7:00am.

La albina cómos siempre abría la tienda de regalos temprano y se dispuso a esperar a su compañero de trabajo mientras revisaba su teléfono. Colette a pesar de lo sucedido con Edgar no estaba molesta con él, de echo quiere recuperar ese amor que por primera vez un chico le hacía sentir así.

Luego de media hora Edgar llegó, pero parecía ojeroso como si no hubiese dormido nada.

Colette: buenos días Edgar... -saludo con timidez.-

El pelinegro solo le dió una media sonrisa y un saludo con la mano dirigiéndose hacia los casilleros.

La albina decidida arreglar las cosas con Edgar le siguió por detrás. Al llegar vio como se estaba poniendo el uniforme de trabajo.

Colette: ¿Está todo bien?, ¿como dormiste?.

Edgar: bien como siempre.

Colette: ¿En serio?. Es que realmente me preocupas...

Edgar: tsk. Ya te dije que estoy bien. - cierra el casillero con algo de brusquedad.-

Entonces la albina se sobresalta un poco del susto pero se mantiene firme ante su cometido.

Colette: Edgar te lo pido por favor... Quiero que volvamos ser pareja, me gustas mucho solo tú. Nunca había sentido está sensación así por alguien...

Edgar: lo que tú sientes solo es atracción y no amor. No confundas las cosas Colette.

Dicho eso el azabache se va hacia su puesto de trabajo dejando a Colette pensativa pero no quería rendirse todavía.

Colette: tú eres él que está equivocado. Te entregué todo de mí y lo sabes muy bien. Edgar por favor no vamos a terminar por unos simples mensajes que tuve con Fang que ni siquiera lo besé.

Edgar: tú no entiendes nada Colette. Sea lo que sea me dolió por no decirme la verdad...

Colette: pero, ¿acaso no puedes darme otra oportunidad?.

Edgar: tsk... La verdad que no. - espetó.-

Hubo un silencio algo incómodo entre ellos. Entonces Colette simplemente se retiro hacia su puesto de trabajo, no quería seguir rogando y rebajandose pero por dentro sabía que le dolía más que nada.

Él azabache también sentía ese nudo en su corazón, pero su orgullo era más grande. Ambos simplemente volvieron a sus labores. Cuando de pronto Colette reviso su teléfono se encontró con una noticia que le estrujó más el corazón.

Colette: ¿Que?... ¿Spike, muerto?... - murmuraba atónita mirando su teléfono.-

Las lagrimas le empezaron a resbalarse por sus mejillas. Una noticia inesperada que la hizo sollozar en segundos.

Edgar que seguía cargando cajas se detuvo de inmediato al ver a su compañera sollozar en silencio. Se empezó a preocupar y pensó que era por su culpa.

Rápidamente Edgar fue hacia ella preocupado.

Edgar: hey, Colette. ¿Estás bien?...

Colette: ¡No, no estoy bien!. - solloza más.- ¡Spike está muerto, mi Spike!. -

Él azabache abrió los ojos como platos y tragó saliva con dificultad, no entendía ni el mismo porque se sentía extraño de alguna forma.

Edgar: ¿Como que muerto?....

Colette: mira está noticia...

La albina le entrega su teléfono a su compañero y esté empieza a revisar.

Joven pelirrojo más conocido como Spike, fue encontrado en su hogar muerto, una escena del crimen que será investigada, todo indica que lo asesinaron...

Edgar ya no pudo leer más y se le cayó el teléfono por lo nervioso y sudoroso que se encontraba. Unos flashback empezaron a venir a su mente con cierto dolor de cabeza.

Edgar: me tengo que ir. Ahora vuelvo...

Dicho eso él azabache salió con mucha prisa para luego meterse en el baño. Empezó a sentir su respiración agitada, sus manos sudoroso y el cuerpo le empezó a temblar sin razón alguna sintiendo una culpa enorme recorrer en su cuerpo.

Edgar: ¿Que me está pasando?. ¿Por qué me estoy sintiendo así?... - se dice a si mismo-

Scarf: terminamos con ese cactus. -se pronunció.-

Edgar: ¿Que?...

Scarf: que por fin asesinamos a ese cactus.

Edgar: ¿Asesinamos?...

De pronto se le viene los flashbacks de todo lo ocurrido y como fue manipulado por su propia bufanda.

Edgar: ¡tú eres aquí el único culpable de todo!. - agarró a su bufanda queriendo quitárselo.- yo no mate a nadie. ¡Yo no quería hacerlo!.

Scarf: en el fondo querías hacerlo. Eres tan psicópata como yo, después de todos somos solo uno, por eso te dejaste manipular fácilmente de mi.

Edgar: ¡No, no soy como tú!.

Scarf: calla y escucha. Aún no eh terminado con mi casería.

Edgar: ¿Que casería estás hablando?...

Scarf: eliminamos a Spike. Ahora él siguiente es ese payaso de Candyland.

Edgar: ¡No!. Yo no te haré caso en nada, no me quiero involucrar más en asesinatos.

Scarf: de todas formas ya estás involucrado y manchado por el asesinato de Spike. Las autoridades no tardarán mucho en darse cuenta que fuimos nosotros.

Edgar: vaya que ánimos me das. Gracias. - sarcástico rueda su ojos.-

Scarf: es la pura verdad niño. Yo sé que por dentro quieres terminar con está casería, yo sé que por dentro quieres a Colette tanto como yo lo deseo.

Él azabache se queda mudo ante lo dicho de su bufanda. Parecía querer decir algo de sus boca pero no le salía las palabras.

Scarf: ¿Si la deseas tanto como yo verdad?.

Edgar: si... Digo... No. Agh!. - suspira pesadamente.- la siga amando... Pero tú scarf estás demente si crees que seguiré ese plan tuyo...

Scarf: tú solo necesitas un pequeño empujón de mi parte. Ambos solo queremos tener a Colette solo para nosotros, ¿no es así?, entonces déjame darte ese empujón.

Él azabache empezó analizar la situación. Hasta que tomó su decisión.

Edgar: está bien...

La bufanda sin más que decir tomó nuevamente el control manipulandolo a su antojo y así terminar con su plan en marcha.

(...)

La albina seguía ahí sollozando cabizbaja mirando su teléfono. Aún no podía creer lo de la noticia. Entonces sintió una mano posarse en su hombro haciéndola voltear.

Edgar: hey Colette. No llores más, yo sé que le tenias un gran cariño a Spike. Pero sabes una cosa yo estaré aquí contigo incondicionalmente.

Colette: ¿Edgar?... - ceñuda tratá de calmar sus sollozos.- ¿Acaso estás tratando de decir algo?...

Edgar: te estoy diciendo que no te dejaré sola. ¿Sabes por qué?. Porque te amo Colette.

Dicho eso él azabache la abraza fuertemente dejando a la albina muy sorprendida ante aquella confesión.

Colette: ¿Entonces eso significa que...

Edgar: si. Volvemos a estar juntos. ¿Más claro no eh sido?. - ríe bajito.-

Colette se le iluminan los ojos de felicidad tomando el rostro de su novio para luego sellar sus labios contra los suyos. Los sollozos cesaron ahora ella se encontraba en una gran burbuja de alegría mientras que Edgar en su mente solo pensaba solo en una cosa. Eliminar a la siguiente víctima.

9:30pm.

La tienda ya estaba apunto de cerrar y los jóvenes estaban ya alistando sus cosas para salir del trabajo.

Colette: hey Edgar. ¿Me acompañas a mi casa luego?. - le sonríe.-

Edgar: pues claro, solo déjame hacer alguna cosa antes de irnos. No tardaré mucho en venir para marcharnos juntos.

Dicho eso él azabache se da media vuelta y se dirige hacia la salida de la tienda sin dar explicación alguna hacia su novia. La albina notó eso se inmediato y lo detuvo.

Colette: espera Edgar. ¿Donde vas ir?. - extrañada pregunta.-

Edgar: no te preocupes, es una sorpresa que estoy preparando para ti.

Colette: ¡¿Enserio?!. - exclama emocionada.- ¿Que es?, ¿que es?.-

Edgar: tranquila, no te lo puedo decir como dije es sorpresa. - le da un guiño.- más bien... ¿Sabes exactamente dónde vive Chester?.

(...)

Por otra parte de Candyland se encontraba él bromista bufón en su habitación ya listo para meterse en la cama para irse a dormir.

Chester: como dijo vladimir una paja y a dormir.

Ríe divertido ante su chiste comentario y saca su teléfono para buscar un vídeo para adultos y empezar su estimulación, pero fue interrumpido por el sonido de su puerta de su casa.

Chester: oh rayos justo ahora. - resopla con fastidió.-

Él pelirrojo se preguntaba quien podría ser a estas horas. Entonces se detuvo unos segundos para arreglarse el cabello pensando que podría ser su novia Mandy. Ya listo y con una amplia sonrisa decide abrir la puerta.

Chester: ¡Hola caramelito!.

se detiene en su palabras al ver quién era. Su rostro se tensa y se aleja algo temeroso ante la presencia de Edgar, no tiene un buen recuerdo de él después de aquel día.

Edgar: no soy tu caramelito. Soy quien te va exterminar en esté preciso momento.

Chester: ¿Que has dicho?. - se le escapa una risa nerviosa.- oh por todo los cielos... no pensé que fueras tan gracioso...

Él azabache empuja más la puerta para poder entrar haciendo que Chester retroceda más poniéndose en guardia.

Edgar: ¿Que pasa?, ¿me tienes miedo?. - suelta una sonora risa burlona.-

Chester: fuera de mi casa estás invdiendo mi privacidad. No sé quién diablos te dió la dirección de mi hogar.

Edgar: eso que importa. Te mataré rápidamente cumpliendo con mi casería y eliminando los estorbos como tú.

Chester: ¡¿Que?!. - abre los ojos asustados.- ¡Vete de mi casa desquiciado!. ¡Yo no te hice nada!.

Edgar: ¿Me crees un idiota acaso?. Yo sé que tuviste algo con mi querida Colette, basta negarlo.

Chester: ¡Yo ya tengo novia!. ¡¿Por qué querría algo con Colette?!. ¡Solo es una amiga!. - se excusaba un tanto nervioso.-

Edgar: ¿Ah sí?. - ríe escéptico.- no te creo nada. ¿Entonces por qué tan nervioso?.

La cercanía entre ambos se está reduciendo. Chester siente un miedo genuino al tener a Edgar al frente, con un semblante aterrador, y su bufanda moviéndose como si estuviera a punto de atacar. El pelirrojo tiene que pensar rápido para salvar su vida de este desquiciado.

Chester: oye, ¿que es eso?. - señala con su dedo un lado.-

Edgar frunce el ceño y voltea, desviando su mirada de Chester. Este último aprovecha la distracción y saca su polvo pica pica, salpicando los ojos de Edgar.

Chester: ¡Jaja! Te lo mereces.

Dicho eso, sale corriendo hacia su cocina. Edgar siente ardor en sus ojos, su vista está algo borrosa, pero aún así persigue al bufón por toda la casa. Chester coge un filoso cuchillo para defenderse, escondiéndolo detrás de su espalda.

Edgar: que infantil eres. Con un simple polvo pica pica no me vas detener.

Dicho eso, Edgar ataca con su bufanda en forma de puño. Sin embargo, lo que no sabe es que Chester tiene un cuchillo. El bufón esquiva rápidamente el ataque y se dirige hacia el rostro de Edgar para hacerle una gran cortada. Pero Edgar reacciona a tiempo y se aparta, recibiendo solo un rasguño del cuchillo en su mejilla, dejando solo una fina cortada.

Edgar: vaya, vaya me sorprendes. – dice con molestia.–

Chester: eres un cobarde solo te defiendes con tu bufanda.

Scarf ya estaba irritado no estaba para ya perder el tiempo no pensó que esté bufón le complicaría las cosas. Así que rápidamente influyó más en el cuerpo de Edgar. Con una velocidad increíble neutralizó a Chester sometiéndolo contra la pared. Lo tenía asfixiando poco a poco con su bufanda enredando en su cuello.

Edgar: si no quieres que te mate. Solo tienes que decirme la verdad. ¿Entiendes?.

Él bufón intentaba zafarse del agarré pero todo era en vano. Así que él azabache al no recibir respuesta apretó más dejándolo con poco aire.

Edgar: me lo dices o te mueres aquí mismo.

Chester: está bien... si... y-yo...tuve sexo con Colette solo tuvimos una vez y... nada más... Por favor no me mates...

Con la voz entrecortada hacia su declaración con los ojos llorosos porque sentía que el aire se le acababa y se asfixiaba más.

Edgar: muy bien bufón. Pero lastimosamente no te dejaré con vida, las basuras como tú no deben vivir en este mundo.

Dicho eso él azabache hizo más presión con su bufanda acortando el poco aire que le quedaba al pelirrojo que aún seguía luchando por su vida desesperado. En lo único que pudo pensar fue en Mandy y su error de haberle sido infiel. Con su último aliento dice "te amo Mandy". Para luego dejar de respirar.

Edgar: más falso no podrías ser. – fríamente suelta el cuerpo del bufón caer al suelo ya muerto por asfixia.–

Scarf por dentro ya estaba satisfecho con su casería ya cumplida ahora solo faltaba una por terminar.

Scarf: ahora vamos por ese amiguito tuyo que me da asco. Fang.