15: Recuerdos melodiosos.

―Hey Kyun, ¿Qué haces?―Pregunta curioso hacia su hermano menor.

―Caballero...―Dice con su tierna voz, alzando en mano el muñequito de tela con el que juega.

JiMin asiente sentándose a su lado en el suelo de madera. Su hermano se apoya en él con cariño para seguir jugando, haciendo ruiditos con sus labios mientras golpea su muñeco contra un palo de madera. Al parecer simulando un tipo de combate.

JiMin adora pasar tiempo con su hermano menor; siempre quiso uno y ahora que lo tiene es muy feliz. Lo mima y lo atiende, lo ama demasiado.

―Hijo.

JiMin alza la mirada hacia su madre en la puerta de la habitación.

―Buenos días madre, ¿Qué pasa?

―Venía para avisar que iremos al Norte para visitar a los Jeon. Tendremos una reunión sobre su matrimonio...―El menor asiente, su madre prosigue.―Y sobre los territorios.

―Quería hablar contigo sobre eso, madre.

Deja un beso en la cabeza de KyuMin para levantarse y acercarse a la mujer de ojos tan rojos como los suyos.

―No quiero liderar y dejar a Jungkook bajo mi sombra. No aceptaré aquello, porque yo quiero reinar al lado de él, no dejarlo de lado. Nos beneficie o no, hay mejores formar de sacar a nuestro reino de la pobreza y lo sabes.―Firme habló.

Sus miradas parecen encenderse en un incandescente fuego que es alimentado por la tensión que los invade.

La mandíbula de su madre se tensa por segundos hasta que suelta un suspiro y cierra los ojos derrotada.

―Lo tomaré en cuenta... Hijo, yo solo quiero que estés a salvo; tú y tu hermano.―Dice repentinamente.

Se ve vulnerabilidad en su mirada. El fuego se consume en el reflejo de sus ojos dejando ver un sentimiento frágil, como si confesara algo íntimo que tenía guardado.

JiMin frunce el entrecejo.―¿De que hablas, madre?

―No lo entenderías... Te lo explicaré luego.―Acaricia su mejilla.

JiMin se congela ante el tacto de la mujer que le dió la vida. Esa misma mujer que nunca le dió cariño o respeto, acababa de acariciar su mejilla con delicadeza... No lo puede creer.

La mujer se adentra a la habitación hasta su pequeño hijo y lo besa en la frente para volver a la entrada del lugar.

―Ya me tengo que ir, mandaré alistar todo para nuestra partida.

KyuMin se acerca entre pequeños pasos para aferrarse a la pierna izquierda de JiMin.

Antes de salir por la puerta les dedica una mirada cálida a sus hijos. Como si el fuego en su interior se suavizara por ellos. Luego simplemente regresa su expresión fría para cerrar la puerta y caminar lejos de ahí.

«Solo trato de protegerlos de la guerra, para que no acaben como su padre»

Park Heesi tiene secretos.

Todos a su alrededor tienen secretos.

JiMin sigue pasando tiempo con su hermano hasta minutos después donde son interrumpidos.

―Disculpe príncipe, es hora del baño de KyuMin.―Dice una mujer joven. La cuidadora de su hermano menor.

JiMin niega con una mirada amable, lo cual confunde a la mujer mayor.―No se preocupe lo haré yo; hoy quiero pasar más tiempo con mi hermano, si no le molesta.

―Oh.―La mujer asiente con su cabeza, comprendiendo la situación.―Claro, lo que usted desee se cumplirá. Traeré los implementos para su baño, espere aquí príncipe.

―Bien.

La cuidadora sale de la habitación y JiMin suspira.

Desde su nacimiento había sido criado por otra mujer; amable, tierna, comprensiva y con olor a rosas como bien recuerda. Mucho más madre que la suya propia fue, lo cuidó por años hasta que lamentablemente falleció por una enfermedad. JiMin la vió partir a sus dieciocho años, tiempo antes de ir a la guerra.

La cuidadora le lleva los implementos y parten a la laguna en compañía de guardias que cuiden su estadía en esas aguas.

―Vamos Minie, no tengas miedo.―Extiende sus brazos hacia su pequeño hermanito en la orilla de la laguna.

Él está esperando a su hermano para poder bañarlo.

―Miedo...―Dice el rubio, abrazándose a sí mismo.

JiMin ríe para luego apoyar sus codos en la orilla y dedicarle una mirada triste.

―Si no te das un baño, lloraré.

El niño lo mira con el mentón hacia abajo y se acerca tímido hasta su hermano.

―El agua es fría.―Dice el bebé.―Pero que llores no quiero.

JiMin sonríe con cariño. Adora a su hermano. Tiene apenas tres añitos pero es tan bueno hablando para su edad, es una verdadera ternura.

Sumerge a KyuMin en la orilla para nada profunda del lago. Él feliz juega con el agua aunque esté fría.

Todo bien hasta el momento, pero de pronto sus oídos captan una melodía.

Esa melodía tan parecida al silbido que escuchaba cada mañana cuando fue prisionero de los Kim.

Para todo movimiento, se congela del miedo. Su hermano no se da cuenta mientras juega con sus propias manos.

Escucha aleteos y su corazón puede bombear tranquilo cuando se da cuenta que aquella melodía era producida por las aves que viven en el árbol a tan solo metros.

Sus instintos se calman y su corazón late en paz, pero su cabeza empieza a recordar aquella detestable presencia.

Kim TaeHyung, aquel insoportable guardia de la dinastía Kim. O al menos, cree que es un guardia; no sabe nada de él más que aquella burlona sonrisa y silbido melodioso.

Su cabeza es traicionera y un recuerdo de los más dolorosos se reproduce en su cabeza.

―Estás muy débil...―Solloza.

Lloraba como nunca antes había llorado. El color rojizo de sus ojos combinaba con el rojo de sus ojeras y mejillas por tantas lágrimas derramar.

―No mueras, no así, no aquí.―Pide cerrando los párpados con fuerza.

Su padre estaba débil. Su cabeza descansaba en su regazo, su mirada perdida trataba de enfocarse para verlo a él, y una sonrisa cansada pero plena adornaba sus labios partidos.

JiMin siente que le arrancan un parte del corazón.

―Mirate...―Traga saliva en su garganta seca y tose.―Tan hermoso hijo mío... no llores.

JiMin niega con la cabeza. Lad lágrimas no paran de caer quemando la piel de sus mejillas como gotas de fuego llenas de dolor, desd lo más profundo de su corazón.

Su padre estaba muriendo lentamente en sus brazos.

―Debería haber sido yo...―Toma su mano fría y la sujeta con fuerza; mientras sus ojos ven la ropa manchada en sangre de su padre.

Maldice haber sido él quién bajó la guardia. Si no lo hubiera hecho, su padre no hubiera tenido que colocarse frente a él para recibir la espada de su oponente. No hubiera tenido que dejar esa espada atravesar a su padre. Porque si eso no hubiera pasado no los hubieran vuelto a capturar.

Su padre niega lentamente.―Ningun padre... quiere enterrar a sus hijos... mi querido.

JiMin lleva su mano fría a su mejilla, donde sus lágrimas siguen cayendo. Lágrimas como llamas ardientes que al tocar la mano del hombre se evaporan.

Tan, tan frías.

Un silbido rompió el momento desolador.

Aquel maldito silbido.

La puerta es abierta y puede escuchar pasos a su espalda hasta detenerse. Es así donde escucha una voz profunda.

―Vaya, vaya.

JiMin frunció el entrecejo y volteó a ver con rabia esa silueta en la oscuridad.

―¿Qué quieres? Aléjate.―Habló con una rabia inmensa en su interior.

No quería a nadie cerca suyo ni de su padre, esta es su despedida.

¿Acaso no les han quitado suficiente?

―No puedes hablarme así, querido principe.

JiMin no contestó. La rabia incrementó cuando el hombre dió un paso al frente y la luz filtrada por aquella diminuta ventana dejó ver su rostro.

―Largate de una buena vez, mi padre está muriendo por su culpa, ¿¡Qué más quieren?!

TaeHyung se carcajeó gravemente.

Aquella asquerosa risa.

―Veamos...―Se acercó lo suficiente y se agachó para quedar a su altura.

JiMin aunque lo odia, él no se deja intimidar así que gira su rostro hacia él y lo mira a los ojos con absoluta seriedad.

Ojos verdes, profundos, y muertos. Muertos pero con un brillo especial; el brillo de un ser astuto pero malvado, inteligente pero cruel.

―Eres tan lindo, ¿Te lo habían dicho, hm?

JiMin sintió la sangre hervir en sus venas.―Cierra tu asquerosa boca.

La sonrisa burlona en el rostro de TaeHyung desaparece y expresión muerta se crea en su cara.

JiMin no pudo reaccionar ante aquello cuando ya tiene una espada en la garganta, amenazando con cortarlo en cualquier momento.

Tragó saliva sintiendo el filo de la espada empuñada por TaeHyung al hacer la acción.

―Eres un insolente, debería matarte frente a tu padre.

Los ojos de JiMin era fríos, realmente le importaba muy poco su vida en este momento. Su padre estaba agonizando en su regazo.

―No, por favor... no le hagas daño...

JiMin aprieta los labios y cierra los ojos ante la voz ahogada de su padre.

TaeHyung alzó una ceja.―Un rey suplicando, qué dicha...―A pesar de lo dicho retira la espada de la garganta en el de ojos rojizos.

JiMin lo mira con indiferencia y en sus labios gruesos y maltratados por la falta de agua. Toma con firmeza la mano de su padre y baja su mirada a ella.

―Un soldado dudando en acabar con el enemigo, qué estúpido.―Dice con veneno en la voz.

Otra vez escucha su amarga risa.

―Soldado...―Repite con gracia.―¿Sabes, dulzura? Eres patético, y te odio, pero aún así me compadezco de ti.―Sonríe de lado acercándose hasta la oreja del menor.

JiMin cierra los ojos, sus fosas nasales se dilatan y su corazón late con fuerza.

―¿Quieres salir de aquí...?

TaeHyung de cerca huele a muerte y peligro.

―Yo te ayudaré a cambio si...

No...

Alguien solloza y JiMin sale de su trance.

Su hermanito había salido del agua esperando ser abrazado por aquella tela en el hombro de su hermano.

Reacciona atendiendo a su hermanito.

―Lo siento KyuMin...―Dice cuando ya lo tiene envuelto en aquella tela gruesa.―¿Tienes frío?

―Estoy bien.―Dice aún con los ojos llorosos.

―Perfecto, entonces volvamos a casa. Debo dejar de pensar en el pasado, ¿No crees? Él no puede volver.―Niega con una pequeña risa mientras se levanta con el pequeño envuelto en brazos.―Sería muy absurdo...

KyuMin mira atentamente a su hermano mientras él habla y asiente como si entendiera a la perfección cada palabra suya.

JiMin nota esto y deja un beso en su naricita.―Volvamos a casa. Veremos a Jungkook.












Una persona manipulada no es para reírse, mucho menos para creer que es débil. Son los demás quienes deben ser criticados pues se aprovechan de su inocencia y sumisión para su beneficio.

En fin, adoro a KyuMin. Tendrá más protagonismo del que creen ehh

¿Que piensan de la madre de JiMin? ¿De Tae?

See you later

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