El día tan esperado por la pareja había llegado al fin. Después de dos meses de organización por fin llegó la boda tan esperada por muchos.

Momo estaba nerviosa, mucho. Su traje no terminaba por convencerla, sentía que no era lo suficiente para su Omega.

—Deja de moverte tanto, Momo. Me pones nerviosa a mí también.— Se quejó Jennie mientras terminaba de arreglar su vestido.

—¡¿Acaso no estarías nerviosa el día de tu boda?!— Cuestionó en un leve grito —Ahg, tengo miedo de que algo salga mal...—

—Nada va a pasar, tonta. Debes de tener confianza. Mejor ven, voy a maquillarte.—

Y no hablemos de la pobre ______.

—¡Ya deja de moverte, _____!— Regañó Nayeon.

—Estoy nerviosa, ¿Tú no estarías nerviosa? ¿Tú no estarías nervioso, Tae?—

—Muy nervioso...—

—Pues sí, pero trata de calmarte, porque si no voy a embarrarte todo el labial en la frente.—

La Omega no pudo hacer más que obedecer a su amiga. A veces era una Omega que daba miedo.

La Omega se abrazó al brazo de su hermano rubio y se sonrieron mutuamente.

—Odio admitirlo, pero te ves muy linda— Halagó el Alfa.

—Tú también te ves muy bien— Devolvió la castaña.

La música comenzó a sonar, dando por hecho que debían entrar. El mayor de los hermanos observó como todo el lugar estaba lleno de gente. Personas de la familia Min y de su familia. En la primera fila estaban sus madres y los padres de Momo, junto con sus amigos y su Omega.
______ solo podía ver a su Alfa, luciendo aún más Alfa de lo normal. Aquel traje entre negro y azul marino la hacía ver más que espectacular.

Al ya estar frente al altar, era momento en que el hermano mayor diera sus votos con la que sería su cuñada.

—Bueno, sigo muy en desacuerdo Con todo esto.— Confesó sacándole una risa a todos los presentes y haciendo que el rubio sonriera divertido —Momo, me gustaría que cuides de mi hermana como si fuera lo más delicado del mundo. ______, me gustaría que fueras tan feliz con Momo como con tu familia. Ahora formarás parte de la familia Min y me enorgullece saber que te casarás con una Alfa como Momo. Ustedes dos merecen ser felices y sus lobos Predestinados también. Momo, ahora te entrego la mano de mi hermana y te acepto como la esposa de ella.— Concluyó su voto entregando la mano de ______ en la mano de Momo. Hizo una reverencia y fue a sentarse junto a su Omega muestras limpiaba una lágrima escurridiza. Debía aceptarlo, su hermana ya era una mujer.

—Queridos hermanos: Estamos aquí junto al altar, para que la madre luna garantice con su gracia su voluntad de contraer Matrimonio ante el Ministro de la Iglesia y la comunidad ahora reunida. La madre luna bendice copiosamente su amor conyugal, y ella, que las consagró un día para que estuvieran juntas, les enriquece hoy y les da fuerza con un Sacramento peculiar para que la guarden con mutua y perpetua fidelidad y pueda cumplir las demás obligaciones del Matrimonio. Antes de todo, Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre— Silencio. Nadie habló, nadie se quejó. —Pueden dar sus votos matrimoniales.—

Declaró el cura mientras cerraba aquel enorme libro en donde había leído todo lo dicho anteriormente. Las chicas se tomaron de las manos y procedieron a dar sus votos.

—Yo, Min Momo, te quiero a ti como legítima esposa y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
Desde este momento, yo, Min Momo, prometo honrarte, animarte y apoyarte durante nuestro caminar juntas.— Dijo mientras sostenía el anillo que su prima Tzuyu le entregaba y se lo colocaba a su Omega.

—Yo, Jeon ______, te quiero a ti como legítima esposa y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.
Desde este momento, yo, Jeon ______, prometo honrarte, animarte y apoyarte durante nuestro caminar juntas.— La Omega también tomó el anillo correspondiente de la caja que tenía Tzuyu y le colocó el anillo a Momo.

—Sin más que decir, con el poder que la madre luna me dio, las declaro Alfa y Omega. Pueden besarse. Señoras y señores, les presento a la señorita Min Momo, y a la señorita Min ______.— Declaró mientras ambas chicas se daban un largo y profundo beso frente a todas las personas que aplaudían de pie.

—¡Muchas felicidades!— Exclamaron los señores Min mientras corrían a abrazar a su hija y a su nuera.

—Serás una gran Min, ______.— Alagó Jimin a la menor.

—Muchas gracias, Papá Jimin.—

—Nos alegra mucho que ambas hayan tomado esta decisión. Estamos orgullosos de ambas— Declaró el Alfa mayor mientras abrazaba por la cintura a su Omega.

Después de las grandes felicitaciones por parte de todos los invitados, la fiesta fue la mejor parte de todas.

Ahora estaban Alfa y Omega bailando una canción lenta mientras disfrutaban el Aroma de cada una.

—¿Quién hubiera dicho que ver esa presentación fue la clave para que recordarás lo que eres, tu pasión y tus gustos? Pero no me recordaste a mí, que era lo que me preocupaba. Nadie lo mencionó después de que pudieras recuperar tu memoria personal, me lo dejaron todo a mí. Me preocupaba qué no me recordaras nunca más, pero miranos ahora, casadas, esperando un cachorro...—

—Algo muy dentro mío en ese tiempo sabía que eras mi Omega... Somos Predestinadas después de todo—

Ambas cerraron esa conversación con un beso lento y lleno de cariño. Se amaban, estaba más claro que el agua.

—Te amo, ______.—

—Y yo a ti, Momo.—

—¿Quién lo hubiera dicho? Todo esto comenzó por tu Aroma a...

Cookies and Cream.

Fin.