Después de la discusión, fui a encerrarme a mi habitación. Ahí esperé a que se largaran, pero no salí. No quería toparme con Blair.

-Nicole, ábreme.-escuche al otro lado de la puerta.

No conteste, pero me pare a abrir la puerta. Cuando ya había abierto regresé a acostarme en mi cama.

Había estado llorando, por lo que seguramente en este momento estoy roja.

-¡Hey! No llores, podemos reemplazar la pelota.-me ofreció mi hermana.

-¡No es eso!- dije gritándole.-Simplemente extraño a mi hermano y a ti se te ocurre meter a gente que no me agrada a su habitación y gracias a que los metiste, Ethan rompió la vitrina de la pelota de mi hermano. ¿Y te digo lo peor? Es que fue la pelota que atrapo en el partido de los Blue Jays.-dije ya frustrada.

-¡No fue mi maldita intención! No creí que romperían nada, solo quería una buena portada para el concurso, para que valiera la pena estar en equipo con Cameron.

-¡Pudiste haber ocupado otra habitación! Estaba la tuya, y si no te gustaba te pudiste haber largado a la casa de Cameron. ¡Es mi casa!-grite enfadándome aún más.

-También es la mía.-contestó.

-¡Cállate!-grite.

Iba a correrla, pero salió de mi habitación. Escuche como se encerraba en la suya.

Creo que no debí haberle gritado así a Ethan. Pero en verdad estaba molesta.

Me quede pensando eso toda la noche, bueno, el tiempo que estuve despierta hasta que me  quedé dormida.

Al día siguiente me desperté más temprano de lo normal, así que me dio tiempo hasta de secarme el cabello.

Me puse este conjunto (multimedia).

Salí de mi habitación al mismo tiempo que mi hermana. No quería verla, pues seguía enojada.

-Bonitos zapatos.-halagó.

-¿Qué quieres que haga? ¿Qué te los regale?- dije enfadada.

-Huy, alguien amaneció con el pie izquierdo.

No dije nada, solo la fulmine con mi mirada.

-¡Déjate de tonterías! Apúrate, que ya quiero irme.- dije bajando a desayunar.

No la esperé. Ya abajo, fui en busca de fruta para desayunar.

Cuando encontré lo que quería me senté a comerlo.

Al parecer Blair no tenía hambre por que solo tomó un vaso de leche.

Obviamente terminé antes que ella.

-¡Apúrate!

Fui a tomar mi mochila y me dirigí a su auto. Donde la esperé.

Cuando por fin entró nos pusimos el cinturón y arrancó.

Prendí la radio y estaba la canción de Wildest Dreams de Taylor Swift. Esa canción realmente me gusta. 

Las dos íbamos cantando. Todo parecía tranquilo, pero la canción cambio, nadie volvió a hablar.

Todo lo que resto del camino fue en silencio.

Cuando paró el auto, anunciando que habíamos llegado a la escuela, bajamos y nos separamos para ir en busca de nuestro grupo amigos.

A la primera que vi fue a Dana.

-Hola.-Dije. Con un tono un poco molesto.

-Hola. ¿Estás bien? Te escucho y te veo un poco molesta.-dijo con las cejas arqueadas.

-Tuve una discusión con mi hermana por culpa de tu novio.-dije refiriéndome a Ethan

-¿A qué te refieres?-preguntó curiosa.

-Ya que Ethan tiró una pelota de mi hermano, y la rompió, tuve una discusión con Blair.-dije rápidamente.

-¿Que hacía Ethan en TU casa?- dijo enfadada.

-Fue a hacer algo con Blair.

-Sigo sin entender que tiene que ver Ethan-dijo ahora más enfadada.

-Hay, ¿sabes qué? Olvídalo-dije ahora yo enfadada.

No puedo creer que ni mi amiga me pueda comprender, pensé.

Sé que estaba exagerando, pero esto era realmente importante para mí.

Cuando sonó la chicharra, fui directo a mi clase de Matemáticas. Me tocaba con el odioso de Grayson.

Cuando entre al aula, ya no había muchos lugares disponibles, pero por suerte había una banca en la parte de en medio, por lo que tome lugar ahí.

Entró la maestra, pero en el momento en el que vio a Grayson sentado con su bola de amigos, le pidió que se cambiara de lugar.

Por mala suerte, la maestra lo sentó a mi lado, "para tener un ojo en él".

Comenzó la clase, realmente quería poner atención. Digo, es matemáticas.

Estaba tratando de concentrarme. Pero a un lado tenía a alguien muy fastidioso.

-Psss...

Lo ignore.

-Psss...

Nada, seguí ignorando.

-Psss...Preciosa.

-¿¡Qué quieres!?- dije ya enojada, pero sin dejar de susurrar.

-Tengo que hablar contigo.

-No me importa nada que TÚ, me tengas que decir.- dije haciendo énfasis en el TÚ.

-Señorita Garfield. ¿Cuál es la respuesta de "x"? -preguntó la maestra molesta.

-Es...

-Cuatro. Di cuatro.-dijo Grayson.

-¿Y bien?- dijo la maestra.

-¿Cuatro?

-Correcto. Por favor guarde silencio.

-¿Ahora me harás caso?

-La maestra me dijo que guardara silencio. Lo siento.- dije tratando librarme.

-¿Desde cuándo Nicole Garfield le hace caso a los profesores?- dijo burlándose.

-No se. ¿Desde cuándo Grayson Dolan dejará de ser tan odioso?

-Cuando Nicole Garfield acepte hablar conmigo.

-Oh. Entonces estás muy lejos de dejar de ser odioso. Qué mal.

-¡Vamos, Preciosa!

-¡Garfield! ¡Dolan! ¡FUERA!- gritó la maestra.

-Pero...Pero.

-Pero NADA. Ambos fuera.

Sentí como Grayson reía por lo bajo, tomaba sus cosas y caminaba a la puerta y se quedaba en la puerta esperándome.

La maestra estaba mirándome expectante, para ver en qué momento saldría del salón.

De mala gana tomé mis cosas y caminé a la puerta en donde Grayson me esperaba con una sonrisa y sosteniendo la puerta para que pasara.

Cuando llegue y pase de largo, lo único que pude escuchara fue:

-Listo, Preciosa. Vamos a hablar.

-Ni lo sueñes -conteste y seguí caminando, en dirección a la cafetería.

-¿Qué haces?-me preguntó.

-Alejarme de ti. ¿No es obvio?

-No. De cualquier modo. No podrás librarte de mí.-dijo interponiéndose  en mi camino.

-Muévete.

-¿Cuáles son las palabras mágicas, preciosa? Cuando las digas te dejaré pasar y no te molestaré más.

-Por favor.

-No. Solo te dejaré intentarlo una última vez.

-Grayson, muévete.-dije ya enojada y tratando de pasar, pero se volvió a interponer.

-Equivocada de nuevo, preciosa. La única forma de que te deje pasar será que me des un beso.

-¡No! Ni lo sueñes.-dije.

-Bueno. Entonces tendremos que quedarnos aquí todo este tiempo.-dijo.

-Si te doy UN, solo UN beso, ¿me dejarás pasar y me dejaras en paz?

-¡Claro, Preciosa!-dijo con una sonrisa en la cara.

-Okay.

Me acerqué a él y deposite un pequeño beso en su mejilla.

-Preciosa, eso no es suficiente.

Me volví a acercar. Y esta vez le dio un beso en la comisura de los labios.

-Listo. Déjame pasar.

-Lo siento preciosa. Sigue sin ser suficiente. Pero puede que estés cerca de que me mueva.

-Oh, no. Ni loca. Ya fue suficiente. Sé que quieres. Jamás sucederá.

-Vamos. Intenta. Tal vez uno como el que me acabas de dar sea el definitivo.

Me acerqué a él, yo pretendía darle un beso en la comisura de nuevo, pero el movió la cabeza provocando que el beso que tenía como destino la comisura de sus labios, terminará en sus labios.

Me trate de separar pero era imposible el me estaba agarrando de la cintura y por más que quisiera sepárame de él era más fuerte que yo.

Tontamente le seguí el beso sentía cosas que no había sentido ni con Thomas.

Nos separamos por falta de aire. Estaba enojada, pero con un sentimiento que no reconocía.

El trató de acercarse de nuevo.

-¡Que te sucede!-grite  enojada.

Sonó la chicharra, indicando que ya podíamos ir a la cafetería.

Sin esperar respuesta de Grayson, comencé a caminar hacia la cafetería.

Escuchaba los pasos de Grayson a mis espaldas. Pero no voltee, preferí ir en busca de mis amigos, o una mesa.

Cuando por fin llegue a la cafetería, noté que había unas cuantas personas, así que fui por mi lunch, para después ir a sentarme en una mesa.

Pero Grayson seguía atrás de mí y repetía mi nombre una y otra vez.

- Nicole, Nicole, Nicole-decía. Ya me tenía harta. 

-¡Qué quieres!-dije gritándole, causando que toda la escuela, bueno, los que estaban en la cafetería, me voltearan a ver.- Tú y yo quedamos en algo, yo ya te di lo que querías. Ahora déjame en paz- dije enojada.

-Solo escúchame-dijo con una cara de súplica.

Suspiré.

-Tienes 2 minutos- dije resignada.

-Te quería pedir disculpas de parte de mi hermano, está muy apenado. Y lo otro es que, quería ver si querrías ir conmigo este fin de semana a la playa con unos amigos.- dijo como si nada.

-¿Tu crees que quiero ir a la playa contigo?- pregunté- Pues déjame decirte que estás muy equivocado- dije molesta.

-Oh, vamos preciosa. Te la pasarás increíble. Es más, si quieres podemos repetir lo que hace un momento acaba de pasar-dijo coqueto.

Había llegado al limite.

-Mira, lo que acaba de pasar, nunca, escúchame bien, nunca va a volver a suceder. Te lo prometo.-empece a caminar en busca de mis amigos.

-Espero cumplas tus promesas.-dijo alzando un poco el tono de su voz.

Lo ignore y seguí buscando a mis amigos.

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