Ya vamos por la mitad X"D

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Algo que fastidia al 90% de las parejas es no recordar una fecha importante.
Es normal, después de todo, no dejan de ser más que una serie de números y letras cuyo significado le da cada uno debido a lo que ocurrió o ocurrirá en ese día.

Pero eso ya lo sabemos.
Existen días especiales todo el año, de hecho, es raro que no tengamos 1 o 2 días especiales en nuestras vidas.
Y algo que a la pareja les gusta celebrar, es el día en que se conocieron o mínimo empezaron a andar.

Y hoy, siendo una fecha tan importante para la relación de Phoenix y Miles, tenemos que hacerlo inolvidable.

Wright estuvo pidiendo sugerencias pero ninguna le convencía. O era muy poco o era muy exagerado.
Nada concordaba con lo que sentía por Edgeworth. Ni siquiera se acercaba y por eso mismo decidió buscar la solución él sólo.
Después de todo, él más que nadie en el mundo, sabe lo que realmente le puede encantar a Edgeworth para su primer aniversario.

-Vamos a ver...-dice Wright para él mismo- ¿Qué le puede gustar?

Muchas ideas se vinieron de golpe.
Quizás alguna joyería.....no, demasiado afeminado.
¿Una mascota? Sería un regalo un poco cutre...
¿Una cena? Nah, no es suficiente...
¿Una canción? Imposible, Phoenix canta como gato en trituradora con anginas en ves de pulmones.

Demonios! Nada le convencía!
Lo qué menos quiere es quedar mal!
Es su primer aniversario, es decir, hace un año que iniciaron su relación.
Un año...eso son muchísimos días, muchas semanas y muchos meses. Nunca había llegado tan lejos con alguien, nunca creyó que su relación con Miles podía llegar tan profundo.

Y aún así no sabe qué regalarle!
Por ahora, lo invitaría a cenar, pero ya han ido a los mejores restaurantes de la ciudad ¿A dónde más pueden ir?

Cómo si de un chispazo se tratase, una idea se cruzó en la mente de Phoenix, fue como una luz, un rayo de esperanza, una divina revelación.

...Una cena hecha en casa...

¿No es eso demostrar lo mucho que se esfuerza? ¿Lo mucho que aprecia está relación? ¿Qué por Edgeworth es capaz de todo? ¿Incluso concinar a pesar de ser malo en eso?

Todo se respondía con un "si".
Quizás no sea la gran cosa pero díganme ¿Cuántos de ustedes está dispuesto a cocinar todo un banquete a esa persona que tanto aman y aprecian en la comodidad de su hogar, arreglarlo todo para que sea digno de un rey? Dicho de ese modo, ya no suena tan sencillo y pobre.

Después de todo, las mejores cosas son las que uno crea con sus propias manos.

(....)

Las manos de Edgeworth le sudaban constantemente. Estaba nervioso, hoy era una fecha muy especial tanto para él cómo para Nick.
Su primer aniversario, y por ende, muy importante.

Sinceramente, Edgeworth pensaba que no lo conseguiría. Qué Phoenix se hartaria de él y cortarían; o que la falta de experiencia en el amor causaría problemas, cómo que Wright perdería interés en él.

Ese es el mayor miedo de Edgeworth en su relación. No saber que hacer haciendo que Phoenix se alejase. Por suerte, ya ha pasado un año y el abogado se ha mantenido a su lado.
Tal y cómo prometió.

Y por ello hoy le daría el mayor regalo que puede ofrecerle.
La verdad es que no sabe si saldrá bien pero es una prueba de que en verdad ama a Wright y que esto va en serio.

-(Bien....)- piensa el fiscal- (Ya todo está preparado... sólo queda ver a Wright y decírselo...)

En eso, escucha el sonido de la notificación en su móvil; lo saca y ve que es un mensaje de Phoenix.
Al parecer, quiere que vaya a su departamento, supongo que para celebrar su aniversario.

Pasado unas horas, Edgeworth se alista para ver al abogado. Se sube a su deportivo y conduce hasta la residencia del azulino. Por ahora todo se ve normal, nada fuera de lugar. Se estaciona, sale y llama a la puerta.
Sólo espera unos segundos hasta que Wright abre la puerta.

-Hola -dice el pelopincho- te ves encantador Miles.

-Tu también te ves bien Phoenix.

-Adelante, pasa.

Eso extraño a Miles, creía que saldrían a un lado no que se iban a quedar en el departamento de Wright.
Claro que dicho asombroso creció aún más cuando vio el departamento inreconocible. Todo estaba decorado, limpio y muy romántico. Edgeworth se quedó sin habla, ya había estado en esa casa muchas veces pero nunca creyó verlo tan lujoso.

-Phoenix....no puedo creer que  serio vivas aquí...

-Ni yo, creo que hice un buen trabajo decorando este sitio.

-Debo admitir que estoy asombrado...-el fiscal se percata de algo- ¿A qué huele? Huele muy bien.

-Bueno, eso jeje es la cena.

-¿Cena? H-has hecho la cena!

-Se que es algo que habitualmente no hago, pero si.

-No sabía que cocinas Phoenix.

-Pero bueno ¿Y quién crees que se encarga la comida en el bufete? Maya en cuanto cocina, se lo come aunque no sea comestible.

-Entiendo....

Ambos se sientan en el comedor. Phoenix cocinó un sinfín de cosas. Cada una de ellas muy apetitosas, era increíble la mano que tiene Nick con los sartenes.

-Phoenix....te has esforzado mucho en esto.

-Solo...quería darte un pequeño regalo, ya sabes...

-Un año, llevamos un año en esto Wrigth.

-Ni yo mismo me lo puedo creer, Miles, ya ha pasado un año y mis sentimientos hacia tí sólo crecen más y más.

-Phoenix -por un segundo no supo cómo responder a eso- no me puedo creer...que esto sea real.

-¿A qué te refieres?

-Que a pesar de todo, no he dejado de amarte, desde que éramos niños siempre has ido alguien especial para mí.

-Lo mismo digo Miles, por tí me hice abogado, sólo quería verte...desde que nos conocimos con 9 años, no he podido pensar en nadie más.

-.....bueno, ya que me has dado mi regalo, yo debo darte el mío.

-¿Hmm? Vaya ¿Y que es?

Edgeworth rebusca en su saco, le entrega a Wrigth un sobre.
El abogado lo toma con una expresión confusa en su cara y mira el sobre. Lo abre y leé su contenido.
No capta su mensaje hasta terminarlo de leer.

Son los derechos de una casa.

-Miles....e-esto es...!

-Bueno, tú fuiste quién lo propuso y te dije que necesitaba pensarlo...

-....

-En fin, si lo que dijiste era verdad...está bien, aceptaré tu propuesta, sólo si tú todavía la quieres.

-Miles! Joder, claro que sí!- lo abraza fuertemente- quiero que vivamos juntos! Quiero estar siempre contigo Miles!

Edgeworth correspondió el abrazo. Puede que se estén saltando muchos pasos; normalmente las parejas viven juntas tras estar casados oficialmente.
Pero ellos no necesitan algo cómo eso. No necesitan ser marido y esposo para vivir juntos.

Después de todo, ya todo Dios sabía de su relación ¿Porque no simplemente hacer sus vidas de la forma más feliz posible?

Ya no tenían miedo. Y eso lo acaban de demostrar hoy.

Su primer aniversario.
El inicio de una nueva etapa.

Fin.