Capítulo 42.-
Aquella buena e inolvidable fiesta terminó hasta altas horas de la madrugada, por tanto, ______ se quedó junto a Momo a dormir, al menos sólo por esa noche.
A la mañana, la pequeña Omega abrió uno de sus ojos y al ver que no estaba en su habitación con varias fotos de su familia quiso leventarse, pero una mano en su cintura la detuvo.
—¿A dónde vas?— Habló una adormilada Alfa sin abrir sus ojos. —aún es temprano—
—Oh. Lo siento, Unnie, había olvidado que me quedé contigo— Habló una Omega algo avergonzada por despertar a su pareja.
—Mh, de acuerdo, pero vuelve a dormir, aún es muy temprano—
—Moguri... Son las 11 de la mañana—Dijo la Omega después de revisar el reloj despertador de Momo.
—¿Qué? Para mí aún es temprano— Y diciendo eso, Momo se escabulló entre las cobijas, nuevamente.
—¡Buenos días, pequeñas!— Saludó un alegre rubio después de abrir de golpe la puerta de su hija.
—Cariño, ya te dije que dejes a las niñas descansar— Exclamó un Alfa pelinegro ante aquel Saludo de su esposo.
Le recordaba a su juventud, cuando ambos se casaron, pues Jimin era el primero en despertar para después hacerlo con YoonGi, puesto que su rutina de ejercicios comenzaría pronto. Y claramente de tal palo tal astilla, pues Momo sacó su misma flojera para levantarse.
—bien, pequeñas— Llamó el Omega mayor, ignorando el reclamo de su Alfa —esto es lo que haremos. Momo, préstale un poco de ropa a ______ y vayan de compras un rato. Hoy pasaremos un día con la familia Min; y en la noche te dejaremos en tu casa ¿Qué opinas, pequeña ______*?—
Jimin, desde el principio, le había tomado a ______ bastante cariño, pues no quería ser como sus suegros, quienes no lo quisieron para nada, y además, próximamente sería parte de la familia Min.
—oh. Me parece bien, papá Jimin— contestó con una sonrisa una, un poco desvelada, Omega.
El rubio, con una sonrisa, hizo un sonido de garganta para "asentir" y salió dando pequeños saltos.
—¿Estás segura de que está bien?— Preguntó una desconfiada Momo mientras se sentaba en la cama, a un lado de su Omega.
—Por supuesto— Afirmó la castaña —Después de todo no hemos pasado tiempo con tu familia, sólo con la mía—
La Alfa se le quedó viendo un rato, aquella sonrisa la enamoraba cada vez más. La Omega, un tanto confundida por la mirada de la contraria, tocó sus labios, pensando que tenía algo en estos.
—¿Tengo algo en la boca?—
—¿Sabías que te amo?— Contestó con otra pregunta la de cabellos azulados con una mirada un tanto traviesa.
La Omega no pudo evitar sonrojarse totalmente, pareciendo un pequeño y rojo tomate. Esta le dio un amistoso y leve golpe a su Alfa, para después hacer un pequeño y tierno puchero con sus labios.
—Ya me lo habías dicho— Habló esta vez la Omega —Es de mala educación contestar una pregunta con otra ¿Sabes?— Reclamó divertida la más baja.
—Mh, no me Importa— Contestó con el mismo tono de su novia —Bueno, ya escuchaste a mi papá, ven, tengo un atuendo que se te verá muy tierno—
Y diciendo esto, la Alfa se levantó hecha un relámpago a su armario, para poder sacar aquella prenda mencionada. Al encontrarla, la chica peliazul sonrió notoriamente y se la entrego a su Omega.
Aquel traje consistía en aquel overol que llevó una vez y una tierna blusa de nubes con un fondo azul pastel.
La Alfa le insistió a su novia para ponérselo, a lo que la mencionada terminó aceptando. Y tal y como lo dijo Momo, aquel vestuario le quedaba adorable, se veía como una tierna bebé a la cual quieres abrazar todo el día. La primera reacción de la peliazul fue abrazar a su tierna novia, a lo cual, la más baja no pudo evitar sentirse avergonzada.
Después de desayunar un poco entre risas y platicas, ambas chicas salieron de compras, tal y como la había dicho Jimin. Ambas salieron de aquel centro comercial con varias bolsas de ropa, pues Momo le insistió en comprar todas las prendas qué le gustaron a ______, pues ella pagaría todo; además de que Momo compró unas prendas de ropa que le habían gustado.
Al llegar a la casa de los Min, Jimin guió a la más baja hasta el baño y le eligió, de entre toda su ropa nueva, un atuendo adecuado. Este consistía en un pantalón no tan formal y una blusa qué dejaba ver su abdomen, no tanto pero un poco.
Jimin se ofreció a maquillarla y peinarla para después hacerlo con él. Jimin colocó en ambos maquillaje natural, para nada exagerado, a excepción de los labios de su nuera, los cuales era de un rosa no tan brillante pero sólo un poco más que los de él.
Mientras, Momo se sentía un poco nerviosa, pues pasar el día con sus suegras no era tan malo, no como pasar un día con sus padres. Las madres de ______ eran normales, pero YoonGi y Jimin estaban un poco locos.
Al terminar de arreglarse, los Omegas bajaron para encontrarse con sus respectivos Alfas. Momo le robo un pequeño beso a su Omega para después recibir indicaciones del Alfa más grande.
—Bien, muchachas, esto es lo que haremos, primero pasaremos al cine a ver una película que Jimin y Momo han querido ver, después iremos por unos algodones de azúcar qué yo he querido probar y por último iremos por comida a un lugar que nos gusta ¿Qué opinan? Después nos regresaríamos y veríamos otra película para después ir a dejar a la pequeña ______ a su hogar— habló el pelinegro
— Creo que está bien— Aprobó la más baja.
—Ah, esa película, bien, estoy de acuerdo— Dictó Momo sin soltar la mano de su novia.
—Bien, entonces, vamos al auto—
Y así la pasaron, de un lugar a otro. Por primera vez Momo se sentía un tanto aliviada, pues sus padres no se habían comportado tan extraño ese día.
Al terminar su gran algodón de azúcar, se dirigieron a aquel lugar del que a la familia Min le gustaba degustar. Un puesto callejero de comida tradicional coreana. La Omega se quedó bastante impresionada, nunca había comido en un lugar así y tampoco le importaba, después de todo decían que la comida callejera era la mejor.
Una señora de avanzada edad salió a atenderles, saludando a la familia y a la pequeña nueva personita.
—Buenas noches, señora Sook— Saludó amable el Alfa mayor
—¡Familia Min! Que gusto volver a verlos— Comentó alegre aquella señora de cabellos plateados —Y una nueva chica, ¿Cómo te llamas, pequeña?—
—S-soy Jeon ______, es un gusto— Habló tímida y concluyó su presentación con una reverencia hacia su mayor.
—Es la Omega de Momori— Habló el rubio.
—Aigo~ Momo-ssi— Exclamó la mayor, a lo que la nombrada sonrió con pena —Ni Quién te viera, yo te conocí cuando apenas y podías hablar— Comentó con nostalgia —Bueno, pequeña ______, te deseo suerte, esta familia está un poco loca. Pero bienvenida a la familia, soy la señora Sook, pero puedes llamarme sólo Sook— Dictó amable
—El lugar de siempre ¿Cierto?— Cuestionó Sook
—Por favor— Y diciendo esto, la señora los guió hasta un lugar de atrás, sin ninguna otra persona.
—¿Qué te parece, pequeña?— Cuestionó la de cabellos azulados a su pareja.
—Es muy lindo, dicen que la comida callejera es la más rica— Contestó la castaña.
—No sabes, la comida de la señora Sook es la mejor de todas— Habló un hambriento Jimin.
—Así es, creo que es mejor que la que yo hago— Comentó un poco avergonzado el Alfa pelinegro
—Claro que no, papá, tú cocinas muy bien— Reclamó la primogénita de ambos chicos, consiguiendo un asentimiento por parte de la menor y un agradecimiento por parte de su padre.
Y así, la familia Min se la pasó toda la noche, entre risas, bromas y comentarios hacia la rica comida del negocio de la señora Sook.
Al final, aunque la Alfa no quiso, tuvieron que dejar a ______ a su hogar, pero no sin prometerle que ese día se repetiría, siendo respondido con Una afirmación y una sonrisa de la Omega.
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