Epílogo

La nueva oportunidad de vivir que les entrego su diosa resultó ser una de las más apreciadas que cada caballero pudo tener. Disfrutar su nueva vida en el santuario fue reconfortante, aunque algunos por no decir la mayoría, ya tenían planes de realizar su vida fuera del santuario de su diosa.

Entre ellos estaban Aldebarán Y Camus, quienes luego de mucho pensarlo y discutirlo, creyeron que Francia sería el lugar adecuado para formalizar su vida juntos.

Camus ya tenía casi todo listo para irse del santuario junto con Aldebarán, puesto que esa misma noche se irían a Francia, así que solo debía guardar algunas cosas más, debía asegurarse que nada se le olvidara. Perdido en esos pensamientos estaba subiendo a su templo, hasta que finalmente había llegado, pero se detuvo en seco al ver a Aioria acompañado de Saga en la entrada.

A pesar de que ya habían pasado algunos meses de que revivieron, Camus no tuvo la oportunidad de estar a solas con Aioria, aún recordaba el incidente que los involucraba y fue algo a lo que aún le tenía miedo. Miedo de que se volviera a repetir y que nuevamente perdiera la oportunidad de vivir.

Aioria noto el miedo que Camus le tenía desde hace mucho, lo cual no quería ocasionarle más, así que era mejor disculparse con el antes de que se fuera.

—Camus podemos hablar?— Preguntó Aioria, tratando de acercarse al caballero de Acuario, pero Camus solo retrocedió ante cada paso que daba Aioria.

Y es que el caballero recordó todo lo que le hizo Aioria tan solo escuchar esa pregunta.

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—Podemos hablar?—

Camus había escuchado esa pregunta, pero luego de hablar con Milo no estaba de humor de tratar con Aioria, así que pensó en ignorarlo e irse a descansar, ya que para el día siguiente necesitaría todas las energías para enfrentarse a su alumno.

Ante la negativa de Camus, Aioria se acercó a él y antes de que se metiera a su habitación lo jalo del brazo y lo puso contra un pilar.

—Que haces!?—

—Otra vez vienes de Escorpio verdad!? Cuántas veces más debo soportar que sigas a su lado!?—

Ante los reclamos ajenos, Camus entendió a qué se refería Milo, cuando menciono que Aioria estaba más violento de lo normal.

—Tengo asuntos pendientes con Milo porque sigue siendo mi pareja! Y tú seguirás siendo el amante Aioria...— En ese momento Camus no quiso iniciar una pelea, así que empujó con fuerza a Aioria para separarse de él y poder irse.

Sin embargo las palabras de Camus desataron la molestia del caballero de Leo, los sentimientos negativos que tenía oculto muy dentro suyo se desataron, y sobre todo se intensificaron al estar bajo control de alguien más.

Así que sin dudar, lanzo un ataque contra el francés, quien no se percató de ello hasta que lo recibió, lo que lo atrapó entre los rayos de Aioria, se quedó un momento inmovilizado en el suelo. Le costó moverse luego de recibir tal ataque y antes de que Aioria le volviera a dañar, el también se defendió, usando su polvo de diamantes.

El solo hecho de defenderse fue lo que desencadenó una pelea entre ambos caballeros. Camus no uso todas sus fuerzas en su defensa puesto que debía estar bien para su siguiente batalla, así que trato de hacer el mínimo esfuerzo, lo cual no fue suficiente para protegerse de la ira del Leo.

Finalmente Camus pensó en escapar de su propio templó, puesto que no quería seguir con esa pelea, sin embargo, Aioria le dió un golpe final en el pecho con una daga, en ese momento Camus se sintió débil y se quedó sin aliento. Al retroceder escupió un poco de sangre y se sostuvo con fuerza el pecho.

—Aioria... — El caballero de Acuario apenas pudo pronunciar el nombre ajeno, trato de usar su cosmos para sanar la herida pero resultaba imposible. Esto debido a que la daga que había usado el caballero no era una normal.

El caballero de Leo se acercó a él para darle un golpe definitivo, pero fue detenido por alguien más.

—Aioria que fue lo que hiciste!?— Shura fue quien grito con molestia y para alejarlo del galo le dió una patada al caballero de Leo. Había llegado un poco tarde, pero estaba dispuesto a ayudar al caballero.

Aioria había chocado contra un pilar luego de recibir aquel golpe, sin embargo no volvió atacar y solo salió del lugar. Enfrentarse a dos caballeros sería imposible, por lo que eligió ser prudente.

Shura tampoco hizo nada por detenerlo, pues el estado del galo era lo que mas le preocupaba.

—Camus estás bien?—

—Si...— Dijo adolorido el menor, las fuerzas le dejaron en ese momento y casi se caía al suelo de no ser porque Shura lo sostuvo. Noto la herida que tenía y rápidamente rompió parte de su camisa para tratar de cubrir esa herida.

—No parece, te llevaré ante el patriarca, tal vez pueda ayudarte.— Dijo con preocupación, trato de cargar al menor entre sus brazos y llevarlo a tratar su herida, pero Camus se negó a ser atendido.

—No Shura, el patriarca puede considerarme un estorbo para la rebelión de los caballeros si me ve en este estado y solo me mate... No puedo permitirlo...—

Shura comprendió lo que Camus le dijo, en ese entonces el santuario no era aún lugar de paz y a los débiles solo les esperaba una muerte agonizante. Y tal vez un caballero dorado no era la excepción.

—Bueno quédate aquí... Buscare algo con que ayudarte.— Shura busco en todo el templo algunos vendajes y desinfectantes que pudieran ayudar a controlar la herida. Pero sabía que no sería suficiente ya que al menos una herida de esa magnitud necesitaría una sutura, pero no había lo necesario para tratarlo como correspondia más que los vendajes. Así que con lo que tuvo a la mano trato la herida del menor.—Mañana llegan los traidores... No creo que estés en condición de enfrentarlos.

—Lose, lo estuve pensando... Esto que hizo Aioria malogra mis planes...— Dijo más que adolorido el menor, por como estaba su condición tenía una clara desventaja, así que lo pensó y talvez la mejor manera de proteger a su querido alumno era mantenerlo en un ataúd de hielo, así el no esforzaría y la persona que más quería estaría asalvo.

—Te prometo que evitaré a toda costa que pasen por Capricornio... Solo así tu y Afrodita estarán asalvo.— Shura tenía una gran estima al caballero de Acuario, así que al verlo en esa situación, sintió la necesidad de ayudarlo y sobre todo protegerlo.

—Agradezco tu preocupación Shura, pero está es mi batalla... Enfócate en proteger a Afrodita...no a mi.—Como pudo Camus se puso de pie y se dirigió a su habitación. Aunque no lo pareciera era demasiado orgulloso y ya no podía aceptar más ayuda, solo le quedó otra que soportar el dolor y esperar.

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Recordar aquello fue como volver a vivirlo, Camus no entendía porque Aioria estaba ahí y sobre todo porque estaba acompañado de Saga.

—De que quieres hablar?— Preguntó con seriedad el francés, está vez no cometería el error de ignorar al caballero de Leo.

—Sobre lo que pasó hace tiempo entre nosotros... Hay una razón por la que te ataque y no fue precisamente por mi propia voluntad.— Dijo el caballero de Leo, quien miro a Saga para que le diera el resto de la explicación.

—Aioria no tuvo la culpa de ese incidente... El solo estaba siguiendo mis órdenes Camus, todo bajo el control del Satán imperial.— Para Saga era difícil admitir lo que hizo, pero era importante de que se supiera la verdad.— Yo le ordene a Aioria atacarte por la relación que tenías con uno de los caballeros de bronce, Crystal ya me había causado problemas, imaginé que tú no serías la excepción... Por lo que pensé en utilizar a Aioria para quitarte del camino, pero era importante que el siguiera bajo mi control, asi que no cumplio el cometido de matarte. Por favor no lo odies, si debes odiar a alguien que sea a mi... Dañe a muchos caballeros por mantener mi poder y creeme que hasta ahora me arrepiento de eso. Por eso discúlpame.

Camus no podía creer lo que escuchaba, había tenido que esperar demasiado tiempo para saber la verdad tras el ataque de Aioria, pensó que todo había sido producto de los celos del Leo, pero no era así, la verdad tenía un trasfondo más oscuro, su impresión era tanta que no supo que responder.

—Ese era el motivo por el que yo tampoco recordaba nada... Pero tampoco es culpa de Saga, si yo hubiera sido mas fuerte no habría cedido a su control. Encerio lo siento Camus, lamento que también te enteres de esto justo ahora, pero no podía dejar que te fueras hasta que lo supieras. Se que solo así ambos estaremos tranquilos.— Aioria se sincero con respecto a lo que realmente sentía y ahora solo buscaba el verdadero perdón del galo.

—Gracias... Supongo que al final si me llevaré un buen recuerdo de ti Aioria.— Camus sonrió ligeramente, estaba conmovido por la amabilidad de Aioria y recién pudo notar el buen caballero que era. Imagino que por eso era que Milo se enamoro más de Aioria que de el.— Y Saga, no te preocupes... Se que el fondo tampoco eras tú mismo, no eras tú el que deseaba ese poder.

Al final el francés perdonó a todos por aquel incidente de su muerte, además ahora viviría al lado de la persona que amaba y en su vida ya no había lugar para el resentimiento y dudas, con la disculpa de ambos caballeros sabía que al final podria irse tranquilamente a iniciar una nueva vida.

Saga y Aioria dejaron que Camus terminara de empacar y cuando ya todo estuvo listo tomo su maleta y miro su templo una última vez, tal vez ya no volvería por lo que esa última mirada sería el último recuerdo que se llevaría del lugar en el que vivió por mucho tiempo.

Bajo hasta la entrada del santuario donde Aldebarán ya lo esperaba, y a pesar de haberlo visto en el desayuno, no pudo evitar correr a abrazarlo y darle un beso en los labios ante el hermoso atardecer que les brindaba el santuario.

—Todo listo mi pequeño copito?— Pregunto Aldebarán con cariño a su novio, quien solo se abrazó del fuerte brazo de Aldebarán para empezar a caminar.

—Si, no creo olvidar nada...— Camus le mostró una dulce sonrisa a su pareja y ambos emprendieron rumbo al aeropuerto.

Aunque tan solo al dar unos cuantos pasos se encontraron con dos caballeros más. Dos caballeros que no eran del agrado de Aldebarán y menos de Camus.

—Porfavor aún no se vayan, hay algo importante que Mü les debe decir.— Comentó Shaka con cierta pena, dejándole el paso a Mü para que se acercara a ambos.

—Disculpen molestarlos, pero a ambos les debo una sincera disculpa por todo lo que hice... Camus lamento no haberte ayudado, se que por mi culpa sufriste mucho y no tuve el valor de disculparme contigo hasta ahora... Realmente lo siento, y Aldebarán también lo siento, te lastimé sin pensarlo, creí haber hecho lo correcto y no fue así... La final solo les cause un gran dolor a ambos.— Está vez las disculpas de Mü eran sinceras, una disculpa que vino desde el fondo de su corazón y aquello lo notaron Aldebarán y Camus.

Esa disculpa fue suficiente para ser aceptada por ambos y con ello dejaron tranquilo a Mü, quien les agradeció por aceptar sus disculpas. Y con esa disculpa más y dejando esos recuerdos atras, fue que finalmente Camus y Aldebarán se fueron del santuario.

—Ahora si... Estoy perdonado?— Preguntó Mü a su pareja con un leve sonrojo en sus mejillas.

—Lo importante es que obtuviste el perdón de la persona que más lastimaste... Así que imagino que ahora sí podemos estar juntos.— Shaka extendió sus brazos, a lo que Mü inmediatamente lo abrazo. Al final ambos también podían estar juntos, después de todo obtener el perdón de Shaka no había sido facil, pero había valido la pena esperar y hacer lo correcto.

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Luego de un largo tiempo, Corazón en duda acabo ✨🥳

Muchas gracias a tod@s por haber seguido está historia hasta su final y darle su apoyo con cada comentario y voto que le hicieron crecer estas semanas.

También les quiero dar un agradecimiento especial a:

🌸SailorFighter
🌸degelallard
🌸MarcelaRios213
🌸Mani-Masky

De todo corazón espero que les haya gustado está pequeña obra 😊

Muchas gracias a todos los lectores!! ❤️

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