Capítulo XXVIII

Justo a tu lado

"Mírame, estoy aquí, soy yo"

Anónimo.

Harry podía sentir como su desesperación aumentaba más y más. Sus largas piernas corrían lo más rápido que podían, los latidos de su corazón eran agitados e irregulares, se aceleraban cada vez más y más, latían tan fuerte, tan rápido, tan doloroso, que, si paraba un segundo a escuchar, podría jurar que podía oír su propio latido y la forma en la que chocaba contra su pecho una y otra vez; como un continuo repiqueteo.

Era exasperante.

El lugar, naturalmente, se encontraba oscuro y frío, con una ligera capa de neblina inundándolo.

Alrededor, se escuchaban voces mezcladas, provenientes de varios alfas, betas y algunos omegas -Niall incluido- incluso. Harry soltaba agobiados suspiros cada cierto tiempo, con su ceño fruncido y labio atrapado entre sus dientes, apretándolo tan fuerte, casi haciéndolo sangrar. Seguía recorriendo el lugar con mínimas esperanzas aún presentes en su corazón.

-¡Louis! -comenzó a llamar seguido de otras más voces gritando el nombre de aquella pequeña y castaña criatura.

Su omega.

El alfa tiró fuertemente de su cabello debido a la desesperación, Louis no estaba por ningún lado y Liam había desaparecido cuando subió a la habitación de huéspedes, había escuchado gruñidos y un fuerte grito e incluso puede jurar que oyó lamentos. El escandaloso ruido de la habitación siendo brutalmente destruida y un fuerte olor a furia mezclada con incompetencia.

No tiene idea de lo que pasó, ni tampoco se atrevió a subir a preguntar.

Llegado a tal punto de desesperación, le molestaba inclusive el sonido de su propia respiración.

A Harry ya no le importaba nada, ni el mortal frío, ni la oscuridad, ni la desesperanza, él solo quería a su omega devuelta, rodeándolo con sus bracitos y saltando a su regazo con los ojos vidriosos, pidiéndole mimos. No le importaba si el omega no quería ser mordido por él, ni tampoco si lo dejaría en un futuro, eso ya no tomaba importancia. No, su mente estaba nublada y acoplada a un mismo pensamiento; Louis.

Ráfagas de viento hacían revolotear las hojas de cada arbusto y árbol que había en el lugar, el sonido de las hojas al chocar junto con solitarios grillidos inundaba toda el área.

Prontamente, sus lagrimales amenazaban con comenzar a gotear. Sus manos estaban hechas un puño a sus lados, con los nudillos fríos y blancos gracias a su propia fuerza.

Continuó recorriendo el lugar, sus pisadas resonaban, machucando hojas secas a su caminar.

Y, ¿si nunca lo encontraba?

Y, ¿si Louis había escapado?

La primera lágrima se hizo presente.

Michael tenía razón, los alfas eran las simples marionetas de sus omegas.

-¡Harry! ¡Harry! -la voz reconocible de Niall invadió los tímpanos del alfa, gritos llamándolo que lograron que su corazón latiera más regularmente al menos por unos escasos segundos.

Con todos sus sentidos alerta, comenzó a correr en dirección a Niall. Él mismo se aferraba al estúpido sentimiento de fe que se obligaba a creer y no apartar de su mente.

-¡Aquí! ¡Mira!

Su cabeza daba mil vueltas, empezó a correr más rápido.

Cuando llegó a donde provenían los alaridos de Niall, su corazón palpitó más fuerte antes de tranquilizarse, las agobiantes lágrimas desaparecieron de sus ojos y su respiración se tornó más calmada.

El cuerpo lastimado de Louis yacía en una colina de hojas caídas, pero aun envuelto en ellas, se podía apreciar su pecho subir y bajar. Harry no lo pensó dos veces antes de acercarse al dañado omega, con el rostro en una mueca entre molestia y tranquilidad, sacó cuidadosamente al pequeño cubierto por las hojas, al estar en los brazos del alfa, sus dedos se aferraron inconscientemente a Harry. Mientras que este, estaba sosegado, su omega estaba en sus brazos nuevamente.

-Por Dios, dime que está bien -dijo el omega rubio con suplica en su voz, llevó sus manos a su boca y observó el cuerpo de Louis, lleno de hematomas que se comenzaban a tornar púrpura.

Por sus delicadas facciones corrían ligeras hileras de sangre seca, Harry sintió cómo su pecho se estrujaba dolorosamente al ver los daños del pequeño entre sus brazos, instintos de furia por no haber protegido a su omega lo abrumaron repentinamente.

Junto a todos los presentes, retiraron la alarma y se dirigieron nuevamente a la mansión, con Niall caminando a carentes centímetros de Harry, quien cargaba al omega herido. Una vez cruzaron las puertas, Harry se apresuró a dejar a Louis en un sofá, bajándolo y acomodándolo con delicadeza y cuidado. Comenzó a revisarlo con sus ojos glaucos, buscando daños mayores, los cuales agradeció de no encontrar.

Tenía un gran golpe en la parte superior de su cabeza; eso era lo más preocupante, después de eso todo eran pequeños moretones y algunas rasguñadas. Niall tomó asiento en el sofá, cogiendo la pequeña mano de Louis con la suya.

Harry cerró los ojos y se permitió suspirar tranquilo, besó la mejilla pálida del castaño y entrelazó su mano con la otra disponible de su omega.

Pasos fuertes y furiosos se escucharon bajar la gradería, Harry alzó su mirada confundido. Liam llegó al lugar donde se hallaban los anteriores mencionados.

De sus nudillos maltratados, sangre escurría, su rostro se mantenía indiferente, aunque claramente, su dolor se podía apreciar sin dificultad alguna. Harry y Niall fruncieron su ceño sin poder evitarlo, Liam solamente se paró ahí, frente a ellos con las manos hechas un puño y dolor evidenciado, su pecho subía y bajaba rápidamente sin descanso, posó sus ojos en Louis quien parecía estar reaccionando.

Con un movimiento de cabeza le indicó a Harry que dejara de verlo y le prestara atención al omega, el rizado así lo hizo.

Los párpados de Louis se comenzaron a mover, y de su boca salían sonidos sin coherencia. Gemidos lastimeros y fuertes caladas de aire.

-¿Lou? -pronunció el rizado- Bebé...

La presencia de Liam seguía allí, con cautelosos movimientos se acercó al omega de ojos azules, Liam mantenía la mirada gacha con un espantoso e indeseable peso en su pecho, tanto que le estaba comenzando a dificultar su respiración, podía sentir como el oxígeno luchaba por traspasar a sus pulmones.

Harry pasó las yemas de sus dedos por las mejillas de Louis, quien lo tomó de la muñeca asustado, sus ojos parecían idos y su cuerpo comenzó a temblar. Liam apartó bruscamente a Harry y se dirigió al omega.

-¿Dónde está? -exigió saber con voz pausada y extrañamente calmada y controlada, sus ojos se mantenían fijos en los del menor, quien confuso comenzó a encogerse en su lugar y buscar a su alfa con la mirada.

-Liam, ¿qué...

El mencionado gruñó, alto y violento.

-Silencio -demandó con el corazón hecho un puño.

Sentía como sí su corazón estuviera envuelto en una soga que apretaba y aflojaba constantemente.

-Zayn, ¿dónde mierda está mi omega? -aclaró sin rodeos.

-Y-yo... -el omega balbuceaba con la mente en blanco.

-¡Dónde está! -espetó.

Harry empujó a Liam y se posicionó frente a un tembloroso Louis.

-¡Basta! -le gritó acompañado de un estruendoso gruñido.

Liam bufó con una sonrisa irónica formada en sus labios, dio un paso al frente.

-Apártate.

-No.

-No me obligues a quitarte yo.

Louis salió de las espaldas de Harry y se posicionó frente a Liam, con el cuerpo doliéndole mil infiernos, pero aun así con la frente en alto.

-N-no recuerdo -dijo con la voz quebrada, su garganta dolía como si hubiera estado gritando por horas-, ¿bien? Recuerdo gritos y golpes, también voces, pero no tengo idea de qué pasó, lo lamento.

-Está mintiendo -acusó tomando fuertemente a Louis del ante-brazo.

-¿Crees qué si supiera dónde está Zayn no te lo diría? No miento, y tú no eres el único que se preocupa por él.

Una camuflada lágrima se deslizó por la mejilla del alfa.

⚮•⚮•⚮

Liam se removió escandalosamente en la cama, logrando apartar a Zayn de sus sueños. El menor se dio la vuelta y apreció como el alfa movía continuamente a cabeza y el cuerpo, incluso se podía apreciar como sus ojos se movían por debajo de sus párpados.

Soltando leves quejidos entre sueños, Zayn sonrió.

¿Quién diría que tendría una vista de Liam Payne siendo tan..., vulnerable?

Era casi gracioso.

Con malicia en su rostro acarició el rostro del mayor y luego se colocó a horcajadas sobre él, sentándose justo en aquella parte de su anatomía. Sin más preámbulos, juntó sus labios en un insano beso, Zayn se restregaba contra sus labios, volviendo un poco doloroso el choque entre ambos.

Liam despertó, con el bruto cuerpo de Zayn sobre el suyo y sus delgados muslos acorralándolo, Liam en un vano intento por aflojar un poco el contacto, tomó el lateral de su rostro con una mano, Zayn negó entre fricciones y presionó aún más sus cuerpos. Liam lo apartó bruscamente y con sus manos en su cintura, lo volteó, cambiando de posiciones, quedando ahora el más pequeño acorralado.

-Calma fiera -habló entre divertido y desconcertado, Zayn mantenía una coqueta sonrisilla plasmada. Con la respiración agitada, comenzó a removerse debajo del potente cuerpo del alfa, quien, con un poco de confusión ante la actitud del más pequeño, lo tomó de las muñecas, inmovilizándolo, el omega optó por levantar sus caderas en busca de contacto.

-Mm -gimió sin vergüenza-, Li...

Los rayos de luz mañaneros comenzaron a destellar a través de las cortinas que cubrían la gran ventana del cuarto.

Zayn carcajeó un poco al ver los ojos de Liam oscurecerse, mordió su labio provocativamente y soltó un par de quejidos más. Liam envuelto por la repentina lujuria a causa de su pequeño, comenzó a repartir suaves besos por sus clavículas y cuello. El omega comenzó a restregarse lo más que podía con Liam, buscando más.

El alfa, sin mucha dificultad, volteó nuevamente el delgado cuerpo del menor, dejándolo con el pecho pegado al colchón. Zayn alzó su trasero a Liam, quien acariciaba la contextura de su espalda. El omega gemía desesperado, Liam bajó sus caderas y le otorgó una palmada en uno de sus glúteos.

-Cálmate -demandó sin poder evitar que un extraño sentimiento invadiera su mente.

Zayn asintió ligeramente después de chillar.

El menor se alejó un poco y viró su cuerpo para quedar frente a frente con el alfa, tomó el rostro contrario y unió sus labios una vez más.

Liam se separó después de unos segundos.

-¿Qué te sucede hoy?

Zayn se encogió de hombros y mordió su labio, Liam llevó una de sus manos al borde de la camisa que llevaba el omega, para comenzar a levantarla lentamente.

Sus ojos avellana se abrieron sorpresivos y con un par de risas burlonas apartó las manos del mayor, volviendo a acomodar su ropa.

-Creo que sería mejor levantarnos, ¿no crees?

El alfa besó su mejilla y asintió.

Prontamente, el cuerpo de Liam ya no tapaba el suyo, el mayor se levantó y encaminó al armario. Zayn suspiró pesadamente y se sentó en la cama, con el cabello desordenado y los labios rojos e hinchados.

-Ve por el desayuno, amor. Me tengo que alistar -dijo acercándose para darle un rápido besos en sus regordetes labios antes de marcharse con un puñado de ropa a la ducha, segundos después el agua se oyó correr.

Zayn pasó una mano por sus labios sin poder evitar un par de carcajadas. Liam era definitivamente, justo lo que pensaba.

Un gran lobo feroz con una estúpida debilidad por un cachorrito.

El frío recorrió su acaramelado cuerpo una vez puso sus pies desnudos en el frío piso. Se dio un auto-abrazo y fue hasta el armario para tomar un suéter.

En vez de uno suyo, decidió jugar un poco y colocarse uno de Liam, juntó sus manos cálidas, ante un repentino frío que sintió.

Salió del lugar con cautela, admiró el gran pasillo que lo llevaba hasta la gradería.

Si mal no recordaba la cocina estaba en la planta baja.

Bajó los escalones con la gigante prenda de Liam cubriendo su delgado cuerpo. Sus muslos estaban un poco visibles y sus pies descalzos.

Una vez abajo, sus mejillas se coloraron un poco debido a la prominente luz que salía de la puerta principal.

Caminó por le gran lugar hasta que dio a la cocina, donde segundos antes de entrar, unos brazos lo rodearon con ternura. Sin cometer su antiguo error, rodeó el cuerpo ajeno con sus brazos.

-Estás bien -sonó más como una afirmación que una pregunta, Zayn asintió y sonrió.

La cabellera rubia que descansaba en su hombro la reconoció al instante.

-Estoy bien, Niall -dijo con voz suave. El contrario asintió contra su cuerpo y se apretó más a él.

-Si no me sueltas voy a llorar -sentenció en forma de broma sin embargo, un par de lastimeros sollozos se le escaparon.

Zayn realmente agradeció que fueron solo un par de lamentos. No sabría qué hacer si comenzaba a llorar como Louis. Y no podía equivocarse, no de nuevo.

El omega rubio se separó del abrazo, sus ojos azules estaban con una pequeña capa de agua, pero aun así sonrió, mostrando una hermosa hilera de blancos dientes. El silencioso abundó hasta que Zayn decidió hablar.

-¿No preguntarás nada?

Niall rió negando.

-No, no -se apresuró en contestar-, eso es cosa de Louis -carcajeó-, tú habla cuando quieras hacerlo, ¿sí?

Zayn se sintió agradecido.

-Bien -dijo para acercarse nuevamente y darle un rápido abrazo, uno que el rubio intensificó por un momento, estrujándolo contra sí.

El rubio sorbió un poco su nariz y le sonrió sincero.

-Debes tener hambre -afirmó él mismo recibiendo una mirada de afirmación por parte del morocho-, ven.

Niall lo tomó de la mano, nada romántico. Simplemente un gesto de amistad, entrelazando sus dedos, sintiendo la densa calidad de la piel de Zayn.

-Como puedes observar, todo sigue igual -intentó bromear, Zayn rió bajó y tomó asiento en una de las sillas de la barra.

Varias miradas ajenas se posaron en él, omegas trabajando, mirándolo de reojo de vez en cuando.

Zayn miró el lugar, era sencillo, pero aun así bello, como todo en la enorme casa; rústico, pero a la vez moderno. Realmente le iba a gustar vivir allí.

-¿Le llevarás el desayuno a Payne también? -preguntó el rubio sirviendo comida ya hecha en un plato de cerámica.

-Eh, sí, claro.

Niall asintió y sirvió otro plato.

Dejó el de Liam en un microondas y le tendió el otro a Zayn en la mesada, este le agradeció y miró como el de ojos azules tomaba asiento frente a él.

-Sé que dije que no preguntaría nada, y lo haré. Solo quiero saber si estás bien. Veo algo raro en tu mirada, como si estuvieras perdido en tu propio hogar -analizó con el ceño fruncido.

Una mueca se formó en los gruesos labios de Zayn, comió un poco de su desayuno antes de contestar.

-Estoy bien, Niall.

El mencionado asintió con los labios fruncidos.

Pisadas pequeñas y rápidas se escucharon de pronto, acercándose. Niall volteó el rostro a la puerta, Zayn lo imitó.

La puerta fue rápidamente abierta por un pequeño niño de cabello rojizo y pequeñas pecas repartidas por todas sus regordetas mejillas.

El pequeño niño de ojos avellana, incluso más claros que los suyos, se acercó corriendo a Niall quien lo atrapó en sus brazos con una enorme sonrisa.

-Noah, cariño, ¿cómo amaneciste?

Zayn casi se atraganta al ver el pequeño niño fijando sus ojos en él.

Noah se acurrucó en los brazos de Niall, soltando un grito ahogado.

-¿Eres el bueno? -preguntó con inocencia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top