Capítulo 33.-

Aquella semana dura había llegado a su fin. Los exámenes no fueron nada fáciles para la Omega, quien estaba nerviosa en todos estos. Nunca había estado más nerviosa en una prueba, pues siempre lograba estudiar y poner atención, pero, ya desde casi un mes de su ruptura con Momo nada era igual.

Por si parte, Momo por fin estaba entendiendo aquella frase popular "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" pues nunca se había dado cuenta de lo feliz que era junto a su Omega, hasta que la perdió. No quería aceptarlo, pues trataba de que esa culpa ya no la comiera, pero siempre terminaba golpeándose el pecho, pues por su culpa su relación había terminado. Nadie puede hacer lo que ______ hacía, hacerla sentir realmente viva.

La graduación ya casi estaba cerca, por tanto, Momo tenía que terminar su tesis, pero no tenía ni siquiera la mitad, pues no dejaba de pensar en cómo podía hacer para recuperar a su Omega.

Jimin: Buenos días, cielo —Saludó el Omega mientras entraba a la habitación de su hija, quien no había bajado a desayunar. Por tanto, en las manos, el Omega tenía una bandeja con unos panqueques decorados sutilmente con unas fresas y avena, junto con unos huevos estrellados y tocino en forma de una cara feliz, acompañados con un licuado de chocolate, con espuma en forma de gato— ¿Cómo vas con tu tesis?

Momo: No quieres saberlo... —Dijo revisando algo en su KakaoTalk— Gracias —Dijo al sentir como su papá dejaba aquella bandeja plateada a un lado suyo—

Jimin: Ah, cariño, tengo que hablar contigo —Dijo el mayor mientras se sentaba en la orilla de la cama de la peliazul—

Momo: claro, Dime —Dijo la Alfa mientras giraba su silla giratoria hacia la atrás, para así mirar a su papá—

Jimin: ¿Por qué ______ ya no ha venido? ¿Pelearon? —Aquella pregunta dejó pálida a la peliazul, quien sintió sus ojos aguarse—

Momo: Pues... Terminamos, desde hace un mes —Dijo la Alfa con la mirada baja, le dolía tanto recordarlo, pero... Sus celos le habían ganado esta vez—

Jimin: ¿Qué?... ¿Hay un algo? ¿O alguien? —Dijo el rubio invitando a su hija a sentarse junto a él. Momo, por su parte, aceptó la invitación y se sentó junto a su papá—

Momo: Jihyo... Ella... Bueno, en realidad ella no fue exactamente el problema, si no que, me di cuenta de que ______ no confía en mí. Me ocultó qué tuvo una relación antes de mí con Jihyo cuando me había dicho que yo era su primer pareja... Y, Jihyo no ha parado de llamarla, seguramente, ellas tenían algo cuando estábamos juntas.

Jimin: ¿Y cómo puedes saberlo? —Cuestionó el Omega, pues, nunca creyó que ______ fuera así, pero su sexto sentido le decía que todo era una confusión—

Momo: ¿Qué? —Contestó Momo con otra pregunta mientras se limpiaba una pequeña lágrima qué sé le había escapado—

Jimin: ¿Cómo puedes confirmar que ______ te fue infiel?

Momo: Pues... Jihyo le llamó cuando trate de hablar con ella, además, la misma Jihyo lo dijo...

Jimin: pero ______ lo negó ¿cierto? —La menor asintió— entonces ¿Cómo estás segura de que ______ te era infiel o te ocultó algo? Tal vez y solo tal vez era una desconocida qué se hacía pasar por alguien a quien ______* conocía ¿No crees? —Dijo el Omega mientras abrazaba a Momo por los hombros— No todas las personas van a estar de acuerdo con tu relación, Momori, por eso siempre hay que estar alertas de las personas que nos rodean

Momo: Ahora que lo dices... ______ dijo aquel día que tal vez ella era amiga de JungKook... Pero si era amiga de JungKook, no podían ser nad- Soy una idiota —La peliazul se recargó en el hombro de su papá mientras tapaba sus ojos con ambas manos, era una idiota, ¿Cómo no pudo darse cuenta antes?, pensaba Momo—

Ahora, no importaba cómo, tenía que recuperar a su pequeña.

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