Al sentir el beso, la mente de Xiao sufrió un cortocircuito. Nunca esperó que Aether lo pillara con la guardia baja, y mucho menos llegara a tanto, pero al notar que se separaba y decía algo que no llegó a escuchar, tragó saliva y su corazón comenzó a latir pidiendo más. Su cabeza en aquel momento estaba en blanco y tan solo se movía por deseo. Aquellos labios que casi no había probado, deseaba devorarlos y así lo hizo. Volvió a unirse en un beso con el rubio, aunque este era un poco más intenso, más violento. Poco a poco Xiao tumbaba a Aether apoyando levemente su cuerpo sobre el del otro, terminando totalmente recostados sobre la cama mientras continuaban con aquel beso que parecía no tener fin. 

Se sentían en una nube, pero ambos querían más. En ese momento deseaban sentir todo del otro, pero en cuanto Xiao comenzó a tocar a Aether, notó las vendas que este llevaba y volvió en sí. Se separó de inmediato y se levanto de la cama. 

- Lo siento, no debería... será mejor que me marche. -  

- No. - Intentaba no llorar debido a la frustración. Cuando parecía que por fin sería correspondido, el otro lo rechazaba, no iba a permitirlo. Si no sintiera nada, no habría pasado toda la noche a su lado sosteniendo su mano y mucho menos lo habría besado. - Xiao, si no vas a tomarme, está bien, pero no volverás a verme. - 

- ¿ Qué quieres decir? - 

- Me marcharé de este lugar. Si tú me rechazas, ya no hay razón para que me quede. - El corazón de Xiao temblaba, no quería hacerle daño, y estaba claro de que en aquel estado podría pasarle algo, no podía continuar, pero tampoco podía perderlo. En ese momento estaba convencido de que Aether cumpliría su amenaza, sus ojos eran totalmente sinceros y mostraban su determinación. 

- No te arrepientas luego... - Se volvió a acercar y tumbó de nuevo a Aether de forma suave mientras lo besaba. Mediante lo iba acariciando, se sentía más culpable. Aún no se había recuperado y estaban haciendo algo como aquello, cada herida que notaba era como una daga que se le clavaba en el corazón, el rubio lo notó por lo que...

- No lo pienses, tan solo haz que me olvide. - Al final terminaron por consumar el acto, cayendo dormidos de nuevo. Tiempo después Xiao despertaba. Se encontraba mirando el rostro de Aether, quien en ese momento estaba tranquilo mientras tomaba la mano contraria. Sus vendas estaban algo sueltas lo que le recordaba lo pasado. 

Se levantó, cambió sus vendajes e hizo que tomara la medicina, tras lo cual salió de la habitación suspirando a la par que inculpándose por lo que había pasado. Minutos después se le podía ver sentado con ambas manos en su cabeza pensando en lo que había hecho. Momentos más tarde, Kara entraba cargando algo de fruta, y observando a su hermano en aquel estado. 

- Xiao.... ¿ qué ocurre, qué ha pasado? - 

- Soy un bastardo. Papá y Alatus tenían razón sobre mi. - 

- Quéee. Qué demonios estás diciendo. - 

- Incluso cuando él está herido, yo... - lágrimas de sus ojos comenzaban a salir, estaba llegando a su límite. 

- Espera, espera. Primero de todo explícate. - 

- Yo... después de que ambos dijéramos ciertas cosas una cosa llevó a la otra y terminé haciéndolo a Aether. Soy un monstruo, nunca debí haberme quedado cerca de él. - Kara se acercó hasta su hermano lo tomó de la camisa y le asestó un puñetazo. Estaba totalmente enfadada. 

- Te atreves a decirme eso. En lugar de decírmelo, tendrías que estar a su lado. - Seguía sujetando su camisa mientras su puño temblaba y Xiao se sorprendía, jamás había visto a su hermana de ese modo antes. - Sabes cuales son sus sentimientos, incluso así pones la excusa de no querer hacerle daño y es por eso que te mantienes alejado, y ahora que por fin cruzas la línea te acobardas. Y una mierda no me jodas. Deja de pensar en lo que sientes y piensa un poco más en sus sentimientos. Acaso crees que él desea que te alejes para protegerlo, tan solo quiere que estes a su lado. - Por fin esta soltaba a su hermano aunque lo hiciera de un empujón, apoyaba sus manos sobre la mesa y suspiraba. - Más te vale que cuando él despierte estés a su lado o tengas una buena excusa para no estarlo, sino yo voy a darte una. - Lo miraba directamente a los ojos con los suyos cambiados a su forma de beastars, y terminaba por marcharse del lugar. Xiao se tocaba la mejilla donde había sido golpeado por su hermana, la cual no se había contenido, pero al menos lo había hecho reaccionar. Era cierto, en lugar de huir debía afrontar la realidad, y si quería que las cosas salieran bien, debía ser sincero con el otro. 

Volvió a la habitación donde se encontraba Aether, este aún estaba dormido. Tan solo volvió a la cama y lo abrazó mientras en el fondo seguía sintiéndose culpable. No es que no tuviera elección, aquello solo serviría como excursa a un niño, pero Xiao sabía que podía haberlo hecho de otra forma. Suspiró y besó la cabeza del otro, quien despertaba con algo de sed. 

- ¿ Tu cuerpo se siente bien? - 

- Me duele un poco, pero si.- 

- Aether, no deberíamos haberlo hecho. - 

- ¿ Te arrepientes de haberlo hecho? - 

- Me arrepiento de las circunstancias, no de ti ni de lo que siento. - Lo besó de forma suave y corta. - Te amo, pero ojalá hubiera sido de otra forma. Nunca debería haberme dejado llevar, qué hubiera pasado si ... - Ahora era el rubio quien lo besaba de vuelta. 

- Deja de culparte. Soy yo quien te obligó a hacerlo, te puse entre la espada y la pared, pero sabes... no me arrepiento. - Aether sonreía, Xiao suspiraba y apoyaba su cabeza sobre el pecho del rubio, abrazándolo en el proceso. A partir de ese momento por fin estarían juntos sin ningún impedimento.