Las amigas Omegas se encontraban en una hora libre, pues su profesor de química había faltado, de nuevo. El día anterior, en el cumpleaños de Momo, la Omega se la pasó triste casi todo el día, no podía evitar pensar lo peor sobre esa hermosa chica y Momo. Hubiera estado así todo el día si no fuera por Nayeon, quien fue a su casa para consolarla

Nayeon: ¿Estás segura? Momo se sentirá mal... —Dijo la Omega más alta no tan segura de lo que decía su amiga—

______: ¿y cómo crees que me sentí yo, Nayeon? —Devolvió la Omega más baja—

Nayeon: bueno, bueno, de acuerdo....

La Omega pensaba en preguntarle a Momo sobre aquella chica, pero el miedo a la respuesta que le daría le ganó, haciendo que ese miedo la llevara a hacer cosas que pueden herir a su pareja. Como ignorarla, por ejemplo.

Las horas pasaron y la hora del almuerzo llegó junto con el sonido de timbre que indicaba esta hora. Ambas Omegas salieron de ahí con intención de ir a la cafetería pues ambas morían de hambre, pero un olor a Laurel y Chocolate y junto a una voz muy conocida por la Omega más baja las interrumpió.

Momo: hey, chicas, esperen —Dijo la Alfa tratando de alcanzar a su novia, pero la Omega solo la ignoró— ______! Linda, no me ignores! —Dijo como broma la Alfa, pero su sonrisa desapareció al darse cuenta que realmente la estaba ignorando— ¿______? ¡oye!

Después de clases, la Omega se encontraba junto a su amiga en casa, mientras pensaba en que tenía que hacer.

______: esto está mal.... No debí hacerlo....—Se reclamó la Omega mientras daba vueltas en su cama—

Nayeon: ya calmate, ______*, sólo habla con ella —Alentó la más alta— 

______: seguramente no me quiere ni ver...

Nayeon: ¡No seas pesimista! Llámale —Dijo tranquila la de cabello corto, sabía que la Omega era algo orgullosa, y por eso le daría un empujón—

______: ¿Estás segura? —La contraria asintió — ok, ok, le llamaré —La castaña tomó su celular y buscó el número de Momo en sus contactos. Cuando lo encontró, presionó aquel botón de llamar y esperó a que la peliazul le contestara— vamos, contéstame....—el teléfono Sonó una vez... Dos veces.... Y—

—¿Hola?— La voz de su Alfa resonó del otro lado del teléfono, causando que el lobito de ______ moviera su cola con emoción.

—Ah, hola, Momo... Oye ¿Qué te parece si salimos?— La Omega se sentía nerviosa, nunca le pedía salir a Momo entre semana o ella a la Omega, por lo que tenía miedo de su respuesta.

—ahh... Linda, me gustaría mucho pero estoy en algo importante— ¿Qué? ¿Algo qué hacer? ¿entre semana? Se preguntó la Omega, ahora se sentía una tonta por haberla llamado.

—Ah, ok, está bien, después de todo no soy tan importante como lo que estás haciendo...— La Omega sintió como sus ojos se cristalizaban, pero tenía que aguantar sus lágrimas. La Omega sintió una mano en su espalda, esta era la mano de Nayeon, quien la consolaba silenciosamente.

—_____...—

—No, no, está bien, no te preocupes..... Oh, me están llamando para comer, nos vemos mañana— La Omega colgó la llamada y sus lágrimas no tardaron en aparecer. Sin dudar un minuto, abrazó a su mejor amiga, quien le devolvió el abrazo de inmediato.

Por otro lado, Momo se encontraba junto a su prima, después de colgar con su novia echó su cabeza hacia atrás con frustración, sabía que había perdido la oportunidad de hablar con ella, pero no había estado en años con su prima, tal vez eso era un poco más importante que su Omega.

Tzuyu: ¿Quién era? —Preguntó la Alfa al ver la reacción de su prima—

Momo: Mi novia.... No sé que pasó, en la U me estuvo ignorando todo el día... Me llamó para salir pero —La más alta la interrumpió—

Tzuyu: la rechazaste... Ay, Momo, tuviste que ir con ella, nosotras podemos vernos otro día —El comentario de la más alta hizo que la más baja suspirara con pesadez, tal vez si la había cagado, solo un poco— bueno, vamos a su casa y ahí hablan

Momo: no, seguramente no me quiere ni ver.... Mejor, vamos a mi casa, más tarde pasará mi tío por ti —Y concluyendo su frase, Momo de levantó de su asiento dispuesta a ir a pagar—