Alptraum

"Cuando mientes mucho terminas hundiéndote en tus propias mentiras"

Anónimo.

Zayn sintió el peso de Liam darse vuelta a un par de centímetros suyo, había estado inquieto desde que se acostaron a dormir, se movía de un lado a otro sin parar hace aproximadamente una hora y Zayn no había podido pegar el ojo gracias a eso.

Después de unos segundos de lo mismo sintió un posesivo brazo envolver su pequeña cintura.

Sintió su saliva secarse en su boca y sus palpitaciones acelerar.

Habían pasado unos días desde lo de Hawk, Liam se había estado comportando un poco..., diferente, sin embargo, todo seguía medianamente igual.

No sabía si Liam iba a seguir buscando a las personas que le hicieron daño, los alfas que Liam lo obligó a darle nombres. Muy en el fondo sentía pena por aquellos hombres, enfrentar la furia de un Payne no se le desearía a nadie. Absolutamente nadie.

Volvió a sentir el agarre del alfa. Más fuerte, jalándolo hacia sí. Más cerca, podía sentir el calor que emanaba el cuerpo del alfa a sus espaldas, se sentía cálido. Calentaba su frío cuerpo que por alguna razón siempre estaba así, frío.

Escuchó a Liam gruñir cuando Zayn se resistió a dejarse acercar más, los dedos de Payne se clavaron en su cadera, exigiéndole.

El omega de Zayn se comenzó a retorcer por no complacer al alfa y este se comenzaba a alterar por no tener al omega más cerca, lo quería más cerca, lo necesitaba, quería aspirar su amargo aroma mientras le entraban unas extrañas ganas de acariciarle la pancita.

Zayn se comenzó a remover, retorciendo su cuerpo y tratando de despegarse del sofocado agarre.

Liam soltó otro gruñido, más fuerte. Antipático y áspero. Con más fuerza lo atrajo y posó su mano en el vientre del omega, inmovilizándolo una vez lo tuvo pegado a su pecho. Hundió su rostro en el cuello del menor, últimamente había descubierto que amaba estar en ese lugar. Estando allí sentía la fría piel de Zayn chocar contra su nariz, y sentía como sus suspiros la calentaban.

Amaba sentir que le otorgaba calor al omega.

-¿No puedes dormir? -se atrevió a preguntar Zayn cuando se resignó en su lugar. Su voz sonó quedita y seca ya que llevaba un par de horas sin usarla. Liam soltó un suspiro, sintiendo la piel de Zayn estremecerse.

-Silencio.

Zayn lo habló más, se mordisqueó un poco el labio antes de cerrar los ojos y tratar de dormir.

Liam sonrió satisfecho, Zayn pudo sentir esa sonrisa marcada contra su cuello. No pudo evitar que su omega saltara de felicidad por complacer al mayor. El alfa se refugió más en el cuello del morocho, sintiendo la tranquilidad necesaria para tratar de conciliar el sueño.

⚮•⚮•⚮

-Sí, de acuerdo... -escuchó el eco de la voz de Liam al teléfono. Lentamente fue abriendo sus ojos, la iluminación del lugar le pegó fuerte en sus iris, los cerró al instante soltando un quejido.

Talló sus ojos con algo de molestia y se sentó en la cama. Buscó a Liam instintivamente, se encontraba frente suyo, dándole la espalda con el celular pegado a su oreja. Soltaba gruñidos de enojo y maldecía seguidamente. Zayn se encogió en su lugar.

-¡Pues haz algo, maldita sea! -espetó antes de colgar. Tiró el teléfono a un lado y se masajeó las sienes. Zayn sentía a su omega rasgar su interior para que fuera a tranquilizar al alfa, sin embargo, se abstuvo y solo se quedó allí, esperando.

Se tapó un poco más con las cobijas por el frío, su piel comenzó a erizarse.

Liam se dio la vuelta, soltó un suspiro.

-Arréglate -le ordenó con voz neutra-. Saldremos.

Zayn asintió soltando un bostezo. Se levantó de la cama y se dirigió al baño.

Al cabo de un rato hizo todas sus necesidades y se duchó para luego vestirse con un lindo suéter rojo y unos jeans negros bastante apretados, sin embargo, le resultaba cómodo. Debajo llevaba unas bragas azules de tela suave. Ya que solo esa ropa interior le tenía permitida Liam.

Salió del baño y se encontró a Liam sentado en el borde de la cama, vestido ligeramente formal y revisando unas cosas en su celular que por cierto tenía la pantalla quebrada.

Zayn hizo un sonido gutural llamando su atención. Liam tenía el ceño fruncido y la mirada dura. Estaba de mal humor, y Zayn sabía que en esos días era mejor mantenerse alejado.

Liam se levantó y caminó hasta él para luego tomarlo del ante-brazo y sacarlo de la habitación, una vez fuera lo siguió arrastrando hasta salir de la mansión, el sol mañanero le azotó el rostro, había una camioneta negra con vidrios polarizados esperándolos, Liam no dijo nada, solo lo ingresó en el auto para luego subirse él. Dentro había un chofer, beta. Y a la par suya se encontró con Louis sentado en el regazo de Harry, besándolo. Estaban tan concentrados en lo suyo que ni siquiera se dieron cuenta que ellos subieron al auto hasta que se puso en marcha, las mejillas de Louis se pusieron rojas y Harry solo le quitó con el pulgar un pequeño rastro de saliva que dejo su omega.

Liam rodó los ojos. Harry bufó.

-No sabía que lo llevarías -mencionó Harry sorprendido refiriéndose a Zayn.

Liam no contestó. Dejó caer una mano en la rodilla de Zayn, dándole un aprete.

-¿Estás seguro de que lo quieres llevar? -siguió insistiendo, Zayn frunció entrecejo.

-Ya está aquí, ¿no? -respondió seco.

Harry se encogió de hombros y le comenzó a prestar atención a Louis.

Después de eso todo fue silencioso, el camino duro una hora más o menos, Liam no hablaba, Zayn se permanecía callado y Louis y Harry se ocupaban de sus asuntos.

Una vez el auto se detuvo Louis y Harry se separaron, el castaño comenzó a respirar agitadamente mirando a Zayn. Harry le empezó a acariciar la espalda para tranquilizarlo.

Liam abrió la puerta y saltó fuera, Zayn un poco temeroso lo siguió. Una vez fuera se permitió sentir el aire fresco, no recordaba la última vez que estuvo fuera y realmente lo extrañaba. Liam lo tomó de la cintura y lo acercó a si para comenzar a caminar a la entrada de lo que parecía un club nocturno.

'Alptraum'

Pudo leer Zayn en un enorme cartel que adornaba el lugar.

Su alemán no era muy bueno, pero estaba un noventa por ciento seguro de que se traduciría 'pesadilla'

El hombre que cuidaba la entrada no lo pensó dos veces antes de abrirle la puerta a Payne, Zayn solo se mantuvo a su lado.

-No te alejes -le dijo Liam al oído antes de entrar. Zayn asintió con la cabeza baja, no le gustaba ese lugar.

Dentro todo era un desastre, oscuro con luces neón cegadoras, alcohol por doquier y alfas. Muchos alfas. También omegas vestidos en mínimas prendas, meneando sus caderas al caminar, mujeres y algunos hombres. El tabaco se podía sentir en el aire, le causó un revuelto de estómago a Zayn, Liam lo mantenía pegado a su lado, gruñendo de vez en cuando a los alfas que posaban su mirada en él.

Era tonto, habían al menos unos cien omegas en el lugar, todos hermosos de bellos rostros y curvilíneos cuerpos. Él no tenía nada, estaba machacado y sucio, o al menos así se sentía, feo. Con cicatrices horrorizando su menudo cuerpo, los omegas deberían tener piel de porcelana, perfecta y admirable. Él la tenía llena de horrorosas marcas. Se sintió pequeño e insignificante.

Liam siguió su camino hasta llegar a una parte VIP, había sillones color rojo y bebidas con fosforescentes. Varios alfas con omegas a sus pies sin embargo se veían más civilizados que los que estaban más atrás.

Posaron su mirada en Liam y asintieron en forma de saludo. Uno de ellos se acercó a Liam.

-¿Dónde está? -preguntó Liam mirando al hombre.

Era un alfa alto y robusto, tenía una tarjeta colgando en su cuello, Zayn supuso que era el que se encargaba del lugar.

-En su habitación -contestó con respeto-. No ha querido ver a nadie más, está provocando muchas peleas.

Liam gruñó, acercó a Zayn y de manera veloz le acarició la mejilla, frunciendo el ceño.

Miró al hombre.

-Cuídalo con tu vida porque vale más que ella -bramó, el hombre asintió con la cabeza baja-. Si le pasa algo tú lo pagarás -advirtió una vez más, miró a Zayn-. No te metas en problemas, cachorro. Pórtate bien, no tardo.

Zayn asintió antes de sentir un casto beso en sus labios que lo dejó sin habla, Liam desapareció después de eso.

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Liam se abrió paso entre los cuerpos de la pista para luego llegar a una puerta que conducía a un segundo piso. Siguió subiendo hasta llegar a su destino.

Abrió la puerta, estaba furioso, era el colmo lo que hizo.

Dio un paso al frente encontrándose con un curvilíneo cuerpo y unos rizos cayéndole por los hombros.

Estaba molesto, estaba más que molesto. No quería ir ahí y menos con su cachorro.

No quería saber nada de aquel lugar, al menos no por el momento. Tenía cosas más importantes que hacer.

-Todo el desastre que tuve que causar para llamar tu atención, ¿dónde estabas, alfa? -demandó saber con un puchero en sus labios.

Liam rodó lo ojos, en otro momento no le hubiera importado, pero ahora solo sentía una estúpida y molesta opresión en su pecho al escuchar a otro omega llamarlo de esa manera.

-Cheryl.