48. VACACIONES DE VERANO CUARTO AÑO

Nota de autor: La historia le pertenece a la original, bella, hermosa y genial Moonsign y el mundo a la grandiosa J.K Rowling. Yo merengues solo sirvo como google translate, pero humano.

"Preocupación, duda, miedo y desesperanza son los enemigos

que lentamente nos tiran al suelo y nos hacen polvo

antes de morir"

Se le atribuye a Douglas MacArthur.

VACACIONES DE VERANO: El final de cuarto año.

REMUS:

— ¿Remus, cielo? Ya tenemos que irnos.

Remus a duras penas escuchó a Angela mientras se paraba detrás de su baúl en la estación al día siguiente y veía a Sirius irse con su familia. En la escuela, Sirius, junto a James, se veían como las personas más alegres y vibrantes que podía conocer. Ahora, sin embargo, todo en él parecía retraerse cuando arrastraba su baúl a dónde su madre y hermano lo esperaban.

Walburga Black era una mujer alta y pálida que aún tenía rasgos de haber sido tan bella como Bellatrix de joven. Pero incluso aquellos bellos rasgos desaparecían cuando veía a su hijo mayor parado junto a Regulus. Su rostro se convertía en una mueca a la vez que murmuraba algo que hacía que Sirius se encogiera de hombros de una forma que Remus conocía personalmente, puesto que había hecho lo mismo incontables veces.

— ¿Remus?

Está vez, Angela puso una mano sobre su brazo y Remus tuvo que sacudirse para verla: — Lo siento. ¿Qué?

— ¿Te encuentras bien? Ya sé que tu...cambio se encuentra a días de aquí. Vámonos a casa.

Remus dirigió su mirada a la familia Black, solo para ver tres cabezas desaparecer en el flujo de personas que abandonaban la plataforma 9 ¾. Su estómago se retorcía profundamente mientras se obligaba a no correr tras Sirius para poder protegerlo.

— Venga, muchacho —Neil comentó, dándole a Remus pequeños empujones para dirigirlo a la barrera que daba al mundo Muggle. Cuando empezó a llevar su baúl, Remus tuvo que seguirlos de mala gana con Angela caminando detrás.

— ¡Oye, Lunático! —Remus, quien estaba a punto de cruzar la barrera, vio a James correr hacía él mientras sus padres observaban pacientemente en la puerta de la estación. Para su sorpresa, James le dio un corto y extraño abrazo— Lo sacaré de ahí tan pronto como pueda. Te lo prometo —Se separaron, le guiñó un ojo y volvió a dónde estaban sus padres sin poner atención a las miradas que la gente le dedicaba.

— ¿A qué se debía eso? —Neil indagó, pero Remus simplemente parpadeó y sonrió ligeramente— ¿A quién sacará de dónde?

— Sirius —Remus cruzó la barrera, Angela y Neil viéndole con confusión— Siempre se va y queda con los Potter durante las vacaciones. No se lleva bien con sus padres y tienden a encerrarlo en la bodega. Me preocupa.

— Remus, amor. No deberías preocuparte —Angela mencionó— El Ministerio sabría si lo trataran cruelmente. Son una familia de alto estatus social.

— El Ministerio no tenía la menor idea de lo que ocurría conmigo —Remus le recordó suavemente— Siete años y nadie vino a ver como estaba ni una sola vez. Le tomo a un ex profesor de DCAO y tres niños de doce años el que me sacaran de allí. E incluso si lo hicieran, ¿Piensas que alguien se metería con la familia Black?

Angela abrió la boca, luego volvió a cerrarla y siguió caminando. Nadie dijo una sola palabra mientras Neil sacaba el baúl de Remus y lo metía al auto para salir de la estación. Después de un tiempo Angela pregunto delicadamente: — ¿Es en verdad tan malo?

Remus suspiró: — En verdad no lo sé. No habla de su familia cuanto pueda evitarlo.

— Desearía que pudiésemos hacer algo.

— Ustedes ya han hecho muchas cosas buenas —Remus extendió el brazo desde el asiento de atrás y le dio un suave apretón en el hombro— Ustedes me acogieron. Ustedes me dieron un hogar. Ustedes no podrían haber encontrado un hijo que fuera tan fácil de complacer aunque hicieran una audición en todo Hogwarts.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Remus suponía que la siguiente luna llena sería bastante difícil. Estaba alejado del territorio familiar de la cabaña de los gritos, lejos de su manada y, lo más importante, estaba separado de Sirius por primera vez desde que iniciaron su relación.

Por supuesto, no recordaba mucho. Se quedó de pie, temblando y desnudo, en el sótano de los Anders mientras la transformación lo dominaba. Gritó con agonía cuando sus huesos se partieron; el sonido de sus gritos siendo consumidos en el silencio por los hechizos que protegían el cuarto.

Se alzaron olas de frustración roja, había muros, muros, muros alrededor suyo que no dejaban a la luna llamarlo, prometiéndole sangre. Un lugar poco familiar, olores que no reconocía, pero eran humanos. Humanos...sí...sangresangresangre. Aullar, romper, dolor y líquido de sabor cobrizo en su boca.

Dolor metálico, húmedo y ardiente. Olas salvajes golpeaban cada vez a su cuerpo. Deseo. Deseo. Deseo sangre. Deseo manada. Deseo pareja. Deseo correr. Deseo salir. Deseodeseodeseo. Rompe de nuevo, muerde de nuevo. Más dolor, más deseo.

Y entonces la luna ya no estaba. Lunático volvió a retraerse, pero parte de él se agarraba con fuerza. El humano estaba luchando. Mucho más dolor, caliente, derritiéndose, partiéndose.

DOLORDOLORDOLOR

Caliente. Dolor yéndose. Olor humano de nuevo, pero no había deseo de sangre. Cama suave. Pociones que lo hacían querer estornudar. ¿Manada? ¿Dónde manada? ¿Dónde Cornamenta? ¿Dónde Colagusano? ¿Dónde Canuto? ¿Dónde Canuto? ¡CANUTO! ¡CANUTO!

— ¿Quién es "Ca'uto", cielo? Cálmate. Yo estoy aquí. Mira, aquí. Angela está aquí.

¡CANUTOCANUTOCANUTO! ¡SIRIUSSIRIUS!

— No está aquí, cielo. Nosotros estamos aquí. Sirius no.

Sollozar, rogar. Lunático lo siente, Lunático lo siente. Por favor, Canuto. ¡Por favor, Sirius! ¡Por favor, Manada! Por favor, Canuto...

— No está aquí, cielo. Lo lamento, pero no está aquí.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Remus se removió, pero no abrió los ojos. Su garganta estaba roja y reseca, sus mejillas encendidas. Todo el cuerpo le dolía y quemaba con los efectos secundarios de la transformación. Lentamente, Remus obligó a sus ojos a abrirse. Estaban húmedos e irritados por las lágrimas que había dejado salir.

Su cabeza colgaba de la almohada por el lado derecho, y desde ahí podía ver a través de su ventana. Estaba oscuro afuera, la luna en su nueva forma colgando malevolente en el cielo.

— ¿Remus, amor? ¿Volviste?

Lentamente, giró para ver a Angela con un montón de pociones en el escritorio, corriendo hacia él con una expresión de alivio en su rostro. Remus intentó sonreír.

— ¡Oh Merlín! ¡Estaba tan asustada! —Remus notaba el esfuerzo que ella ponía para no abrazarlo en su alivio. Le paso una mano delicadamente por el cabello, con bastante cuidado de no agravar sus heridas.

— ¿Cuánto...fue? —Remus logró decir, su voz no más que un susurro.

— ¿Lo que estuviste como un niño? —Angela cuestionó.

Remus dio un adolorido asentimiento.

— Todo el día. De no haberte mejorado dentro de una hora, llamaríamos a Madame Pomfrey —Su dedo le quitó un mechón de cabello del rostro para ponerlo tras su oreja— Fue muy malo, Remus.

Otro doloroso asentimiento: — Lo sé...sabía que así sería. No manada. Nuevo lugar.

— Fue peor que el verano pasado.

Remus levantó la mirada para ver a Neil recargado contra la puerta viéndose bastante relajado y mucho más viejo de lo que Remus recordaba: — La manada es más fuerte ahora —Les explicó, tratando de usar la menor cantidad de palabras posibles— Cada año somos más unidos.

— Eso es riesgoso, Remus —Neil reclamó— No puedes darles tanto poder. Son tan solo adolescentes. Si te abandonaran, eso te destruiría.

Remus emitió un sonido que parecía una tos y risa, pero tuvo que pararlo cuando el dolor le sesgo el costado: — Sí, lo haría —Aceptó, su voz regresando de a poco— Muy tarde para dar marcha atrás. Fue demasiado tarde cuando ellos me encontraron en la biblioteca en segundo año y me ofrecieron su amistad.

— Tú seguías...—Angela pasó saliva y volvió a recorrerle el cabello con los dedos. Era la única parte de su cuerpo que podía tocarle sin hacerle daño— Tú seguías...preguntando por Sirius creemos. Algunas veces lo llamabas "Ca'uto", pero solo tú sabrás que significa eso. También llamabas a los demás, pero más que todo a él.

Remus podía oír aquel tono inquisidor en su voz, la necesidad de una explicación. Incluso aquella envidia que trataba de ocultar.

— Él...—Remus deseaba no estar tan perdido por las pociones curativas. No podía tener esa conversación ahora— Sirius es el único que me abraza —Trató de explicar, sin revelarles muchos detalles— A él no le...avergüenza el contacto físico. Me abraza cuando necesito que lo hagan. Los otros son un poco extraños. Lo intentan pero...

— Está bien, Remus —Neil le aseguró, dirigiéndole una mirada a Angela que Remus, en su estado actual, no pudo descifrar.

— Lo lamento —Remus susurró.

— ¿Por, chico? —Neil preguntó, acercándose para tocar uno de los vendajes de Remus.

— Ya sabes...—Remus intentó mover los dedos para acompañar sus palabras— Por esto. Por preocuparlos. Por...por preguntar por los demás cuando ustedes intentaban a-ayudarme.

— No seas ridículo —Angela le dijo con reproche— Nada de esto es culpa tuya. Solo recuéstate ahí y mejórate mientras yo te subo la cena.

Remus hizo lo que le pidieron, amando el cariño de su familia, pero incapaz de que una profunda parte de él todavía añorara que fuesen los dedos de Sirius los que recorrieran su cabello, la mano de Sirius agarrando la suya. La culpa que acompañaba ese pensamiento era mucho más dolorosa que todas sus heridas.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Querido Lunático,

¿Cómo estuvo tu-ya-sabes-que? No sabes cuánto deseaba haber podido estar contigo tras la luna. He tenido bastante tiempo libre estas vacaciones porque siempre me la paso en mi habitación. He practicado convertirme en Canuto. No hay mucho éxito, tristemente.

Mi madre mandó pintar un retrato suyo cuando estábamos en la escuela. Lo colgó usando hechizos de pegado permanentes. Es peor que ella, eso lo juro. Cada que camino por el pasillo empieza a abusar de mí verbalmente. Planeo vengarme, sin embargo. ¿Recuerdas esos posters que compré la Navidad pasada? ¿Los de las chicas desnudas en motocicletas? Bueno, los pegaré en las paredes de mí habitación con el mismo hechizo que ella utilizó para ese maldito retrato. ¡Eso le enseñará algo! Preferiría tener millones de fotos de Lunático sin ropa, pero todavía no llegó a esos extremos suicidas. Además no tengo fotos de Lunático sin ropa...guiño, guiño.

De cualquier forma, espero que te hayas recuperado por completo. ¿Podrás venir a la casa de James en Agosto? Mis queridos padres y Regulus estarán en Francia, así que me escabulliré a donde los Potter. Hasta ese día, lamentaré no ver tu presencia.

Montones de amor y abrazos post luna,

Canuto

PD: ¿No te parece que "montones" es una fantástica palabra? Me recuerda a los pompones, mirones, enojones y otras palabras que terminan en "ones"...

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Querido Sirius,

Me agrada mucho, mucho el oír que irás a casa de James. ¿No podrías escabullirte antes de Agosto? Me preocupa que te quedes en esa casa mucho tiempo.

No te ATREVAS a pegar esos posters. Nadie sabe lo que te haría tu madre de lograrlo. Por favor, por favor prométeme que no lo harás. Sobre las fotos mías sin ropa...sigue soñando, perro malo. Además, ¿Quieres que tu madre mire mis cosas?

Mí ya-sabes-que estuvo bien. Aparentemente pregunté por ti. Creo que Angela está un tanto celosa. Desearía que no fuese así. En verdad aprecio todo lo que ella hace por mí. Supongo que debí contarle sobre nosotros para que no se sintiera tan mal, pero tenía miedo de cómo ella (Y Neil) reaccionarían al respecto.

Igualmente, te deseo montones de pompones, mirones y enojones,

Tú Lunático

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

¿Canuto?

Ha pasado una semana. ¿Por qué no has contestado? ¿Te encuentras bien? Por favor, por favor dime que solo estás ocupado colgando los posters. O que perdiste tu pluma. Todas tus plumas. Y la tinta. Que olvidaste escribir. Incluso dime si estás molesto conmigo sobre algo. ¡No me importa! Solo responde. Por favor.

Con preocupación,

Lunático.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Por Merlín, Sirius, ¡Escríbeme, escríbeme, escríbeme! Dos semanas y nadie sabe nada de ti. Por favor solo contesta.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Cornamenta,

Por favor, por favor dime que tienes noticias de Sirius. Ya no puedo soportarlo. Han pasado tres semanas y no hemos oído nada de él. Tenemos que pensar en algo. ¡Tenemos que hacer algo!

Lunático.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Lunático,

Te lo dije cuando me llamaste vía chimenea, no hay nada que podamos hacer. Le pregunté a mi papá y me dijo que la familia Black protege su casa con el encantamiento Fidelio. Los únicos que saben dónde viven son los mismos familiares. Y apuesto a que le quitaron ese privilegio a Sirius hace mucho. Ni siquiera los aurores pueden entrar aunque se lo propongan, y tampoco es que quieran. Nadie se atreve a meterse con la familia Black.

Lo siento mucho, mucho, mucho Remus. También estoy bastante preocupado. No puedo dormir de solo imaginarme por lo que está pasando.

Cornamenta.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Queridos Lunático y Cornamenta,

Espero que ya hayan oído alguna noticia. No soporto el no saber si está bien. Por favor manténganme informado. Sé que les he dicho que no me llamen vía chimenea porque estamos con mis familiares Muggle, pero si es realmente urgente, háganlo. Les borraremos la memoria después. Espero que tengamos noticias pronto.

Pete.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Ya va un mes, Canuto. Merlín, la luna fue tan mala conmigo preocupado sobre ti. Neil y Angela debieron llamar a Madame Pomfrey dado que no recobré mi mente en todo un día y noche. No puedo dejar de imaginar por lo que estás pasando. Ni siquiera me atrevo a mandarte está carta. No tengo la menor idea de si te están llegando, y lo que menos quiero es que tú familia la lea.

Por favor, por favor espero que estés bien. Te amo, te amo, te amo...

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Queridos Remus y Peter,

Papá y mamá están muy preocupados. Si no hemos tenido noticias de Sirius mañana en la tarde, papá irá al Ministerio para reportar un caso de abuso infantil. Será algo grande. Inmenso. Incluso más que lo tuyo, Lunático. Son la familia Black, y obviamente armaran revuelo entre las familias sangre pura. Ya no sé qué hacer. Este es el peor verano de todos.

Espero que ambos se encuentren bien. ¿Cómo te ha ido con tú ya-sabes-que, Lunático? Puedo suponer que bastante mal.

James.

Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Número doce de Grimmauld place, Londres.

No hagas que me arrepienta de esto, Lupin. Entra, sácalo, vete. Pongo a toda mi familia en riesgo. No quiero aurores. Ya estás advertido. Guardé todas las cartas que le han enviado. Dejen de escribirle. No se las dejan ver, y apenas puedo detener a mi madre para que no las abra. Yo tampoco las leí. Podrás ver que todavía están selladas.

Nos vamos a Francia el 16 de Agosto. La casa quedará sola a excepción de los elfos domésticos.

Considera que mi deuda contigo por ese día en las mazmorras ha sido pagada.

Regulus Black.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top