15-Cita con la Dama Oscura

Tn se encontraba aburrido después de las clases, daba ligeros bostezos mientras caminaba hasta su habitación cuando Enid le detuvo para darle un pequeño beso.

—Hoy estarás con Miércoles—dijo ella—pero hasta entonces...¿puedes darme unos besos?—preguntó con voz tierna.

—Por supuesto—entraron en la habitación y apoyó a Enid en la pared mientras comenzaba a besarla lentamente a la par que acariciaba sus muslos.

—Te he pedido solamente unos besos...—decía ella con una sonrisa, esa que tanto le gustaba a la loba.

Entonces su teléfono sonó.

—Ah, es Miércoles...en quince minutos en la entrada—decía mirando el mensaje—bueno, tengo tiempo para comerte un poco.

—¿Tienes que decirlo de esa manera?

—Si.

El chico se arrodilló, miró a Enid desde su posición quién estaba roja y volteaba a mirar a otro lado por la vergüenza.

—Gracias por la comida—dijo antes de hundir su rostro entre las piernas de la reina de los chismes.

Rato después, Enid estaba en su dormitorio tumbada mientras Cosa le preguntaba si se había dado un golpe o algo ya que veía que entró caminando raro y con dificultad.

—Nada Cosa...nada—sonreía mientras se cubría la cara roja de vergüenza.

Por su parte, Tn llegó a la entrada y saludó a su chica.

—Llegas un minuto tarde—dijo ella seria.

—Ah—miró su reloj—si, bueno, es solamente un minuto.

La pelinegra se acercó y le dio un beso.

—¿Lista para la cita?—le preguntó él con una sonrisa.

Ella solamente asintió.

El viaje hasta Jerichó fue en silencio, Tn sabía lo mucho que apreciaba ella el silencio durante los trayectos así que no dijo nada. Se limitó simplemente a entrelazar sus dedos con los de ella hasta la llegada al pueblo.

Fueron a unos cuantos sitios, él miraba atentamente lo que ella hacia. Ayudó a cargar con las bolsas mientras la pelinegra examinaba algunos objetos que a otros les asustaría o libros que fueron censurados por su extremo tema con la sangre y muertes. Algo que a ella le encantaba y no dudó un segundo en llevarse. La bibliotecaria se los regaló porque según ella; nadie en su sano juicio los leería ni aunque fueran regalados. No era el caso de ella.

Luego de todas las compras acudieron a la cafetería.

—No has dicho nada en toda la tarde—comentó ella mirándolo—¿estás enfadado?.

—Claro que no, pero sé que adoras el silencio, que no te molesten y todo eso—respondió tranquilo.

—Veo que me conoces bien—dijo—no todo el mundo parece comprender eso.

—Bueno—se arrimó a ella y la rodeó con el brazo—sé que te tienen miedo y no están acostumbrados a una chica tan fría como tú.

—Sabía que acertaba saliendo contigo—esbozó una leve sonrisa antes de darse un pequeño beso en los labios mientras la pelinegra se apoyaba en su pecho con su mano.

Tn estaba feliz y le preguntó sobre las editoriales.

—Todas me rechazan...supongo que no les gusta mi forma de escribir—contestó fría y en un tono algo enfadado.

—Llegará el momento en el qué alguna te acepté—le dio un beso.

—¿Qué hacen aquí los frikis de Nevermore?—preguntó uno llegando junto a sus amigos.

Tn solamente miraba a su chica, tenía a los matones de espaldas y sonreía a la pelinegra.

—No tardes—le susurró—está vez te los dejo a ti.

El chico le guiñó el ojo.

—En fin, normalmente me importa poco que me molesten pero...han arruinado mi cita—dijo levántandose.

—Oh...hemos arruinado su cita, ¿han escuchado eso chicos?—preguntó entre risas antes de recibir un puñetazo en la mandíbula.

Miércoles tomaba su café relajada, dando pequeños sorbos y disfrutando en silencio de como su chico apalizaba a todos y cada uno de ellos. Si había podido con unos pocos hombres lobo, esos normies no tenían nada que hacer contra él.

Terminada la pelea, se sentó junto a su chica y le dio un beso mientras tenía las manos manchadas de sangre.

—Me encanta verte pelear, eres tan...fuerte—dijo antes de cerrar los ojos y besarlo.

—¡Eh vosotros, será mejor que os vayáis!—gritó el dueño—¡no quiero peleas en mi establecimiento!.

—Si han sido ellos...—dijo Tn extrañado.

—No eres más que un monstruo—insultó el hombre.

Entonces Miércoles se apartó de Tn y se puso de pie.

—¿Le has dicho algo a mi pareja?—el hombre retrocedió unos pasos—adelante—agarró el cuchillo ante la mirada de esté—dilo otra vez...

—Cariño, será mejor irse antes de que vengan más normies—le colocó la mano en el hombro.

Ella le miró unos segundos.

—Ya ha habido demasiada sangre—ella volteó a ver a estos en el suelo.

—Entendido, solamente porque lo pides tú—guardó el cuchillo.

Tn se acercó y el hombre se chocó con una de las mesas.

—Tenga, por las molestias—le dio unos billetes para pagar por todo—su café es bueno.

Ambos salieron por la puerta ante la mirada de esté y el resto de personas que habían presenciado todo.

Llegaron a Nevermore y esté acompañó a su chica hasta el dormitorio. Enid dio saltos hasta la entrada y besó a su chico.

—Mmmm, has comido tarta de fresa—decía la loba saboreando los labios de su chico—mi favorito.

Él la rodeó con los brazos y la besó.

—¿Podrían dejar de besarse enfrente de mí?—ella caminó hasta su escritorio.

Enid reía y Tn le puso al corriente de lo ocurrido.

—Ya van dos peleas—comentó la rubia.

—Tres si contamos con la de tus hermanos—corrigió esté.

—Si, se me olvidaba.

El chico se sentó a charlar con Enid un poco, hablaban y ella le daba algunos besos. Miércoles confesó que le encantó la cita ya que tenía lo que quería; inspiración, silencio, sangre y peleas, todo eso había tenido su salida.

—Ahora tendré que salir con la lobita—le acercó para abrazarla.

—Podemos ir a comer helados—comentó—¿podemos?.

—Claro—guiñó el ojo—y puede que luego te comas otro helado—susurró de manera pervertida.

—¡Tn!—dijo golpeando su pecho.

—Anda que sigues siendo muy inocente—dijo el chico riendo.

Cuando sonó la campana que daba el aviso para ir a cenar, el joven se puso en pie.

—Venga, es hora de cenar, tanto pegar a normies le da hambre a uno—dijo estirándose—vamos mi lobita colorida y dama oscura.

Ambas se miraron mientras se dirigían a la puerta, realmente eran afortunadas de tener a alguien como Tn de pareja.

—Venga chicas—animaba esté.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.


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