Capítulo 16

Dipper

22 de enero.

—¿Por qué tan perdido hoy Gleeful? —preguntó burlón Xólotl*—, ¿pensando en quién vas a tirarte al rato?

—Yo no me "tiro" a las personas —replique irritado, ese chico siempre me sacaba de quicio.

—¿Quieres hacerlo? Después del entrenamiento tengo 15 minutos libres —me guiño un ojo pícaramente, imbécil.

—No tienes ni 15 minutos estúpido, tenemos que estar en casa de la Bestia en menos de una hora y está como a 40 minutos en carro, no seas idiota —dijo Bill, porque obviamente si había alguien que me irritará, debía ser amigo de Bill.

—¡No es momento de conversar, señoritas! —gritó el entrenador—, ¡Gleeful ten cuidado con la posición del hombro!

—Sí, entrenador —contesté algo molesto, sólo tenía que resistir unos 10 minutos más.

A pesar de lo mucho que me gustaba mi clase de esgrima, ahora sólo quería que acabará... tenía unos asuntos importantes después de la clase.

—Y por cierto, Xólotl tienes que dejar de coquetear con los novatos y con sus madres, ¡por dios! ¡Sólo esta semana ya recibí como 3 quejas por tu culpa! 

—Bill es quién los molesta, yo sólo los estoy defiendo —contestó el pelinegro "inocentemente".

—Gracias al cielo cada día estoy más cerca de mi jubilación y de librarme de esos dos —masculló entre dientes el entrenador—. ¡Bueno chicos! Ya vamos a retirarnos, vayan a las duchas que quiero ver sus traseros fuera del gimnasio lo más pronto posible porque ya no los aguanto, nos vemos el lunes —todos se dirigieron a las duchas.

Pasé primero a mi casillero. Tomé mi teléfono y tecleé rápidamente un mensaje al número más frecuente según mi teléfono.

—Ya sabes Gleeful, cuando tengas ganas —dijo Xólotl mientras me dirigía a las duchas, siempre esperaba a que se desocuparán un poco antes de entrar, pero por desgracia su casillero quedaba a unos metros del mío.

—No sé qué le ven tú y mi hermano a ese sujeto —le dijo Bill en un murmulló mientras me alejaba, aunque fue lo suficientemente fuerte para que lo escuchará y sonriera internamente ante la idea... "lo que su hermano le ve a ese sujeto".

—¿Al pequeño Willy le gusta Gleeful? —preguntó Xólotl—, pero a Will nunca le gusta nadie —el pelinegro hizó un puchero y Bill se encogió de hombros—. ¡No es justo! ¡A mí me ha rechazado toda la vida! —sentí una punzada de celos recorrer mi estómago, ¿ese idiota había coqueteado con William?

Aunque no me sorprendía, Xólotl le coqueteaba a todo mundo, incluso había intentado coquetearle al entrenador una vez, y a su esposa... al mismo tiempo.

—Porque eres una zorra —contestó Bill—, yo no permitiría que estés con él, es un bebé y tú sólo lo corromperías... además ¿qué importa? No es como si fueran a salir o algo —reí internamente ante eso, si supiera...

Una vez que termine de ducharme regrese a mi casillero por mis cosas para finalmente irme.

Comencé a caminar hacia la salida, algo apresurado puesto que sólo contaba con una hora antes de tener que ir al show de la Tienda, tenía que aprovechar esa hora, pero para mí desgracia tendría que pasar junto a esos dos antes de poder irme.

—¡Dipper! —Xólotl gritó mientras pasaba e hizo el gesto de "llámame" antes de irse, idiota.

Sólo viré los ojos y seguí caminando, estaba acostumbrado a que hiciera ese tipo de cosas... con todos, realmente ese chico no tenía limites en cuanto a coquetear con absolutamente todo lo que se moviera.

Y realmente no podría importarme menos, sólo lo quería lejos de mí y de mi  William, aparte tenía otros asuntos que atender, tenía que llegar a la mansión Cipher.

Subí a mi carro y comencé a manejar por la ruta que ya conocía bien, especialmente tomando en cuenta que últimamente iba más seguido que antes. Después de todo lo que paso en año nuevo, William y yo nos habíamos vuelto más cercanos... demasiado diría yo.

***

Esa noche había considerado mucho la idea de realmente intentar algo con William.

Yo tenía determinadamente prohibido salir con chicos, era perfectamente consciente de eso, y por lo mismo, me preguntaba constantemente ¿qué era lo debía hacer? Porque William Cipher, me gustaba demasiado.

Por eso la pregunta rondó en mi cabeza durante mucho tiempo, desde el momento en que acepte abiertamente que tenía sentimientos por el menor de los Cipher.

Era consciente de mis sentimientos por William desde la vez había ido a su casa a darle su regalo de cumpleaños, o al menos ahí nacieron las sospechas... las siguientes pistas llegaron con el aniversario de la tienda y el hecho de querer pasar más tiempo con él, luego estuvo esa vez que sentí mi estómago agitarse con una de sus sonrisas, y por más que trataba de negarlo para evitarme problemas con mi familia... era innegable.

Hablar con él por teléfono toda la noche de Navidad y verlo llegar a la fiesta de Año nuevo alterando mi pulso con verlo en smoking y sentir una punzada de celos al verlo con Pacifica sólo habían servido para forzarme a aceptar lo que ya sabía.

Así que no sabía que debía hacer.

Aunque lo más fácil hubiera sido ignorar mis nada convenientes sentimientos y tomar mi distancia, para evitarme problemas... no quería.

Mi otra opción era intentar algo y, mantenerlo en secreto de mi familia, después de todo ¿qué tan difícil podía ser?

Más difícil de lo que creía definitivamente...

—Debo confesar que —me gustan las plantas que hay en esta zona, debía decir originalmente, pero nuestras habían miradas chocado...—, me gusta pasar el tiempo contigo, William —solté, mientras un fuerte sonrojo se instaló en sus mejillas.

Sonreí internamente.

Siempre tuve la sospecha de que mis sentimientos eran recíprocos, esos sonrojos y balbuceos me hacía creerlo... pero había algo que me hacía dudar también.

—Oh calla —había respondió tratando de sonar relajado, pero con un ligero toque de tensión en su voz—, ¿a qué viene eso? Dime que no tomaste del ponche tú también —él rió.

Y esa risa... con esa risa lo decidí.

—No sé —había contestado, con el estómago ligeramente revuelto—, siempre te estoy diciendo las cosas que odio, pensé que sería bueno decirte algo que me gusta por una vez.

—Bueno... en ese caso, —dijo y apartó la vista mirando hacia las estrellas—, me gusta tu marca de nacimiento.

Mi mirada se posó firmemente en él... me sentí nervioso por primera vez en mi vida ante lo que estaba a punto de hacer y finalmente con el corazón algo agitado, solté:

Y a mí... me gustas tú—Will dirigió su vista hacia mí, sorprendido.

Luego los recuerdos eran algo borrosos.

Recuerdo que, durante unos segundos, se quedó ahí, simplemente viéndome con mantuvo los ojos abiertos de par en par, evidentemente confundido, debatiéndose internamente si lo que acababa de oír era un truco de su mente o si aquellas palabras realmente habían salido de mi boca.

Sin darle oportunidad de que salga de su sorpresa inicial, tomé su rostro y presioné mis labios en los suyos...

Eran suaves.

—¿Dipper? —había preguntado vacilante una vez que nos separamos—, ¿qué fue eso?

—Un beso —contesté.

—Pero, ¿por qué?

—Porque... me gustas, sordo —sus ojos me miraron confundido unos segundos, inspeccionando la verdad en mis palabras, luego me había sonreído y se había acercó lentamente a mí.

Recuerdo a presionar mis labios de nuevo en los suyos, esta vez con William siguiendo el beso...

***

Detuve mi auto, había llegado.

No me arrepentía de la decisión que había tomado. Sí, era cierto que era riesgoso, cualquiera de mi familia podía enterarse y habrían consecuencias por ello, pero algo hacía que no me importase en absoluto... sólo tenía que ser cuidadoso.

Había una extraña sensación cálida que lentamente se extendía por mi estómago cuando estaba con él... sólo unos segundos eran suficientes para que mi pulso se disparará por todo mi cuerpo, era la primera vez que sentía algo así y no lo iba a dejar por mi familia, valía la pena arriesgarme si podía estar con él.

Bajé del auto, me dirigí a la puerta y toqué el timbre. El mismo chico que siempre atendía la puerta me abrió.

—Buenas tardes, vine a ver a William —dije amablemente, el señor asintió y seguimos la misma rutina de siempre, entre en la sala y esperé a que fuera por el chico de cabello azul.

Después de unos minutos, Will bajó las escaleras casi corriendo.

—Hola —dijo sonriendo tímidamente mientras entraba a la sala.

Sí, definitivamente lo valía.

________

Lo prometido es deuda dicen por ahí, bueno el capítulo finalmente ya esta (y eso que durante un momento creí que no iba a tenerlo a tiempo), pero aquí esta.

Segundo, estaba indecisa entre hacer un "preguntas y respuestas", finalmente una amiga me convenció, así que aquí esta:

→Dejen sus preguntas aquí, pueden ser literalmente a CUALQUIER personaje que haya salido en la historia, (o incluso a alguna de nosotras si quieren).

*Si alguien esta interesado en saber porque Xólotl, hay una breve explicación en la biografía de la cuenta.

¡Hasta el sábado!

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