Naruto veía a Kakashi con cuidado mientras comían, lentamente masticaba analizando algo que tenía en la cabeza desde hace días, el peliplata levantó su mirada con duda, tragó lo que masticaba y lo vió con cuidado -¿Sucede algo? -el rubio levantó un leve puchero -me preguntaba, ¿cuándo me enseñarás tu rostro? -la ceja del sensei se levantó con duda -¿cómo que cuando? -Naruto asintió -eres mi marido, debo tener permitido ver tu rostro, ¿no es así? -Kakashi sonrió con diversión mostrando sonrisa de ojo -mmmmm no, no lo creo, no estás listo -el rubio afiló su mirada -todos los demás conocen el rostro de sus maridos, no puedes negarte, es mi derecho -el peliplata metió comida a su boca con velocidad, la masticó con diversión -insisto, aún no estás listo, no deberías ser tan curioso -el Uzumaki levantó un enorme puchero -tu fuiste el sensei que dijo que la curiosidad era buena en un shinobi -

Kakashi sonrió de ojito nuevamente -usar mis palabras no logrará hacerme cambiar de opinión, definitivamente -el rubio estaba decidido a ver el rostro de su marido, en un movimiento rápido se levantó de la mesa tratando de bajar la máscara, el movimiento fue completamente torpe, Kakashi hizo su rostro un poco hacia atrás con diversión evitando el ataque, abrió sus ojos con sorpresa al sentir al rubio caer sobre su cuerpo y derribarlo con todo y silla, cerraron sus ojos al sentir la caída.

Tanto Kakashi como el rubio abrieron lentamente sus ojos quejándose por la caída, observaron que sus rostros estaban a escasos dos centímetros del otro, dejaron de quejarse, guardando un silencio cómodo, las mejillas de ambos se hicieron rojas, por un segundo sus ojos conectaron creando una tensión agradable, perdiéndose en la mirada del otro, el pequeño reaccionó, sacudió su mente, se sentó con velocidad en el suelo tímido -lo lamento, sólo quería ver -Kakashi aún lo veía embobado, observó el rostro sonrojado de su marido agradándole lo que veía, era bastante hermoso, levantó su mano, acarició suavemente sus cabellos rubios -aún no estás listo para tanta belleza -ambos conectaron su mirada, Kakashi sonrió divertido, el pequeño soltó una risa natural con diversión -ya verás que pronto lograré ver -el sensei sonrió ligero, bajó su mano por la mejilla del rubio acariciando suavemente su piel con su pulgar logrando lo que buscaba ver, un sonrojo extremo por esa acción en el pequeño; Naruto sonrió tímido, le había gustado esa caricia -estoy seguro que sí -los azules lo veían perdidos, sintió un suave beso en su mejilla, el menor veía al peliplata en una especie de shock, Kakashi sonrió al ver su reacción satisfecho, se levantó recogiendo la silla, jaló de la mano del pequeño sacándolo del trance y levantandolo del suelo, sonrió aligerando el momento, ambos se sentaron a comer entre miradas y sonrisas cómplices.

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Como todas las mañanas antes de comenzar misiones, Naruto corría al cementerio, ya era un hecho que se encontrara con Sasuke, ambos se daban una media hora en el lugar a diario -tch mis flores van ahí bastardo -el rubio levantó un puchero -no seas envidioso, me llevé el otro vaso para lavarlo en casa, mañana me llevo el tuyo -el Uchiha apretó el ceño, infló su mejilla -hay que limpiar la lápida, ¿trajiste las tijeras para el pasto? -Naruto asintió, las sacó, le dió una a Sasuke, ambos limpiaron el lugar dejándolo bonito -¿cómo vas con Shikamaru? -el Uchiha negó con fastidio -es un maldito vago, tengo que estar tras de él para todo, gracias a kami Yoshino-san me ayuda -Naruto sonrió quedito -hoy salió bastante temprano, dijo que tenía que verse con una tal Temari para la organización de los exámenes shinobi en Suna -Naruto levantó una ceja con sorpresa -deberías tener cuidado, esa mujer es la hermana de Gaa-chan, tenía años cazando a Shika, no vaya a querer robarlo -Sasuke apretó el ceño, levantó su mirada oscura -no me interesa -el Uzumaki sonrió ligero, podía negarlo, pero ese ceño apretado indicaba lo contrario.

-Iruka me hizo una escena el otro día, me hizo sentir mierda -Sasuke apretó el ceño -ya lo eres, sólo debiste golpearlo y mandarlo al carajo dobe idiota -Naruto levantó un puchero indignado -teme estás cortando de más ahí -Sasuke volteó los ojos -a ti es a quien le falta cortar un poco más, crecerá demasiado rápido si lo haces así -ambos se veían retándose, suspiraron con fastidio, cada quien cortó su lado como quiso.

-¿Ya tuviste algo con kakashi? -Naruto abrió sus ojos bastante, sus mejillas se hicieron rojas en exceso, levantó su mano y lo apuntó -i… idiota, obviamente no, me está dando mi tiempo maldito -Sasuke negó con fastidio -ya lo hiciste con anikii, ¿cuál es el problema?, sólo es procrear -Naruto levantó un puchero -¿Cómo demonios sabes que lo hice con él? -el azabache volteó los ojos -es mi anikii, no soy ciego, era extremadamente guapo, dudo que te hayas aguantado -el rostro del rubio sacaba humo -no sólo guapo, era un maldito adonis, perfecto -Sasuke apretó el ceño -tch no necesito detalles bastardo, maldita sea -el Uchiha levantó el rostro viendo una ligera sonrisa en el rubio al recordarlo, sonrió ligero dándose cuenta que aún lo amaba -¿ya le viste el rostro a Kakashi? -Naruto levantó un puchero -le dije que era mi derecho, dijo que aún no estaba listo para tanta belleza -una gota cayó en el Uchiha -idiota -ambos continuaron.

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Sasuke tenía en mente las palabras del dobe, así que decidió cerciorarse, no lo seguía, era simple curiosidad, a él nadie le iba a ver la cara -bebito llorón, llévame por un helado, hace mucho calor -Shikamaru volteó los ojos con fastidio -no lo creo, tenemos mucho trabajo y solo quiero dormir -Temari volteó los ojos con fastidio -no digas idioteces, soy tu invitada en esta aldea, debes tenerme conforme y en el mejor de los casos fresca, Suna no tiene helados , quiero uno -el Nara volteó los ojos -mujer problemática, que fastidio, vamos por ese helado y sigamos -Sasuke apretó el ceño, ¿quién demonios se creía esa maldita bastarda para ordenarle a su marido de esa forma?, ese vago sufriría las consecuencias, corrió con velocidad a la casa de su suegra.

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-Qué fastidio, maldita rubia problemática -rascó su nuca mientras bostezaba al entrar a su hogar, el bostezo se cortó de golpe al ver a su madre con el ceño apretado y los brazos cruzados viéndolo en medio de la sala, tras de él Sasuke del mismo modo, sólo que su mirada daba terror, tragó pesado -Shikamaru Nara, ¿qué demonios hacías comiendo helado con una chica que no es tu esposa?, ¿estabas en una cita?, estoy decepcionada de tus acciones -el Nara rascó su nuca con fastidio -no hice nada malo mujer, ella insistió, simplemente lo hice para que dejara de acosarme -Yoshino negó con molestia -esta vez te creeremos, que no vuelva a suceder, no hagas cosas que se puedan malinterpretar, creí que eras un genio -Shikamaru asintió con fastidio -bien, seré más tajante-

Yoshino negó con fastidio -lamento esto Sasu-chan, no te pongas triste, este vago es un idiota, pero no un infiel -el Uchiha la abrazó con cariño -gracias mamá Yoshino, no sé qué haría sin usted -Shikamaru no podía creer el maldito lobo en el traje de cordero que su vista le estaba mostrando, cuando su madre se fue la mirada del Uchiha se oscureció -tch vuelve a hacerlo y te meteré en un maldito genjutsu del que no saldrás en días y a ella la arrastraré por la mitad de la aldea, quedas advertido -el Nara apretó el ceño -¿me estás amenazando?, sólo acepta que estás celoso, no tienes que hacer todo esto -Sasuke apretó el ceño -¿por qué tendría que estar celoso vago?-

Shikamaru sonrió arrogante, se acercó con descaro al pequeño, lo encerró contra la pared colocando una mano en esta, le sacaba casi una cabeza de altura al pequeño Uchiha -niégalo cuanto quieras, pero esto fue una escena de celos, ya veo que te gusto gruñoncito problemático  -Sasuke abrió sus onix bastante -tch quisieras vago -el Uchiha se dio la vuelta evitando al Nara, tenía un pequeño sonrojo en sus mejillas por esa sonrisa arrogante del Nara y su actitud atrevida. Shikamaru sonrió de lado divertido, había encontrado con que joder y ver esos puchero del Uchiha -tal vez deba tomarte, el tiempo se acaba -el Uchiha abrió bastante sus onix, giró a verlo apretando su ceño, el Nara sonreía con diversión, besó su mejilla, se dió la vuelta descaradamente dejando a un Sasuke embobado con su sonrisa.