Narra Camus: Ya pasaron 4 días más, ¡Y ya casi termino mi libro! Eso me alegra mucho, porque decidí decirles a todos sobre la competencia de escritores de Roma cuando haya culminado estos maravillosos escritos.

Capítulo 12:

Amar es un Derecho no un Deber

Un Día de esos que uno está cansado de seguir siendo soltero y... y virgen, es cuando uno quiere compartir el resto de su vida con alguien más, entregarse por completo a la persona que uno de verdad ama. Bueno en mi caso es así... pero también por mi timidez pues, siempre trato de decirle lo que siento al chico que me gusta, pero cuando estoy con él:

-Mis manos me tiemblan.

-Me cuesta respirar.

-Comienzo a tartamudear tanto que, casi no se entiende lo que digo.

-Mi corazón late 1000 km por hora y siento que voy a desmallarme.

Todo comenzó un Domingo por la mañana.

-Camus... ¿qué piensas hacer hoy? –me preguntó el pelirrubio de la casa de virgo, ya que no sabía que había de especial hoy-.

-¿No me digas que lo olvidaste? –me dijo el geminiano menor con una ceja arqueada hacia arriba-.

-¿Olvidar qué? –pregunté inocentemente ya que no me daba la cabeza para recordar una cosa en específico-.

-Hoy es 08... -me da una pista el león del santuario, hermano menor del futuro patriarca-.

-¿Y..? –contesté levantando mis hombros en señal de duda y confusión-.

-He... seamos más claros para ti –dijo mientras se acercaba caminando despacio hasta llegar al banco que estaba junto a mí para sentarse en él- 08... de... Noviembre... entonces, ¿esa fecha te suena familiar? –añadió mientras explicaba despacio para analizar mejor la descripción-.

Cuando escuché 08 de noviembre... recordé el cumpleaños de Milo.

Me sentía terrible, miserable y mal amigo, ya que Milo y yo pasamos casi todo el día pasándola bien al divertirnos de mil formas.

-Haay no... no puedo creer que olvidé el Cumple de Milo, me siento como todo un idiota en este momento –dije mientras me cubría la cara con las dos manos, en señal de vergüenza-.

Cuando recordé que dos días antes le compré un regalo muy lindo para este día, pero como estuve 1 mes completo sin dormir por la misión que me encomendó el Patriarca... lo olvidé, por error.

"Milo si llego a tú casa por favor no me mates por olvidar tú cumpleaños, mi griego divino de mirada hipnotizante".

Mientras tanto en la Casa de Escorpión...

-¿Dónde estás Camus?... ¿Tal vez olvidaste... olvidaste mi cumple? –pensó mientras perdía poco a poco las esperanzas-.

Mientas Milo me esperaba, yo seguía buscando el condenado regalo que lo escondí para que no lo encontrara antes de su cumple... después de media hora es que recordé que escondí entre mi ropa de invierno para que nadie le dijera a él dónde carajo la dejé el día que la compre ya que el que me acompaño fue Shaka, porque él a parte de Aioria sabe que me gusta el Santo de Escorpio.

Me odio a mí mismo ya que son muy pocos que pueden saber cómo me comporto en frente de Milo, bueno ya encontré el regalo y ahora sí podré ir al Templo de Escorpio, para celebrar el cumpleaños número 17 de Milo... ¡Mi querido Milo, Mi bichito lindo!

-¡Milo... Milo! ¡¿Milo dónde estás?! –comencé a llorar al pensar que Milo pensara que no quería pasar con él su cumpleaños- ¡Milo si de alguna forma te decepcioné, por favor perdóname! Perdóname –dijo llorando de rodillas en el suelo-.

-¿Camus? –me dijo una voz llena de seriedad y tristeza combinada para crear un sentimiento de decepción y olvido- oí todo lo que dijiste, pero ¿por qué no llegabas? –me dijo mientras me limpiaba las lágrimas que caían por mi cara-.

-Es que... estaba buscándote esto, es tú regalo de cumpleaños. Sé que aceptarás excusas y más de mí persona ya que no soy así... pero es que olvidé lo escondí –añadí avergonzado-.

-No tienes que disculparte ni nada de eso, yo fui el culpable por perder las esperanzas de que tú estarías aquí conmigo J -me dedicó una cálida sonrisa mientras me daba la mano para que me pusiera de pie-.

Por eso yo me pregunto, ¿que si amar de verdad es un derecho y no un deber?