su confinamiento involuntario en la cárcel, más por necesidad fisiológica, que por otra cosa; Minho había permitido que otros compañeros reclusos de dieran unas mamadas durante las duchas, o cuando se encontraba en el área de la biblioteca; para ser más exactos en los pasillos, al estar acomodando los libros. Sólo sucedía, no había previos a nada, y simplemente se dejaba hacer. Siempre pensaba que eso no lo hacía homosexual. Y nunca hubo nada más que simples chupadas, ni penetró, ni le penetraron.
No sabía qué pensar o cómo reaccionar ante tal confesión. Se estaba devanando los sesos por la revelación de Taemin. Él se sentía bien en su compañía, pero de eso a ser ¿Novios? Y además estaba ese otro factor; la duda con respecto a su primer encuentro en la vida; francamente no recordaba nada de eso, por más que estaba intentando pensar en dónde se pudiesen haber visto, no podía; lo más probable es que nunca pasó, y quizás la obsesión que mencionaba su amigo lo hacía creer tal cosa.
Hablaría con él. Necesitaba aclarar las cosas. Por supuesto que iría mañana a su encuentro frente al lago. Una declaración de amor de tal envergadura, no podía dejarse así, sin hacer nada. La verdad es que tenían que sentarse a platicar nuevamente, como lo hicieron aquella vez, tendrían ambos que mostrar sus cartas. Era necesario hacerlo para seguir adelante con su amistad. Pues francamente Minho se veía algo renuente a llevar una relación diferente a simplemente amigos.
Caminaba por todo el pequeño departamento; estaba sintiendo una maldita ansiedad, y más cuando recordó que el domingo en la fiesta Kibum, la tal Blue se expresó mal de Taemin y eso le provocó incomodidad. En realidad logró moverle el tapete, ahora mismo ya no sabía qué hacer. – [[Dios estoy tan confundido, no niego que Taemin es un hombre hermoso, y cuando estamos juntos me brinda tranquilidad; pero también experimento sensaciones nuevas, que hacen que mi corazón brinque de emoción.]]
Al día siguiente Taemin se despertó muy temprano, necesitaba esmerarse en su arreglo personal; quería causar una buena impresión en Minho. Estaba seguro que aceptaría la invitación para verse en el parque frente al lago.
Minho por su parte había pasado una noche terrible; había enfermado del estómago y tenía fiebre, casi no podía ni siquiera ponerse en pie; con gran esfuerzo es que apenas llegaba al baño para vomitar o evacuar. Todo le daba vueltas y en varias ocasiones estuvo a punto de caer desmayado; ya se encontraba muy débil por la deshidratación; lo peor es que no contaba con un teléfono para avisar a su trabajo, o pedir algún medicamento, pues salir a la calle sería imposible en esas condiciones. Para colmo no conocía a ninguno de sus vecinos; en el tiempo que llevaba viviendo ahí, nunca se había topado con nadie. Había tenido razón el Abogado Huykjae; era un edificio muy tranquilo.
En el Mini Super ya eran las diez de la mañana y a la señora Betty le desconcertó que Minho no se hubiese presentado a trabajar, sobre todo porque él siempre llegaba temprano; cuando ella llegaba a abrir, él ya se encontraba esperándola. Recordó la fiesta de la sobrina, pero de inmediato descartó que se hubiera emborrachado y por eso no se había ido, sobre todo porque se trataba de una chica adolescente; y para ese tipo de celebraciones no se acostumbraba el alcohol.
Organizó a los otros empleados para que se repartieran el trabajo de Minho; seguro era que en cualquier momento aparecería y aclararía el porqué de su inasistencia.
Taemin ya había entregado su certificado médico, expedido por el cardiólogo Shim Changmin; en él se pedía que respetaran su horario de trabajo, el cual estaba estipulado en su contrato laboral; por lo que dando las seis de la tarde, tomó sus cosas y cerró con llave su oficina. Su secretaria, Yuri, lo vio con ojos incrédulos.
– Jefe Taemin, ¿Estoy viendo visiones o qué? Es la primera vez en todos los años que tengo trabajando en esta empresa, que usted sale a la hora correcta.
– Y así va a ser de ahora en adelante, órdenes del cardiólogo.
– ¿Está enfermo jefe?
– No te preocupes Yuri, es sólo para asegurarnos que llegue a viejo. Jajajajaja.
– Jefe no me asuste, usted todavía está joven.
– Ya puedes retirarte tú también, y ve buscando qué hacer en tus tardes, porque ya no te vas a quedar más tiempo que yo.
– Gracias jefe, hasta mañana, descanse. – Igual Yuri.
Taemin salió del edificio de oficinas en donde trabajaba y puso marcha hacia el parque, iría caminando; tenía que hacer tiempo, pues sabía que Minho salía hasta las ocho del Mini Super. Se encontraba tan ansioso por verlo, que en dos o tres momentos pensó en ir directamente a buscarlo a su empleo, pero decidió que lo correcto era esperar en donde él mismo lo había citado. Su sonrisa era enorme, estaba tan contento. Por fin después de tantos años de espera podría abrazarlo, y demostrarle todo su amor; y quizás, con un poco de suerte, hasta podría robarle un pequeño beso.
Cuando llegó al parque su banca estaba ocupada por una pareja de ancianos, tenían sus manos entrelazadas y platicaban en apenas unos susurros, ambos se veían felices y de vez en cuando se acercaban y se daban un casto beso. Esa situación hizo que Taemin se pusiera algo nostálgico y melancólico. Anhelaba un final de vida así para él, y sobre todo con la compañía del amor de su vida; con Minho.
FLASHBACK
Habían pasado dos días desde que conoció a Minho. Su encuentro que había sido accidentado y vergonzoso ya era pasado; con el simple hecho de verle y oírle explicar las maravillas sobre las carreras que ofrecían en esa universidad a la que estaba representando Minho, la cuenta quedaba saldada con el destino por haberlo humillado de ese modo. Agradecía que lo hubiesen puesto en su camino, quienquiera que fuese el que maneja esos hilos de la casualidad; seguro era alguien allá arriba que deseaba premiarlo por ser un buen hijo, buen hermano y buen estudiante. El único problema era su maldita timidez, todas las demás veces que se topaba con su crush, no podía siquiera articular palabra alguna, se ponía tan nervioso que sus manos comenzaban a sudar, la sangre se le subía y bajaba a su cara en segundos.
Taemin cocinó unos pastelillos, que, escuchó por casualidad, le gustaban a Minho; puso todo su esfuerzo y esmero en hornearlos, los decoró con chispas de colores; la verdad es que se veían y olían apetitosos. Los puso dentro de una caja en forma de corazón y la amarró con un lindo lazo rojo. También colocó una pequeña nota que decía...💖 La amistad es el ingrediente más importante en la receta de la vida. ¿Quieres ser mi amigo? LT.💖
Estuvo buscando la oportunidad para entregárselos, pero por más que lo intentaba no podía. Así que le pidió a una chica que pasaba por ahí si le podía dar la caja al chico universitario. Ella aceptó y fue hasta donde se encontraba Minho. Taemin veía la escena emocionado y más feliz se sintió cuando el chico recibió con una gran sonrisa el obsequio, eso le hizo sentirse fuerte y seguro. Decidido fue hasta ellos, pero lo que escuchó lo dejó decepcionado al momento. – Eres muy linda Taeyon, te agradezco que te hayas tomado el tiempo para hacer mis pastelillos favoritos, y claro que acepto ir contigo al cine. ¿A qué hora paso por ti?
Miró a la tal Taeyon, deseaba jalarla de los pelos y decirle su precio por aprovechada y zorra, pero no pudo hacerlo, pues Minho la tomó de la mandíbula con sus dedos, y le plantó un beso en los labios. Eso derrotó a Taemin, las lágrimas no se hicieron esperar. Finalmente se alejó, nada tenía que hacer ahí. Su oportunidad se fue a la mierda, y como siempre, por su estúpida debilidad. Y esa había sido la primera vez de varias en que Minho no supo de su existencia.
FIN FLASHBACK
El tiempo comenzó a pasar, el lugar empezaba a quedarse solo. Ya estaba sentado en espera de Minho, miraba su reloj cada minuto. Ya se estaba desesperando, eran las nueve de la noche. – [[Voy a esperarte un rato más, quizás no escuchaste el programa ayer. Debí ir a su trabajo, pero como siempre, Taemin eres un completo idiota; nunca vas a cambiar, tu maldita inseguridad ocasionó todo.]]
Entendió que Minho no llegaría. Encendió el radio de su celular y su programa comenzó, quería oírlo mientras iba camino a su departamento, por si acaso su amado se comunicaba con él por medio del radio. [[A lo mejor sintió pena de verme.]] Pensó un Taemin desanimado y lloroso.
Iba tan ensimismado en su congoja que no se dio cuenta que empezó a llover, y sus lágrimas se confundieron con las gotas de agua. Arreció la lluvia y corrió hasta llegar a su domicilio. No supo cómo es que no se tropezó, pues el llanto se hizo intenso, impidiéndole ver con claridad. Estaba triste, pero no se daría por vencido, se había prometido que dejaría atrás sus debilidades y lucharía como un guerrero dejar de ser un 💖Corazón Inseguro.
💖💖💖💖💖💖💖💖
La inseguridad no deja nada, tan sólo arrepentimientos.
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