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La puerta se abrió lentamente, mi corazón se aceleró ante la vulnerabilidad en la que mi situación me ponía, me levanté de la cama de paja con rapidez guardando cada uno de mis pasos, hasta encontrar una especie de martillo artesanal en una mesita de noche junto otros artefactos médicos, que... no me interesaban, básicamente un palo con una piedra amarrada gracias a una cabuya, lo iba a tomar para defenderme, no me sentía en condiciones para realizar mis ataques, el chichón en mi cabeza palpitaba y al extender mi mano lo sentí de lleno, hice una mueca de dolor al mero contacto.

Mire a todos lados al no saber qué hacer, y solo me puse en posición de combate preparándome para una forzosa batalla, ¿estaba secuestrado? ¿Era esto un hospital provisional? ¿O me iban a traficar en la mafia insular de Honchkrow? Tal vez estaba perdiendo el hilo y mi mente se conducía por sí sola, Tengo hambre pensé de forma fugaz. 

De la puerta emergió una Braixen, como decirlo, una "Zorra" okey sonó mal, de fuego, esbelta, más o menos de mi altura, y esta me miro con una sonrisa chistosa, su sola presencia me transmita empatía, no me distraje y la mire fijamente, aunque fuera linda podría ser una criminal buscada o un Pokémon temible.

- Qué bueno que ya despertaste – Me dijo con calidez en su voz suave que me llegaba al oído dulcemente – Soy Sol, y antes de que obviamente me ataques, no te secuestre y no es nada malo – Dijo de forma directa descubriendo lo que pensaba.

- ¿Qué hago aquí? – Pregunte sin dejar de observarla ni descuidar mi postura.

- Hey cálmate, no quiero que mi casa termine destruida ni menos mojada – Se acercó y agarró mis muñecas a lo que intente zafarme... ¡Rayos! Esta dama sabe cómo amordazar a alguien – y respondiendo tu incógnita, pues estabas inconsciente en medio de la playa, totalmente rasguñado, te traje por compasión, ¿Pero enserio, que clase de tipo agua aparece con sus pulmones llenos de agua sin mostrar haber nadado hasta aquí?

- No quisiera entrar en detalles – Respondí desviando mi mirada, por mi accidente en el huracán – Pero de igual modo, gracias.

- Es un placer, siempre ayudo al prójimo, Pero me debes otra respuest... – Pero el que estaba ahí era un clon que ante su expresión anonadada se desvaneció.

Gracias a mi velocidad me sitúe en las escaleritas que llevaban a la superficie y ya poniendo mi pata en una de ellas para subir.

- Fue un placer y otras cursilerías formales, pero debo concentrarme en mi objetivo primor – Dije haciéndome notar, la palabrita final me salió sola, supongo que el galán que tengo dentro, soy un buenazo, necesitaba zafarme de la conversación ante mi salvadora, podría haberle agradecido más, pero quería continuar mi viaje. Me dispuse a empezar a subir las escaleras.

- ¡Oye tú el hijo de Ditto que no me ha dicho ni su nombre! – Exclamo con voz irónica, me voltee con tedio para verla a la cara, no parecía alterada incluso se cruzó de brazos – Vas a bajar en tres segundos o te meteré tan duro tus frobujas por la boca que el resto del año vomitaras sangre – Amenazó con un tono penetrante que daban a notar que sus palabras iban en serio, su aire dulce no era más que un disfraz para mostrar al diablo. Se me heló la sangre y baje avergonzado hasta estar cerca de ella.

- Lo siento y esas cosas... - Me disculpe a regañadientes mirando al suelo sin querer mirarla a la cara, un golpe bajo para mi orgullo, me sentí mísero como un pequeño átomo, Sol se aclaró la garganta para hacer notar que faltaba un detalle más – Y me llamo Alex – Me presente con ganas de terminar la palabra y salir corriendo, lo cual no pude hacer, la presencia de esa Pokémon me intimido notoriamente.

- Un placer pequeña ranita – Dijo complacida con una sonrisa manipuladora.

- ¡Hey! Estas hablando con un Frogadier Ninja – Exclamé para imponer mi ascendencia ninja y lo importante que me parecía mi cultura.

Esta iba a objetar y yo estaba listo para contraatacar, Pero empezó a temblar todo a los alrededores, del techo caía polvo de tierra, y pequeñas piedras, las esquive con agraciados movimientos y Sol las golpeaba con su palo y las tiraba hasta los rincones de la madriguera, los objetos se tambaleaban como gelatina. El temblor duró unos minutos en los que parecía que la tierra se iba a caer, al terminar mire a Sol quien parecía molesta y subió a la superficie con claro enojo, yo la seguí por curiosidad, ¿Qué pasaba? Pensé al intrigarme por la situación.

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Al salir me encontré con un ambiente gris, los nubarrones ejercía dominio de la isla y todo parecía turbio como si en cualquier momento fuera a ocurrir una catástrofe, al dirigir mi mirada a Sol quien ataca a un Scrafty con abrasadoras llamas que salían fantasiosamente de su rama, que supongo era el que atacaba la madriguera por fuera, la batalla duro unos minutos con Sol echándolo de su territorio con tal salvajidad que quede perplejo, El tipo lucha/siniestro huyó despavorido ante una Braixen alterada.

-Ufff... esos mal nacidos – Apenas pudo decir respirando fuerte, dirigiéndose a mí, me vi confuso ante lo que acontecía.

- ¿Qué es lo que ocurre en esta isla? – Pregunte con seriedad hasta llegar a ayudarla a caminar para sentarla en una piedra, y quedarme a su lado.

- El problema es nuestro gobernante... - Dijo arreglando su respiración y articulando mejor las palabras, no me sorprendí, en estos tiempos los gobernantes eran un tropiezo y no se tomaban en serio sus responsabilidades – es Weavile, hace mucho tiempo vino su padre a esta isla, la gobernó bajo la tiranía y dictadura, era una persona frívola y mezquina parecía no sentir emoción... - Explicó en un tono perturbado como si le hubiera hecho algo imperdonable, me sentí mal y el corazón se me bajo a los pies, solo puse mi mano en su hombro – ¡Oye no soy una bebe! puedo consolarme yo sola – Se quejó con una mirada que decía matar a cualquiera así que la deje, pocas veces encuentro chicas tan rudas – En ese tiempo todo parecía estar perdido para nosotros los habitantes, pero entonces llegó él... - Pronunció esbozando una pequeña sonrisa de admiración – Drago el Greninja del susurro – inhale hasta lo más profundo impactado, M-mi padre pensé anonadado, mi padre era alguien desinteresado y poco hablador, como podría salvar una isla, me callé y continúe escuchando – El fiero Greninja combatió hasta sacarlo del poder, y nos dio una nueva oportunidad de vida, nos ayudó a re-establecer una economía y salir del trauma, era un ser para admirar, aunque nunca olvidamos las palabras de Weavile antes de escapar "volveré un día, con un heredero digno de temer y respetar, y tengan por seguro que sufrirán y pagarán estos platos rotos... con intereses", Drago tenía negocios que atender en su isla de origen y nos dijo que ese día en el que Weavile regresara estaría para nosotros, para apoyarnos, pero cuando vino el hijo del tirano Weavile con su tropa de Tipo Siniestro, hizo todo lo que hizo su padre y p-peor – Tartamudeo con miedo puro, quería hacer algo pero si la tocaba me cortaría la mano, solo me compadecí con una cara de consuelo – esperamos la llegada de Drago pero esa esperanza cada día se hace más tenue y lejana... - Suspiro y se encogió de hombros decepcionada.

- Y-yo soy hijo de Drago – Anuncié con mi voz aun impactada por la revelación, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por derrotar a un Pokémon maligno.

- ¡¿Enserio?! – Gritó sin poder creérselo, y sosteniendo mis manos con una esperanza renovada – ¡Tú debes ayudarnos! – me dijo acercándome a su cara, me puse nervioso y me aleje un poco, no me gusta mucho el contacto físico o visual.

- No lo sé, estoy en un entrenamiento complejo – Dije fingiendo indecisión para no parecer fácilmente convencido, con una posición arrogante.

- Por favor, eres la esperanza de mi isla, no quiero que más gente sufra –Dijo con suplicio en sus ojos, y su voz parecía en cualquier momento quebrarse.

- Y ¿por qué no lo haces tú? – Dije ante mi obvia superioridad, aunque me dolía algo verla tan frágil, en cualquier momento le aceptaría.

- Ya lo intente, pero soy la única de mi pueblo con la ambición de sobre-vivir, los demás se resignaron a un final en la cámara de tortura real – Declaró con una mirada baja, ante el final fatídico de tantas vidas sin esperanza – Pero contigo tal vez pueda hacerle justicia a mi pueblo – Levantó la mirada entusiasmada con ojos brillosos llenos de determinación.

- No lo sé... hace rato me insultaste de una manera muy grosera... - Canturree Burlón, haciéndome la víctima dramáticamente.

- ¿Me crees estúpida? – Sentenció de manera fría, me quedé paralizado ante su expresión tan inmediata – Tómalo o déjalo, podría servirte de entrenamiento – Me ofreció con cierto tono desinteresado que me parecía sospechoso, no dejaría pasar una oportunidad así de evolucionar y conseguir volver a mi isla, tengo prohibido regresar hasta ser un Greninja, pero sentí que me parte compasiva emergía, tal vez esta Pokémon en serio sufre, se me hacía familiar de alguien que conocí hace mucho tiempo.

- Acepto – Asentí con orgullo y dispuesto a hacer cualquier cosa por ver derrotado a ese maquiavélico ser.

De pronto sentí un abrazo acogedor por parte de Sol, parecía Feliz, era algo lleno de sentimiento de gratitud, verla tan sumisa a cuando me gritó en la madriguera era algo extraño, está me apretaba como si fuera una última ilusión para la salvación de su isla, me puse nervioso al ver que duraba tanto el contacto, y empecé a sudar de nerviosidad, sin darme cuenta me ruborice levemente.

-Gracias... - Murmuró con un tono suave. Que me dejó helado.