Hola!
Soy Astrid Smith, una neoyorquina que vive en en Tokyo por motivos de estudio, ya que participo en el programa de intercambio «Tokyork», dónde dos estadounidenses viajan a Tokyo para estudiar en el Instituto Yūhi, y dos japoneses hacen lo mismo, pero con destino a E.U.A.

Yo apliqué exitosamente junto con Eli Anderson, mi compañero de segundo grado de bachillerato.
Hoy volvimos de las vacaciones de invierno, y estaba estudiando japonés mientras esperaba al profesor, pero Dai Kurosawa, la chica estereotipada como la popular, se paró enfrente de mi escritorio.
-Devuélveme mi libro idiota!-gritó Dai energéticamente.
Obviamente me sorprendió el acto de Dai.
-De que hablas? Este es mi libro, hasta tiene mi nombre en su portada.-dije seria.
-Histi tini mi nimbri in si pirtidi-dijo burlándose-De seguro lo escribiste después de que lo robaste.
-Ya te dije que no tengo tu libro!
Estaba enojada, no solo me estaba incriminando, sino también estaba montando un escándalo para hacerse notar.
Iba a darle un buen golpe para que se callara, pero alguien intervino.
-Algún problema con ella,Kurosawa?
Eli estaba discutiendo con Dai para protegerme, un acto noble y valiente.

-Gra-Gracias-dije sonrojada
-No fue nada.-dijo Eli con su sonrisa leve, que usualmente mostraba.

Después de la escuela lo invité a un pic-nic con motivo de agradecerle, y él accedió,lo que me puso muy feliz.
De camino a mi casa, en una joyería vi un anillo incrustado con un precioso rubí, y como tengo una economía estable, me di el lujo de adquirirlo.

Al llegar a casa tomé un relajante baño, para luego ir a dormir.

Me desperté y me estiré como suelo hacerlo, y al darme la vuelta descubrí que nada me lo impedía.
Eso fue raro, puesto que mi busto normalmente impide esta acción, por lo que abrí los ojos y me llevé un susto tremendo.
No era yo
Era un hombre.
Revisé allá abajo y...
Si, definitivamente soy un hombre.
Pero, por qué?
Cómo?
Quién soy?
Tenía tantas preguntas y tan pocas respuestas...