Has dado calidez a mi corazón

El cielo oscuro con sus pequeñas manchas de luces que eran las estrellas, lograban dar un toque exuberante a la noche, en una ciudad remota y desconocida hacía que todos los habitantes sintieran que esa misma noche no se fuera a repetir y que tenían que aprovechar en todo momento.

Una persona que caminaba por el alrededor de unos de los vecindarios más llamativos de la ciudad, miraba las casas con suma atención y las examinaba como si fueran algo peligroso e interesante, buscaba con su vista si había alarmas o alguna cámara de vigilancia que estuviera en el lugar lo cual tuvo buenos resultados.

Seleccionó la que llamo su atención, una casa robusta, con dos pisos, el color crema de dicha casa hacía que en los ojos de la joven reflejaran el deseo de invasión, incluyendo el gran deseo de tener entre sus dedos el líquido carmesí de sus prontas víctimas.

Esperó que la ciudad fuera invadida por la fina oscuridad y soledad, las luces de las casas estaban apagadas pero no de los faroles que realizaban la tarea de iluminar las frías calles, la hora marcaba las 2:30AM en su reloj que estaba en su muñeca, hora perfecta para realizar a lo que le denomina "Trabajo".

Sigilosamente fue por la puerta de atrás, miro por sus alrededores de la puerta notando que había una alarma, la identificó y era la que se especializaba en que si la perilla de la puerta era movida por unos milímetros, sonaría y despertaría a todos los de la casa.

Miro el cable que estaba conectado a dicha alarma, con la vista siguió el cable, su meta fue que ese cordel eléctrico estaba conectado con las de toda la casa y el mismo estaba unido a otros más teniendo en común el generador, con sigilo, se acerco y lo apaga como si fuera algo habitual.

Con unas varillas delgadas las ubica dentro del cerrojo, con dos movimientos hacia la izquierda abrió la puerta

Con cuidado y lentitud abrió la puerta, el mismo sigilo comparado al de un gato, camino hacia dentro de la habitación de la cocina y cerro la puerta, acto seguido examinó la casa como si se tratase que hubiera algo mas que no podría esperarse, pero no tuvo resultados.

Sin embargo, pudo identificar ante la oscuridad presente escondites por si pasaba algún problema incluyendo las escaleras, subió hacia el segundo piso donde estaban las habitaciones, cuando llego al borde de las escaleras notó que habían 3.

Tuvo que ver por el dicho cerrojo si es que había alguien, se dirigió a la que estaba más cerca de ella, era el baño, fue por el segundo y era parecido a una habitación donde podías dejar tus cosas ya inservibles, finalmente fue por el tercero, ante su vista se le dibujo una sonrisa que llegaba a ser macabra para otros, pero para ella misma era la satisfacción perfecta

Los dueños estaban dormidos profundamente, ese sueño le dio la ventaja para abrir la puerta, sintió lo frío que estaba la manilla de la puerta que provoca que se muerda el labio inferior y a la vez se re-lame por lo resecos que estaban, apenas giro lo mencionado la puerta se abrió con lentitud como si le dijera "Realiza tu trabajo", camino hacia ellos quedando a los pies de la cama, analiza la situación con coordinación, sonríe al tener su plan ya creado

Entre su abrigo de piel que la envolvía dándole calidez por las frías temperaturas saca su cuchillo, se lo lanza hacia el hombre que su físico demostraba que era ya mayor y termina en su garganta que libera un leve quejido, que aun así su esposa no fue capaz de escucharlo

Saca de su bolsillos unos guantes gruesos para después usar un hilo de pescar, los envuelve en sus manos ya enguantadas logrando que haya una separación de largo hacia los extremos de las manos, con rapidez lo coloca en el cuello de la joven que se asemejaba a su edad y fuertemente la estrangula, en un acto de reflejo dicha chica despierta tratando de quitarse lo que la molesta en el cuello, la peli-negra no se iría sin derramar alguna que otra gota de sangre de ella

Al cabo de unos minutos dando un fuerte tirón de las cuerdas la chica da su último suspiro, dejando caer su cuerpo al suelo, la peli-negra ve el cuello de la joven notando que gotas de sangre la ensuciaban, retira su cuchillo del cuello del hombre y los acomoda como la última vez que los vio vivos, guardó sus armas y dedicó el tiempo que le sobraba para robar lo que fuera de valor

Ya fuera de la casa por la parte trasera con los bolsillos llenos de tanto tesoros que había aquella casa con color crema, toma el rumbo de marcharse no sin antes cubrir su rostro con el gorro que traía su mismo abrigo

— Espero que con esto, me de lo que merezco –dice por lo bajo, toco su abdomen, entre-cerro sus ojos al ver como su piel estaba muy delgada. Algún día va a pertenecer a mi colección —Da una leve risa.

Mientras caminaba hacía su escondite que lo definía como si fuera un hogar, las gotas que caían del cielo amenazaban en mojar todo a su paso, ella ni se inmuto

— La noche esta triste... —Seguia caminando no le importaba mojarse, sólo le importaba llegar a su hogar.

En su rumbo hacía su nicho, un policía estaba con su paraguas vigilando, su turno terminaba a las 5AM... Y la hora actual era las 3:25AM

— ¿Va para su casa señorita? —Dice el policía con simpatía hacia ella, sin sospechar que crimen había hecho con anterioridad.

— Si oficial —Su tono de voz era neutral.

— ¿Por que tan tarde señorita?, es muy peligroso andar sola en especial a estas horas —Dice preocupado.

— Estaba en una junta con amigos, como yo no tengo auto uno de ellos me ofreció llevarme cuando terminara la junta, lo malo es que se paso de copas y es ilegal conducir en estado de ebriedad y decidí en volver a casa sola, para que no tuviera problemas —Dice de una forma que llega a hacer convincente, el policía analiza las palabras dichas por la joven lo cual suena lógico.

— .... Disculpe por haberla molestado.

— Solo realiza su labor como oficial y se puede llegar a entender, si me disculpa me tengo que ir, que tenga una linda noche —Dice dando unos pasos de alejamiento.

— Igualmente.... —Dicho esto, sigue con su trabajo hasta que llega desde su WokiToki una transmisión de búsqueda.

"¡Atención atención!, ¡Para las oficiales que me están escuchando ahora, si llegan a toparse en cualquier lugar con una joven de tes blanca, cabello negro, mediana de estatura y con un abrigo negro que llega hasta las rodillas de el aviso de refuerzos inmediatamente!... ¡Es un peligro ante toda persona que este cerca de ella! ¡Es una ase-

La transmisión fue interrumpida debido a que una bala que fue disparada desde una distancia lejana destruye el WokiToki, el policía queda en shock ante ese ruido estruendoso

— T-T-Tu... E-eh.. —Su corazón latía a mil por minuto, no creía con la que había hablado hace poco era unas de las chicas más buscada del estado.

Ella sólo se limita en reír divertida

— Pensé que me atacarías por la espalda, me alegra que no fuera así —Dijo, corrió hacía el a pesar de que seguía débil por la falta de alimento.

— ¡Alejese! —Él hombre saco su pistola, jalo de el gatillo liberando las balas hacia ella, pero con precisión las esquiva y apuñala al hombre en su pecho logrando que su corazón se detuviera.

— ¿Sigues vivo? —Se lo pregunta al hombre que libero un quejido. ¡Muere!

Su mente segada por el deseo de sangre, apuñala el cadáver reiteradas veces hasta que su cuerpo se vio manchado del color carmesí, jadea por el cansancio, miro hacia delante notando una molesta luz que se le acercaba, eran refuerzos que escucharon todo lo sucedido a través de un WokiToki que tenia el automóvil del policía ya fallecido.

— ¡Que no se escape! —Sale del auto como si fuese un disparo hacia ella.

— Mierda —Dice en un susurro y corre hacia una dirección distinta a donde estaba su hogar.

Esa figura que era humana corría sin pausas y descansos, no le importaba lo que se le topara en el camino, seria una tarea muy fácil deshacerse lo que le estorbaría, sólo una simple incrustada de su frío y mojado cuchillo hacía que aquello dará su último suspiro

Los policías seguían su ritmo

— ¡Detengase ahora! ¡Señorita detengase! —Gritaba un oficial que estaba detrás de ella. ¡Hagalo por las buenas! ¡La va a beneficiar más!

— ¿Dandome dos años más en prisión? ¡Ni que estuviera cuerda! —Dice en forma de queja la chica bañada en sangre. ¡Son unos perros que no tienen vida y joden a otros —Dice dejando salir de sus fríos labios unas fuertes carcajadas.

— Llamaré a los refuerzos —Le susurra a su compañero que ya estaba exhausto de correr más de dos calles por perseguir a la chica.

Ella nota la leve distracción y la aprovecha para ocultarse en un callejón lleno de grafitti's y que representaba la misma pobreza, los oficiales notan que su objetivo de su persecución no esta a la vista

— ¿¡Como se nos pudo escapar!? —Exclama el oficial peli-cafe ante lo visto.

— ¡Eso es lo de menos! ¡Hay que buscarla ya!, ¡sigueme! —Dicho eso los dos oficiales siguieron su rumbo en forma recta sin percatarse de que pasaron literalmente a su lado, la chica peli-castaña espero que aquellos oficiales tomaran el tiempo de alejarse lo suficiente para que pudiera tomar un respiro.

— Estuvo cerca... —Suspira con pesadez y decide volver a tomar su rumbo hacia su hogar.

Hacia el otro extremo de ella se hizo presente un gemido, que se transformó en un llanto, no le importo y siguió caminando, pero ese llanto se hizo más fuerte causándole una gran molestia para sus oídos

— ¿¡Que esta perturbando mis oídos y mente!? —Dice enojada, va hacia el llanto y termina en el inicio de otro callejón que era iluminado por un farol muy alto del mismo color de su cabello mira hacía los lados y encuentra en un tarro lleno de la basura humana a un bebé, la piel de ese infante era parecido al suyo, su cabello era negro y sus ojos grises, con tan solo verlo dedujo que era un recién nacido.

— ..... La vida no es para todos —Saco su cuchillo y estaba dispuesta a acabar con su vida.

El bebé al verla dejo de llorar, sus lágrimas manchaban sus frías mejillas pero al pequeño no le importaba, tiritaba por el ambiente tan frío que había, y sus brazos al extenderlos le daba a entender a la chica que la quería abrazar, la chica ve ese gesto tan inocente, empieza a dudar.

— No juegues conmigo... En serio —Entre su fría piel sintió calidez que empezaba a emerger de ella.

El golpe de gracia paso cuando el bebé hizo una mueca, parecida a una sonrisa

Ella no pudo contenerse, el cuchillo lo soltó sintiendo en el mucho frío, sintió como sus mejillas tomaban un rubor rosa, por su cuerpo volvió a sentir los latidos de su corazón latían tan rápido que parecía que saldría de su pecho, con cuidado y suavidad cargo al bebé en sus brazos, el bebé tocó su mejilla con su pequeña manito a la vez que se acurrucaba en ella

La chica ebozo una pequeña sonrisa ante ese acto tan bello que sus ojos podían contemplar

Has dado calidez a mi corazón —Dijo mientras sonreía, aprovecha que no había nadie y prende su camino nuevamente, pero esta vez tenía a su lado, una pequeña compañía.

Fin

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