Había llegado el día, Nayeon cumplía años ese día y sus padres le habían organizado una fiesta con todos sus amigos e incluso su Alfa, sin ellos presentes.

La Omega de cabellos castaños había estado ahorrando todas sus ganancias -de su trabajo- y le había logrado conseguir el regalo que tanto quería. Además de que ella llevaría el pastel.

Momo quedó en irla a traer para que juntas fueran por el regalo, por el pastel y de ahí irse a la fiesta, la cual sería a las 5 de la tarde, eran las 4:30.

—¿Estás segura de que no quieres que vaya con ustedes?— Preguntó el Alfa un tanto preocupado.

—¡Oh! Jungkookie, no te preocupes, todo estará bien, además tú irás Con Tae a no sé donde— Afirmó con una sonrisa —Estaré con Momo, no me pasará nada, hermanito—

—Voy a confiar en ti, ______. Nos vemos después, pequeña— Se despidió el de cabellos negros de su hermana con un beso en la frente

—Adiós, Alfita, ¡Adiós Tae!— Se despidió con una seña de manos de su cuñado y amigo

—¡Hasta luego, ______-ssi!— Devolvió la seña el de cabellos, ahora azules.

Ahora sólo quedaba esperar a Momo, quien -justo después de que la pareja Kookv saliera- ya estaba llegando en aquel enorme auto color blanco.

—Hola, pequeña— Saludó la peliazul al ver que si hermana estaba en la puerta —¿Ya estás lista?—

—Si, Unnie, ya voy—

Al ver que su tierna novia se acercaba al auto, Momo salió de éste y le abrió la puerta del copiloto, recibiendo una hermosa sonrisa como agradecimiento.

Después de saludarse como debía, partieron hasta aquella tienda de ropa en donde habían apartado el bonito vestido para Nayeon. Después de conseguirlo y además conseguir el pastel, partieron hasta la residencia de los Wang.

Al llegar, ambas Omegas no pudieron evitar saludarse con un leve grito y un abrazo cariñoso, después de entregarle su regalo, ambas entraron al hogar de la de cabellos cortos. La Omega se llevó una gran sorpresa al analizar a todos los Presentes.

—¿Aisha?—

—¡Pequeña!—

Ambas amigas se saludaron con un pequeño abrazo, haciendo sentir a Momo un poco celosa.

—Tranquila, unnie— Mencionó la Omega en un susurro. Esto sorprendió un poco a la chica, pero al recordar el lazo se tranquilizó —Aisha, ella es Momo, Unnie, ella es Aisha—

—Ah, Momo-ssi— Saludó con normalidad —Mi prima me ha contado bastante sobre ti— Mencionó con una sonrisa.

—¿Bunny smile es tu prima?—

—Prima lejana—

—Eso es genial— Dijo esta vez Momo.

—Hey, Hola chicas— Saludó la de mechas rubias a sus amigas —Creí que no vendrían—

—¡Jennie Unnie! Por supuesto que vendríamos—

Y después de aquella pequeña plática, la fiesta comenzó realmente, comenzando a subir la música y bailar como si fuera el último día. Los gritos de feliz cumpleaños hacia Nayeon no faltaron.

Si somos sinceros, la fiesta fue muy divertida, además, Jennie tenía una muy bonita sorpresa hacia su Omega. Al casi finalizar la fiesta, Jennie entró junto con una enorme caja, en donde venía un pequeño y tierno cachorro, dejando encantado a medio mundo.

En realidad la fiesta fue muy sana, no sobre pasaron el límite de volumen, ni hubo alcohol, en realidad fue muy divertida.

La fiesta acabó casi a las 12 de la media noche, y por tanto, todos ya tenían que retirarse. Pero esto apenas comenzaba.