4. ¿Que me está pasando?

La última y nos vamos 😉





Marinette Pov.

Luego de aquel "incidente" ocurrido en el cine y de que Adrien se pusiera en actitud "diva" los demas nos fuimos de regreso a mi departamento y de Ocean para hacer nuestra pijamada improvisada

Pedimos 2 pizzas grandes de peperoni (pues Nino es "algo" glotón), compramos algunas golosinas y nos dispusimos a ver una película en ClaroVideo

—¡Avengers End Game! —gritó Ocean emocionada

—¡Si! ¡Veamos esa por favor!—secundó Nino

Todos estuvimos de acuerdo en ver Avengers End Game, así que esa pelí­cula fue la que puse




🕚 3 Horas después 🕚

La película fue muy larga, pero también muy emocionante y triste al mismo tiempo

—¡Tony nooooo! —exclamó Ocean con tristeza mientras abrazaba a Kirikaze

—¡Maldito Thanos! —gritó Alya con furia mientras aventaba una envoltura de dulce a la pantalla

—¡Black Widow! ¿¡Porque!?—dije yo triste y enojada al mismo tiempo

—¡No me gustó para nada el final! ¡Exigo una secuela!—exclamó Nino mientras alzaba el puño

Todos guardamos silencio por algunos segundos, cómo queriendo asimilar lo ocurrido en End Game

—Me divertí mucho —dijo Alya ya más tranquila

—Igual yo —secundé —Lástima que mañana sea nuestro último día libre— suspiré con fastidio

—¡Vacaciones de Verano vengan ya!—exclamó Ocean con pereza mientras se dejaba caer en los brazos de su novio y él ponía una cara de "¿¡Es encerio!?"

—Bueno… —Nino estiró los brazos y bostezó al mismo tiempo— Llegó la hora de dormir

Todos asentimos para después dirigirnos a descansar, yo me fuí­ a mi cuarto, Ocean y Kirikaze al cuarto de ella (no era la primera vez que dormían juntos) y Alya y Nino al cuarto de visitas





•••





Hyoga Pov.

—Estuve dando vueltas por toda la ciudad de París, a ver si de casualidad encontraba a mi maestro Camus o a Ocean… pero mis esfuerzos fueron en vano

«Ésta es una ciudad inmensa… tardaré siglos en localizar a alguno de los 2»—pensé algo fastidiado

Ya casi era de noche, así que decidí omitir mi búsqueda por el día de hoy e irme a hospedar a un hotel para tomar un relajante baño e ir a dormir, pues en verdad estaba totalmente agotado

Caminé un rato más, cargando mis maletas hasta que finalmente llegué frente a un hotel que tenía por nombre "Le Grand Paris"

Estaba dispuesto a entrar cuándo de pronto el guardia de la puerta me detuvo

(Imaginen que Hyoga está hablando japonés :v)

—Por favor señor… no tengo a dónde ir y estoy muy exhausto…—le dije al hombre de la manera más amable que pude, pues el cansancio me estaba poniendo de mal humor

Pero aquel guardia negó con la cabeza y me dijo algo que no logré comprender… encerio maldigo el hecho de no poder hablar francés

De pronto, frente al lugar se estacionó una lujosa limusina blanca y de ésta bajo una chica rubia de ojos azules, quién a juzgar por su atuendo, parecía ser de famila rica. La rubia caminó hacia la entrada de manera altanera y me miró de arriba a abajo de forma despectiva

Intercambió unas pocas palabras con el guardia, mientras ambos me miraban, luego la chica se me acercó y me lanzó un gesto de desagrado y superioridad

—Pauvre paysan, C'est un hôtel de grande classe, à bientôt! (Traducción: Campesino pobretón, éste es un hotel de muy alta categoría, ¡así que largo!)—dijo mientras apuntaba para un lado con su dedo

Aunque no haya entendido lo que me había dicho, la señal que hizo con su dedo era de "lárgate"… eso terminó por hacerme enojar, pues detestaba a las personas ricas que se creían superiores a los demás y trataban cómo basura a la gente humilde

—¡Idi k chertu neglubokogo ved'ma kloun litso plokho okrasheny! (Traducción: ¡Vete al infierno bruja superficial cara de payaso mal pintado!)—grité molesto con el idioma de mi país natal, para después tomar mis maletas e irme de ahí con rapidez y furia al mismo tiempo

Escuché gritar desde lejos a ese intento de ayuwoki

—Je ne sais pas ce que tu m'as dit, mais pour toi aussi! (Traducción: No sé que me dijiste, ¡Pero tu también!)

No me importó y seguí caminando

Y de nuevo estuve vagando por las calles, las cuáles ya estaban casi vacias debido a que era muy tarde… frustrado y cansado me senté en un banco pensando que quizás venir aquí sin contactarme con Ocean o mi maestro había sido una terrible idea

—Muy buenas noches —me saludó de pronto un hombre mayor de baja estatura y camisa hawaiana. Admito que me asustó un poco, pues no me di cuenta a que hora había llegado—¿Que hace un chico tan jóven cómo tú aquí afuera exponiéndose a los peligros de la noche?—preguntó con un tono sereno y amable

«Al fin… alguien que habla el mismo idioma que yo…»—pensé aliviado

Así que le platiqué al señor todo lo que me había ocurrido, mientras él me escuchaba atentamente

—Bueno jóven, si gusta puede quedarse en mi humilde morada todo el tiempo que desee en lo que usted logra localizar a sus amigos ¿que le parece?

—¿De verdad? —sonreí contento—¡Muchas gracias señor! Es usted muy amable

—No tiene porque agradecerme—respondió con una pequeña sonrisa, mientras él comenzaba a caminar y yo lo seguía—Disculpe muchacho… ¿Cómo se llama?

—Hyoga… me llamo Hyoga ¿Y usted?

—Llámame Maestro Fu





•••





Marinette Pov.

Llegó el Domingo y luego de desayunar, Alya y Nino se despidieron de nosotros y se fueron, pues ellos aún tenían algunas tareas pendientes. Kirikaze se fue a su departamento ya que igual tenía cosas que hacer, así­ que Ocean y yo quedamos solas de nuevo, por lo que decidimos salir a pasear un rato

Así­ que ambas nos alistamos y nos dirigimos al centro comercial para distraernos un poco y olvidarnos por un rato de que mañana volveríamos a las pesadas clases de la Universidad

Lo primero que hicimos antes de pasar por las tiendas fue ir a comer unos sandwiches. Luego de pedir nuestra órden, nos sentamos en una de las mesas del local

—…Y así fue cómo pasó… —dijo Ocean terminando de contarme una anécdota muy graciosa

—Es imposible… jajaja —reí levemente

—Te juró que eso pasó

Ambas seguimos riendo por un rato más, mientras comíamos de nuestros sandwiches… hasta que de pronto…

—¿Ocean?

Las 2 volteamos a ver a la persona que había llamado a mi amiga… y se trataba de un chico de piel ligeramente bronceada, cabello rubio el cuál le llegaba a los hombros y sus ojos eran color azul cielo, casi igual a los míos

Yo no sabía quién era, pero por alguna razón comencé a sentir mi corazón acelerarse cómo si hubiera corrido en una maratón de carrera

«¿Que… que me está pasando»—pensé mientras ponía mi mano en mi pecho. Y eso no era todo… también sentí mis mejillas calentarse

Hace mucho tiempo que no experimentaba ésta clase de sensaciones, la última vez fue con… Luka…

…No puede ser…









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