Capítulo 9


Pasaron casi dos horas hasta que llegaron mi primo y Joss, el médico que nos atiende, así que aproveché para sacar a todos de los autos y sentarnos a la orilla de la calle. Miraba a todo mi equipo, mis amigos, mi familia y me duele tanto.

La herida que más me preocupaba era la de Fluke, después de un tiempo muy largo logré que dejara de sangrar. Yacht venía acompañado de las grúas y tres ambulancias, aparte de él que venía en una camioneta.

- Zee, ¿Qué pasó aquí?

- No me preguntes eso Joss... - Mis lágrimas estaban a punto de salir.

- Voy a seleccionar, los más graves irán en las ambulancias.

- Gracias por venir hasta aquí Joss.

Obviamente, Fluke fue el primero que subieron a una de las ambulancias porque su herida era muy grave. Revisó al resto, Kao también se fue en ambulancia porque tenía una fractura en el pie derecho y Mean que tenía fracturado su brazo izquierdo.

Gulf, Perth y yo teníamos heridas menores, así que podíamos viajar en auto, ellos se fueron con Yacht y yo me fui con Joss. Lloré todo el camino hasta que llegamos al hospital, ni siquiera pude contarle que fui traicionado por imbécil.

Kao y Mean terminaron con yesos para que sus huesos se restauraran, Fluke recibió cinco puntadas en su cabeza. Y todos acabamos con analgésicos para el dolor físico, pero no me dieron nada para sanar mi corazón roto.

- Primo, vamos a casa por favor...

- ¿Están todos listos?

- Sí, pero no cabemos todos en la camioneta.

- Bien, ve a dejar a Kao, Fluke y Mean primero.

- Muy bien, volveré por ustedes.

- ¡Aquí te esperamos! Ve con cuidado.

- Quisiera decir que ahora sientes lo mismo que yo, cuando ella se fue. Pero, no es lo mismo y no sé ni las palabras que podría usar. ¿Qué hago Zee? ¿Qué puedo decirte?

- No hay nada que nadie pueda decir, que me ayude a sanar mi corazón o quitar el dolor... Ve a dejar a Kao y los demás, ten cuidado con las puntadas de Fluke.

- ¡Está bien!

Sé que a Yacht le duele verme así, pero como lo dije, no hay palabras que me hagan olvidar el dolor y la traición. Después que mi primo regresó, nos subimos a la camioneta y fue un viaje directo hasta la mansión, sin decir nada.

Pasaron un par de días, el dolor de mi cuerpo desapareció, pero mi corazón seguía tan herido, que me parecía imposible que se recuperara en algún momento. Y lo peor es que no puedes odiar a la persona que más amas, sigo amándolo con locura.

Salí de mi habitación después de casi una semana, decidí olvidar, para ayudar a mi corazón convaleciente. Fui al garage para limpiar el único auto que no sufrió daños, irónicamente fue el auto de la cita con él.

Solo con verlo, mis ojos se llenaron de lágrimas; aún así, fui a tratar de borrar ese recuerdo, todo iba tan bien. De pronto, cuando limpié el piso, encontré los botones de su camisa, estaba arrodillado fuera, puse mi cabeza sobre el asiento y lloré como un niño.

- ¡Primo, ya basta, te lo suplico! Te haces daño a ti mismo.

- ¿Por qué el amor duele tanto Yacht?

- ¡A veces el amor es cruel! Pero debes encontrar la manera de cerrar este círculo...

- ¿Qué clase de círculo es?

- Es un círculo de dolor, ciérralo y sal de él, o te consumirá Zee.

- Para hacer eso, debo verlo de nuevo...

- Pues, ve a buscarlo entonces.

- ¿Adónde? ¡De seguro ni siquiera vive en ese departamento!

- ¿Le compraste un celular no? ¡Dame su número y te daré su ubicación!

Limpié mi rostro, lo acompañé hasta su habitación donde estaba su tablet, ahí le di el número de Saint, rogando que él aún estuviera usando ese celular. La ubicación indicó que estaba en la Cafetería O&E, así que me subí a mi auto y fui a buscarlo.

- Yacht, dime si se mueve de ahí...

- Mantén tu celular cerca, si se va yo te aviso.

Fui directamente hasta esa cafetería, Yacht no me avisó de ningún movimiento, así que solo me quedaba rogar que él estuviera ahí. Definitivamente, debo cerrar este círculo de dolor, cuando me acerqué a la puerta, Saint venía saliendo, y hoy hasta su ropa es diferente.

- Saint Suppapong...

- Dígame... - Cuando me miró, parecía que había visto a un fantasma.

- Tú y yo tenemos una conversación pendiente...

El muy cobarde ni siquiera se quedó a hablar conmigo, se echó a correr como una gallina huyendo de su peor pesadilla. No lo dejé huir, corrí persiguiéndolo como un loco, admito que tiene buenas piernas, porque iba a tres o cuatro pasos delante de mí.

- ¡Detente cobarde!

- ¡Aléjate de mí Zee!

Siguió corriendo, hasta que llegó a un edificio de estacionamiento y subió por ahí, tenía más de 8 pisos, pero se le acabaron. Estaba caminando por la orilla de la azotea, luego se giró y me miraba, pero siguió caminando sin ver por donde, hasta que se tropezó y se cayó.

Corrí hasta donde fue, creí que había caído hasta el piso, sentí un gran alivio cuando lo vi colgado con sus manos. ¡Maldita sea! Mi amor por él no está dispuesto a morir, aún tengo miedo de perderlo y si no está conmigo, al menos no quiero que muera, le extendí mi mano.

- ¡Toma mi mano, no te soltaré!

- ¡Estás aquí para matarme! ¿Por qué debo confiar en ti?

- ¡Porque te amé desde la primera vez que te vi! Y lo peor, es que aún te amo... No te dejaré morir.

Fue en ese momento que Saint tomó mi mano, utilicé toda mi fuerza para poder subirlo, él se agarró de mi cuello. Luego de mucho esfuerzo, logré tomarlo de la cintura y lo traje hacia mis brazos, dimos un par de vueltas, quedó debajo de mí, podía sentir su cuerpo temblar del susto.

Saint estaba entre mis brazos, no puedo creer que después de todo lo que me hizo, quiero que se detenga el tiempo y quedarme así con él. Puse mi frente junto a la suya, y sentí el impulso de besarlo, así que me acerqué a sus labios, pero me levanté antes de hacer esa locura.

- Saint, esta es la última vez que tú y yo nos veremos, porque si te vuelves a acercar a mí o a mi familia... Sin dudarlo, te mataré... ¡Adiós Saint Sup!...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top