39. Preparativos.

Canción en multimedia: Fifth Harmony - Impossible

Ante la pregunta de Reed, Blair mira por la ventana con una expresión extraña. Abre un poco la boca como para decir algo, pero de inmediato la vuelve a cerrar. Tal vez está pensando en el exterior. Es probable que se haya hecho la idea en la cabeza de que ella no puede salir. Si lo hace, la criticarían y se encontraría con gente que la odia. Pero ya casi no queda gente que piense cosas malas de ella. Ya le expliqué que la gente ya no estaba en su contra, pero eso no fue suficiente.

Después de todo, el daño ya estaba hecho.

- ¿Alguna vez has visto el mar? -le pregunta Reed.

-No puedo salir-murmura ella con voz lúgubre.

Reed y yo nos miramos.

- ¿Quién lo dice? ¿Alex? No te preocupes, yo lo pateo en sus partes nobles mientras sales corriendo.

Blair no se inmuta. Solo se queda mirando por la ventana. Reed me mira de una manera extraña, pero por la manera en la que me mira sé que no me va a gustar lo que va a decir.

- ¿Qué dirías si te digo... que si vas con nosotros, cuando volvamos podrás irte si quieres?

¿Qué?

-Quieres alejarte de Alex, ¿verdad?

Ella agacha la cabeza, pero no responde. Me tenso. Aunque por un momento mi cuerpo quiere soltarla, me obligo a permanecer en mi lugar. Tengo que apoyarla, sin importar lo que piense de mí. Si no lo hago, no podré ayudarla. Aun así, sé que sin importar cuanto haga, nunca podremos avanzar hasta que hablemos. Tenemos una larga conversación pendiente, una en la que tendré que arrastrarme bastante para ganarme algo de su consideración.

Pero considerando que Blair casi no habla últimamente... no sé cómo vamos a hacer eso. Aun así, de una u otra forma tiene que pasar. Mucha gente ha estado hablando cosas sobre ella durante varios meses y nadie ha creído en su palabra. Por lo menos yo tengo que escucharla. Quiero hacerlo.

Quiero que se recupere... incluso si me odia. Prefiero mil veces que me odie a que se hunda de esta manera.

-Bien, entonces tenemos que comenzar a planear la fecha de salida-dice Reed, despertándome de mi ensimismamiento. Lo miro, y me hace un movimiento con la cabeza como queriendo decir «Ella está de acuerdo». ¿Qué? ¿En serio? - ¿Alex? ¿Cuándo puedes?

Por un momento se me olvida hablar. ¿En serio ella ha aceptado? Tal vez le duele estar en esta casa. Es algo que me planteé muchas veces, incluso antes de traerla aquí. Pero Diana y Sabrina insistían en tenerla cerca, sin importar qué.

-Pues... eh... habría que ver que les dice Alice.

-No creo que ella tenga problema si es por Blair-dice-. ¡Así que ve preparando esas maletas!

Ay no, conozco esa expresión.

Jalo a Reed del brazo y lo alejo de Blair. ¿En qué rayos está pensando? No quiero que se haga ideas equivocadas.

-Reed, estas no son vacaciones.

-Pero eso no significa que no podamos divertirnos-me dice, frunciendo el ceño.

-Si podemos, pero no podemos hacerlo si ella se queda aislada. ¿Entiendes a lo que me refiero? Hay que buscar la manera de que se divierta.

-Claro, amigo-bufa sonriendo mientras pone su mano sobre mi hombro, como diciéndome «¿No es obvio?»-. ¿Acaso piensas que voy a dejar a Blair a un lado? Claro que no. Ella se va a divertir con nosotros.

Suspiro. Es más fácil decirlo que hacerlo. Encontrar la forma de que Blair vuelva a sonreír me supone todo un reto. La conocí cuando era una persona alegrada y animada, pero no logré interactuar demasiadas veces con esta parte de ella. De una u otra forma, es como si estuviera interactuando conmigo mismo. Como si estuviera en el pasado, intentando sacarme a mí mismo de la oscuridad.

Pero sé que esto es diferente. Se trata de ella, no de mí. Y yo soy el causante de esto. Por eso y por muchas otras razones, tengo que hacer algo. Incluso si no fuera el culpable, no permitiría que Blair permaneciera de esta manera.

Asistí a las citas con el psicólogo hasta que me sentí lo suficiente bien para afrontar mi propia vida. Si Blair no me hubiera dado el empujón, ni loco me habría acercado a un sitio como ese. Sé que un psicólogo le ayudaría a Blair. Lo sé perfectamente, pero...

No puedo. Simplemente no puedo llevarla. No aún. Precisamente porque sé lo que se siente estar preso de ese umbral de oscuridad. Tuve que reunir la fuerza suficiente para ir allí y sé que ahora mismo ella no la tiene.

¿Pero por qué Blair aceptó ir a la playa? ¿De verdad tiene tantas ganas de alejarse de mí? No puedo culparla. Si fuera así, yo... aunque es egoísta pensarlo, no quiero que me odie.

Quiero hablar con ella. Quiero que sea parte de mi vida. De hecho quiero muchas cosas de ella que... no puedo describir. Simplemente, si ella desaparece por completo, sentiré que me hace falta una parte. Tal vez esa fue una de las razones por las que la busqué con tanta intensidad.

Me aterra pensar en una vida sin ella. No soporto la idea de olvidarla.

No puedo.

- ¿Alex?

- ¿Qué?

- ¿Estás bien? Pareces asustado.

Bato la cabeza de un lado a otro. No. No debo perder la calma. No me voy a rendir con Blair. No como su hermano, ni como su familia. Yo voy a hacer la diferencia.

-Estoy bien-murmuro, dándole una ligera mirada a Blair.

«Todo lo bien que se puede estar ahora».

Los días previos al viaje pasaron como un borrón. Alice no tuvo problema en que Diana y Sabrina se ausentaran del trabajo por un periodo de tiempo. Después de todo, ella se siente en deuda. Pero esto no se trata de una deuda. Es mucho más que eso. Blair ha permanecido en su mutismo absoluto y últimamente no me he despertado en las noches por sus gritos. Me asusta no estarla escuchando, o que se lo esté callando.

Termino de organizar mi cama en el sofá y observo a Blair en la cama. Ya se ha quedado dormida y eso que son las siete de la noche. Me pregunto si estaba cansada, o es tan solo que no quiere estar despierta. Pero ya no falta mucho. Mañana iremos a la playa y me encargaré de que se sienta mejor.

Aunque muera en el intento.

Me acuesto y apago la pequeña lámpara que queda brillando en la habitación. ¿Para qué voy a quedarme despierto? Solo quiero estar pendiente de ella y ya está dormida. Mejor esperaré a que amanezca y entonces...

Entonces...

¿Entonces?

- ¿Qué le pasó?

-Se paró frente a un auto en la avenida. El golpe fue demasiado duro para ella.

Giro mi cabeza hacia un lado. Un par de señoras se encuentran murmurando, mientras el padre pronuncia las últimas palabras. Me lleno de rabia hacia ellas. ¿No pueden ni siquiera respetar un día como este? ¿Ni siquiera esto? ¡No la respetaron por meses, ni siquiera le dan el derecho de estar en paz! ¡Todos causamos esto! ¡Por mi culpa...!

Pero...

¿Por qué el día está tan gris? ¿Y por qué estoy en un funeral?

Al final las personas se dispersan y comienza a llover. Yo me quedo paralizado, mientras leo las letras esculpidas en la lápida. Y entonces siento que el mundo se me viene encima. No... esto no puedo estar pasando.

«Blair Johnson»

1995-2018

Caigo de rodillas. Estiro mis dedos temblorosos hacia la lápida y la toco. Esto no puede estar pasando. Blair no puede haberse convertido en... esto.

Blair está muerta.

No... no...

¡No! ¡Esto no puede estar pasando!

¡No!

Abro los ojos de golpe. El corazón me retumba con fuerza, e incluso acostado siento que tiemblo por todas partes. Pensar que eso pudo haber pasado de verdad, pensar que si no hubiera llegado a tiempo, que si hubiera tardado aunque sea un segundo más en llegar, ella...

Siento una mano en mi frente.

Giro la cabeza a un lado y veo una sombra sentada en el borde del sofá. ¿Es ella? ¿Me vio tener esa pesadilla?

No puedo controlarme. Cuando menos me doy cuenta, ya la tengo aprisionada con fuerza entre mis brazos. Escondo mi cabeza en su cuello mientras cierro los ojos con fuerza. No quiero que desaparezca. No quiero que se vaya nunca. Ni siquiera quiero pensar en el hecho de que ella es mortal y que tarde o temprano va a desaparecer.

No quiero que se vaya.

Está temblando. Me pregunto si tuvo una pesadilla. No debí haberme acercado, pero al verlo retorcerse y murmurar no pude evitar recordar esa época en la que sus pesadillas lo torturaban. Y a pesar de haberme hecho lo que me hizo, no pude resistirme a acercarme. Confié en que no se despertaría.

Sin embargo, mis instintos me han vuelto a fallar.

Alex me sujeta como si fuera a desvanecerme en el aire. Normalmente me haría ilusiones por esto, pero... ya me he acostumbrado. Sea lo que sea que Alex haga, nunca significará nada más. Esto es solo su lástima. Y sé que debería apartarlo, pero... lo dejaré solo por ahora.

Esta será la última vez.

Haré que Alex sea consciente de las consecuencias cueste lo que cueste.

No le devuelvo el abrazo. Solo dejo que me abrace durante largos minutos y no parece querer despegarse de mí. Y mientras veo su cuerpo tembloroso aferrado al mío, solo puedo llegar a una conclusión.

Si no puedo odiar a Alex, apagaré mis sentimientos hacia él a la fuerza.

No sé cuánto tiempo pasa, pero cuando menos me doy cuenta se ha quedado dormido. Suspiro, y lo acomodo de nuevo en el sofá, con cuidado de no despertarlo. Espero que en la casa de playa pueda dormir en una cama normal. Al menos espero que Alex y los demás puedan divertirse. Tendrán la playa y el mar como distracción, tal vez así puedan dejarme sola por un rato.

Odio que me cuiden solo por compasión.

Arropo a Alex y me aseguro que esté profundamente dormido. Ya no debo hacer esto nunca más. No debo cuidarlo de esta manera ni preocuparme por él. Mientras siga haciendo eso, mi vida no mejorará. Al final, el amor solo me hizo débil.

Terminé escribiendo en libros lo que nunca vería en la vida real. Y probablemente, seguiré escribiendo sobre lo que nunca veré.

Me levanto del sofá y arrastro mis pies hasta la cama con pesar. Será mejor que me vaya a dormir. Solo espero que nunca amanezca. No quiero abrir los ojos otra vez.

.

Abro los ojos.

Puedo ver el sol saliendo por el horizonte. Deben ser cerca de las seis de la mañana, pero ya oigo ajetreo en la habitación. Alguien se mueve de un lado para otro, moviendo cosas. ¿Por qué siento que no dormí las horas suficientes? Quisiera quedarme en esta cama para siempre, donde estoy segura, es cómodo y nadie me hará daño.

-Ah, ¡estás despierta!

Sabrina aparece en mi campo de visión. Tiene una gran sonrisa en su rostro, una que me hace sentir que se está burlando de mí. Ella sonríe de esa manera mientras estoy pudriéndome por dentro. Yo también sonreí así alguna vez. Me pregunto como lo hacía.

- ¡Arriba! Nos espera un gran día por delante.

Me quita las cobijas de encima de un tirón y de inmediato siento un escalofrío. Froto mis brazos intentando recuperar algo de calor, pero es inútil.

«Este es el cruel y crudo mundo real».

-Tu maleta está lista. Diana y yo te ayudaremos a arreglarte-dice, señalando a Diana a un lado. Ella me saluda, haciendo una mueca de desdén hacia Sabrina-. Y no te preocupes por Alex, nos aseguramos de sacarlo de aquí.

Ya veo. En parte lo agradezco. No quiero ser testigo de su mirada. Después de todo dejé que me abrazara anoche. Espero que piense que solo fue parte del sueño.

-Espera a ver el lugar al que iremos. Es muy bonito. Es como una playa y bosque a la vez. Lo vi en una foto. Frente a la casa hay playa, pero por la parte de atrás tiene zonas verdes para explorar muy bonitas. Te va a encantar.

Me siento sobre la cama y trato de mantener los ojos abiertos. Solo quiero volver a acostarme en la cama y no saber nada del dichoso viaje. Pero... es mi oportunidad para alejarme de aquí por un rato. Si lo hago, tal vez pueda dejar esta sensación de vacío atrás por unos días.

-Vamos, arriba. Tienes que arreglarte.

-Puedo hacerlo sola-murmuro, frotándome los ojos.

-Lo sé, pero queremos ayudarte-dice Sabrina con entusiasmo-. ¿Además crees que permaneceré al margen por tanto tiempo? Pues claro que no. Puede que Alex te esté acaparando por tanto tiempo, pero aun así quiero apoyarte todo lo que pueda. Me... me ayudaste mucho en un momento crítico y cuando nadie más lo hizo.

Desvío la mirada hacia un lado.

-No quiero tu agradecimiento.

Me he cansado de que me den las gracias. Quisiera poder decir que me gané algo, en vez de recibir el agradecimiento de otros mientras me sacrifico sin sentido alguno. De una u otra forma... las gracias ya no son suficientes.

-Yo también te ayudaré-dice Diana-. No te dejaré sola, por... por razones.

Es claro que Diana no es tan expresiva como Sabrina.

Sabrina me toma de las manos y me hace levantar de la cama. Pone algo contra mi pecho y sonríe.

-Ponte esto. Será perfecto para el clima.

Es un vestido blanco y con bordes floreados en la falda. Esto desafina completamente con mi estado de ánimo. Parece un chiste. Pero qué más da. Si estuviera normal, no estoy segura de sí me habría puesto esto. No tengo mucho talento para los vestidos.

-Esto no es mío.

-Lo sé. Yo... iba a dártelo de regalo de navidad el año pasado, pero con todo lo que pasó no tuve oportunidad. Espero que puedas aceptar este humilde regalo.

¿Humilde? Aunque no tenga talento para esto, creo que el vestido es bonito.

-Gracias-murmuro, aunque no esté segura de sentirlo realmente.

Este vestido era para la chica animada que enfrentaba perros rabiosos y les daba la cara a hombres malhumorados. Que arreglaba fiestas sorpresa y que hacía planes para animar a alguien. Si era para ella... ¿está bien que yo lo use?

-Oh, tu cabello está creciendo de nuevo-dice Diana, acercándose. Es cierto. Ya comienza a sobrepasar los hombros-. Si sigue así, estará como lo tenías antes dentro de poco.

Hago una mueca. Aunque mi cabello vuelva a crecer a la misma altura como lo tenía antes, eso no hará que me convierta en esa persona de nuevo. De hecho, no sé si pueda volver a serlo algún día. ¿Llegará el día en el que dejaré de lamentarme por todo esto? Espero que un día pueda dejar todo esto atrás. Solo quisiera saber qué hacer para que eso pase.

¿Llegará el día en el que pueda ser feliz de verdad?

Diana me pone las manos sobre los hombros y me mira con una expresión profunda.

-Necesitas unas vacaciones urgentemente. Por favor, toma esto como unas. Somos tus amigos, y no queremos incomodarte, pero tampoco podemos dejarte sola, precisamente por esa razón. Lo entiendes, ¿verdad? De verdad nos preocupamos por ti.

Asiento con lentitud, aunque no estoy segura de estar dándole la importancia necesaria ni de ser consciente de lo que eso significa realmente.

Supongo que no me entra del todo en la cabeza.

- ¿Puedo cambiarme ya?

Diana parece descolocada por un momento, pero se hace a un lado y me deja caminar hacia el baño. Cuando llego, cierro la puerta y me recuesto contra esta. No sé si este viaje mejorará en algo la situación, pero al menos tengo que intentarlo. No se me ocurre como esto aclarará mi mente. Se nota que están preocupados por mí, y de verdad les agradezco la intención. Pero soy un caso perdido. ¿Acaso no hay un límite de cuantas veces debe intentar una persona? Porque yo ya perdí la cuenta.

Tomo un baño y me tomo mi tiempo para organizarme con tranquilidad. Cuando ya estoy lista, Diana y Sabrina ya no están en la habitación. Veo una maleta al lado de mi cama. Me acerco a abrirla. Dentro hay ropa mía y muchas cosas más. Ya veo. Han hecho mi maleta. Supongo que se los agradezco, mientras que no haya sido Alex el que tocó mis cosas.

Me pregunto en donde estará Alex.

No. No debo pensar en él.

Diana y Sabrina vuelven a la habitación, y ambas sonríen al verme.

- ¿Ya te has cambiado? Ven, deja que te arreglemos un poco.

Cada una me toma de una mano y me llevan hasta el pequeño mueble con espejo que hay en la habitación. Diana comienza a peinarme, haciéndolo de una manera tan suave que por un momento me dan ganas de dormirme de nuevo. Sabrina por su parte busca algo en un pequeño neceser.

-Te maquillaré un poco, aunque no demasiado fuerte.

Sabrina sabe que no soy gran fan del maquillaje, así que supongo que por eso toma esa consideración. Observo su maquillaje, se nota que le gustan los labiales fuertes y el lápiz de ojos. Yo no soy demasiado fan, sin embargo durante estos meses tuve que hacerlo varias veces por necesidad. El maquillaje ayudaría a ocultar mi identidad y entre más tuviera menos me parecería a mí.

Me esforcé mucho estos meses para perder mi identidad. Solo espero que este viaje pueda ayudarme a recuperarla.

........................

¡Feliz año nuevo, gente!

Bueno, ya se que aún no se ha acabado. Faltan algunas horas, pero no quería quedarme sin desearles feliz año y además de eso decirles que piensen con fuerza en sus propósitos para este año y se propongan de verdad, para que así cuando al final del próximo año puedan mirar atrás y decir "Lo logré".

Aqui les dejo un dato curioso: uno de mis propósitos de año nuevo en el 2016 fue que al final de este año Corazón de papel llegara a los 200k. ¡Y que cerca que estuve! Hoy Corazón de papel llegó a los 150k. Y de hecho mi meta inicial habían sido los 100k, pero al final subí la apuesta :v ¡Muchas gracias a todos! Aunque no llegué a los 200k, la diferencia fue pequeña, así que sabiendo eso me quedo muy feliz. Ustedes hicieron esto posible, tanto los que siguieron esta saga desde sus inicios hasta los que son nuevos. Muchas gracias a todos, de verdad.

Seguramente habrán muchos momentos difíciles en este 2018, pero también habrán muchos felices. No se rindan y luchen por lo que quieren, este nuevo año tienen una nueva oportunidad. Pase lo que pase, no pierdan de vista lo que quieren de verdad.

Y bueno, en la tumba de Blair quería poner 2017, pero dije "Ya casi se acaba el año, así que qué mas da", así que lo cambié por 2018. En fin, la mayoría de próximos lectores vendrán en 2018, así que tal vez sea lo mejor ;) (Por cierto, para los que se hayan saltado al final, eso va a sonar muy trágico XD)

¡Ahora me retiro! ¡Espero leer sus opiniones, que leo todas y cada una de ellas! Y ya, no publico más capítulos hasta el otro año, así que no insistan >:v

¡Nos leemos en el 2018! :D

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