12
El mago de fuego creyó haber escuchado mal cuando la joven pelirroja se le declaró con aquella cara tan tierna y sonrojada que puso.
—¿Qué?—preguntó, algo nervioso.
—Pues...que me gustas.
Rascó su nuca nervioso, no sabía que decir, aquello le había pillado desprevenido y en ese mismo instante no tenía respuesta. Todo era porque su cerebro era incapaz de asimilar tal situación. Erza aguardaba, tocando el sofá con sus dedos mientras dibujaba pequeños círculos invisibles en ello mientras desviaba cada dos por tres la mirada de este.
Su corazón latía a mil por hora. Había sido capaz de expresar sus sentimientos pero todavía quedaba esperar la respuesta de Natsu.
—Erza—empezó este.
—¿Si?
—Lo siento pero yo...—ella suspiró, ahí venía el golpe—no puedo darte una respuesta ahora mismo.
Ella abrió los ojos y le miró.
—Todo esto...es mucho para asimilar y quiero estar seguro de mis...sentimientos—dijo—necesito un poco de tiempo.
—Oh...claro...lamento haber sido tan directa...este...yo...toma el tiempo que necesites—se apresuró a decir.
Ahora el silencio era muy incómodo.
—Bueno...—dijo el chico.
—¿Quieres que juguemos a las cartas o algo?
—Claro, nos vendrá bien. Además, hay tormenta fuera.
Tanto uno como el otro dieron gracias por jugar ya que eso les permitió dejar atrás el incómodo momento y volver a las risas mientras la tensión volvía a rebajarse.
No solo ellos dos ya que invitaron a algunas chicas de Fairy Tail como Levy o Mirajane que recién se había trasladado allí a jugar. Se tiraron toda la noche jugando hasta que el sueño les entró y decidieron irse a dormir.
Como todavía seguía la tormenta afuera, Natsu durmió en una pequeña habitación para invitados que siempre tenía a mano la pelirroja. A diferencia de este, la joven apenas pudo pegar ojo pensando en el beso. Tocaba sus labios recordando la escena y esbozando una sonrisa tonta. Aunque no había logrado que aceptará sus sentimientos, tampoco los había rechazado por lo cual aún quedaba esperanza.
—Me ha costado mucho dormir—pensó dando un largo bostezo.
Por suerte, aquel día no tenía que ir a trabajar y podía descansar todo lo que quisiera en casa. Al salir, vio a Natsu desayunando tranquilamente en la cocina.
—Buenos días—saludó.
—Buenos días Natsu—dio otro bostezo y entonces se dio cuenta de que se había olvidado del asunto.
—¿Ocurre algo?
—No...nada.
Fue extraño desayunar así, sin decir nada. Ya había comido por las mañanas muchas veces cuando iban de misión, pero el ambiente aquel día era muy raro.
—Oye, ¿vamos a dar una vuelta?—la pregunta de Natsu sorprendió a la joven.
—¿A donde quieres ir?
—No sé...por ahí a andar.
Ella se quedó pensativa y un rubor le vino al pensar que se podría tratar de una cita. Así que sin dudarlo aceptó de buen grado. Nada más terminar de desayunar, se arregló lo mejor que pudo a diferencia de Natsu que solamente se dio una ducha.
—Espero que acepte mis sentimientos—pensó ella mirándose en el espejo.
—¿Vamos?
—Si—respondió firme.
Ambos salieron tranquilamente a caminar por Magnolia. Después de la tormenta estaba todo húmedo pero ver todo de aquella manera tan diferente a la que estaba acostumbrada tampoco era tan malo.
Mientras charlaban, en una de las calles se toparon con dos amigos. Eran Juvia y Gray quienes caminaban juntos, algo extraño y sumamente raro.
—Juvia se extraña de verlos juntos—dijo la maga de agua.
—Mira quien habla—pensaron ambos.
Entonces se percataron de que Gray estaba atado con unas cuerdas de agua tan fuertes que le resultaba imposible escapar.
—Juvia esta tan contenta porque Gray-sama por fin ha aceptado los sentimientos de Juvia
—¡No he aceptado nada, solamente he dicho que podía acompañarme a comprar una cosa!—dijo este tratando de librarse.
—¡Gray-sama siempre tan caballeroso!—le dio un puñetazo de agua en el brazo mientras se sonrojaba.
—Si se hubiera enamorado de Acnologia este se hubiera suicidado y no tendríamos que haber peleado contra él—pensó Natsu.
—¿Ustedes donde van?
—Ah, a dar una vuelta—contestó Natsu.
—Juvia piensa que se ven bien juntos—estos se sonrojaron—bueno, Juvia debe ir con Gray-sama a seguir su cita, pasadlo bien—se fue tarareando mientras arrastraba al mago de hielo con su magia.
Cuando Gray pidió ayuda a Natsu, este solamente hizo lo siguiente, esbozó una sonrisa y dijo:
—Gihi.
—¡Natsu te mataré!—dijo antes de desaparecer por el callejón.
—Les irá bien—comentó el mago.
—¿Seguro?
—Claro—aunque por dentro pensaba otra cosa.
El paseo se les hizo muy rápido porque disfrutaban el uno del otro. Era distinto a cuando iban de misión con tanta tensión y formalidad(si bueno...ya saben xD). Natsu pensó en como sería su vida con ella. No había dejado de darle vueltas y por fin pudo obtener respuesta.
—Vamos allí—dijo ella.
—Claro.
Al pasar por una zona con muchas personas, este le dio la mano entrelazando sus dedos. No fue hasta que salieron de allí que ella se dio cuenta por la presión de la multitud.
—Por fin—dijo ella aliviada.
—Si—respiró un poco.
Y Erza se percató de su mano con la de este quien le miró.
—Tu también...me gustas—dijo en un susurro.
Ella sin esperar más se abalanzo y le plantó un beso que casi le deja sin aliento.
—Prometo hacerte feliz—dijo ella llorando de emoción.
—Estoy a tu cuidado—respondió abrazándola.
Y allí se quedaron un rato mientras Erza lloraba feliz y de vez en cuando le daba un pequeño beso.
¿Continuara?.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top