Extra
- ¡ Rosa! ¡ Rosaaaa!, maldición donde se ha metido esta niña... - Xi rascaba su cabeza mientras se preocupaba.
- ¿ Qué ocurre Xi? -
- Ahh papá, es Rosa, no la encuentro por ningún lugar. Sabe disimular muy bien su olor y es complicado buscarla. -
- Ya veo. ¿ Qué ha pasado esta vez?-
- Bueno yooo.... - suspiraba- le prometí que la llevaría a ver las flores del estanque que se encuentra cerca de aquí, pero al final no pude hacerlo por un imprevisto. Le pedí que esperara a mañana, pero se enfadó, me insultó y salió corriendo mientras lloraba. -
- Así que era eso. ¿ Te has preguntado por qué ella se enfadó tanto? - Xi pensaba, pero no sabría decirlo. Los niños simplemente hacían rabietas por no conseguir lo que querían, ¿no?.
-... -
- ¿ Sabes que día es hoy? - Este aún no reaccionaba, no sabría decir que tenía de especial, pero supuso que la culpa era suya. - De todas formas quizás deberías buscar donde se supone que irías, quizás la encuentres allí. - Xi agradeció, y salió corriendo hacia el estanque. Allí estaba su pequeña hermana sentada agarrando sus rodillas mientras lloraba.
- Xi tonto. No cumples tus promesas. -
- Rosa lo siento. Pero ya sabes que no podía negarme, además podíamos haber venido mañana, las flores no se van a mover. - La pequeña negaba.
- No, mañana será tarde. -
- Eh... -
- Mañana ya no será tu cumpleaños. - lloraba, Xi se sorprendía, era cierto, ahora entendía por qué su padre le dijo aquello.
- Oooh, Rosa lo siento de veras, ya ni siquiera lo recordaba. Tienes razón, tu hermano es un tonto, tan tonto que ya no se acuerda ni siquiera de su propio cumpleaños. - Suspiraba mientras se agachaba y sentaba al lado de su hermana.
La miraba mientras esta no paraba de llorar, al parecer estaba ya un poco más calmada pero no parecía ser suficiente. Al final este la tomó entre sus brazos.
- No voy a perdonarte. - Refunfuñaba la pequeña.
- Está bien, pero aún puedes darme un beso y un abrazo por mi cumpleaños, ¿no?- Rosa tan solo asintió y lo hizo. - ¿Deberíamos ir a ver a los demas ?- De esta forma, Xi se transformó en su forma beastars y llevó a la pequeña sobre su lomo. Esta adoraba su pelaje, por lo que en cierta forma era una manera de sobornarla.
- Ya llegamosss... -
- Por fin, pensé que tendría que traeros a rastras. -
- Tía Kara. -
- Hola preciosa. - La tomaba en brazos y besa su carita además de asfixiarla en un abrazo.
- Tíaaa... me ahogaaasss.... - Xi volvía su forma humana mientras reía al recordar como ella no había cambiado en ese aspecto. Mientras tanto la pequeña era liberada para salir corriendo hasta los brazos de sus padres.
- Papá. - Besaba la mejilla de Aether.
- Feliz cumpleaños cariño. - Este le devolvía el beso.
- Papá. - Ahora se dirigía a Xiao, quién le ofrecía la mano para terminar tirando de él y abrazarlo.
Tomaron tarta y se abrieron los regalos. Unas flores, algo de ropa, y un arco nuevo entre otras cosas. Con el tiempo, Rosa se quedó dormida y los demás comenzaron a conversar.
- Parece que ya se ha convertido en una costumbre. -
- Bueno era eso o que Rosa lo llamara Tío Xiao. - Aether reía.
- De todas formas aún me sigue pareciendo una locura todo lo que pasó. Me parece mentira que después de todo, estemos aquí tan tranquilamente. -
- Cierto, nadie se imaginaría que aquel hechizo de Alice funcionaria tan bien, aunque tal y como mencionó, fue nuestra madre la que lo hizo posible. - Decía Kara mirando a Xiao. - Después de todo ese hechizo no servía más que para encontrarnos realmente. - Su hermano simplemente asentía.
- Pero algo que no entiendo en todo esto, tía Kara tengo entendido que te casaste, ¿no?. Entonces, ¿cómo es posible que no llegaras a tener hijos? -
- Oh, eso es fácil. En realidad nunca me puso un dedo encima. Digamos que era una persona con gustos especiales... - Kara puso una cara un tanto extraña, como de disgusto e incomodidad al recordarlo.
- ¿ A qué te refieres? - Ahora era Aether quien preguntaba. - Lo cierto es que ahora yo también tengo curiosidad. - La chica suspiraba, al parecer aquello era algo un tanto molesto de recordar.
- Lo cierto es que cuando eso pasó, tuve que mudarme durante una temporada como ya sabéis. Pensé que el estar en aquella casa soportando a aquel imbécil sería un suplicio, pero la verdad es que nunca me hubiera imaginado que tuviera unos gustos como aquellos. Una noche comenzó a intentar tocarme, yo no opuse resistencia por miedo a que eso repercutiera a mi hermano, por lo que dejaría que hiciera conmigo lo que quisiera. A los pocos segundos de comenzar, en lugar de seguir, tan solo comenzó a provocar mi ira. Me pareció extraño, pero al final dio con el punto, por lo que terminé tumbándolo en el suelo y pisándolo. Empezó a emitir ruidos extraños lo cual me asustó. Intenté alejarme, pero se aferró a mi pierna y en ese momento noté algo que me dió a entender que demonios le pasaba. Ese bastardo disfrutaba con el maltrato hacia su persona. - Su cara volvía a mostrar una expresión de incomodidad mientras ponía una mano en su cabeza y negaba.
- Es decir, era masoquista. - Decía Xi, ahora todos entendían a Kara.
- En efecto. Es por ello que pasé una temporada desahogando mi estrés, también es la razón por la que nunca tuve relaciones con esa persona. -
- Míralo por el lado bueno, al menos te divertiste. - Xiao reía con su propio comentario mientras los demás lo acompañaban, lo cierto es que podía haber sido mucho peor.
- Tía, ¿al final cómo es que volviste?. -
- Pues su familia quería un heredero, pero pensaron que yo no podía quedar embarazada debido a una maldición. Digamos que el médico que me revisó al ver el sello llegó a esa conclusión. Al principio lo tomé por un ignorante, lo cual jugaba a mi favor, más tarde pensé que quizás conocía a Alice y que por eso lo hizo, pero lo cierto es que nunca lo supe. Jamás le pregunté. - El ambiente decalló, por lo que...
- Papá, ¿ podrías convertirte en tu forma beastars?- Se dirigía a Xiao quien se desconcertó un poco. - Es solo que hace mucho que no acaricio tu pelaje, y me gustaría hacerlo. - Pedía con sus manos juntas delante de su cara como si de una plegaria se tratara.
- Tan solo hazlo, la verdad es que a mi también me gustaría. - Aether sonreía mientras también le hacía la petición. Lo cierto era que en alguna que otra ocasión le hubiera gustado pedírselo, pero le daba algo de vergüenza, por lo que ahora que tenía una excusa, no desaprovecharía la oportunidad.
- Está bien. - Y de esa manera tomó su forma de animal y se dejó acariciar. Aether se sentó frente a él, haciendo que su cabeza se posara en sus piernas mientras lo tocaba. Xi acariciaba su lomo y Kara decidió unirse. Por alguna razón era algo muy relajante, cosa que a Xiao empezaba a incomodar un poco debido a exceso de caricias por parte de los otros además de sus comentarios. Cuando por fin iba a volver a su forma, Rosa despertaba y corría hasta ellos, por lo que no le quedó otra opción más que aguantar un poco más.
- Lo siento, pero mira lo felices que están... - decía Aether con una sonrisa en su cara mientras miraba a su esposo, el cual giraba su cabeza para poder tener una mejor vista de los otros. Era cierto, se veían felices y relajados, no tenía el valor para quitarles aquello.
- Espero una compensación. - Devolvía la mirada al rubio aprovechando la cercanía para lamer su mejilla, lo cual hizo que se sonrojara. Sabía que aquella noche sería movidita, aunque aún tardarían un par de horas en llegar hasta aquel punto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top