Wendy:Ven con nosotros. (Extendiste tu pata hacia él) Ven conmigo.

Buck estudió tu pata extendida antes de mirar a la manada y sus expresiones benévolas. Luego volvió la cabeza en tu dirección y miró tus cálidos y hermosos ojos verdes que irradiaban bienvenida. En ese momento su amor por ti solo creció más y una entrañable sonrisa se extendió por sus labios. Puso su pata sobre la tuya. 

Poco tiempo después, todos estaban cruzando el esqueleto del dinosaurio que cubría la brecha entre ambos mundos. Te quedaste detrás del grupo para caminar con Buck. Un ceño triste tiró de tus labios mientras echabas un vistazo en su dirección. Aunque había aceptado felizmente a acompañar a la manada, se notaba por sus orejas caídas que todavía estaba deprimido por el hecho de que Rudy se había ido. Te aplastaba pensar en la posibilidad de que él no fuera tan feliz en tu mundo como en el suyo. La comadreja prácticamente prosperaba con la aventura y ese dinosaurio fue su principal fuente durante años.

Buck dejó de caminar cuando llegaste al otro lado del puente y miró solemnemente su cuchillo. Era todo lo que quedaba de Rudy.

Buck:Adiós, amigo. (Clavó la hoja en una grieta del puente de hueso, como para marcar la tumba de Rudy. Con una pequeña palmada en la empuñadura del cuchillo, se dio la vuelta y agarró tu pata, apretándola con firmeza)

Wendy: (Observaste su estado sombrío y le devolviste el apretón de manera reconfortante)

Ustedes dos habían dado un solo paso hacia delante cuando un rugido distante pero familiar resonó desde el lado opuesto de la cueva, haciendo que todos miraran hacia atrás.

Manny:Es nuestra señal. Vamos, Melocotón. (Dijo, apurando a su pequeña hija, quien galopó feliz hacia delante)

Las orejas de Buck se animaron y sus ojos brillaron de emoción.

Buck:Está vivo. (Sonrió dando un paso hacia delante)

Diego: (Notó que ustedes dos no los seguían y los llamó) ¿Buck? ¿Wendy?

La cara de Buck se contrajo cuando recordó que ya había accedido a ir contigo y los demás. Se veía tan indeciso sobre qué hacer. Tu corazón se apretó dolorosamente por lo que estabas a punto de hacer. No querías hacer esto, pero si quedarse ahí abajo era lo que le hacía feliz, entonces no querías retenerlo. Sería egoísta de tu parte hacer que se quedara.

Wendy: (Forzaste una sonrisa alentadora) Adelante.

Buck te miró confundido que pronto se convirtió en comprensión cuando vio el dolor en tus ojos. Él supo de inmediato que solo estabas poniendo una fachada por él y eso lo mató. Todo lo que querías era que él fuera feliz pero al mismo tiempo él quería lo mismo para ti. No quería volver si eso significaba dejarte atrás. Simplemente no podía hacerlo.

Buck:Wendy... (Murmuró)

Diego:Vamos.

Tú y Buck se volvieron hacia Diego mientras hablaba.

Buck:Diego, yo-... (Parecía listo para discutir)

Diego:No tú, ella.

Wendy: (Le diste al sable una mirada de desconcierto) ¿Qué?

Diego: (Sonrió con suficiencia) Me escuchaste. Ve con él.

Te sorprendiste por decir lo menos, pero mentirías si dijeras que la idea no te atrae. Sim embargo, hubo un problema...

Wendy:¿Qué pasa con los demás?

Diego:¿Qué hay de ellos? (Preguntó, arqueando una ceja)

Wendy:¿Qué dirán sobre mi ausencia? Viste cómo reaccionó Manny cuando dijiste que te ibas. No quiero molestar a nadie. (Dijiste tristemente)

Diego: (Se acercó y dijo con voz sorprendentemente suave) Manny lo entenderá. No te preocupes por nosotros. Haz lo que te haga feliz. (Sonrió) Piensa para ti misma...¿Qué quiere hacer Wendy?

Lo miraste de cerca en busca de alguna señal de que solo estaba haciendo esto por simpatía o simplemente para apaciguarte. No viste ninguno. Realmente quería que hicieras lo que querías. Miraste a Buck, luego volviste a mirar a Diego y sonreíste. La respuesta fue obvia.

Wendy: (Envolviste tus brazos alrededor del cuello de Diego en un último abrazo) Los extrañaré mucho, muchachos.

Diego: (Se aclaró la garganta con torpeza, nunca había sido un gran abrazador, pero lo permitiría solo por esta vez) Si...nosotros también te extrañaremos.

Dejándolo ir, le dedicaste una última sonrisa tonta antes de correr hacia Buck, quien te sonrió felizmente. 

Buck: (Suspira contento y mira a Diego) Cuida de ellos, tigre.

Diego: (Sonrió) Siempre se escucha a Buck. (Sus ojos brillan) Cuida de ella, Buck. Wendy es una entre un millón.

Buck: (Se rió y envolvió un brazo alrededor de tus hombros) Es una promesa.

Diego asintió con satisfacción, dándote una última mirada de despedida, antes de girarse y ponerse al día con el grupo justo cuando Sid gritaba '¡Casi estamos fuera!'

Buck: (Te miró con ojos de adoración y se volvió hacia ti por completo, tomando tus dos patas entre las suyas) Wendy...estoy bastante seguro de que a estas alturas es obvio, pero...simplemente estoy loco por ti. (Confesó) Y prometo que a partir de este día haré lo que sea necesario para garantizar tu felicidad, salud y seguridad. (Te atrajo a un abrazo) Te amo, Wendy.

Wendy: (Le devolviste el abrazo y sonreíste ante la calidez en tu pecho mientras decía esas tres pequeñas palabras) Y también te amo, Buck.

Ambos se separan del abrazo. Buck te picó en la cabeza antes de agarrar el cuchillo, tirándolo al aire antes de atraparlo.

Buck: (Te lanza una sonrisa salvaje) ¿Lista?

Wendy: (Ríes un poco, imitaste su entusiasmo y agarraste la misma enredadera que él) Lista.

Buck:Entonces agárrate fuerte. (Cortó la enredadera y ustedes dos se balancearon sobre el esqueleto)

Buck gritó mientras cortaba más enredaderas para que ustedes dos se balancearan, haciendo que el puente se derrumbara antes de colapsar por completo. Incluso cuando ustedes dos llegaron a salvo al otro lado, el balanceo continuó hasta que llegaron a la luz al final de la cueva que conducía al mundo de los dinosaurios. Las rocas se derrumbaron y cayeron, bloqueando el camino por el que habías venido. No había vuelta atrás, pero no te arrepentiste de tu decisión. Tú y Buck salieron de las enredaderas y patinaron hasta detenerse en el suelo polvoriento. Tu nueva vida con Buck había comenzado oficialmente....