Los chicos estaban descansando sobre el sofá de la sala mientras que se abrazaban y conversaban acerca de diversos temas pero trataban de no adentrarse del asunto de los ataques y de la cámara de los secreto, pero también no quería sacar a flote sobre la voz misteriosa, ni que tampoco en decirle que iría a ver al profesor Snape mañana a decirle lo que había descubierto.

Ya quería estar así contigo Harry—.decia Draco al momento que acariciaba las orejas de este.

Yo también...necesitaba tus abrazos y mis mimos—.dijo Harry al momento que se apegaba mas al rubio.

Estos son los momentos que quiero atesorar, no se necesita de nada extraordinario para poder disfrutar del otro—.le decía el Slytherin siendo honesto.

Cualquiera diría que somos un amor imposible, es decir, un mestizo y un sangre pura pero no me importa lo que digan porque lo importante es saber que nos queremos y nos amamos—.le confeso el Gryffindor.

Yo pienso igual que tu, estoy cansado del clasicismo que ha existido durante mucho tiempo en el mundo mágico, solo queremos lo que cualquier persona merece y es que seamos felices—.le afirmo.

Te admiro mucho Draco, porque eres el Slytherin más valiente que he conocido—.dijo Harry mientras que se incorporaba.

Y tú el Gryffindor más puro y abierto que he conocido, porque no me juzgaste al momento de conocernos en la tienda de túnicas en el callejón Diagon, porque cualquier persona me habría despreciado o que alguien quisiera estar conmigo por mi apellido, pero tu no...ya que eres autentico—.dijo Draco mientras que acariciaba suavemente las mejillas de Harry.

Harry solo tomo una de las manos de Draco y solo se recargo un poco en ella mientras se dejaba llevar por la suavidad junto con la calidez que estas desprendían, y de verdad no podía evitar ronronear por eso.

Me gusta cuando ronroneas, me da entender que disfrutas el momento—.dijo Draco mientras seguía acariciando sus mejillas.

Antes me daba pena mostrarlos pero creo que estando contigo me dan ganas de hacerlos con más confianza—.decía Harry apenado.

Draco...Me gustaría que pasáramos la noche aquí en la cabaña—.le pidió.

No es mala idea, por el hecho en que me gustaría que estuviéramos en la habitación principal que hemos visto la primera vez que llegamos aquí—.le comento Draco.

De seguro en la habitación del closet, debe de haber algunas pijamas—.dijo Harry.

La pareja durante el resto de la tarde estuvieron paseando en las habitaciones que había descubierto el Gryffindor y en eso Draco también había sugerido que también podrían venir hacer sus tareas y practicar su magia sin que nadie los molestara...los considerarían como su lugar especial.

Pero también hubo momentos de las cuales en que Harry le gustaba jugar un poco ya que cuando estuvieron en el cuarto de los peluches y aprovechando que su novio estuvo distraído le dio un almohadazo en la cara.

¿Con que esas tenemos gatito?—.dijo Draco también tomando una almohada.

Harry riendo pues se fue corriendo mientras que era perseguido por Draco que trataba de atraparlo y darle un "castigo" por ser travieso.

El Gryffindor se había ido a esconder en la habitación principal, entonces se le ocurrió esconder detrás de la cortina gruesa que estaba ahí, y justo antes de que Draco entrara ahí. Había pensado que seria un buen escondite pero lo que no contaba es que su cola lo delatara al mostrarse un poco entre ellas.

Draco al verla pues solo opto por actuar como si no hubiera nadie, asi que hizo como que saliera de la habitación haciendo que Harry cayera en su trampa y cuando vio que estaba a su alcance pues lo atrapo por sorpresa.

Te tengo gatito—.dijo Draco abrazándolo por detrás.

¿Acaso me vas a castigar?—.dijo Harry poniendo su expresión mas tierna.

Ni creas que poniendo esa linda carita te salvaras de tu castigo—.dijo Draco que lo tomo en brazos mientras que lo llevaba a la cama de la habitación.

Draco solo se dispuso a darle muchas cosquillas a Harry mientras que repartía muchos besos por toda su cara, y le encantaba como el lugar se inundaba de sus risas, ya que es la expresión que adoraba ver en el.

¡Y-Ya! ¡Me rindo! ¡Jajaja!—.decía Harry entre risas.

Draco se detuvo mientras que se le quedo viendo por momento para admirarlo para ya después darle un beso en los labios, de los cuales nunca se cansaría de besar.