SEIS: El yin y el yang

Canción del capítulo: Lil Boo Thang por Paul Russell 

(no sé qué tiene esta canción, pero la amooo)

Hugo me lleva a mi casa. Se baja como siempre para abrirme la puerta y se despide con una sonrisa traviesa, como si fuéramos cómplices, y creo que en cierto modo lo somos.

—¿Intercambiamos números? Tengo que poder escribirle a mi novia, ¿cierto?

Mi estómago da una voltereta cuando dice la palabra novia. No puedo evitarlo.

Toma su teléfono y me lo da, para que guarde su número.

—Claro.

Guardo el contacto y se lo regreso. Hugo mira hacia mi casa y se voltea hacia mí de nuevo.

—¿Supongo que les vamos a decir a todos?

—Pues, si queremos ser convincentes, ¿sí? —levanto las manos—. A menos que solo sea enfrente de tu familia.

—No, no. Yo prefiero que todos lo sepan.

—Ok —miro hacia mi casa—. Mis papás te van a querer conocer.

—Está bien. Es lo más justo, tú vas a conocer a los míos.

—Vale—digo, sonando tan poco convencida como me siento.

Hugo se acerca a mí y se inclina, y por un momento pienso que me va a besar. No sé de dónde viene el pensamiento, pero mi pulso se acelera y me llega como un golpe de calor imposible de ignorar. Hugo se acerca, pero no a mi boca, me besa la mejilla.

—Muchas gracias, Sofi. De verdad.

Sus ojos brillan mientras se alejan, y la sonrisa traviesa se vuelve a asomar, y yo solo sé que me quiero morir de la vergüenza porque sé que estoy rojísima, y que, como siempre, mis pensamientos son transparentes.

Trago fuerte y me doy la vuelta, lista para correr a mi cuarto y taparme con la cobija de mi cama.

A los quince minutos, mi teléfono suena, me acaba de llegar un mensaje:

Desconocido: Hola Sofi, solo quiero saber si de verdad estás bien con todo. Se vale decir que no todavía.

Sonrío y guardo el contacto de Hugo antes de contestar.

Yo: Estoy segura, pero si me sigues preguntando, me vas a hacer dudar.

Hugo: Solo no quiero que te sientas comprometida, eso es todo.

Yo: Todo bien, Hugo, de verdad 😊

Hugo: Ok, ok. Ya no te puedes echar para atrás!!

Yo: jajaja ok!

Hugo: Gracias por aceptar ser mi novia

Leo el mensaje un par de veces. No sé qué decir. Por un lado, sé que es de mentira, pero por el otro, suena, ¿tan formal?

Yo: Nada que agradecer.

Hugo: Te prometo hacer lo posible para que te diviertas.

Yo: Ok!

Suenan un par de golpes a la puerta, y dejo mi teléfono a un lado. Mi mamá se asoma por la puerta.

—¿Quién es ese chico que te vino a dejar?

Casi se me sale decir que es mi novio, pero a mi madre le daría el ataque porque no lo conoce, nunca había venido antes.

—Un amigo. Estamos saliendo.

Hago una mueca. Eso, es algo cierto.

—¿Ves? ¡Te dije que algo había!

Mamá abre la puerta sonriendo. Mi padre está detrás de ella con ojos de inquisición.

—¿De dónde lo conoces?

—De la universidad, papá.

—¿Qué estudia?

—Derecho.

—Ricardo, ya basta. Deja a la pobre niña en paz —le agradezco a mi mamá con una sonrisa que se desvanece hasta que agrega—, mejor cuando venga a la casa, le preguntas a él directamente todo lo que quieras saber.

Papá hace un ruido, como que está de acuerdo, mientras yo me levanto de la cama, asustada.

—¡Momento! ¿Cuándo venga a la casa?

—Sí, sí —dice mi madre sin darme mucha importancia—, ya lo conoceremos después.

Abro la boca para quejarme, cuando mi WhatsApp suena de nuevo.

Mis padres comparten una mirada, y yo tomo mi celular y lo pongo debajo de mi almohada.

—Bueno —dice mi madre empujando a mi padre hacia afuera de mi cuarto— te dejamos para que tengas algo de privacidad.

Mi papá hace una mueca ante la palabra, pero se sale del cuarto. Levanto el celular y leo el mensaje de Hugo:

Hugo: te puedo preguntar algo random??

Sonrío.

Yo: Si claro!! Mientras no sea mi color favorito!

Hugo: jajaja es justo lo que te iba a preguntar #lame

Yo: Mis papás te quieren conocer la próxima vez que estés por aquí.

Hugo: Seguro. No tengo problema. Normalmente los papás me adoran!!

Suelto una carcajada mientras le escribo:

Yo: Si te ganas a mi papá a la primera, te juro que hago lo que quieras.

Hugo: LO QUE QUIERA?!

¿Qué está pensando? Abro los ojos y me separo la playera del pecho, como para sentirme más fresca.

Yo: Que no sea pervertido, sí.

Hugo: Ash.

Hugo: Broma. Broma.

Hugo: Ya estás. Pensaré en algo, pero ya quedamos.

Obviamente no conoce a mi papá. A veces, no estoy segura si yo le caigo bien. O sea, cuando hablamos de la beca o de mis calificaciones es cuando se pone más rudo, pero, en realidad, nunca he traído a un chico a casa... fuera de Alex.

Por un momento siento como si mi corazón se apachurrara porque le voy a tener que decir a Alex. Ni siquiera yo estoy segura de cuál es la verdad o qué es mentira, porque conocer a los padres se siente como un área gris.

Yo: Platícame de tu hermana.

Hugo: Mi hermana es lo máximo. Es totalmente opuesta a mi jaja

Hugo: Es psicóloga, tiene un novio que aprueba mi padre y les está dando la boda de sus sueños, literal hace muchas cosas como a mis papás les gusta con tal que le dejen hacer lo que ella quiere de vez en cuando.

Hugo: Es mucho más lista que yo.

Yo: Tú eres la oveja negra.

Hugo: Algo así.

Hugo: Creo que las reglas se inventaron para romperse. Y creo que cuando lo hacemos, es cuando realmente podemos sentirnos plenos, cuando somos nosotros.

Me quedo pensando en lo que ha dicho. Hablar con Hugo me resulta muy natural. No hay poses, no hay nada de tratar de quedar bien. No sé en qué momento nos saltamos esa etapa y estamos directo en "una relación". Pero me gusta. Me gusta conocer a alguien tan diferente a mí.

Me siento rebelde en cierto modo, como si compartiéramos un secreto. O sea, lo hacemos. Él me ayudó, ahora yo lo ayudo a él. No sé si esté bien, pero creo que no estamos afectando a nadie. Solo sé que se siente bien, como él dice, por primera vez en mi vida, romper las reglas de vez en cuando.

Yo: Voy a estar feliz de conocer a tu hermana.

Hugo: Estoy segura de que le vas a caer excelente. O sea, no sé a quién le caes mal, la verdad.

Hugo: Eres toda una santa.

Yo: No sé si lo estás diciendo de manera sarcástica...

Hugo: jajaja no, lo digo en serio. Más que santa, eres como un ángel.

Mi estómago da una voltereta. ¿Cómo puede ser tan... no sé, tan coqueto, así como así?

Yo: Y tú quién eres. ¿El diablo?

Hugo: Somos el Yeng y el Ying.

Hugo: Creo que así se escribe? No sé nada del mundo oriental, así que no te burles!

No sé en qué momento me acosté en la cama, pero estoy riéndome a carcajada suelta con él. Es muy divertido.

Yo: Es el yin y el yang. Pero no sé cuál es cuál.

Hugo: Igual nuestra próxima cita puede ser una visita al mercado oriental.

Yo: Me encantan los panecitos al vapor!!

Hugo: Vale, no se diga más.

Hugo: Ya en serio, ¿todo bien contigo?

Yo: Si, Hugo, de verdad. Creo que ya lo habíamos establecido hace como media hora.

Hugo: Ok, ok. Es que de repente me siento mal por corromperte.

Yo: jajjaja

Hugo: Bueno, niña linda, te dejo porque mi abuela me está llamando.

Hugo: Si tú te ganas a mi abuela, yo hago lo que TÚ quieras, por cierto.

Yo: Reto aceptado.

Hugo: Creo que no pensé bien esto, o sea, lo acabo de decir, no le caes mal a nadie.

Hugo: ME RETRACTO!!!

Yo: Ups. Ya no se puede. Le tomé hasta captura!!!

Hugo: jajaja ok

Sé que ya nos estamos despidiendo, pero igual le respondo su primera pregunta.

Yo: mi color favorito es el azul turquesa

Hugo: me vas a preguntar el mío?

Yo: Ya sé que me lo vas a decir, de todas maneras

Hugo: Pues ahora no te lo digo!!! A ver si lo adivinas 😊

Yo: jajaja ok

Nos despedimos y no puedo dejar de sonreír.

Y no sé si eso es bueno o malo...

Le había puesto mil emojis pero sin querer borré el capítulo 😖

Pero, es uno de mis favoritos, con emojis o no. Espero que a ti también te esté gustando. ¿Qué te parece Hugo ahora? *sube y baja las cejas*

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