Final
Will
27 de junio
La última hora del lunes no solía ser tan satisfactoria como la del resto de la semana, a menos que como hoy, fuera el último día del ciclo escolar.
Debía admitir que estaba emocionado, el verano sonaba bastante prometedor ahora que todo parecían ir bien, todo apuntaba a que finalmente las cosas tendrían sentido y por una vez estarían estables.
No quería decir que tenía grandes planes para las vaciones, pero los tenía, especialmente ahora que Dipper podría ser parte de ellos.
El timbre de la ultima hora recién había sonado, y yo estaba en camino a mi casillero, para recoger el resto de las cosas que había dejado ahí, que realmente no eran mucho, un par de libros que ya no me servirían para nada y un par de objetos personales que tenía ahí, como una foto de Pacífica y yo cuando éramos más pequeños, notas que Dipper y yo nos enviamos durante algunas clases hacía unos meses, que decidí guardar, entre otras cosas más.
—Ahí está mi persona con el cabello azul preferido —dijo una voz a un lado de él.
—Soy la única persona con el cabello azul que conoces —respondí con una sonrisa hacia la rubia.
—Eso crees tú —respondió la chica con una sonrisa, apoyándose en el casillero junto al mío.
—¿Conoces a alguien más? —Pacífica asintió—, no sé cómo sentirme al respecto, tal vez algo de traición —bromeé.
—Mi prima está pasando por una etapa rebelde —dijo la rubia con la sonrisa aun presente en su rostro.
—Oh, por dios —solté una risa—, no es Charlotte, ¿verdad?
—Mejor que eso —la chica me sonrió ampliamente—, su hermana menor.
—Definitivamente tengo que ver eso —le sonreí.
Un pequeño silencio se instaló entre nosotros.
—¿Estás listo para el verano, William?
—Demasiado —la rubia me sonrío—, tengo fe en que será un buen verano.
—Ya lo creo, Mabel y yo tenemos muchos planes para las vacaciones, una de ellas es la fiesta de fin de curso, tuvimos que retrasarla a la semana que viene, pero siempre si se hará, ¿irás cierto?
—¿Tengo otra opción?
—No, no realmente —Me sonrió con sinceridad, antes que pasar su mano a su cuello incómodamente—, por cierto, Will... sobre todo lo que dije en el restaurant, yo... lo lamento mucho, no debí decir nada de eso —se disculpó.
—Supongo que yo me tengo que disculpar también por lo que dije allá, no fuiste la única que dijo cosas que no debía —respondí encogiéndome de hombros.
—No importa —hizo un gesto quitándole importancia al asunto con la mano—, ella y yo estábamos bien... tú y él... pues... sí... —se detuvo, y su mirada se encontró con la mía, pude notar lo muy culpable que se sentía por todo eso—, lo que realmente quiero decir, es que yo de verdad lo siento mucho William.
—No te preocupes Paz —aparte la mirada del casillero, la miré y le sonreí lo más sinceramente que pude—, todo está bien.
—¿Sin resentimientos?
—Ni uno sólo.
—Bueno, ¿y dónde está tu novio? —preguntó la rubia.
El color subió a mis mejillas.
—No sé, no lo he visto desde ayer en la mañana.
—¿A quién no has visto, mi amor? —dijo una voz detrás de mí, con un tono bastante provocador.
Me di la vuelta, para encontrarme al castaño con una sonrisa de autosuficiencia en el rostro.
Dipper sujeto mis mejillas entre sus manos, y sin dudarlo ni un segundo junto nuestros labios tomándome totalmente por sorpresa, pero no pude evitar perderme en él, perderme en sus labios, perderme en la manera que me hacía sentir... realmente había extrañado la sensación que me producía tenerlo así.
Nos mantuvimos así unos momentos, perdidos mutuamente en el otro, hasta que una tos incomoda nos interrumpió.
—Hay gente presente —habló la rubia entre risas.
Eso me hizo aterrizar de nuevo, ¡estábamos en la escuela! No era seguro besarlo así... me aparté abruptamente de él.
—¿Qué pasa?
—¿Cómo qué "¿qué pasa?"? —pregunté alarmado y bastante sonrojado—, estamos en la escuela alguien podría-
—¿Vernos? —interrumpiéndome, y sonriendo ante mi expresión de preocupación—, ¿y a quién demonios le importa que nos vean? Ya no tenemos que preocuparnos por eso William, mejor que nos vean y que sepan que eres mío —dijo, antes de volver a besarme con fuerza, haciendo que el rubor suba a mis mejillas.
—Yo debería estar más aliviado por eso entonces, al menos ahora tal vez no te coqueteen tan descaradamente como antes —rodé los ojos y fruncí ligeramente el ceño, podía recordar a todas esas chicas tras Dipper, y la manera en la que me sentía al no poder hacer ni decir nada para detenerlo... pero eso había acabado.
—Eran buenos tiempos, celoso eres muy adorable Will —me sonrió y mi corazón dio un vuelco.
—No es cierto.
—Claro que sí —respondieron los dos chicos al mismo tiempo, cierto Paz también estaba ahí.
—Tal vez deberíamos encaminarnos a la salida —dije, desviando el tema—, todos nos deben estar esperando ahí.
—Seguro.
Dipper tenía razón... no más esconderse, no más secretos, no más ordenes que seguir, podía besarlo dónde quisiera frente a quien sea sin temor a consecuencias como todos los demás.
Las cosas serían geniales a partir de ahora.
—Y sobre tu pregunta Pacífica, estoy bien —dijo el castaño separándose y pasando su brazo por mis hombros, abrazándome.
Mis mejillas estaban verdaderamente calientes y sonrojadas.
—Puedo notarlo —respondió mientras empezábamos a caminar por los pasillos de la escuela.
Nos dirigimos a la salida, Dipper en ningún momento me soltó y debido a eso nos ganamos varias miradas sorprendidas durante el camino, provocando que mi rubor solo aumentará, pero ¿en Dipper? En él solo lograba que su sonrisa de satisfacción creciera, como si les gritará, "mírenme, estoy saliendo con Will Cipher, y el que tenga algo que decir, bueno, pues no me podría importar menos".
Podría derretirme justo ahí en sus brazos en ese preciso momento.
Caminábamos por los pasillos saliendo de la escuela, Pacífica iba junto a nosotros, pero realmente estaba totalmente concentrado en Dipper... se veía tan malditamente bien así, feliz de hacer lo que quería.
Cuando llegamos a la puerta de la escuela, note que mi hermano estaba ahí con su novio y su amigo, la hermana del chico a mi lado también estaba ahí, esperando a Pacífica. La chica castaña sonrió ampliamente al vernos.
—Vaya, hasta que los dos dejaron de ser unos inútiles —bromeó con una amplia sonrisa en el rostro, saludándonos a todos.
—Déjalos, están teniendo su momento —dijo Paz.
—Se ven lindo juntos tengo que admitir eso —dijo Xólotl—, así que no me molesta que no me escogiera a mi ninguno de los dos.
—Cállate Xólotl —dijo Bill—. Bueno Gleeful, a pesar de que Will sigue siendo mi hermanito si lo haces feliz, ya no te odio tanto... supongo.
—Mi novio al fin ha madurado —dijo Pino, riendo junto a Bill.
—Pero le haces algo y te juro que Xólotl, la Bestia y yo nos encargaremos de que desaparezcas.
—Hable demasiado pronto.
—¿Y que planes tienen para el verano chicos? —dijo la rubia.
—Pino y yo queremos ir a Gravity Falls unas semanas —habló el rubio.
—Yo estaré de fiesta todos los días —dijo el chico con nombre azteca.
—Que sorpresa —contestó la rubia.
—Hablando de fiestas —continuó la mayor de los Gleeful—, irán a la que Paz y yo estamos organizando, ¿verdad?
—Obviamente —dijo Xólotl.
Todos comenzaron a platicar sobre sus planes del verano, sobre las fiestas, sobre las cosas que querían hacer y como planeaban llevarlas a cabo, pero Dipper y yo estábamos en nuestra pequeña burbuja personal.
—Entonces, ¿qué haremos estas vacaciones William? —me preguntó en el oído, provocando que me erizara.
—No sé —le sonreí pícaramente—, ¿tienes algo en mente?
—No, no realmente —contestó encogiéndose de hombros.
—Tal vez finalmente podríamos ir un día al cine en vez de quedarnos a ver películas —dije mientras me tomaba de la mano, disimuladamente.
—No sería mala idea —contestó entrelazando nuestros dedos.
—O ir a comer a un lugar, esta vez sin esas dos —señale con la mirada a las chicas que hablaban energéticamente con los otros chicos.
—Eso sería estupendo.
—Tal vez podríamos salir con los demás a algo, escuché que habrá una feria pronto... tal vez incluso podríamos ir a ella y divertirnos un poco —comencé, entusiasmándome.
El verano podría ser un mundo de posibilidades.
—Lo que quieras mi amor —me sonroje, mientras sus labios se juntaban con los míos brevemente, quitándome la respiración por completo.
Mi estómago no podría estar más alterado que en esos momentos y mientras lo besaba, sólo podía pensar en todo lo que podríamos hacer en ese tiempo libre de las tareas de la escuela. Prácticamente podríamos hacer lo que quisiéramos, salir a donde nos plazca o incluso podríamos quedarnos en casa, con la diferencia de que esta vez estaríamos ahí porque quisiéramos, y no porque no pudiéramos hacer algo más.
No sólo el verano un mundo de posibilidades, todo nuestro futuro lo era ahora que no tenía que depender de sus tíos.
—Ey, tortolitos, ¿siguen aquí? —preguntó Mabel.
—¿Ahora que quieres? —contestó Dipper, rodando los ojos—. ¿No ves que estamos ocupados?
Pino estaba sosteniendo la mano de Bill, quien estaba evitando decir algo que podría no ser agradable ante eso, y no podía estar más agradecido por sus esfuerzos.
—Les preguntaba que si querían hacer algo esta noche —continuó la castaña.
—Esta noche no podemos —respondió Dipper por ambos—, tenemos planes, pero podemos ponernos de acuerdo para otro día.
—Seguro —dijo la castaña—, ¿se puede saber que harán?
—No —Dipper le sonrió burlonamente—, y, de hecho, ya deberíamos empezar a irnos.
—¿En serio? —preguntó Paz.
—Sí, tenemos un horario ajustado hoy, ¿verdad Will? —Dipper me lanzó una mirada seria y asentí energéticamente con la cabeza.
No tenía ni idea de que tenía planeado, pero si Dipper lo decía entonces debía ser cierto.
—Entonces, supongo que nos vemos luego Will —dijo la rubia.
—Seguro Paz, los veremos a todos ustedes luego —me despedí rápidamente de ella—, adiós chicos, nos vemos luego —me despedí de todos los demás—. Nos vemos luego Bill.
—De acuerdo William, pero recuerden que los estaré vigilando —dijo haciéndole una seña al chico a mi lado—, que tengas la mitad de mi aprobación para salir con mi hermano no quiere decir que somos amigos, Gleeful.
—Como si me importará Bill —contestó rodando los ojos, pero con una pequeña sonrisa en el rostro.
Dipper luego se despidió de su hermana de beso, y de los demás sólo con un gesto. Los demás se quedaron platicando entre ellos, me alegraba que se llevaran bien... bastantes cosas buenas surgieron de todos los desastres que pasaron en el camino, que ellos sean amigos ahora era una de ellas.
Dipper y yo juntos era la mejor.
Ambos comenzamos a caminar hacia el auto del castaño, soltó mi mano para pasar su brazo alrededor de mi cuello, mientras caminábamos... como adoraba hacer eso, y yo no me quejaba en absoluto. Pero de repente, el castaño se dio la vuelta, soltándome.
—Casi se me olvida, Bill... —dijo llamando a mi hermano mayor.
—¿Sí? —respondió de mala gana.
—No esperes a Will esta noche —soltó, y la boca de varios se quedó abierta, la mía entre esas.
El amigo de Bill y Mabel soltaron una carcajada, mientras Pacifica y Pino intentaban pasar de la vergüenza ajena.
—¡NO ABUSES DE TU SUERTE GLEEFUL! —le gritó Bill, molesto.
—No te pases —le dije golpeándolo ligeramente mientras reía.
Pino sonrió y tomó de la mano a su novio llamando su atención, intentando que se olvidará del tema.
Dipper rió con fuerza y camino de regreso a mi lado, tomándome de la mano y avanzando con rapidez me arrastró hasta su coche.
Yo aún seguía sorprendido por su atrevimiento.
—¿Y cuál es el itinerario de hoy, al que debemos llegar inmediatamente? —le pregunté una vez que estuvimos adentro.
—Ninguno, sólo quería irme de ahí y tener algo de tiempo a solas contigo —me dijo, y sólo atiné a rodar los ojos mientras sonreía.
—¿Entonces no sabes a dónde iremos?
—¿Acaso importa eso importa?
—No, no realmente —le sonreí.
Tenía razón.
¿Que importaba a dónde íbamos? Importaba que estábamos juntos, que no tenemos que pedir permisos ni avisarle a nadie que haremos y no tenemos que seguir escondiéndonos como fugitivos. Podíamos ser felices ahora.
Dipper encendió el auto, y mientras avanzaba tomó mi mano entre la suya, entrelazando nuestros dedos.
Definitivamente, este sería un verano increíble.
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