No, lo dudo, no creo que pueda ser cierto.
-Hablando de eso, feliz cumpleaños- añade.
-Oh, gracias- sonrío, la verdad nadie me lo había dicho en todo el día, con los nervios de este.
-Bueno, debes de ser muy inteligente para aprobar el examen de concejales con un...
-10- respondo, sin poder dejar la sonrisa, aunque lo intente.
-Wow, entonces si eres muy inteligente, ese examen es muy difícil, según me han dicho.
-¿Y quién habla? ¿El de los nervios de acero, el que aprobó el examen de presidencia sin equivocarse?
-Bueno, se supone que no debo decirte esto, pero tu sonrisa me convence- dice y me sonrojo. -De hecho el examen no es tan difícil, el de concejales lo es más, lo más importante es aprender del presidente.
-Ya, pero igual están los nervios de fallar y fallarle a tu padre.
-Bueno, esto no se lo he dicho a nadie nunca, pero la verdad es que no estaba nervioso, yo pensaba "si lo logro, bien, si no, pues no"
-¿Entonces te daba algo así como lo mismo ser presidente?
-De alguna forma, sí
-Bueno, en todo caso, ¿por qué me lo cuentas a mí? No es que me moleste, pero sólo nos conocemos desde hace unas cuantas horas, no entiendo por qué tienes tanta confianza en mí.
-La verdad es que no lo sé, pero cuando te veo siento que debo confiar en ti, que eres especial, que no eres como las otras chicas que he conocido.
-Emmm... ¿No es un poco apresurado para sacar conclusiones, Marcos? Ya te dije, solo nos conocemos hace unas horas.
-No digo que esté enamorado de ti, sólo que... Me gustas, Elena.
-Bueno, igualmente es apresurado, no sabes nada de mí.
-Para eso te traje aquí, para conocerte.
-Ya, bien, ¿qué quieres saber de mí?
-Mmm..., ¿en qué trabajan tus padres?
-Mi madre era enfermera y mi padre trabajador de fábrica.- Me cuesta decirlo, pero lo hago. -Pero ahora están muertos- añado, soltando una lágrima.
-Oh, lo lamento mucho Elena, no debí mencionarlo.
-No es nada, no lo sabías, eso es todo.
-¿Pero murieron por enfermedad o...?- no termina la pregunta.
-No, fue por castigo- digo con dificultad.
-¿Qué hicieron?
-Mi madre mintió para cuidarme mientras estaba enferma y mi padre se negó cuando le ordenaron que yo bajara mis calificaciones para asegurar un mejor futuro para la hija de su superior- Me muerdo el labio en un intento por no llorar.
-¿Qué edad tenías?
-Cuando fue lo de mi madre yo tenía tan solo 5 años, pero lo de mi padre fue hace menos de 3 años, cuando tenía 15.- No aguanto más y rompo a llorar.
-Oh, Elena- Marcos se acerca para abrazarme y lo hace. -Lo siento muchísimo, enserio no debí recordarte eso.
-No importa- digo y lloro sobre su hombro -, además tú perdiste a tu madre, ¿no?- añado, separándome y mirándolo a los ojos.
-Si, ella engañó a mi padre y recibió su castigo hace 5 años.
-Si, se vio en las noticias.
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