"disculpas aceptadas"
Mientras tanto en la taberna de Barley. Edgar se encontraba como de costumbre solitario en una de tantas mesas del lugar. Necesitaba de alguna manera desahogarse.
Así que se pidió un vino. Siendo menor de edad, eso no se lo podía permitir, pero él joven le ofreció más gemas a cambio que lo deje beber licor. Cual Barley acepto.
Por otra parte Fang y Amber se hicieron presentes en el lugar. Ambos brawlers fueron a una mesa.
Amber: me da gusto que hayas aceptado mi invitación. - decía la flamante mujer.-
Fang: como no aceptar una invitación de una bella dama. - esté guiña el ojo en forma coqueta.-
La Brawler algo ruborizada solo se quedó callada.
Fang: ¿Que piensas pedir?. No te preocupes que yo pago. - decía muy amable.-
Amber: oh gracias. Déjame ver qué puedo ordenar... -pensativa miraba la carta.-
Él joven asiático también revisaba la carta. De un momento a otro se percató de algo familiar. Visualizo a su amigo Edgar sentado en una de esas mesas muy al fondo. Estaba con sus auriculares puestos. Pero lo que más alarmó fue verlo con bebidas no apto para su edad.
Fang: no puedo creerlo. - solo dijo para luego salir de su mesa disparado.-
La mujer flamante quedó algo desconcertada por tal repentina actitud del asiático.
Fang: ¿Que crees que estás haciendo?. - llegó en un tono molesto.-
El azabache estaba perdido en sus pensamientos. No se había percatado de la presencia de su amigo. Al no tener ninguna respuesta, le arrancó los audífonos de sus orejas. Edgar despertó mirando con extrañeza a Fang.
Edgar: ¿Q-que sucede?... - pregunto aturdido tratando de procesar.-
Fang: ¿Que pasa contigo?. ¿Que es todo esto?. - le reprochaba señalando las bebidas alcohólicas.-
Edgar: yo.... - musitó con la mirada hacia bajo.-
Fang: ¿Eh?. - fruncía el ceño confundido.- sabes, mejor vámonos a casa y allá me explicas todo. ¿Si?. - intento tomar de su brazo para llevárselo.-
Edgar: ¡No!. - se negó a su agarré.- ¡Déjame solo con mi soledad!.
Fang: bien. - se sienta en la mesa haciéndole compañía.- no me iré.
Amber: ¿Se puede saber que está pasando?. - se pronunció confundida viendo ambos brawlers.-
Fang: Lo siento Amber. - seriamente habló.- Tengo que ayudar a un amigo. La cita lo dejamos para luego. Fue un gusto.
La flamante mujer no podía creer lo que había escuchado. Si apenas recién empezaba su cita. Sin más que decir ella se retiró.
Edgar: soy un idiota...un fracasado... Un fracasado.... - empezó a musitar para si mismo.-
Fang: hey, hey. - llamando su atención con un chasquido en los dedos.-
- Edgar escúchame. ¿Ahora sí me puedes explicar que te pasa?.-
Edgar: yo... No quise hacerlo... - con voz rasposa empezó a contar- yo... no quería forzar a Colette que me besara... ¡No quería hacerlo!. -
Fang: ¿Que?. - abrió los ojos sorprendido.- ¿En enserio?. - su amigo solo asintió con la cabeza para afirmar su pregunta.-
Edgar: ahora ella estará pensando mil cosas desagradables de mi... No la culpo... Soy un idiota... - cabizbajo trato de reprimir sus sollozos. Ya no quería derramar más lágrimas.-
Fang: no puedes actuar de esa manera. ¿Así piensas conquistarla?. - su amigo no dijo nada.- tampoco está bien que te pongas a beber. Tú eres un menor de edad. - regañando.-
Edgar: cállate. Agradece que no me estoy cortando las venas.
Fang: deja de hablar tonterías. Vámonos. Te llevo a tu casa. Con ese estado no creo que llegues completo. - se levantó de la mesa. -
Él asiático se acercó hacia su amigo intentando llevárselo del brazo. Pero él azabache era muy terco y forcejeaba en no querer irse.
Edgar: ¡Déjame solo!. ¡Siempre estoy solo!. ¡Nunca tendré alguien quién me amé!. - entre gritos frustrados se negaba a ser llevado.- ¡Odio ser yo!.
Personas que se encontraba en el sitio, dirigieron su mirada ante aquel escándalo producido por el azabache.
Fang: Edgar escúchame. - habló apacible- vamos a casa ¿si?. No estás solo. Yo estoy contigo. Soy tu amigo y quiero ayudarte. Por favor...
Aquellas palabras dichas por su único mejor amigo, se escuchaban sinceras. Eso le hizo reflexionar y entrar en razón.
Edgar: bien. Como digas... - intenta levantarse con la ayuda de Fang.-
La cabeza le daba vueltas. Había bebido demasiado. Entre tropiezos por parte del azabache logran salir del lugar.
Al día siguiente.
8:30am.
Como siempre Colette fue la primera en llegar a su trabajo, mientras que Edgar llegó una media hora después. Toda estaba muy tranquilo a excepción del azabache. No se encontraba concentrado del todo.
Edgar: ay mi cabeza... - se quejaba adolorido frotando su cien.-
Con la resaca encima y lo peor de todo es que no había desayunado, por salir apresurado hacia su trabajo. No quería que Colette nuevamente salga perjudicada por su tardanza.
Colete: oye tú - se acerca hacia su compañero. Pero está se detiene detenidamente a mirarle el rostro.- ¿Te encuentras bien?...-
Él joven azabache cruzó miradas con ella. No quiso decir nada, mucho menos preocuparla.
Edgar: tengo que hacer mi trabajo. - solo optó por decir.-
Cuando empezó a caminar hacia delante. Un terrible mareo se hizo presente. Con esfuerzo trataba de mantenerse en pie y no caer desmayado.
Colette: ¿Estás seguro que estás bien?. - está vuelve a preguntar con preocupación.-
No pudo responderle. Estaba aturdido manteniendo su postura y ir tras aquellas cajas, pero ya no podia más. Si no fuera por su compañera que lo sujeto justo a tiempo, esté se hubiera desplomado contra el piso.
Colette: ¿Por qué no me dejas ayudarte?. - le decía con regaño.- te vez fatal. - sujetándolo se lo lleva hacia el mostrador.-
La cercanía de su compañera lo ponía un tanto nervioso.
Edgar: estoy bien... - musitó.-
Colette: siempre dices estar bien. Cuando en realidad no lo estas.
Eso dejo mucho que pensar al azabache.
Edgar: solo no desayuné. No es nada del otro mundo. ¿Por qué te preocupas tanto por mi?. Si tú me odias... - esté nuevamente intento caminar pero enseguida su compañera lo detiene del brazo-
Colette: yo no te odio Edgar. - dijo.-
Edgar: ¿E-enserio?... - preguntó con tal asombro.-
Colette: si habló enserio. Ahora ten y toma un poco de agua. - le ofrece su botella de agua.-
El joven azabache sin poder creer lo que le estaba pasando. Aquella chica albina se estaba preocupando por él y sobre todo no lo odiaba como pensaba.
Colette: ten. Toma. - está insistía.- iré a ver si te traigo algo de comer ahora. Necesitas estar bien en el trabajo. -
Edgar: si, gracias... - toma la botella de agua para empezar a beberla.-
Tener totalmente la atención y cuidados de su compañera. Es lo que más había deseado. Sentirse cuidado de esa manera. Le fascinaba.
Colette: ahora iré a ver si tengo algo que comer en mi mochila que traje. No tardó.
Edgar: espera un momento...
Colette: ¿Que pasa?.
Edgar: p-perdoname por lo sucedido de ayer...
El azabache mostraba arrepentimiento en su mirada. Había cogido el momento exacto para decírselo.
¿Por qué no empiezan siendo amigos?. Primero se empieza de a poco Edgar.
Aquellas palabras de su mejor amigo vinieron a su mente.
Colette: n-no te preocupes ya está olvidado... - suelta una pequeña risa.- disculpas aceptadas.-
Realmente había sentido un alivio internamente. Hacer las cosas como debían ser.
Edgar: eso significa. ¿Q-que s-somos amigos?... - dijo casi en un susurro tímido.-
Colette: ¡Claro!. ¡Siempre quise tener un amigo!. - se mostraba sonriente acercándose a su rostro y intentaba querer abrazarlo. Pero se contuvo.-
Unas inmensas ganas de querer besarla se apoderaban del joven. Se estaba conteniendo, es que tenerla tan cerca, sobre todo llamar su atención por esta situación. No quería arruinar este momento.
Algún día estaremos juntos. Solos tu y yo. Pensó.
Spike: ¡Hola!. Estoy buscando algo especial.
La burbuja de Edgar explotó de inmediato. Tan solo ver la presencia de ese tipo le puso de tan mal humor.
Colette: ¡Oh Spike!. ¡Si yo te atiendo!. - está rápidamente se va de prisa hacia a él.-
Dejando a un Edgar afligido como se marchaba su compañera con un interés mucho más con lo que le estaba prestando a él. Estaba enfurecido.
Se estaba reprimiendo las ganas de interponerse entre ellos. Ver cómo Colette le brillaban sus ojos con tan solo verlo. Su enojo tan solo aumentaba más.
No quería hacer una tontería y reprimió toda su furia. Rápidamente salió de ahí dirigiéndose hacia la bodega donde se almacenaba la mercancía y decidió encerrarse hasta que pueda calmarse.
Edgar: maldito. - gruñía para si mismo.-
¿Por qué no te deshaces de aquel chico?.
Una voz profunda y tenebrosa se hizo presente. Edgar al escuchar eso inmediatamente se tenso y sobretodo estaba confundido, porque no sabía de donde provenía aquella voz.
Edgar: ¿Que rayos fue eso?. - se decía intrigado revisando a su alrededor.-
No entendía nada. En el almacén no había nadie. Le empezó a resultar muy extraño, pero dedujo que solamente era parte de su imaginación de tanto pensar en la situación. Se relajó y mejor decidió salir del almacén.
♤♡♤
Hola queridos lectores.
Muchas gracias por el apoyo de esta nueva historia.
Yo haciendo un libro nuevo sin a ver terminado otros. XD
Espero poder con los otros y este nuevo libro. no quiero defraudarles.
Mi cabeza está que explota XD
Cuídense y besitos 😳
Bye 👄
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