La chica de cabellera negra y ojos azules me ayudo a levantarme después de que los bravucones se fueron satisfechos con su trabajo.
Ella me llevo a la enfermería y me espero toda la tarde fuera del colegio.
Paso una hora y ella aun estaba ahí afuera, estaba con curitas en la frente, un ojo hinchado y un golpe en la boca.
Ella me miro y me abrazo casi llorando,lamentándose por no poder ayudarme.
Ambos fuimos a mi casa, ella me cuidaba a curar mis golpes, faltaban dos días para mi fiesta y tenía un ojo morado.
Luego de cuidarme, la despedí desde mi ventana y entro a su casa.