Night 006

♖The Night of the flowers♖

Christian se paseaba por su habitación, incapaz de dejar de pensar en la expresión de satisfacción en el rostro de Gabriel al anunciar que iba a llevarle un ramo de tulipanes y lirio de valle a Mary. Sabía que no podía dejar que Gabriel se adelantara. Así que ideó un plan.

Rápidamente, llamó a James y le explicó la situación.

-Es sobre Mary. Quiero que le lleves un ramo de tulipanes. Y no cualquier ramo, uno que sea más bonito que el de Gabriel."

James, aunque algo perplejo por la urgencia de Christian, aceptó el encargo.

-No te preocupes, Christian. Me encargaré de todo. Pero, ¿qué harás tú?

-Me aseguraré de que Gabriel no llegue antes de tiempo,- respondió Christian con una sonrisa astuta. -Lo distraeré mientras tú llevas las flores. No puede sospechar nada.

Más tarde el conde se encargó de comprar las flores que Christian le había encargado y tras eso fue directamente al departamento donde sabía que Morgan y Mary se estaban quedando.

James llegó al departamento de Mary y Morgan con un ramo de tulipanes y lirios de valle en la mano. La misión era simple, pero crucial: entregar las flores de parte de Christian antes de que Gabriel llegara con su propio ramo. James se aseguró de revisar dos veces el ramo para que estuviera en perfectas condiciones y, al llegar a la puerta, respiró hondo y tocó el timbre.

Mary abrió la puerta con una sonrisa, pero su expresión cambió a sorpresa al ver a James con el ramo en la mano.

-James, ¿qué haces aquí?- preguntó, mirando las flores con curiosidad.

James le ofreció el ramo con una sonrisa algo nerviosa.

-Christian me pidió que te entregara esto,-dijo, extendiendo el ramo hacia ella. -Quería enviártelo

Mary tomó el ramo y lo examinó con una sonrisa apreciativa.

-¡Son preciosos! Muchas gracias, James. No esperaba recibir flores, mucho menos de parte de Christian.

En ese instante, Morgan apareció en la sala, atraída por el sonido de la conversación. Al ver a James entregándole el ramo a Mary, sus ojos se abrieron de par en par.

-¿James, le estás trayendo flores a Mary?" preguntó, sorprendida mientras observaba la escena.

James, notando la sorpresa en la expresión de Morgan, se puso nervioso y se apresuró a aclarar.

-No, no, estas flores no son de mi parte," dijo rápidamente, levantando las manos en un gesto defensivo. -Son de parte de Christian. Me pidió que se las trajera pero como estáacupado no pudo venir en persona.

Mary miró a James con una sonrisa divertida, notando su evidente incomodidad.

-Vaya, James, parece que estás muy preocupado por asegurarte de que entendamos que no son tus flores,-dijo, con una risa ligera en su voz. -Casi pareces más nervioso por eso que por entregar el ramo.

James se sonrojó ligeramente y se rascó la nuca, claramente incómodo por la situación.

-Solo quería evitar cualquier malentendido. No quería que pensaras que las flores eran de mi parte o algo así,-explicó, mirando a Mary con una mezcla de vergüenza y alivio.

Morgan observó la interacción con una sonrisa divertida, apreciando la sinceridad y la evidente preocupación de James.

-Bueno, parece que James realmente se preocupa por dejar claro quién envía qué,-comentó con un toque de humor.

James, claramente aliviado de haber cumplido su misión, se preparó para irse.

-Sí, bueno, quería hacer las cosas bien. Nos vemos luego,-dijo rápidamente, antes de salir del departamento.

Justo antes de que James se fuera, sacó un pequeño paquete envuelto en papel de seda de su bolso y se lo entregó a Morgan.

-Ah, casi lo olvido,- dijo, dirigiéndose a Morgan. -También quería darte esto.

Morgan frunció el ceño mientras aceptaba el paquete con curiosidad. Al desenvolverlo, descubrió un elegante cuaderno de notas con una tapa de cuero y una pluma a juego.

-¿Esto es para mí?- preguntó, sorprendida mientras miraba el regalo.

James asintió, un poco nervioso pero con una sonrisa genuina.

-Sí, pensé que podrías necesitarlo para tus anotaciones o para lo que sea que te guste escribir. Solo quería mostrarte un pequeño gesto de aprecio.

Morgan lo miró, sorprendida por la amabilidad del gesto. Aunque la tensión entre ellos era palpable, el detalle sincero hizo que se sintiera agradecida.

-Gracias, James. Es un detalle muy bonito,-dijo, sonriendo mientras miraba el cuaderno. -No esperaba que trajeras algo para mí.

James, claramente aliviado por la reacción positiva de Morgan, sonrió más ampliamente.

-Solo quería hacer las cosas bien. Nos vemos más tarde,- dijo, antes de salir del departamento.

Perp antes de irse, James dejó un beso en la mejilla de Morgan y salió rápido de ahí cosa que provocó un ligero sonrojo en la chica.

Mary y Morgan se quedaron solas. Mary observó el cuaderno en las manos de Morgan y su sonrojo con una sonrisa divertida.

-Vaya, parece que James está intentando hacer las paces contigo,- comentó, mientras miraba a Morgan con una expresión traviesa.

Morgan, aún sosteniendo el cuaderno, se echó a reír.

-Sí, parece que está tratando de ganarse algunos puntos,-dijo, mirando el regalo con curiosidad. -No estoy segura de qué está buscando exactamente, pero al menos es un detalle agradable.

Mary continuó organizando el ramo de flores en un jarrón, mientras Morgan examinaba el cuaderno.

-Bueno, al menos el gesto de James añade un toque de ligereza a la tarde,- comentó Mary, mientras arreglaba las flores en el jarrón. -Y, sinceramente, no puedo evitar disfrutar de la forma en que se puso tan nervioso por aclarar que no eran sus flores.

Morgan asintió, sonriendo.

-Sí, definitivamente fue una escena entretenida. A veces, esos pequeños detalles son los que hacen el día más interesante.

Ambas continuaron charlando y riendo, disfrutando del pequeño incidente que había añadido un toque de humor y calidez a su día. El cuaderno y el ramo de flores se convirtieron en el tema de conversación, mientras ambas amigas disfrutaban de su tiempo juntas, aliviadas de las tensiones y sorpresas que había traído la jornada.

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