El sótano del Casino

Holis~

Capitulo largo porque...estaba de inspiración :3

P-D: Gracias por quienes me desearon feliz cumpleaños en el capitulo anterior ^_^ (Es el 23 de Junio, estoy emocionada XD)

Los hermanos caminar lo más silenciosos y escondidos posible por lo que parecieron ser horas, asomándose por entre las hojas de un arbusto al notar que las criaturas negras gruñían y entraban a lo que parecía ser un edificio bastante viejo, con las paredes negras y con un techo que parecía ser de tinta que goteaba ligeramente por unos de los bordes hasta el piso.

-¿Ese es...?- Mug parpadeo con algo de sorpresa, notando una gran "C" tirada en el piso y hundiéndose ligeramente en una charco negro.

-¿...el Casino de Devil?- Cup enarco una ceja. -Así parece- se sentó, cruzándose de brazos. -¿Como entramos ahí?-

-Mmmm...- se sentó, quedando pensativo. -¡Ya sé!- sonrío, sacando una botella mediana de su bolsillo.

-¿Y eso?- su hermano lo miro con curiosidad.

-Se lo compre al viejo cerdo~- rio ligeramente, mirando la botella que tenia entre manos con una gran sonrisa. -Dijo que era totalmente nuevo- le saco la tapa.

-¿Y hace...?- hizo un gesto.

-¡Esto~!-  dejo caer un poco del liquido dentro de su cabeza, deteniéndose y quedando tieso por un momento. El mayor abrió la boca para decirle que esa cosa era un fraude total, sus ojos abriéndose con gran sorpresa al ver como su hermano se desvanecía lentamente...literalmente.

-¡¿Mug?!- la botella estaba flotando en el aire, moviéndose ligeramente.

-¡Funciono~!- Cup pudo escuchar la voz alegre de su hermano.

-¿Cómo es que...?- hizo una mueca. -¿Sabes qué? No quiero saber- suspiro. -¡Dame eso aquí!- estiro la mano, agarrando bruscamente la botella flotante y mirándola con algo de desconfianza. -Oh, que demonios...- vació lo que quedaba dentro de su cabeza, mirando con algo de asombro como sus manos, junto al resto de su cuerpo, desaparecían lentamente. -Esto es tan raro- murmuro, dejando caer la botella en el suelo.

-¡Vamos!- hablo Mug con emoción. -Debemos apurarnos antes de que se adelanten demasiado y los perdamos-

... ... ... ...

Siguieron a aquellas criaturas por un pasillo, manteniéndose en silencio y mirando a su alrededor, las paredes estaban llenas de marcas de garras y manchas de color negro.

-¡Espera!- susurro Mug con urgencia, deteniéndose y agarrando el brazo de su hermano, llamándole la atención.

-Oye, ¿qué...?- frunció ligeramente el ceño, confundido.

-Mira- señalo hacia una lado, donde había una gran entrada hacia una habitación que ellos pudieron reconocer como la antigua oficina del diablo. Dieron unos pasos hacia dentro, apenas logrando evitar jadear al notar que Mickey estaba en el otro lado de la habitación, recostado en el piso boca arriba y con los ojos cerrados, unas raíces negras saliendo del piso y aferrándose a su cuerpo.

-¡Mick...!- los hermanos se taparon de golpe las bocas entre ellos apenas notaron a las versiones monstruosa de Oswald y Félix rondando por ahí. Tragaron con fuerza, retrocediendo lentamente hasta salir de la gran habitación y prácticamente corriendo por el pasillo.

-Él...- Mug murmuro cuando se detuvieron por un momento.

-...lo ayudaremos pero no podremos si esas cosas nos agarran- Cup lo miro con seriedad, bajando la vista hacia sus manos y gruñendo al ver que poco a poco volvía a ser visible. -Debemos apurarnos, esta cosa no dura mucho tiempo- su hermano asintió. -Ahora, ¿a donde fueron ellos?-

-¡Por ahí!- apunto el menor, sonriendo al notar que aquellas criaturas que cargaban al genio y a los hermanos rana entraban lentamente a un gran puerta. Corrieron prácticamente, suspirando de alivio cuando lograron pasar antes de que la puerta se cerrara. 

-Wow...- murmuraron, viendo las paredes de piedras y el pasillo largo lleno de cerdas. Se tensaron al escuchar gruñidos acercarse. Los hermanos corrieron hacia paredes apuesta, quedándose lo más quietos posibles y cantaleándose en la oscuridad del lugar, sus cuerpos empezando a ser lentamente visibles nuevamente. Mug cerro los ojos con fuerza, mientras que Cup apretó los dientes y trago en seco al ver a aquellas cosas pasar por el frente pero sin los toons.

-...váyanse...- la boca del mayor se movió pero ni una palabra salió, sus ojos fijos en las criaturas hasta que abrieron la gran puerta y desaparecieron de su vista, cerrando la puerta tras ellos. Suspiro de alivio, mientras que su hermano se dejaba caer de sentón.

-Eso...estuvo cerca...- se rasco la nuca.

-...y que lo digas- se acerco a Mug, ayudándolo a pararse. Empezaron a caminar a paso lento, notando cara conocidas tiradas e inconscientes dentro de las diferentes celdas. No pudieron hacer una mueca al ver a tantos toons que consideraban amigos atrapados de esa forma. -¡Mira!- corrió hacia una celda en especial, su hermano siguiéndolo de cerca.

-¡¿Ink?!- Mug pudo verla gracias a la ligera iluminación. La coneja estaba ahí, tirada boca arriba, con las piernas extendidas, las manos a cada lado de su cabeza y las orejas extendidas. Tenia los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta, dejando escapar ligeros suspiros. -No tenemos llaves- murmuro al intentar abrir la puerta pero sin lograrlo.

-A la mierda las llaves- gruño Cup, levantando la mano y la punta de su dedo empezando a brillar con fuerza. Apunto hacia la cerradura y disparo sin pensarlo mucho, sonriendo cuando la puerta de la celda se abrió lentamente y con un chirrido. Se agacharon para agarrar las manos ajenas, deteniéndose de golpe y haciendo una mueca.

-Esas cosas otra vez...- murmuro el de pantalón azul con el ceño fruncido al ver aquellas raíces aferrarse al cuerpo de la coneja.

-Solo...- el de pantalón rojo hizo una mueca, bufando ligeramente. -...agárrala y vamos a sacarla rápidamente de esto-

-Bien- asintió rápidamente. Deslizaron lentamente sus dedos por debajo de los brazos de la coneja, intentando ignorar a aquellas raíces que se retorcían ante la repentina invasión.

-A las tres- se miraron entre ambos, asintiendo y afirmando su agarre en ella. -Uno, dos...¡tres!- tironearon con algo de fuerza, cayendo de sentón y con la coneja entre sus brazos. Ambos suspiraron de alivio sin poder evitarlo.

-¿Ink?- Cup se alerto al escuchar un gemido venir de ella, acomodándola en el piso y arrodillándose a su lado.

-¿Ink?- Mug se apresuro en arrodillarse a su lado, mirándola con preocupación. Ella hizo una mueca, sus parpados levantándose ligeramente con mucha pesadez. Sus ojos recorriendo débilmente el techo, gimiendo con dolor y cerrando los ojos.

-¿Q...?- abrió ligeramente los ojos nuevamente, en esos momentos notando a los hermanos. -He-ey...- le mostró una débil sonrisa, sintiendo como su cuerpo era pesado y muy cansado.

-Hey...- el menor sonrío con alegría contenida.

-Hey a ti también...- sonrío el mayor, tensándose al escuchar gruñidos acercarse. -Debemos irnos...- paso un brazo por debajo de los hombros de la coneja y el otro por debajo de sus rodillas, levantándola con facilidad. Ella soltó un quejido, cerrando nuevamente los ojos y dejándose llevar por la inconsciencia. -...y pronto- bufo, escuchándolos cada vez más cerca.

-...p-pero...- Mug se removió con pánico. -¡¿Por dónde?!- miro a su alrededor con miedo.

-..sillo...eco...- se sobresaltaron, mirando rápidamente hacia la celda de donde parecía provenir ese débil murmullo.

-¿S-Señor K-King D-Dice?- lo miraron con gran sorpresa, sin esperar que estuviera viéndolos con los ojos apenas abiertos.

-...f-final...pasillo...- hizo una mueca. -...hay...hueco...-

-¿Hueco?- el de rojo lo miro fijamente. -¿Un hueco al final del pasillo?- miro a su hermano en cuanto el de cabeza de dado asintió.

-N-Nosotros...- el de azul dio un paso, deteniéndose en cuanto Dice gruño.

-...váyanse...- murmuro con una mueca.

-Gracias- susurro Mug con tristeza.

-Volveremos a salvarlos, lo prometo- murmuro Cup, sobresaltándose al escuchar como una puerta se abría de golpe y un rugido de enojo puro resonaba por el lugar. -¡Vamos!- corrieron por el lugar, hasta ver la gran pared que les decía que ya no había salida.

-¡Ahí esta!- se agacho, corriendo uno de los grandes bloques de piedra con dificultad y gateando por el agujero que era más grande de lo que parecía. Estiro los brazos para agarrar a Ink en cuanto su hermano se la extendió, acunándola contra su pecho y aguantando la respiración, viendo como su hermano se arrastraba para sentarse con él. Cup hizo una mueca, quedándose lo más quieto posible en ese pequeño lugar. Una luz del otro lado les llamo la atención.

-¡Se fueron!- pudieron escuchar un gruño, con la misma voz que antes había salido de Felix con aquel corazón extraño. -Maldita sea...- no se quedaron a escuchar mucho más, arrastrándose como podían hasta la luz y haciendo fuerza para correr el bloque de piedra, saliendo lo más rápido que podían.

... ... ... ...

-A salvo...- suspiro Mug de alivio, sentándose. Habían corrido sin mirar atrás, solo deteniéndose después de unos cuantos minutos, refugiándose en lo que parecía ser una cueva. Se fueron lo más dentro posible, lo suficiente para que la iluminación del fuego que prendieron no llamara la atención.

-...por ahora- suspiro Cup, sentándose no muy lejos de su hermano y apoyando su espalda contra la fría pared. Miraron a la coneja, quien estaba acostaba en medio de ellos, suspiros saliendo de su boca ligeramente abierta y murmurando cosas que costaban mucho entender, moviéndose ligeramente para terminar de costado. Los hermanos se miraron entre ellos, suspirando nuevamente y relajándose, tenían un tiempo para eso. Solo esperaban que ella se despertara pronto para poder resolver todo de una vez.

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