Pokemon no me pertenece ni ninguno de sus personajes, todos los personajes le pertenecen a Pokémon Company.

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 En una isla ubicada a lo lejos de la orilla de kalos, vivía una manada de Greninjas Pokemon ninjas especializados en la lucha y estrategia, los Greninjas de esta isla se dedican a muchas cosas como plantar bayas, proteger la isla o a cuidar los huevos de froakie, pero se estaba realizando una actividad típica de la isla en la que los Frogadier que acaban de evolucionar en una época del año tienen que irse de la isla hasta evolucionar a Greninja, la Isla necesitaba los Greninjas más fuertes para la protección de la misma, muchos recursos naturales se hallaban en ella, y siempre necesitaban más guardias, más guerreros experimentados, al salir experimentaban lo suficiente para proteger la Isla. Un Frogadier llamado Alex estaba despidiéndose de sus padres, Sara y Drago para irse de la isla.

- Adiós mamá, adiós papá me tengo que ir – Se despedía Alex algo triste por irse.

- Adiós Alex por favor ten cuidado, no me gustaría que te pasara algo malo tu padre y yo sabemos lo atrevido que eres – Dijo Su madre Sara con los ojos llorosos y preocupada.

- Hijo lo único que te pido es que no te excedas mucho allá fuera de la isla – Anunció Drago serio y distante pero su tono se oía algo afligido.

- Okey mamá, okey papá... los extrañare mucho – Dijo Alex con un tono triste mientras lo abrazaba y los padres correspondían el abrazo.

Después Alex salió de la casa, emocionado por su próxima aventura, desde afuera despidiéndose de sus padres moviendo su mano de un lado a otro con una sonrisa en el rostro y empezaba correr hacia la orilla de su Isla.

A unos pocos metros de llegar a la orilla Alex oyó unos pasos secos en la arena, al alzar la mirada vio que era un grupo de Frogadier acercándose a él, sus caras sonrientes hacían desconfiar a Alex.

- ¡Que tenemos aquí! el Frogadier más débil de la isla, creímos que te acobardarías y no saldrías  – Insultó un Frogadier masculino, con una voz grave, mientras los otros tres reían.

- Copa, saben que no me dan miedo y sus palabras no me afectan, no quiero pelear, lo único que quiero es irme sin ninguna herida o golpe – Dijo Alex sin querer ocasionar problemas pero sus manos comenzaban a temblar.

Copa iba a contestar pero una sombra se hizo presente por encima de ellos, Alex al levantar la cabeza se dio cuenta que las nubes, se tornaban oscuras y el aire comenzaba a humedecerse.

- Parece que no podremos salir de la isla hoy... - Anunció mirando hacía arriba, luego esbozó una sonrisa - O por lo menos no los cobardes como tú – Encaró Copa burlón.

- No pensaran salir de la isla ¿verdad?, es muy peligroso, se ve que hay posibilidad de un huracán – Cuestionó Alex preocupado, tanto tiempo trabajando por evolucionar y conocer el mundo, se arruinaría.

- ¡Já! no me dan miedo los huracanes no son nada peligrosos para mí - Se señalo así mismo con arrogancia - bueno, adiós cobarde – Se despidió mientras se daba la vuelta hacia el muelle y caminaba junto a los otros tres tipo agua. Que no habían dicho ni media oración.

Alex algo afectado por sus palabras fue corriendo a un lugar que solo él conocía, que se accedía por medio de un pequeño bosque, pues era un gran árbol justo a la orilla de la Isla, +el tipo agua lo escaló forzosamente con el impulso de su frustración. Al ya estar en la copa, específicamente en una rama que lo pudiera soportar, se sentó mientras miraba a la lejanía, el mundo que no vería, destellos empezaron a asomarse, Alex cerró su puño frustrado sabiendo lo peligroso que sería para él salir en esos momentos, pero las palabras de Copa se repetían continuamente en su subconsciente, lo pensó un rato, pero llegó a una decisión, si Copa creía que él no podría sobrevivir a un huracán estaba equivocado, se lo demostraría, lograría pasar el huracán, y al regresar a la Isla como Greninja, sabrán de lo que es capaz.

Sin dudarlo Alex se lanzó del árbol directamente al agua, logró adentrarse sin problemas y nado sin rumbo ya que no había decidido ninguna Isla vecina, solo iría a la más cercana. Pero la posibilidad de huracán se hizo real, nadando por encima del agua, empezó a moverse el agua en distintas direcciones, "Oh no..." Pensó Alex, al ver como una columna de viento y agua tomaba gran tamaño en frente de él, un huracán enorme, Tragó duro al sentir como el frío se apoderaba del ambiente, y los nubarrones acompañaban la cima del imponente desastre. Alex al darse cuenta de ello aterrado comenzó a nadar fuertemente al lado contrario.

-¡Ayuda, ayúdenme por favor! – Gritaba aterrado, las lágrimas se hacían presentes en su rostro, pero nadie respondía.

Gastó tanta energía que al no poder mantenerse flotando se hundió, unos segundos usó la energía que le quedaba para sacar la cabeza, pero al darse la vuelta observó una gran roca, que ya era tarde de esquivar, esta impactó en su parte de atrás de su cráneo haciéndolo quedar inconsciente, y hundirse, ahora estaba a merced del huracán.

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Adolorido abrió los párpados para darse cuenta que estaba en una especie de madriguera, algunas mesitas y herramientas médicas, no podía visualizar las cosas bien, sentía un punzante dolor desde atrás, palpitante.

-¿Hay alguien ahí? – Exclamó Alex confundido entre-cerrando los ojos, regulando el dolor, sentándose en la cama improvisada de paja en la que estaba antes acostado.

- Bueno, parece que ya despertaste – Dijo una voz femenina, desde afuera de la habitación, el picaporte de la puerta empezaba a girar para después oírse el chirrido de la puerta abriéndose.