Capítulo X
Tonos grises
"Esos momentos en los que ya no sabes lo que está bien y lo que está mal. Donde esa línea simplemente desaparece"
Anónimo.
Niall puso el último plato donde debía, la mesa ya estaba lista, solo faltaba que las cocineras terminaran la comida. Limpió el sudor de su frente con el brazo y se volteó mientras observaba como Louis se había subido a la mesa donde prontamente cenarían los alfas. Sus cortas piernas colgaban de la mesa, balanceándose de un lado a otro, suspiró con frustración y se llevó una de las manzanas que posaban en un platón con frutas y se lo llevó a la boca. Niall volteó los ojos.
-Será mejor que bajes tu enorme trasero de ahí -amenazó el rubio, Louis hizo un puchero-. Los alfas están por llegar. No quiero problemas.
Louis bufó y pegó un saltito para bajar de la mesa, llevaba puesto un delicado suéter de lana azul y un short demasiado corto, mostrando sus contorneadas y carnosas piernas. Sonrió con burla y se acercó a Niall.
-No seas aburrido -reprimió dando otro mordisco a la jugosa fruta-. Es solo una tonta comida para los acompañantes de los representantes, no es nada de preocuparse. Deberías relajarte un poco.
Niall suspiró con pesadez y pasó sus delgados y pálidos dedos entre su cabello.
-Habla por ti, a ti no te pueden hacer nada si alguna de las ordenes de Payne salen mal, Harry no lo permitiría. En cambio, yo corro por mi propio pellejo. No tengo ningún príncipe azul que venga a mi rescate -replicó de mal humor, arrebatándole la manzana, al contrario. Louis posó sus brazos en su cintura y negó con la cabeza, apuntó a Niall con un dedo, amenazante.
-Oh, claro que lo tienes. Que tú finjas que él no existe es otra cuestión, rubia.
El mencionado pasó por delante de Louis, ignorándolo y encaminándose a la cocina a cerciorarse de que todo vaya bien.
Louis lo siguió por detrás, caminando justo a su lado.
-¿Por qué te esmeras tanto en rechazarlo? -preguntó jadeante-. No tiene nada de malo que Devine quiera cortejarte, eres un omega, Ni. Tarde o temprano va a pasar.
Niall se detuvo provocando que Louis chocará contra su espalda, miró al mayor con los labios fruncidos.
-No necesito un alfa. Ni tampoco quiero uno.
Louis rodó los ojos.
-De acuerdo, bien. No voy a tocar el tema más.
Niall susurró un; gracias por lo bajo y siguió su camino, al llegar a la cocina -aún acompañado por Louis-, suspiró aliviado al ver que todo iba como debía y las demás cocineras se harían cargo de lo que faltaba.
-¿Crees que Zayn esté bien? -preguntó Louis con la voz apagada- Debí hacer algo para no dejarlo solo con ese animal.
-¿Por qué no lo hiciste? -habló Niall sin mirarlo.
Louis soltó un bufido.
-Harry estaba molesto conmigo, literalmente me arrastró del lugar. Estaba muy molesto -mordió su labio ligeramente, Niall rió-. Hablo enserio, ¡no te rías! Aún me duele el trasero.
Niall comenzó a atragantarse con su propia saliva, incómodo. Ahora fue el turno de Louis para reír estruendosamente.
-La responsabilidad de tener un alfa conlleva sacrificios, pero también placeres -afirmó Louis mirando como Niall apartaba la vista de cierto alfa que no despegaba sus ojos del rubio.
⚮•⚮•⚮
Zayn llevaba más de dos horas en la misma posición, subido en las piernas del alfa mientras este lo ignoraba olímpicamente a excepción de restregar su rostro en su cuello cada cierto tiempo.
Literalmente, se sentía un maldito aromatizador.
Su trasero comenzaba a doler y su estómago a rugir. Liam ignoraba todo aquello. Él solo seguía en lo suyo, leyendo y apuntando. Con el ceño ligeramente fruncido por la concentración.
También comenzaba a hacer frío, y no ayudaba en nada el revelador vestuario del menor.
Y para empeorarlo -en la mente de Zayn-, su omega comenzaba a sentirse ignorado por el alfa. Ya en sus adentros estaba lloriqueando por un poco de atención.
Zayn mordió su labio tratando de evitar que un lastimero gemido saliera de su boca. No tuvo mucho éxito.
-Liam -llamó el omega comenzando a gimotear. Liam produjo un sonido gutural con la garganta, sin mirarlo siquiera. Apretó su agarre en el muslo de Zayn quien no pudo evitar soltar un jadeo-. Tengo hambre -declaró-, y frío. También tus rodillas se están clavando de una manera no muy agradable en mi trasero.
Liam no dijo nada. Quedó en silencio por unos minutos revisando más hojas. Zayn rodó los ojos y trató de acomodarse mejor hasta que sintió la gran mano del alfa posarse en su cintura, dejó los papeles por un momento y posó su otra mano restante en su otro muslo, lo levantó un poco y lo atrajo más a si, dándole ligeramente la vuelta, dejándolo con las piernas colgando en la lateral de Liam. Quedó más cerca, estaba cómodo. Ahora no tenía que torcer el cuello para mirar el perfil del mayor. Liam no lo miró, una vez lo dejó en esa posición lo rodeó con un brazo para que no se cayera y siguió trabajando.
Zayn lo miró con las cejas alzadas.
Sí, estaba más cómodo, pero aún tenía hambre.
Soltó un chillido y se cruzó de brazos, haciéndole presión visual al contrario. Liam solo siguió en lo suyo. Comenzó a removerse tratando de llamar su atención.
El alfa soltó un gruñido y lo estrujó más, dejándolo inmóvil.
-Quieto -demandó con voz grave.
Zayn se sintió aprisionado, no le quedó de otra más que esperar a que el alfa terminara lo que sea que estaba haciendo. Su cuello comenzaba a doler y sus ojos a pesar. Los cerró por un momento tratando de descansar un poco, en un acto de reflejo dejó caer su rostro en el cuello del alfa. Éste extrañamente no se opuso, Zayn aprovechando que estaba agotado de apoyó más entre el hueco de su cuello y el hombro.
Sin poder evitarlo se dejó caer en los brazos de Morfeo.
⚮•⚮•⚮
Sintió como lo removían, abrió los ojos pesadamente y dejó escapar un bostezo. Estiró los brazos y miró por la ventana, ya había amanecido, pero aún estaba oscuro, supuso que era de madrugada.
Se incorporó lentamente sintiendo como su cuello tronaba por la mala posición en la que durmió, Liam hablaba por teléfono, tenía el semblante tenso y cansado, ojeras habitaban bajo sus ojos.
-Voy para allá -dijo antes de colgar. Se levantó de la silla arrastrando a Zayn consigo, quien se tambaleó un poco debido al sueño. Pudo observar como Liam sacada un arma de un gabinete y la recargaba antes de colocarla en la parte trasera de su pantalón.
Zayn talló sus ojos con la manga de su suéter, el cual se le había desacomodado un poco haciendo que de un lado le cayera por los hombros, dejando uno expuesto y las mangas le tapaban las manos.
-Saldré -avisó el mayor-. Ve a la habitación y espérame ahí -ordenó-. Hay muchos alfas en la casa, no te quiero rondando por allí, ¿entendido?
Zayn solo asintió, hasta que sus tripas se hicieron presente de nuevo.
-Deberías descansar -comentó impulsivamente. Liam soltó un gruñido.
-Ve a la habitación.
-Pero tengo hambre -replicó con la voz un poco más aguda. Liam comúnmente volvió a ignorarlo.
El menor rodó los ojos y sin más comenzó a dirigirse a paso lento a la salida. Liam se le adelantó pasándolo y tomándolo por la muñeca, acelerando sus pasos. Una vez fuera cerró el despacho con llave y siguió caminando, arrastrando al omega consigo quien se quejaba débilmente por el agarre.
La mansión era enorme, ni siquiera se dio cuenta cuando estaban en la cocina. Liam abrió la puerta doble con ímpetu y miró a un par de omegas cocineras y a Niall junto con Louis. Zayn les sonrió sin mostrar los dientes, Louis comenzó a agitar su pequeña mano en un saludo con una enorme sonrisa, achicando sus ojos.
-Quiero un desayuno en mi habitación en diez minutos -ordenó el alfa con voz neutra antes de salir de ahí junto al menor. Unos segundos después llegaron a la habitación de Liam, quien introdujo a Zayn dentro de manera grotesca.
Zayn no le tomó importancia y se sentó en la enorme cama, aún sumido por el sueño.
Liam dio un par de vueltas por el recinto para luego acuclillarse en frente de Zayn, lo miró con los ojos entrecerrados y posó ambas manos en los ambos muslos desnudos del menor.
-No salgas de aquí o me enojaré y tendré que castigarte, y no quieres eso, cariño.
Zayn mordió el interior de su mejilla y calló.
Su omega se retorcía.
-Puedes usar alguna camisa mía para el frío -ofreció inexpresivo-. Cuándo termine de trabajar una amiga vendrá a tomarte unas medidas para confeccionarte una ropa que te mandé a hacer.
Zayn asintió sintiendo sus mejillas enrojecer ante la mirada de Liam, quien torció un poco las comisuras de sus labios y dio una palmada -nada suave- en su muslo izquierdo antes de irse. Zayn observó cómo su piel se iba tornando roja ante el impacto.
Dejó escapar un suspiro.
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