Night 007
♖The Night of the visit♖
Christian y James llegaron juntos al departamento de Mary y Morgan, cada uno con sus propias intenciones. Ambos estaban de buen humor y, como era de esperarse, Mary los recibió con una cálida sonrisa al abrir la puerta.
-¡Christian, James! Qué gusto verlos- exclamó Mary, claramente sorprendida y encantada por la visita. Les hizo un gesto para que entraran, y los dos hombres cruzaron el umbral con cortesía.
-Hola, Mary. ¿Cómo has estado?- saludó Christian, sonriendo mientras le daba un abrazo amistoso.
James, por su parte, también la saludó con una sonrisa educada.
-Hola, Mary. Es bueno verte- dijo, notando la calidez del ambiente en el departamento.
Después de intercambiar saludos, James, que había estado pensando en cómo no interrumpir la conversación entre Christian y Mary, decidió tomar la iniciativa. Con una ligera inclinación de cabeza, pidió permiso para pasar a la cocina.
-Si no te importa, Mary, creo que iré a la cocina por un momento. Dejaré que tú y Christian tengan un rato a solas,- comentó James con una sonrisa tranquila, tratando de ser considerado.
Mary, apreciando su gesto, asintió con una pequeña sonrisa.
-Claro, no hay problema, James. Estás en tu casa,-respondió, antes de volverse hacia Christian.
James se deslizó hacia la cocina, dejando a Christian y Mary en la sala de estar. Mientras se acomodaba en la cocina, fingió examinar la decoración, pero en realidad estaba buscando cualquier indicio de Morgan. No podía negar la atracción que sentía por ella, aunque su relación seguía siendo tensa y complicada.
Christian se quedó con Mary en la sala, disfrutando de la tranquilidad del momento. La luz que entraba por la ventana bañaba la habitación, creando un ambiente cálido y acogedor.
-Christian, qué sorpresa tan agradable,- dijo Mary, observando a Christian con una sonrisa en los labios.
Christian le devolvió la sonrisa, sintiendo una agradable calidez al ver la expresión de Mary.
-Me alegra que pienses eso. Vine para ver cómo estabas, y para asegurarme de que te gustaran las flores que te envié,- dijo, refiriéndose al ramo de tulipanes que James había entregado en su nombre.
Mary asintió con una sonrisa radiante.
-Son preciosas, Christian. De verdad que alegraron mi día. Tienes muy buen gusto,- comentó, acariciando con delicadeza uno de los tulipanes del ramo que había colocado en un jarrón.
Christian se sintió orgulloso de haber acertado con su elección.
-Quería que fuera algo especial. Pensé que debía esforzarme un poco más,-dijo en tono juguetón, sus ojos brillando con complicidad.
Mary rió suavemente, entendiendo perfectamente la competencia amistosa que había entre Christian y Gabriel.
-Bueno, puedo decirte que te has ganado algunos puntos extras,- bromeó, provocando una sonrisa en Christian.
El silencio que siguió fue cómodo, lleno de una conexión silenciosa que no necesitaba palabras. Christian, queriendo prolongar ese momento, se acercó un poco más a Mary, admirando la manera en que la luz realzaba la suavidad de sus rasgos.
-¿Te gustaría salir a caminar más tarde?- preguntó, deseando pasar más tiempo con ella.
Mary, sin pensarlo mucho, asintió.
-Me encantaría, Christian. Suena como un plan perfecto,- respondió, emocionada por la idea de pasar más tiempo con él.
Mientras Christian y Mary disfrutaban de su conversación en la sala, James se encontraba en la cocina, intentando mantener la compostura. Fingía interesarse en la decoración de la cocina, pero en realidad estaba distraído, esperando el momento en que Morgan apareciera. No tuvo que esperar mucho.
Morgan entró en la cocina poco después, con su habitual mezcla de confianza y curiosidad. Al ver a James allí, levantó una ceja, claramente sorprendida de encontrarlo solo en la cocina.
-¿James? ¿Qué haces aquí?-preguntó, mirándolo con cierta sospecha.
James, que había estado preparándose mentalmente para este momento, le dedicó una sonrisa despreocupada.
-Bueno, Christian y Mary están ocupados en la sala, así que pensé que te haría compañía. No quería interrumpir su conversación,- explicó, mientras fingía examinar un frutero en la mesa.
Morgan lo observó detenidamente, cruzándose de brazos.
-¿Compañía, eh? ¿Y cómo es que tu idea de hacer compañía involucra estar aquí solo?- preguntó, dejando entrever una ligera sonrisa burlona.
James rió suavemente, reconociendo que su excusa no era la más convincente.
-Bueno, también pensé que podrías estar ocupada, y no quería invadir tu espacio... al menos no demasiado,- añadió, alzando un poco las manos en un gesto defensivo.
Morgan no pudo evitar reírse ante el intento de James por justificarse. Pero antes de que pudiera responder, James se acercó a la encimera donde había dejado algo especialmente para ella: una pequeña caja de bombones finos que sabía que le gustaban. Los había comprado con la esperanza de suavizar un poco la tensión que aún existía entre ellos.
-Traje algo para ti, por cierto,- dijo, extendiendo la caja con una mezcla de nerviosismo y expectativa.
Morgan miró la caja con sorpresa, claramente desconcertada por el gesto.
-¿Bombones? ¿Para mí?-preguntó, mientras tomaba la caja con cuidado.
James asintió, su sonrisa un poco más nerviosa ahora.
-Sí, pensé que te gustaría. Sé que las cosas entre nosotros no han sido fáciles, pero quería hacer un gesto amable,- explicó, esperando que Morgan apreciara el detalle.
Morgan abrió la caja y observó los bombones con una mezcla de sorpresa y gratitud. Aunque su relación con James había sido tensa, no podía negar que este gesto había tocado una fibra sensible. Sin embargo, no podía evitar burlarse un poco de la situación.
-Vaya, James, parece que estabas muy preocupado por asegurarte de que no hubiera malentendidos,- dijo Mary con una sonrisa traviesa mientras entraba en la cocina, haciendo que ambos se giraran hacia ella.
James, sintiéndose un poco avergonzado, asintió rápidamente.
-Solo quería que quedara claro que las flores eran de Christian,- dijo, claramente tratando de suavizar la situación.
Morgan, al notar lo nervioso que estaba James, no pudo evitar sonreír con malicia.
-¿Y qué pasa con los bombones? ¿También son de Christian o esos sí son de tu parte?- preguntó, claramente disfrutando de cómo James se ponía más incómodo.
James, incapaz de mantener la compostura, sonrió tímidamente.
-Esos sí son de mi parte,-admitió, mirando a Morgan con una mezcla de incomodidad y esperanza.
Morgan lo miró con una expresión difícil de leer, pero finalmente, su rostro se suavizó.
-Gracias, James. Es un bonito gesto. No tenías que hacerlo, pero lo aprecio,-dijo, sosteniendo la caja con una expresión que dejaba entrever una pizca de gratitud.
Mary, aún divertida, intervino para aliviar la tensión.
-Creo que Christian y yo nos iremos a caminar un rato, así que no te preocupes, James. Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras,- dijo con una sonrisa cómplice antes de dirigirse de nuevo hacia la sala.
James observó cómo Morgan trataba de disimular una sonrisa mientras se despedía de Mary. Aunque las cosas seguían siendo un poco incómodas entre ellos, sentía que había dado un pequeño paso hacia adelante. Morgan, por su parte, estaba sorprendida de lo mucho que James parecía dispuesto a hacer para ganarse su confianza. Aunque mantenía su distancia, no podía negar que empezaba a verlo de una manera diferente, aunque fuera solo un poco.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top