40: Sienteme.

JiMin y Jungkook miran con ojos brillosos de anticipación a sus padres frente a ellos.

Les pidieron con mucho respeto poder fijar una fecha a su boda lo más pronto posible. "Nosotros queremos casarnos y estar juntos antes de que otro problema nos quiera separar" fue lo que Jungkook explicó cuando les pidieron una razón.

Ellos confían que puedan casarse pronto y dejar de preocuparse por ello, la complacida manera en la que los padres de Jungkook se miran les dan buenas señales. Pero los nervios en la mirada de la reina Heesi confunden a JiMin quien es el único que se da cuenta de esto.

¿Porque tiene esa mirada?

―¿Entonces?―Pregunta Jungkook a sus padres, con la mano de JiMin entrelazada a la suya.

La reina Jeon suelta una suave risa y acaricia la mejilla de su noble hijo.―Claro que sí hijo mío, si es para ver esa mirada feliz en tu rostro, la respuesta siempre será sí.―Jungkook forma una sincera sonrisa en su rostro y mira a JiMin de esta manera.―Ustedes se aman mucho, no podemos culparlos por querer casarse pronto y detestar la idea de estar alejados. Además, su matrimonio es muy... beneficioso, ¿no es así, reina Heesi?

Jungkook realmente quiere mantener su sonrisa de felicidad pero al ver la mirada fría de su madre sobre la reina Park solo le da un revoltijo en su estómago. Heesi asiente mirando hacia el suelo con una sonrisa diminuta y hasta triste en su rostro.

―Totalmente de acuerdo... nuestros hijos serán buenos y justos reyes.

Siente un mal presentimiento.

Y sabe que JiMin siente lo mismo cuando él aprieta su mano aún en su agarre. Se miran disimuladamente con preocupación.

―Serán grandes reyes.

Ambos alzan la mirada hacia el rey que habla con una mueca arrogante en el rostro, y tratan de parecer tranquilos bajo su mirada.

―Tendrán un buen reinado con nuestro pueblo.―Se acomoda en su trono.―Para preparar todo lo necesario necesitaremos un corto plazo, unos treinta días.

En treinta días la primavera llegaría.

Jungkook asiente y hace una reverencia.―Gracias padre, son más que suficientes.

―Descuida, hijo.―El hombre baja la mirada hacia JiMin quien tiene uns expresión preocupada.―¿Hay algo más que quisieran decir o...?―Pregunta disimuladamente hacia el prometido de su hijo.

JiMin alza la cabeza y se encuentra con la mirada del rey sobre él. Asiente pasando saliva.

―¿Puedo hablar, su majestad?

El hombre asiente, no hay una sonrisa en su rostro pero lo mira fijamente. JiMin se intimida pero aún así decide hablar.

―Cuando Jungkook fue envenenado no pude dormir tranquilo sabiendo su estado.―JiMin junta ligeramente las cejas viendo a su prometido.―Por eso ahora quisiera que vigilaran más a Taehyung y a Hana, yo sé que ellos tuvieron algo que ver y-

―Ya hablamos de eso.―El rey lo interrumpió colocando la palma de su mano frente a su rostro.

JiMin niega.―Por favor su majestad, si tan solo investigaran...

―Hana jamás sería capaz, y si Taehyung hubiese hecho algo la alianza con su familia acabaría, no creo que sea tan tonto.

JiMin se levanta y coloca una mano en su propio pecho, suplicando.

¿Porqué son tan ciegos?

―Por favor, su majestad...

―Sin pruebas, no podemos. Ahora retirense de mi vista.―Alza la voz sorprendiendo a los presentes.

JiMin aprieta los puños, mira a su madre que le regala una comprensiva sonrisa y baja la mirada.

Él solo quiere proteger a su Jungkook.

―Yo podría demostrarles...―Susurra.

El rey suspira irritado.―Ya acordamos la fecha de su casamiento, ahora fuera o-

―Está bien papá, ya nos vamos.―Jungkook interviene tomando a JiMin por la cintura para guiarlo fuera de la habitación.―Gracias, padre, madre y reina Heesi por atender nuestra preocupación.―Hace una reverencia junto a JiMin, quien tiene la mandíbula tensa, antes de salir del salón.

Caminan por los pasillos. JiMin callado y molesto mientras Jungkook lo mira de lado de vez en cuando.

Abre la puerta y ambos entran hasta la cama del menor. Jungkook se estira sobre la cama colocando su cabeza sobre la almohada y JiMin coloca su rostro en su hombro.

―¿Ya estás bien?―Pregunta momentos después al mayor.

JiMin alza la mirada y Jungkook siente su estómago retorcerse ligeramente.

Su mirada triste lo condena.

Prefiere ver alegria o hasta enojo en sus ojitos color del fuego mismo, pero la tristeza la detesta en su mirada.

―Tranquilo, en algún momento ellos entenderán hyung.―Besa su cabeza.

JiMin pasa saliva junto al nudo en su garganta. Se siente un mal prometido y abatido por la impotencia que recorre sus venas.

―Solo quiero protegerte.―Su voz se escucha apagada, triste.―No quiero que vuelvan a hacerte daño, yo... tenía miedo de perderte mientras dormías a mi lado, cada noche.

Cada maldita noche.

Se quedaba a su lado para darle de comer, para cambiarlo, para besarlo si necesitaba apoyo y abrazarlo con cuidado. Estuvo a su lado esa semana para que se recupere, pero él también fue víctima del miedo.

Tiene tanto miedo que siempre prueba primero él la comida antes que Jungkook.

Tanto miedo que revisaba su respiración antes de dormir para asegurarse de que su corazón seguía latiendo.

Porque Jungkook es su todo, no quiere perderlo.

―JiMin...―Acaricia su mejilla por sobre la cicatriz.―Yo estaré para ti, el que tiene miedo de perderte o defraudarte otra vez soy yo.―Se estira para besar sus labios unos segundos.

―¿Me quieres tanto?

―Desde que era un niño hasta ahora que soy un hombre, te amo tanto que si un día me faltas iría tras de ti.―Besa sus labios una vez más.

Siempre detrás suyo.

JiMin limpia una lágrima rebelde.―Eres lo mejor que tengo.―Le sonríe.―Y nos vamos a casar en treinta días.―Pasa una mano por su pecho, acariciando sugestivamente.

Jungkook sonríe de lado y besa su mejilla por donde una lágrima se deslizó.―Pronto serás mi rey.

―¿No sería tu esposo real?―Ríe.

―No, tú serás mi rey.―Toma su cintura y planta un profundo beso en sus labios.―Mereces ser rey mucho más que yo. Tienes un gran amir por tu pueblo, hasta por el mío, eres perfecto para ser rey, nuestro rey.―Aprieta sus muslos.

―Jungkook...―Suspira.

―Apagaré las luces.―Dice mientras besa su cuello mientras sus manos sienten la piel desnuda de su prometido por debajo de su camisa blanca.

JiMin asiente y cruza sus brazos por sobre su cuello, rozando sus narices y suspirando por el tacto.

―Dejame mostrate una vez más cuánto te quiero. Sienteme porque jamás me iré de tu lado.―Sururra sobre su oído para luego dejar ahí un suave beso.

Porque Jungkook jamás lo dejará solo. Y JiMin jamás dejará de quererlo.






































¿Escucharon/vieron Butter? Está preciosa la canción, ¡hagan stream si pueden o tienen tiempo! hasta escucharla una sola vez al día ayuda ❤️

Calculo unos veinte capitulos para el final de la historia, no falta mucho eh.

See you later.

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