Capítulo VI
Había pasada un tiempo desde el aislamiento discreto de los Guardianes, también desde que se hicieron amigos y hasta aliados.
Todo parecía estar tranquilo en la Torre Stark, bueno, más o menos, ya que allí convivían la mayoría de los Vengadores, y ahora los Guardianes de la Galaxia. Tony aún no comprendía en qué momento había aceptado que todos ellos se quedaran precisamente allí.
Ahora, justo ahora, Cassie y su papá estaban en la heladería “Baskin Robbins”, después irían al parque a pasar el rato, luego a probar algunos aparatos del traje de su padre, intentar agrandar y empequeñecer algunas cosas. Todo completamente seguro para la menor, y lo último lo había verificado Hank, para que no ocurriera nada grave.
—No voy a permitir que la niña entre allí sin ningún adulto —le había dicho.
—¡Yo soy un adulto! —exclamó Scott, indignado.
—Un adulto diferente.
Y ahí acabó la conversación, tampoco convenía discutir con Hank.
Cassie, ajena a eso, esperaba que al concluir todo eso, pudiera ir a la Torre Stark, porque ese día era su cumpleaños, y se lo estaba pasando increíble. Por lo general, pasaba unas cuantas horas con su padre y luego este se iba, por algún villano o alguna amenaza. Y sin embargo, su padre estaba a su lado riendo y bromeando como nunca. De verdad estaba contenta.
—No puedo hacer eso, pulga.
Padre e hija caminaban directo a casa después de un ajetreado día. La niña, inocente, preguntó si ya podían ir a donde le prometió y este se negó, entre sorprendido porque ella aún lo recordaba y apenado por no cumplir.
Creyó que llevándola a varios sitios divertidos y mostrándole cosas que tenía él al alcance podía ser olvidarla de esa promesa, pero no.
La niña se mostraba afligida, comenzó a cuestionar, a preguntar por qué no, «que me he portado bien, pa», le dijo triste, «que no he hecho nada malo», «he ayudado al abuelo con algunas cosas», «ordeno mi habitación, ayudo en la casa, he sido buena», le decía sin pausa.
—No es justo —al ya estar en casa, soltó quejumbrosa y se fue a su cuarto, dejando a su padre ahí parado.
Pasadas ya unas horas, la pequeña estaba a fuera de su casa, esperando a su tío Luis, que la llevaría a la Torre Stark. Ya había ideado un plan por si su papá se negaba a llevarla a última hora. No pensó que se negaría al final, y por suerte había llamado a Luis para llevarla hasta allá. Porque, claro, era el único que sí lo haría. Hope no quería ser cómplice de todo eso.
—No, no puedo, pequeña —le había dicho al acabar su propuesta—. ¿Y si te pasa algo?
La menor hizo un puchero y mintió que no iría.
Hank no era una opción, él definitivamente se negaría por completo. El único adulto capaz de conducir era Luis y justo ahora estaba enfrente de ella, dispuesto a llevarla a la Torre Stark.
—¡Antes que nada! —soltó, cuando ya estaba ella en el asiento del copiloto—. El cinturón de seguridad.
La niña rió, Luis encendió el carro y marcharon.
—Tengo varias dudas, Cassie, ¿cómo saliste de la casa?
—Me escapé por la ventana.
—¿Así nomás? —la niña asintió—. Wow, ¿Scottie sabe de esto?
—El cree que estoy dormida.
—¿Pusiste un montón de almohadas y toallas en tu cama como en las pelis?
—Nop, la hormiga pequeña tomó mi lugar, está en mi cama.
—Uyuyuy, eso no le va a gustar nada.
—¿A mi papá?
—Nah, a tu abuelo —rió Luis—. Una vez, traje a un perro, muy bonito, ¿sabes? A tu casa, y que se sube a un sillón y que sale tu abuelo bien enojado, pero Hope cree que quizás es la edad, ya sabes, está viejito. Bueno, el caso, que me dijo “saca ese perro sucio de allí” y que voy y que le digo “ese perro está más limpió que usted, don ” y que se emputa el viejito —Luis hizo una pausa, dándose cuenta de lo que dijo—. Chin… No le vayas a decir a tu padre querido que dije la once, porque sino me carga la... la… la no sé.
Definitivamente amaba pasar tiempo con su tío Luis.
-----------------------------------
Me jode que mis maestros se la pasaban de huevones en la escuela y ahora con todo esto mandan tarea cada pINCHE DÍA
Bai, los amo ✿
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top