Capítulo 37. Maratón [2/?]

Grayson se acercó a mí y me tomó de la cintura acercándome al él más de lo que se debería.

—¿Qué hacías bailando con Aaron?—dijo un tanto enojado.

—Pensé que no querías bailar—evité su pregunta.

—Exacto, no quería. Ya quiero. Ahora, ¿me dirás por qué bailabas con Carpenter?–me traté de soltar de su agarre para irme, pero como era de esperarse, ya me tenía de regreso en sus manos.

—Grayson, eres muy complicado. Bien sabes por qué estaba bailando con él. Porque tú no querías cuando te lo ofrecí, además se supone que venía a ser tu acompañante y lo único que hiciste fue rechazarme—dije firme en un tono molesto.

—Si ,tienes razón. Lo siento ¿podemos bailar?—preguntó a lo que yo suspiré.

—Si, Grayson. Si podemos bailar.

—Bueno ahora que ya estamos bien, te quiero decir que te vez preciosa—dijo acercándome más a él si acaso eso era posible.

—¿Ah si...?—dije coqueta, rozando mis labios con los suyos.

—No hagas eso—dijo con la respiración agitada.

—¿Qué no haga que?—dije repitiendo la acción que hace un momento hacía.

—Eso...—dijo a unos escaso centímetros de mi boca en un susurro ronco.

—¿Porqué? A mi me gusta—dije mirándolo a la los ojos.

—No querrás provocar un accidente, demasiado es con el vestido. ¿No podías elegir un color menos sexy y un diseño más abuela? Todo mundo te está viendo. No deberían–reí por su comentario—.  No te rías, tengo que cuidarte de todos estos adolescentes con las hormonas alborotadas y que aparte cuentan con litros de alcohol encima.

—No exageres–dije aún riendo.

—No exagero, es la verdad. Mira a tu alrededor. Incluso tu "amigo"–dijo haciendo rápidamente comillas con sus dedos—, Aaron, está babeando tras de ti. ¿Crees que no vi cómo te veía? Es un idiota.

—Grayson, no hables así de él. No hizo nada malo, además es mi amigo, se podría decir que el mejor. Cambiemos de tema, no quiero discutir contigo, de nuevo.

—Bien–dijo haciendo lo que le pedí y viéndome a los ojos.

—A puesto a que te verías mejor sin eso en la cara–dijo refiriéndose al antifaz.

—Tal vez, tal vez no–dije haciéndome la graciosa—. Tú definitivamente te ves mejor con el antifaz–dije claramente bromeando.

—Oh–dijo tocando su pecho y cerrando sus ojos con una fingida mueca de indignación

—Deberás conservar la máscara si quieres volver a verme–dije bromeando.

—Por volver a verte, lo haré, esto y más–dijo siguiendo mi juego.

—¿A sí y que que es más?—pregunté tomándolo por el cuello y enredando mis dedos entre el pelo de su nuca. 

—Podría quitarle a todos los chicos de la fiesta lo que quieren.

—¿Y qué es lo que quieren?—pregunté.

—A ti.

—Ah, si y ¿cómo vas a hacer eso?

—Así—dijo robándome un beso.

—¡Ey!—dije riendo y escondiéndome en su cuello— ¿Qué haces?

—Tu fuiste la que me puso a prueba—dijo riendo—¿Y sabes que es lo peor de todo?

—¿Qué es lo peor de todo?—pregunté alejándome de de su cuello para poder ver su cara.

—Que me has dejado con  las ganas de seguirte besando—dijo en un susurro.

—No me digas...—lo mire coqueta.

—Si ¿Y sabes porque te lo digo?

—¿Por qué?

—Porque realmente no me las quiero quedármelas—dijo acercándose peligrosamente a mis labios.

—Pues tendrás que quedártelas a menos que...

—Que ¿qué?—preguntó coqueto.

—Que me encuentres—dije para alejarme de él.

—¿A dónde vas?—preguntó viéndome.

—¿Quieres tu beso?—le pregunté a lo que él asintió—. Pues encuéntrame–dije para desaparecer entre la gente y ahora ¿Dónde me escondo? Claramente abajo me encontraría.

Subí al piso donde se encontraban las habitaciones y los baños. Sería fácil que me encontrara en el baño y podría causar problemas a alguien que necesite usarlo. Al final me decidí por esconderme en una habitación, entre a la habitación, que se diría es de vivirás y estaba ocupada por unos chicos que supongo planean más que roces y besos. Cerré silenciosamente la puerta y me dirigí a la que creo es la de Indiana, pero para mi sorpresa ella se encontraba ahí con algún chico. Me alejé y entre a la que era la habitación principal. Era realmente hermosa y gigantesca, estaba adornada de una forma elegante y minuciosamente organizada.

Me senté en la cómoda cama y esperé a que Grayson apareciera y así fue. No  pasaron más de 15 minutos, cuando la puerta de la habitación se abrió dejando ver la cabeza de Grayson asomado.

—¡AQUÍ ESTÁS!

—Baja la voz–dije riendo y tapando su boca—. ¿Dejarás de gritar?–dije aún con la mano en su boca, el solo asintió, a lo que baje mi mano.

—Ahora bésame–dijo atrayéndome a él—. Me lo merezco–dijo y me besó.

El beso era lento y lleno de sentimientos. Grayson empezó poco a poco a acostarme en la cama, se puso encima de mi, claro está que sin lastimarme, sus manos empezaron a subir y bajar de mi cintura a mi muslo claramente esto estaba subiendo a otro nivel. Empezó a bajar los besos de mis labios a mi cuello, el cual comenzó a morder y solté un pequeño gemido a lo que él sonrió, volvió a subir a mis labios.

—Me gustas mucho—me susurró mientras mordisqueaba mi lóbulo izquierdo, lo que provocó que algo se prendiera en mí y ahora la que estaba arriba era yo. Lo empecé a besar para repetir los mismos pasos que hace un rato él me había hecho a mi, el empezó a bajar el cierre de mi vestido pero ¿Realmente perdería mi virginidad sin tener siquiera una relación estable?o... ¿al menos él me quería?, esas preguntas bastaron para que me levantara de encima de él.

—¿Qué sucede, preciosa? Pensé que te gustaba lo que estaba pasando.

—Grayson...No puedo. No estoy diciendo que no me haya gustado pero no hay una relación.

—¿Y? Pensé que éramos amigos con derecho.

—Si lo somos pero...

— No quieres tener...

—No, hablo, si quiero, pero siempre y cuando haya una relación.

—Oh no, preciosa. Eso no sucederá yo no soy un chico de relaciones.

—Bien entonces adiós—dije tragándome todo mi enojo y tristeza para irme.

—No seas niña, Nicole. Esto solo va a ser un buen polvo de amigos

—¡No, Grayson no estoy dispuesta a perder mi virginidad así!

—Oh ya entiendo solo por no tener relación y por ser virgen.

—Si y sabes que aquí la dejamos no somos ni amigos, ni  mucho menos amigos con derecho–dije y salí de la habitación.

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