No me agradas

Observé al humano, no me gustó como apenas aterrice se separó de mi, al parecer aún me tiene miedo. Esto tomará más tiempo de lo que creí.

-necesito que vuelvas a cambiar- se escuchaba nervioso y miraba hacía todos lados buscando a alguien, de seguro ese vikingo al que quería que conociera.

-¿Porqué?

-quiero que Bocón te vea en tu forma original, después podrás cambiar otra vez- hice lo que me pidió y volví a convertirme en el Furia Nocturna que soy. Me acomode a su lado y con un pequeño cabeceó le indique que me guiará hasta ese vikingo- es por aquí- lo seguí de cerca y de pasó vigilando que no haya ningún otro dragón cerca de nosotros.

-¡Hipo!- de la nada apareció un vikingo, alce mis alas, mostrando mis dientes y me coloqué al frente del humano defensivamente, listo para atacar al vikingo que se encuentra a pocos metros de nosotros. Esperé a qué se acercará un poco más para abalanzarme sobre el y tirarlo al suelo, me coloqué sobre éste y estuve apunto de lanzarle una de mis bolas de plasma, cuando el humano se tiro sobre mi para evitar que lo matase.
Me quedé quieto mirando al vikingo que se encuentra bajó mío, le enseñé mis dientes como advertencia y lo dejé ir, se corrió a un lado y se preparó para la pelea.

-Bocón .… el es, el Furia Nocturna del que te hablé

El tal vikingo que se hace llamar Bocón, me miro fijamente para luego tomar a Hipo y esconderlo detrás de él.

-e-espera Bocón

Le enseñé mis dientes a ese tonto vikingo, logrando que retrocediera unos pasos al sentirse indefenso, ya que al no tener ningún arma en mano con la cuál se pudiera proteger de mi, no tenía ni una posibilidad de salir de este bosque vivo. Pero tampoco podía matarlo sino Hipo se enojaría mucho conmigo y yo no quiero que me odie por eso.

-e-esperen un mo-momento los dos- Hipo salió detrás del vikingo poniéndose en medió de ambos, se veía decidido pero se notaba a kilómetros el miedo que siente al estar en medio de ambos- no los traje aquí para que se maten entré si

-el atacó primero- se defendió rápidamente el vikingo, yo en cambio le gruñi para que se callara, al parecer no me llevaré muy bien com este vikingo.

-eso no tiene importancia ahora- dijo mirándonos a ambos, para luego fijar su vista en mi- podrías cambiar ¿Por favor?- la forma en lo que lo dijo fue suficiente para que no me negara, hice lo que me pidió y lentamente fui cambiando hasta que ante sus ojos parecía un humano al igual que ellos, nadie imaginaria que no lo fuera- gracias, ahora Bocón. Vos querías conocer al Furia Nocturna, pues aquí lo tienes.

Observé al vikingo con gracia, nose esperaba que yo fuera capas de hacer algo así. Hipo se acercó a él hasta quedar enfrente para luego sacudir su mano de izquierda a derecha enfrente de su rostro con el objetivo de que el otro saliera de su shock, aunque hubiera preferido que nadie más además de Hipo supiera de lo que soy capaz de hacer. Pasaron unos segundos hasta que el vikingo volvió en si.

-¿Bocón? …. ¿Estás bien?

-el dragón …

-si, lo que viste es muy real. Es capaz de cambiar de esa forma podremos hablar sin ningún problema.

-aún no entiendo ¿Qué es lo quieres lograr al hacerme cambiar Hipo? -Hipo iba a contestarme pero el vikingo Bocón se le adelantó.

-la verdadera pregunta es ¿Que quieres con Hipo? Y ¿Qué logras obligándolo a venir aquí todas las tardes? ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones? Ahora responde lagartija

-¡¡BOCÓN!!- grito alarmado Hipo por lo último dicho por el vikingo hacía mi.

-déjalo Hipo no esperaba menos de él

-¡¿Qué quieres decir con eso lagartija?!

-Bocón basta, no estamos aquí para pelear sólo para hablar

-pero Hipo

-¿Querías conocerlo? Pues ya esta, entonces te puedes devolver o podemos estar  los tres tranquilamente y charlar …- mire al vikingo con disgusto y el me devolvió el gesto, todo esto no pasó desapercibido por Hipo que se aseguró a agregar- si no pueden con eso entonces los dejaré a los dos sólos para que socialicen y yo me iré, y no volveré hasta mañana. Ustedes deciden que hacer- se cruzó de brazos decidido a no dar marcha atrás a lo dicho y yo tampoco me echaré hacía atrás. Qué primero lo haga ese vikingo y hablaremos- ¿Y? ¿Qué deciden?

Ambos nos miramos fijamente retratar nos y a Hipo se le estaba agotando la paciencia .…

-está bien aceptó- al final terminé aceptando, si ni uno de los dos hablaba en los próximos segundos. Estoy seguro que Hipo se iba a enojar un montón y éso no me iva a ayudar a atraer a Hipo. Maldito vikingo, técnicamente perdí contra él.

-perfecto, entonces …mmm … -todo quedó en silencio .…en un muy incómodo silencio, Hipo no tenía idea de que hacer ahora y por esta vez yo no pienso hacer nada lo que incluye socializar con ése tonto vikingo Bocón por más que haya aceptado no matarlo… por ahora. Pasaron un par de segundos de silencio.

-¿Cómo fue que llegaste a esta isla?- el vikingo Bocón al final fue quién rompió con ése incómodo silencio. No sabía si responder a esa pregunta sería adecuado pero al ver que Hipo también se encuentra interesado en saber cómo termine aquí, tal vez pueda contarles una parte pero no toda.

-la primera vez que estuve aquí, fue mucho antes de que los vikingos se instalarán en esta isla. En ese entonces había muchos más de los míos, vivíamos en paz aquí, pero la paz no duro mucho para nosotros cuándo otros dragones atacaron a la isla. Pero no cualquier dragón sino que los Alphas, los dragones más grandes que vayas a ver en tu vida. No hay ningún otro que logre superar su tamaño, en especial su horrible carácter y sus ansias de poder. Los más fuertes de los nuestros se encargaron de proteger y defender la isla, mientras qué los mas jóvenes que no poseían experiencia en batalla nos encargamos de sacar a las crías de la isla y esconderlas en un lugar seguro. Sabíamos que esta pelea duraría muchos años, ellos eran muy fáciles de derrotar pero poseían una gran ventaja y esa era que cada ves que íbamos derribándolos, cinco más iban apareciendo. La ventaja para nosotros en ese momento era nuestra velocidad, con nuestra puntería y más ya que ellos eran enormes eso hacía que fuera mucho mas fácil derrotarlos .… en todo esto no tomamos en cuenta que habría otras razas además de los Alphas que irían contra nosotros por miedo a ser exterminados.
En la isla a la cuál los más jóvenes llevamos a las crías para esconderlas, se encontraba repleta de distintos dragones, vencerlos era muy fácil para mi raza …pero el problema es que al ser de los más jóvenes no poseíamos experiencia en batalla cómo los más viejos, sumando que teníamos que proteger a las crías estábamos en desventaja. Para ellos fue muy notorio ese echó y no duraron en atacar, nosotros sabíamos que no íbamos a lograr nada aceptando pelear, así qué todos nos dividimos en grupos de dos jóvenes con cinco crías cada uno y procedimos a huir de ellos. Por más de que nos separamos una gran cantidad de dragones de otras razas fueron en nuestra caza persiguiendo hasta el cansancio a cada grupo …
No poseíamos las fuerzas para ganar y por supuesto no lo logramos.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top