Elena

Después de hablar un rato, Sara se fue. He estado pensando, que si yo no voy fuera de la ciudad, si me arrepiento, por estar con Marcos, tal vez pueda convencer a Pablo de dejar a Sara  ir con él en mi reemplazo. Marcos aún no ha vuelto, pero no me preocupo, seguro él y su padre tenían algo que tratar. Me decido a leer un libro.

Marcos

¿Qué? Debí escuchar mal.
-¿Qué?
-Ella es Marta Light. Es la hija de un muy poderoso dueño de una fábrica.
-Ya, ¿y?
-Hijo, ¿te importaría ser un poco más amable?
-Perdón, pero si me dan una información así de esa manera lo más normal sería reaccionar como reaccioné.
-Bien, te explicaré- asiento.- Estuve pensando que ya tienes 18 y deberías comenzar a pensar en el futuro.
-Bueno, ¿pero no debería pensar yo en esto que dices?
-Sí, pero debido a que no lo haces, debo hacerlo yo por ti- dice y yo lo miro con algo de irritación.- Bien, después, en unos cuantos meses, unos tres, estuve pensando y averiguando sobre las nuevas mujeres de esta sociedad. De la clase alta, claro. Pero no fue hasta la semana pasada cuando concluí mi búsqueda. De repente recordé a mi querido amigo, el señor Light. Hace un tiempo que no nos veíamos, sin embargo, recordé que tenía una hija de tu edad, Marta. Se graduará en un mes y escogerá trabajo. Es la primera de su clase, ahora. Técnicamente es la segunda, por eso le es imposible ser concejal, el mejor trabajo, después de presidente, pero después de que entró a la sociedad la primera, ella figura en ese puesto- me explica.- Te casarás con ella en 3 meses- añade.
-Yo decido eso, y no, no lo haré
-Lamentable que no quieras, pero lo harás, porque soy tu padre y te lo ordeno,
-Pero no, no lo haré
-Cenarás con ella esta noche- añade, como si no hubiera escuchado lo último que dije.
-No, adiós- me voy y cierro la puerta, pero antes oigo a mi padre decirle algo a Marta:
-Ve a las 20.00 horas al comedor, él es puntual, y si no, espera hasta que aparezca.
No, no huiré como un cachorrillo asustado; iré a la hora, e iré con Elena.

Elena

Marcos vuelve después de una hora. Pasamos casi todo el día juntos, pero luego salgo para buscar a Pablo para decirle que no iré y si es que Sara puede reemplazarme. Mientras, Marcos se queda trabajando, aunque sea domingo. Cerca de las 17.00 horas lo encuentro en un callejón. ¿Por qué siempre debe estar en lugares como este?
-¡Pablo!- le grito.
-¿Elena? ¿Qué haces aquí?
-Vine a buscarte para avisarte sobre algo, y a partir de eso, preguntarte por un asunto.
-¿Qué?
-No iré fuera de la ciudad contigo y con Miguel
-¿Por qué?
-Razones personales, ¿te parece si nos juntamos mañana y te explico?
-Bien, pero antes dime la pregunta.
-Ya, ¿te importaría si me reemplaza una amiga mía? Su nombre es Sara Red.
-Tendría que conocerla primero, pero me suena conocida.
-No se si pueda ella mañana, pero lo intentaré.
-Bueno, nos vemos mañana, pero piénsalo bien.
-Si, adiós Pablo.
Vuelvo al Edificio y me preparo, ya que Marcos me había invitado a cenar. Me pongo un vestido corto rojo que había comprado hace poco tiempo. Me llegaba hasta la rodilla. Pinté mis labios de rojo y recogí mi cabello en una coleta alta. A las 20.00 horas llegó Marcos, como siempre, tan puntual. Usaba un traje negro y una camisa blanca. Estaba demasiado guapo, a mi parecer. Llegamos hasta el comedor. En ese momento me besó.

Marcos

Besé a Elena. Cuando llegamos vi a Marta sentada en mi mesa, observé que estaba mirándome y aproveché para besar a Elena en ese momento para dejar claro que no me casaría con ella. Me separé de Elena y miré hacia Marta. Estaba mirándonos con la boca completamente abierta. Sin embargo, me di cuenta de que acababa de cometer un error.