009. A night in the restricted section

Una noche en la sección restringida

Hasta esa noche habían dos cosas, que para Fred, no cambiaron ni un poco desde marzo.

Una de ellas era que el tiempo seguía pasando increíblemente rápido, o al menos así lo sentía y la segunda era que Cassie seguía sin decirle nada a nadie además de Lizzie.

El pelirrojo llevaba horas mirando el techo tratando de comprender como abril y medio mayo pasaron volando pero esa noche y como las clases de Snape y Binns no lo hacían.

No sabía si el insomnio es contagioso pero sí lo era, Cassie le había contagió eso en vez de decirle que le pasa. Seguro la mencionada estaba despierta por su insomnio igual que el o dormía como un bebe igual que todos en el castillo.

—Me rindo, si no puedo dormir me voy a entretener —dijo antes de tomar el mapa y pronunciar "juro solemnemente que mis intenciones no son buenas" para empezar a curiosear.

Por ser sumamente tarde no esperaba ver personas merodeando el castillo y no las había, las pequeñas etiquetas con los nombres de los habitantes del castillo mostraba a varios fantasmas y luego vio que cierta señorita que estaba fuera de su sala común.

—¿Y qué rayos hace en la biblioteca a esta hora? —se preguntó y Lee ronco—, tomaré eso como un "ve y averígualo".

Entonces hizo lo que interpretó del ronquido de Lee, tomó el mapa, su varita y salió de la habitación directo a la biblioteca. No había un alma más que la de Cassie y la de los fantasmas por el castillo, así que llegó sin problemas y encontró a la mencionada apunto de entrar a la sección prohibida.

—Oye si pensabas ir a la sección prohibida me hubiese gustado tener una invitación —dijo Fred y Cassie se volteó—. Supongo que esto es lo que ocultas.

—¡¿Qué haces aquí zanahoria?!

—¿Tú qué haces aquí y porque aparentemente nadie está enterado de esto?

—¡Porque no se suponía que alguien más estuviera aquí o supiera!

—¿Por qué no? ¿Qué vas a buscar ahí?

—Cosas.

—¿Qué cosas?

—No sé tal vez panqueques de pollo, como acá no hay libros y libros y más libros.

—¿Vas a buscar a esos adivinos de tu libro? ¿Es por eso que has estado tan rara?

—No hay ningún adivino en el libro, es sobre los significados de los sueños.

—¿Y de quien estabas hablando el otro día?

—Ya que más da —murmuró para sí y le habló de nuevo a Fred—. De mi familia paterna, no hay nada sobre ellos y eso tiene que ser imposible.

—¿Estás buscando información sobre tu familia paterna? —preguntó el pelirrojo como si no fuera obvio y ella asintió—. ¿Desde cuándo estás haciendo esto?

—Desde el inicio del año... tal vez... es muy probable que desde ese entonces.

—¿Y no le dijiste a nadie a demas de Lizzie?

—Si... pero si les hubiese dicho no habría mucha diferencia. No creo que tu, George y Lee estuvieran dispuestos a pasar prácticamente todo el año en la biblioteca buscando en vano, porque eso fue lo que Lizzie y yo hicimos.

—Tal vez no lo hubiéramos hecho —no le iba a mentir, pasar horas en la biblioteca no entraba en su categoría de planes asombrosos para la semana—. Pero si...

—Pero nada, no lo hubiesen hecho y está bien no los juzgo, si no fuera porque necesito saber yo no vendría.

—¿Y de casualidad le preguntaste a tu papá algo sobre su familia? —fue la pregunta más inteligente que se le ocurrió hacer.

—No, él no me iba decir nada así que en las vacaciones intenté preguntarle a mi tía pero nunca pude hacerlo porque mis padres me lo evitaban. Y se que hay algo que ocultan, algo no muy bueno seguramente.

»Con Lizzie estuvimos buscando sobre cualquier cosa que tuviera que ver con mi familia paterna y no encontramos nada pero si notamos que faltan muchos anuarios.

—¿Y crees que los anuarios que faltan están allí? —dijo Fred señalando la sección restringida—. ¿Y por eso estás aquí?

—Tal vez estén aquí y si no fuera así puede que de todas formas haya algo útil.

—Te ayudo a buscar —ofreció el pelirrojo.

—Deberías ir a dormir —contestó Cassie.

—Tú también pero aquí estamos y te quiero ayudar.

—¿Y quieres entrar ahí verdad?

—Sí, pero para ayudarte, obviamente —ambos empujaron la puerta y sin más se abrió—. Para ser la "Sección restringida" tiene una pésima seguridad.

—Todo lo que conlleva la palabra restringida o prohibido en este castillo tiene una horrible seguridad.

Tenía razón en ello, el día del cumpleaños de los gemelos estaban a punto de entrar a la parte prohibida del bosque prohibido y lo hubieran logrado si Charlie no hubiese estado ahí.

—¿Por dónde empezamos? —preguntó Fred.

—Por donde sea, honestamente no creo que encontremos algo así que da igual.

—Bien... ¿voy por la izquierda y tú por la derecha? —Cassie respondió asintiendo y fue por su lado.

Ambos empezaron a curiosear en los libros de forma rápida, encontraron libros de criaturas fantásticas sumamente peligrosas y sus leyendas, maldiciones y venenos.

—¿Encontraste algo?.

—No por el momento. ¿Tu?

—No, no encuentro nada útil... espera creo que encontré algo —aviso Cassie y Fred corrió hacia ella—. Son libros de personas, personas muy malas pero personas, puede que haya algo.

Cada uno escogió un estante y empezaron a leer los títulos rápidamente hasta que llegaron al final del librero donde había una pila de libros desordenada.

—Esos son los anuarios —tomaron los libros muy delgados con los años marcados de color dorado en la tapa y lo hojearon—. Este es el de 1976, ese es el año en el que salieron mis padres de la escuela. La encontré:

Leigh Adeline Parker - Hufflepuff
Prefecta 1974-1975 y premio anual 1976.

—¿Parker?

—Al parecer a la escuela no le gusta el apellido Stiles y acá está mi papá:

Caelum Pollux Black - Hufflepuff
Capitán de quidditch del equipo de Hufflepuff 1974 - 1976.

—A tus papas les iba bien en la escuela.

—Si, ambos lograron los objetivos académicos que tenían —explicó —. De seguro aquí hay algo que sirva.

—Empecemos a leer.

─── ・ 。˚𖤐: .☾︎⭒☽. :𖤐˚。・ ───

Tras varias horas de lectura Cassie se despertó de golpe levantando la cabeza de los anuarios y el codo de Fred, la rapidez del movimiento la mareó un poco y nubló su vista y cuando la recuperó se dio cuenta que se quedó dormida en la biblioteca, se había quedado dormida con Fred en la biblioteca.

—Ay no, ay no —giró su cabeza en busca de una ventana, al encontrar una vio que seguía oscuro pero eso no duraría mucho.

—Fred, Fred despierta —susurró muy fuerte mientras movía su brazo y el pelirrojo seguía tieso—, despierta zanahoria.

—Una hora más...

—Fred, nos dormimos en la biblioteca, des-pier-ta.

—¿Cómo que en la biblioteca? ¡Ay, cierto!

—Shhh no grites que nos encontraran.

—Cierto, cierto, lo siento.

—Pongamos los libros donde estaban y larguémonos de aquí antes de que amanezca.

—¿Qué hora es?

—No sé y no importa, solo apurate.

—Ya voy, ya voy —ambos tomaron todos los anuarios y los cerramos—, creo que babeaste este.

—Yo no babee nada —dijo Cassie cerrando el anuario que agarraba para colocarlo en la pila.

—No te juzgo yo hablo dormido —dijo Fred creyendo que la haría sentir mejor.

—Yo no hice nada ahora cierra los anuarios y ponlos en la bendita pila.

—¿Te levantaste del lado izquierdo de la mesa o eres siempre así de gruñona al despertar?

—Ayuda y luego haces chistes.

—Lo sient... —se calló al oír los pasos de alguien y ambos se ocultaron tras un librero—, oh no.

—Estamos muertos, estamos muy muertos.

Los pasos siguieron hasta que no eran audibles, parecía que la persona que estaba ahí se dirigía al final de la biblioteca y esperaban que se quede ahí el tiempo suficiente para salir de la biblioteca.

Trataron de ser lo más cuidadoso posible pero la rodilla de Cassie les falló al chocar con un librero ocasionando que un anuario se le cayera, logró levantarlo pero no alcanzó a ponerlo en su sitio porque quien estaba en la biblioteca con ellos entró a la sección restringida y Cassie y Fred se alejaron de la salida con el anuario en sus manos.

—Estamos muertos.

—Creo que no está cerca, pero si no se mueve de la entrada o viene hacia acá estamos realmente muertos —dijo Fred y levantó la vista—. Es la señora Pince está yendo al fondo tenemos que correr.

—¿Antes de que amanezca viene a trabajar?

—Eso no importa Cassiopeia, vámonos.

Caminaron lentamente e intentaron pasar por la puerta despacio para no causar ruido pero esta rechino y la señora Pince exclamó que quien andaba ahí con los ojos cerrados volteando aterradoramente.

—Espero que ahora puedas correr más rápido que a inicio de año —susurró Fred antes de jalar la muñeca Cassie para que corriera a su ritmo mientras la sonámbula señora Pince los seguía.

Salieron rápidamente de la biblioteca y trataron de buscar algún sitio para ocultarse hasta que la bibliotecaria dejará de seguirlos, intentaron entrar a dos armarios de escobas pero estaban cerrados. Fred siguió buscando mientras arrastraba a Cassie quien miraba hacia todas partes por si aparecía alguien más de quien huir.

Cuando finalmente el pelirrojo encontró un armario Cassie no se dio cuenta hasta que estaba adentro y Fred encendió su varita.

—Ya me puedes soltar —dijo la castaña al notar que su amigo aún tomaba su muñeca.

—Ah si perdón —respondió al soltarla.

—No hay problema con ello pero con esto si —dijo Cassie señalando el anuario.

—¿Qué hacemos con él?

—Deshacernos de él o guardarlo, no vamos a entrar ahí de nuevo para devolverlo.

—¿Lo lanzamos al lago o lo quemamos en las chimeneas? —dijo Fred tomando el anuario—. ¿Leímos este anoche?

—Yo no lo leí y si tu no lo recuerdas no creo que lo hayas hecho. ¿Será útil?

—Solo hay una forma de averiguarlo...capaz tienes un familiar importante graduándose en 1904.

Cassie abrió desde la sección de alumnos, leyó palabra por palabra esperando que haya algo, lo que sea que sea útil pero al terminarla no encontró nada, entonces se le ocurrió que tal vez la parte del personal podría tener algo y encontró algo ahí.

Director Phineas Nigellus Black
1904 primer año de director
Profesor de transformaciones

—¿Qué dice? —preguntó Fred y Cassie le pasó el anuario muda para que el leyera.

Ambos estaban en silencio tras leer el anuario, Cassie miraba a la pared estática preguntándose si después de buscar por meses ¿eso era lo único que había sobre su familia? Mientras que Fred pensaba que hacer para reconfortar, su primera idea era hacerla reír pero no tenía ningún buen chiste para ello y su segunda idea fue abrazarla o al menos intentarlo.

El pelirrojo se acercó despacio a Cassie y, algo torpe, extendió los brazos intentando rodearla. La extraña acción por parte de Fred sacó de sus pensamientos a la castaña, dejándola confundida hasta que se dio cuenta que Fred intentaba darle un abrazo, uno bastante raro pero Cassie lo aceptó y le respondió con uno de verdad.

—Siento que no hayas encontrado nada más —dijo Fred quien ahora la abrazaba con soltura.

—Al menos lo intente.

—Cassie si tienes otra de estas búsquedas o algo así de importante no solo le pidas ayuda a Lizzie, quisiera ayudarte sin importar que sea.

Cassie no estaba segura de que pudiera hacerlo, si algo así de importante sucedía probablemente tendría que ver con sus pérdidas de control y en los últimos meses en la escala del uno al diez Cassie había estado constantemente en un cuatro de explotar, no tenía idea de como explicarle eso si pasaba.

Por otra parte a Lizzie ni siquiera tenía que explicarle que pasa porque ella sabría todo con solo entrar en su cabeza, a ella podía recurrir por ayuda sin tener que dar explicaciones.

Con Fred no podía hacer eso, así que en lugar de mentirle como respuesta Cassie lo abrazó con más fuerza y Fred devolvió el abrazo asumiendo que eso era un sí.

☾︎✵☽︎

NOTAS:

⩩ Solo voy a decir que aunque no parezca Cassie si encontró algo útil...

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