Masacre por tí


Dando un respingo tembloroso, Tony se despierta de otra pesadilla que tuvo hace apenas unos minutos. Se sentó en la cama mirando alrededor jadeando lento y fuerte, la luz de su reactor era lo único que ilumonaba bien la habitación, además de las luces de la ciudad que quedaban opacas ante las cortinas. Dormía solo en la torre, ya que ahora la mayoría del tiempo, todos los días se la pasaba solamente en el laboratorio, construyendo o mejorando armaduras para calmarse, del creciente temor que Steve no volvería con ellos. Simplemente se fue sin dejar rastro, las cámaras de seguridad que andaban por la zona donde vieron a su pareja por última vez fueron hackeadas por algún anonimato, pero ya tenía en mente de quien...o quienes se trataban. Sus ataques de ansiedad se iban haciendo más frecuentes, y los demás Vengadores lo intentaban calmar cuando lo veían delirando en el suelo. Todo...desde que Steve desapareció.
Se pasó las manos algo fuerte por la cara, secandose el sudor de la frente. Pero su corazón dio un enorme vuelco, casi deteniendose, al oir la perilla de la puerta girar y abrirse lentamente, dejando ver la luz del pasillo encendida. Tony se quedó petrificado por un momento mientras movia lento su mano por debajo de las otras almohadas, para conseguir la parte de la mano de su armadura, lista pars disparar. Vio a alguien entrar y alzó la mano apuntando a quien quiera que estuviese ahí, recibiría una severa quemadura en el pecho. Pero después abre los ojos mucho de la impresión y otro vuelco le da, al ver con la luz de su arma, que el que estabs frente suyo era Steve...! Éste alzó las manos algo sorprendido por su reacción.

- Tony, soy yo...Steve, estoy aquí...estoy bien -

- S-steve...? - Preguntó casi en un susurro el castaño aun sin bajar la mano. Steve le sonrió reconfortante y se subió a la cama, gateando hacia él y bajó su mano con la suya, para después abrazarlo algo fuerte, pero suave, estando feliz de volver a estar con quien más ama.

- Si Tony...soy yo, estoy aquí -

Tony aun estupefacto, parpadeó varias veces y lo miró de reojo, esbozando una sonrisa, y dando un gran suspiro lo abrazó fuertemente, pegando su cara en su hombro.

- P-pensé que estabas muerto....donde estabas...? Te eché tanto de menos... -

- Tony...no sabes cuanto lo hice yo. Estoy tan feliz de volverte a ver..! - Decía sonriendo levemente y diciendo cada palabra tranquilo y suave, para reconfortar a su pareja, acariciando su espalda. Se quedaron en silencio un rato mientras sentían el calor uno del otro, la felicidad volviendo a ellos; Tony pasó sus manos por su pelo y a sus mejillas después, juntando sus frentes.

- Cap...me siento mucho mejor desde que volviste...en serio, te extrañé muchísimo, intenté buscarte por doquier. - Decía en un murmullo, Steve aun sonriendo suavemente avaricia su pelo.

- Tranquilo, estoy aquí. Ya pasó...tranquilo - Dijo cuando lo oyó soltar un leve sollozo.

- L-lo siento...no puedo evitarlo... -

Steve se separa un poco mirandolo y extiende sus brazos, Tony pone su cara en su pecho, los dos volviendose a abrazar.

- !!! - Se quedó pasmado cuando vió en el centro del uniforme que llevaba Steve, el símbolo de Hydra y lo miró incrédulo. - Lo sabía! Sabía que Hydra te tenía! Debí de haber ido a por ti... -

- Calma, Tony. Estoy bien! Me deshice de ellos, por eso logré escapar. -

- Pero....porque entonces tienes un uniforme asi? -

- Cuando me secuestraron, quemaron mi antiguo uniforme, y escondían bien mi escudo...este es el único que logré encontrar, medio decente y el uniforme también, no pensaba irme semidesnudo con ese frío. -

- Je, si si, te entiendo....todos hemos estado muy ocupados buscandote...será mejor que te presentes ante los otros, todos seguimos despiertos y.... -

Steve lo interrumpió poniendo un dedo en sus labios para que deje de hablar, Tony lo miró con detenimiento, y se extrañó al ver sus ojos rojos. Sin embargo, Steve pareció no percatarse de ello y siguió sonriendo. - Tengo otro asunto más importante en mente - Apartó el dedo de sus labios y los besó cerrando los ojos. Tony entrecerró los suyos y correspondió suavemente, abrazandolo de la nuca mientras se acostaban en la cama siguiendo con el beso. Steve acercó una mano suya y acarició su mejilla junto con su pelo y la otra traspasa su camiseta esqueleto a acariciar su pecho. Tony se estremeció sonrojandose en el beso y enredó sus piernas en sus caderas, Steve apegandose más a él y apasionando más el beso. Tony se relajaba con el nuevo juego de lenguas, se sentia bien volverlo a sentir junto a él de esa manera. Siguieron así un rato más cuando se separaron por aire, jadeando y sonrojados, dejando un hilo de saliva que los unía. Steve lo mira por un momento y besa suavemente su mejilla.

- Te amo Tony -

- Yo igual Cap - Dice sonriendo levemente y abrazandolo una vez más, de veras le hizo mucha falta en esos días. Steve sonrió y lo abrazó también, dandole calor y cariño. Despues se separa, aun mirandolo.

- Me voy a dar una ducha, para después dormir contigo. -

- Ah...muy bien - Dice el castaño estirando la espalda.

- Pero tú vienes conmigo -

Tony asiente sonriendo levemente -Mejor -

Steve le sonríe de nuevo y se bajó de la cama, agarrando su mano y se levanta con su pareja. Los dos salen del cuarto y Tony sonriendole picaro se dirige al baño a esperarlo de una vez, mientras él se dirigía a saludar a sus compañeros Vengadores.

C☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆H


- E-eres un monstruo... - Musitó sangrando en la cabeza y en varias partes del cuerpo, el soldado de S.H.I.E.L.D tirado en la nieve, con la espalda sobre el tronco de un árbol, en la zona nevada de Rusia donde estaban en una misión. Steve aceptó ir con los soldados, justo para obedecer las órdenes de su nuevo líder; apenas estuvieron en la zona más aislada de tecnología para ser vistos, los atacó rapidamente, matandolos con violentos golpes, ensuciando su traje de sangre, que al final combinó con sus detalles rojos de Hydra. Ya ese moribundo soldado era el último que quedaba vivo, los demás yacían inmóviles en la nieve, que se empezó a mojar de rojo. Steve lo miró desde lejos y se acercó a él lento, sonriendo levemente, al final, le gustó esta clase de misiones. El soldado intentó apartarse, pero Capitán Hydra se arrodilló delante de él y lo tomó fuerte de los hombros para que no escapara.

- Shhh~ Ustedes son los monstruos, Hydra es el verdadero camino -

- Hydra...? Tr-traidor!!! -

Steve antes de que el soldado siguiera hablando puso sus manos en su cabeza fuertemente y violentamente giró su cabeza hasta torcer su pescuezo. Se levantó mirando al soldado muerto con la cabeza volteada hacia atras y miró alrededor, no se le perdía nada; así que fue caminando a su motocicleta parqueada en la carretera, mirando severamente aun a los lados por si algo se le escapaba, pero no vio nada. Se montó y arrancó de vuelta a la base de S.H.I.E.L.D por mas misiones, hace mucho no se divertía en ellas.

- De que es toda esa sangre, Steve...? - Preguntó extrañado Clint al verlo entrar a la sala de reuniones del equipo y sentarse en su respectiva silla. Miró a su compañero tranquilamente.

- Solo tuve que matarlos, no es gran cosa, viniendo de nosotros, que matamos a los malos, o no, Hawkeye?-

Clint aun así no estuvo muy convencido, ahora que mientras le volvían a hacer el traje a Steve, tenía que ir con ese de Hydra y tambien el escudo, eso le daba muy mala espina, además de los ojos rojos de su compañero. Negó con la cabeza y se levantó de la silla, mirando a Natasha que lo miraba algo extrañada.

- Lo siento...tengo que irme - Y se retiró de la sala por la puerta trasera, caminando por el pasillo hacia su cuarto, pero al girar una esquina se frenó en seco dando un respingo muy horrorizado al ver la escena que tenía frente a el. Muchos, como 20 soldados y agentes de S.H.I.E.L.D yacían muertos y sangrando abundante en el suelo y algunos sentados apoyando su espalda a la pared, manchada de sangre. Se dio media vuelta y echó a correr de vuelta hacia la sala con el corazón muy acelerado. Cuando abrió la puerta de golpe vio que solo Natasha y Sam estaban ahí, Steve se había ido. Ellos dos lo miran extrañados y les dice a gritos lo que acaba de ver.
Tony oyó mucho alboroto desde el laboratorio, así que se levantó a ver que pasaba, pero cuando iba a abrir la compuerta para entrar a la escena del crimen, Steve apareció detrás de ella y lo tomó del brazo, sonriendo y volviendo al pasillo, Tony trató de librarse de él, pero sabía que era inútil pelear contra alguien tan fuerte como su pareja.

- Hey! Que está pasando? Porque no me dejas ver? -

Steve volteó su cabeza y lo miró severamente, pero sonriendo levemente. - No pasa nada, Tony. Todo está bien, estarás bien conmigo. Vamos - Sigue caminando con él agarrando su brazo algo fuerte, alejandolo del pasillo, Tony al fijarse bien en su traje se horrorizó poniendose pálido un momento.

- D-de donde es toda esa sangre...? -

- No pude lavarlo ayer, esto es de la misión de ayer. Tranquilo Tony...no es que maté a agentes de S.H.I.E.L.D -

- S-steve...si estas contandome mentiras yo-- -

El rubio soldado tomó sus mejillas con sus manos y lo besó en los labios para que dejara de hablar, con una expresión tranquila y reconfortante. -Shh~ Tranquilo Tony...tranquilo. Mientras yo esté aqui,nadie te hará daño...nadie. - Tomó su mano suavemente y los dos siguieron caminando hacia la sala, lejos de esa escena sangrienta.

C☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆H


Cada vez S.H.I.E.L.D contaba con menos y menos soldados, cuando querían ver las cámaras de los lugares de las misiones para saber el porqué, eran hackeados los sistemas y borraban toda evidencia de los asesinatos. Pero no era con solo la agencia, era con muchas organizaciones que planeaban atacar a Tony para que lo hagan trabajar para ellos, el asesino no dejaba ni uno solo vivo. Nadie se le escapaba, la montaña de vidas se iba acumulando para este hombre, pero él era consciente de ello, y sonreía satisfecho. Nunca le fue placentero matar, pero con el control de Hydra sobre él ahora le parecía un deporte que jugaba todos los días. Hoy no fue la excepción tampoco, Steve obviamente aceptó ir en una misión con Tony en unas ruinas al sur de Estados Unidos, rozando con Canadá. Tenían que conseguir supuestamente un pedazo de cristal negro, había muy poco en todo el mundo y según los rumores era parecido al Vibranium, en el sentido que es indestructible. Pero ese pedazo era protegido por varios terroristas ajenos a Hydra, que lo utilizaban para ellos mismos, y de paso, odiaban a Iron Man, una perfecta razón para comenzar otra masacre para su amada pareja.
Mientras iban en el Quin Jet para ir a ese lugar, Tony en su armadura sin que ésta cubra su cara miraba la ventana principal, con un semblante de...miedo. Había escuchado y visto escenas del crimen donde habían muerto miles de soldados de S.H.I.E.L.D, hasta Clint seguía "traumatizado" al ver una de esas escenas en el pasillo de la base. Ya no se sentía seguro, ni siquiera con Steve a su lado, lo seguía amando mas que a nada en su vida pero....sentía un aura muy peligroso, sádico y sangriento en él, en esepecial cuando llevaba ese traje de Hydra. Pero esta vez ya no lo usaba, llevaba el de siempre, el del auténtico Capitán América, pero aun asi no le daba una cálida sensación. Oyó algo detrás suyo y vio a Steve levantarse de su puesto y acercarse a él. Llegó a su lado y lo miró extrañado.

- Pasa algo Tony? No te veo bien... -

- No, tranquilo...es que con todos estos asesinatos no me siento seguro en casi ningún lugar - Un escalofrío le recorrió el cuerpo al pensar en ello y su pareja puso sus manos en sus hombros sonriendole suavemente y besó su mejilla reconfortante.

- Calma Tony, yo te protegeré, pase lo que pase, no dejaré que nadie te haga daño -

El castaño lo miró por un momento, pudo ver verdad y cariño en sus ojos rojos, aunque sinceramente, extrañaba muchísimo ver esos ojos azules, puros y llenos de bondad. Puso una mano en su mejilla y se besaron suavemente en los labios por unos segundos, pero eso no quiso decir que no fuera relajante. El contacto con sus labios los relajó a los dos, Steve por una milésima de segundo, sintió por primera vez en semanas "algo" en su pecho. Como una verdadera sensación de calidez, como cuando era el verdadero Steve Rogers y pasó suavemente su mano por el pelo de su pareja, acariciandolo. Tony conocía ese movimiento muy bien y se relajó más, sintiendo que estaba de verdad con él. Aunque esa sensación en su cuerpo duró poco, extinguiéndose con la oscuridad que reinaba en él gracias al control mental de Hydra y no pudo evitar apretar el puño apartandolo de su pelo. Se separaron del beso haciendolo sonoro y se miraron a los ojos un momento, Steve le sonrió suavemente y le dio un tierno beso en la frente, Tony no pudo evitar sonreír levemente ante el acto.

- Ya casi llegamos -

- Ajá, estemos atentos a todo, traes el mapa del lugar? -

- Si, S.H.I.E.L.D me lo dio - Tony proyectó una pantalla con un pequeño artefacto, donde mostraba el mapa de las ruinas, los dos al verlo bien, el lugar parecería un laberinto al entrar en ellas, pero quizá al encontrar el cristal todo eso valdría la pena. Ambos miran por la ventana, el panorama estaba casi del todo en blanco, cubierto de nieve, pero entre todos esos espesos copos logran divisar en negro las ruinas, haciendose más grande conforme llegaban. Al estar lo suficientemente cerca, el Quin Jet aterrizó en el suelo cubierto de nieve, hecho del antiguo cemento que estaba tambien hecho las ruinas. La compuerta trasera se abre y la rampa tocó la nieve, Tony y Steve bajando y mirando la enorme entrada de las ruinas, que bajaba en una larga cuesta de escaleras, no había luz alguna, era oscuridad total.
La pareja se miró un momento, y entraron al túnel, para empezar el laberinto de las ruinas a por ese cristal.
Solamente la luz de su pecho de la armadura y lo demás de ella iluminaba el lugar, las paredes eran de roca en bruto, lo que le extrañó a Tony, que su casco ya cubría su cabeza y caminaba con cautela, con Steve detrás, tratando de ver más allá de la luz de su pareja, también muy atento a todo.
No pasó nada mientras caminaban por ese pasillo, que cada vez se hacía más estrecho, hasta el punto que tenían que avanzar lateralmente, incluso en una parte, ya no podían seguír por lo angosto que estaba. Tony gruñó levemente, y logró alzar la mano, y disparar al frente suyo. Los dos salieron volando hacia atrás por la explosión, pero cuando se volvieron a incorporar vieron que su disparo había logrado abrir muchísimo mas el pasillo, y al final de éste pudieron ver una luz morada, tenue, pero se podía ver. Steve se acercó a las paredes y pidiendole luz a Tony, pasó los dedos por la roca.

- Esta roca....Es inflamable. Con razón la explosión se hizo mucho más grande y abrió este agujero -

- Pero principalmente fue gracias a mí que podemos avanzar. - Dijo algo molesto, quería el crédito tambien. Steve se volteó y lo miró, sonriendo después.

- Si, tienes razón. -

Tony siguió caminando por el pasillo, hacia esa luz morada al final de éste y Steve se apresuró a seguirlo. Al llegar a la fuente de luz morada, tuvieron que cruzar una gran grieta entre las dos paredes, al menos lo suficientemente ancha para que pudieran cruzar. Al entrar a la siguiente cámara, los dos miraron alrededor impresionados, al estar en un lugar increíblemente grande, todo hecho de cristal morado que eso era lo que iluminaba tanto, los pedazos sobresalían del techo y de las paredes, la mayoría tenían una luz intensa, otros tenue y otros su luz parpadeaba lentamente, todo de morado. Tony no pudo evitar esbozar una leve sonrisa ante esto, le parecía muy....hermoso, por decirlo así. Steve se acercó a uno de los cristales de luz tenue para no quedarse ciego con los de luz más intensa y pasó su mano por él, tambien sonriendo levemente. Se acercó un poco más para ver de donde venía la luz curioso, y pudo ver su reflejo por un lado del cristal, se vio por un momento, con una expresión indesifrable, al verse así, se sentía...raro, incluso con la luz morada, se podían distinguir sus ojos rojos, intensos y hasta él podía ver con ellos, mucha muerte y sangre, recapitulando todos los asesinatos que hizo y sacudió la cabeza. Perturbado por ello, se separó del cristal y volvió con su pareja.

- Es muy bonito...jamás había visto algo asi - Dijo Tony al ver por el rabillo a Steve viniendo hacia él.

- Cierto...a mi también me encanta - Lo abrazó por detrás y besó suavemente su mejilla, también cariñoso. Tony sonrió levemente ante su beso y se miran por un momento, aunque su pareja tenía los ojos rojos como la sangre, le seguía siendo muy guapo, hermoso diría él y besa sus labios cortamente. Tony se separa de él, y lo mira de nuevo.

- Sigamos, hay que encontrar un cristal igual a esto, pero negro...y eso será bien difícil, si no hay tanta luz en esa negrura que nos espera. -

Steve asintió y los dos siguieron su caminata por las ruinas, saliendo de esa cámara de cristales morados y la luz del pecho de la armadura se volvió como una linterna, mientras avanzaban con cautela en cada paso. Las paredes desde que cruzaron por la cámara de cristales, eran ahora de roca pulida, y en ella habían varios dibujos y simbolos que parecían que no iban a tener fin. Despues de muchos minutos caminando y recorriendo varias cámaras, la luz parecía estar presente y Tony pudo bajarle el brillo de su pecho. Estaban en una donde iba a diferentes caminos, tambien iluminados. La pareja intercambió miradas y Tony le dio a Steve una copia del mapa con la misma maquina.

- Ten, para que no nos perdamos. Iremos separados, para ver quien encuentra ese cristal primero y nos largamos. -

- Me parece bien. Ten cuidado ahí Tony - El soldado rubio besó rapidamente su mejilla y fue por uno de los caminos de la izquierda, el castaño por la derecha. Ahora en vez de caminar los dos empezaron a correr, aunque todavía con sumo cuidado por si caían en alguna trampa. Tony tuvo casi todo el camino libre, excepto por un par de ataques de algunos terroristas, y trampas antiguas de las ruinas, pero las pasaba muy fácil sobrevolando sobre ellas con la armadura, pero también esquivando lanzallamas, flechas y hachas mientras volaba.
Steve no pasó por muchas trampas, sino por cámaras que se movían por si solas, y casi cayendo hacia el vacío, ni quería saber que pasaba si caía. Tuvo muchos ataques de esos hombres, pero tuvo mucho placer en matarlos. Rompía huesos con golpes, patadas, y jalones muy violentos a las extremidades, torcía pescuezos con sus manos desnudas, daba golpes a las cabezas con su escudo, y cortaba cuellos con su cuchilla, que tambien la usaba para enterrarla en el pecho de los hombres, todo con satisfacción en los ojos. Se sentía menos culpable al saber que no eran hombres de S.H.I.E.L.D, por alguna razón. Mientras seguía atacando cual bestia sin control, uno de los terroristas con una navaja se alzó ante él y le hizo un tajo en el ojo, muy cerca de él. Steve se quejó, casi gritando del dolor y se apartó de un salto, tapandose la herida con su mano libre. El hombre lo miró aun así con miedo, retrocediendo un paso. Steve no pudo evitar lagrimear y por la herida, las lagrimas se mezclaban con la sangre, que bajaba por su mejilla. Le ardía mucho, pero pronto se curaría, ya que esa era una gran ventaja de tener el suero, que sus heridas se regeneraban solas. Pocas veces necesitaba ayuda médica. Se enderezó, mirando a los hombres con una expresión asesina y sombría, taladrando sus almas hasta lo más profundo de ellas, con una macabra sonrisa. Se apartó la mano de la herida dejando verla a todo el mundo y muy rápidamente se lanzó hacia el hombre que le hizo eso, y de un puñetazo limpio, se lo enterró en el pecho del hombre, sacando su corazón de él, el cuerpo cayó al suelo como un fardo y los demás vieron la escena horrorizados. Steve aún sonreía mirandolos con una expresión sombría, llena de maldad, mientras apretaba la mano en el corazón, haciendo que saque sangre por los extremos de las venas y arterias, y de tanto apretarlo lo exploto, llenandose de sangre. Los demás echaron a correr, pero Capitán Hydra los mató rapidamente, mojando más su traje de sangre sucia, pensaba él. Al terminar esa masacre, se volvió para contemplar su arte, aun sonriendo.

- Hail Hydra - 

Volvió a retomar su camino por las ruinas. Mientras caminaba, vio que las paredes ahora eran de color morado y entre los ladrillos habían pequeñas plantas y musgos. Entró a otra cámara y miró alrededor, a los dos lados habían fuentes de agua que caían en cascada, había más hombres al frente, no habían reparado en él. Sonrió y se acercó a ellos muy despreocupado, poniendo una mano en el mango de su pistola del bolsillo. Los terroristas al ver de cerca quien era, sacaron sus armas y le empezaron a disparar, pero solo las balas rebotaban contra el potente Vibranium de su escudo, Steve empezó a disparar también, matandolos con cada disparo, al final lanzó su escudo y rebotó en una pared, y golpeó con un ruido sordo a la cabeza del último hombre que estaba en pie y éste cae al suelo inconsciente. El escudo de ese rebote volvió a la mano de Steve y se acercó al hombre, agachandose encima de él y sacando la cuchilla, ya del toda mojada de sangre, hizo un lento y doloroso tajo en la nuca del hombre, que empezó a retorcerse en el suelo por la pérdida de sangre. Steve se levantó y siguió su camino muy tranquilamente. Caminaba lento y confiado, la herida de su ojo seguía sangrando, pero cada vez menos, su traje estaba casi del todo mojado de rojo y sus manos sin duda lo estaban. Hacer este tipo de cosas lo volvía completamente loco, sin poder tener el uso de razón, ser un completo asesino, sin poder recordar nada después, su pecho le hacía una presión constante, su corazón iba a 1000 por hora, sentía que se le iba a salir del pecho en cualquier momento, jadeaba levemente, sus manos temblaban y su cabeza y hombro hacían tics, eso significaba que estaba perdiendo la cordura con todos esos asesinatos. Veía algo borroso, como si estuviera viendo un televisor dañado en la pantalla. Sus huellas eran de rojo, esa sed ya no podría ser detenida tan fácilmente como se había controlado en los días anteriores. Entró a una cámara normal, con solo plantas trepadoras y enredaderas en las paredes, y cajas de armas y provinciones alrededor, siempre estuvo tenso y preparado para cualquier ataque, ahí si que le iban a dar una emboscada......

PERO NADIE VINO

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