✨ Capítulo -22- ✨
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La casa tenía diferentes lugares para divertirse.
Desde un camino que te llevaría al más hermoso mar de Tulum, hasta lugares subterráneos que parecían un paraíso para los más aventureros. La extensión de su casa era un misterio, incluso para personas cercanas a la familia, ya que nunca se sabía realmente su ubicación. Había ciertos rumores de que su casa era una serie de túneles interconectados, que aquellos edificios pertenecientes a la familia, tenían un pasillo secreto que los llevarían de regreso a esa mansión perdida entre la selva, que mantenía la privacidad de la familia enigma.
Era claro que la familia no quería ser encontrada y vivían alejados en su mayoría de tiempo, fuera del ojo público. Era realmente raro ver a cualquiera de los 4 herederos andar dentro de las noticias o ante los demás, solo los podías encontrar de vez en cuando recorriendo el país, o en otros lugares, donde ciertas fotos eran el único testigo de que estuvieron allí.
Realmente no querían que ninguna persona estuviera indagando en sus asuntos.
No eran personas de escándalos, tampoco eran personas que se mencionaran tanto, incluso con su poder y dinero, solían siempre mantener un perfil bajo y relajado. Es por ello que la enorme mansión también lo era en gran parte. Al menos así era para el mayor de los hermanos.
Quien despertaba siempre para seguir una pequeña rutina, en esa enorme cama con sábanas y cobijas tejidas a mano de los materiales más frescos y únicos. Sus ojos dorados eran deslumbrados un poco por el reflejo del sol en las aguas de ese enorme cenote frente a él. Su habitación prácticamente era la casa de los sueños de alguien, un cenote propio fuera de sus enormes ventanales que se abrían como puertas para darle una mirada a una maravilla natural.
— Hn...
Volteo a su lado para ver un pequeño cuerpo haciéndose bolita entre las sabanas, donde en esa piel morena se notaban marcas aun de la noche anterior. Acabó por sonreír el mayor de los hermanos, levantándose desnudo para acabar por colocarse su bata y caminar fuera de la habitación, tomando un pequeño elevador que lo subiría a una enorme sala, donde dos maids lo esperaban.
— Buenos días, señor Tezcatlipoca. — dijo una de las mujeres dando una leve reverencia.
— Buenos días, ¿podrían llevarlo a su casa? — comentó el hombre tomando las toallas que le ofrecían las mujeres. — Prepárenle un rico desayuno y llévenlo a casa, asegúrense de que llegue bien.
— Claro que sí, mi señor.
La casa como siempre era tranquila, más cuando eran las 7 de la mañana y caminaba a su gimnasio privado donde se encontraba allí al menor de sus hermanos, Huitzilopochtli, corriendo en la caminadora. Lo miro unos segundos, ese cabello negro azulado, ese cuerpo enorme y trabajado, su piel morena brillando con las gotas de sudor que resbalaban de él, y su aroma, sus feromonas ya habían madurado. Tenía la edad del hermano menor de Hades Olympus, pero Huitzilopochtli había madurado rápido, su buena alimentación, su práctica como enigma desde cachorro y que ya hubiera tenido un celo acompañado lo habían hecho crecer sanamente para desarrollarse a temprana edad.
Lo único que no controlaba aun eran sus feromonas, pero, hoy olía tranquilo, así que parecía que está aprendiendo a controlarlas de una mejor forma.
— No me dejaste dormir anoche. — se quejó el menor sin parar su rutina. — Tu acompañante es ruidoso.
— Solo fue algo de una noche, no pasará de nuevo. — comentó Tezcatlipoca, abriendo un locker de lugar para sacar ropa deportiva de allí.
— ¿No lo verás de nuevo?
— No. — respondió el mayor, entrando en una habitación para vestirse, sin parar la conversación con su hermano. — Solo es algo de una noche. Yo tenía ganas, él estaba dispuesto, es solamente eso.
— Lo trajiste hasta aquí.
— Era el área de la casa más cercana.
— Si revela donde esta nuestra casa.
— No lo hará, las Maids saben cómo devolverlo a su hogar. — suspiró el mayor acabando por salir para comenzar a caminar en la caminadora. — Llegó aquí sin saber cómo lo hizo, se irá de la misma forma.
— No preguntaré como haces eso, pero solo te digo que si veo un maldito canal de noticias sobre la casa o en sus alrededores te voy a golpear.
— Me encantaría ver eso. — rio el mayor comenzando a correr.
Siempre era cuidadoso, incluso en sus momentos de ocio era cuidadoso con no exponer a su familia. Solo había sido una salida normal, donde miró a ese omega, se le hizo lindo como sus ojos marrones brillaban en la pista, además de que siempre ha tenido preferencia por las pieles bronceadas, así que solo lo invitó a estar con él, y cuando el otro aceptó, usó sus feromonas para noquearlo un poco en el camino antes de llegar a su habitación.
¿Por qué su habitación y no un hotel? Bueno, porque no le gustaban los hoteles, le gustaba hacer lo que quisiera cuando quisiera, y si rompía de nuevo una cama, no quería tener cargos adicionales. Así que llevarlo a su casa se le hizo buena opción, pasó una noche asombrosa escuchando gemidos dulces y aliviando su deseo, pero eso era todo, no tenía intención de algo más.
Acabo por terminar sus rutinas, y después de una ducha rápida, caminó hacia el spa del lugar donde dejó que lo masajearan para relajar sus músculos, le hicieran un facial y frotaran cremas en su piel, dejándolo como un dios, donde al volver a su habitación, la notó recogida, sin el omega y s cama arreglada, al igual que ya no había rastro de las feromonas del omega, ahora su habitación tenía un tenue olor a café con una pizca de chocolate, le gustaba el aroma.
Termino por vestirse cómodo, para después comenzar su día al fin con un rico desayuno, y una gran taza de café.
— ¿Estás cerca de tu celo? — preguntó no de sus hermanos.
Y allí estaba la mirada obsidiana de Xipe, con ese cabello marrón rojizo mirándolo de arriba abajo mientras tomaba un vaso de fresco jugo de naranja recién exprimido. Simplemente negó con la cabeza mientras su hermano soltó un bufido con humor, tomando su emparedado.
— ¿De quién son las feromonas de enigma necesitado entonces? — preguntó el menor.
— Déjame checar, dame un momento. — dijo el mayor mirando su celular. Su celo ya había pasado, faltaba un mes para un celo de Huitzilopochtli, para el de Xipe faltaban 3 semanas, y... — Quetzalcóatl. Está en su semana roja, deben ser de él las feromonas.
— ¿Preparaste ya su habitación?
— Le diré a las maids que la preparen hoy. No te preocupes. Aún tenemos algunos días. — contestó el enigma mayor.
Después de tener su desayuno listo, acabó por sentarse en la mesa, mientras Xipe y Huitzi se le unieron, aunque claro, el ambiente se llenó inevitablemente de paz cuando un aroma de mirra e incienso llegó a ellos, al ver a un omega entrar en el lugar platicando con su hermano albino. Y es que Jesús seguía de visita con ellos, llenando su hogar de una tremenda armonía por donde pasaba.
Los hermanos enigma en definitiva no entendían el efecto de Jesús ante todos, y es que apenas entró, el humor de la casa se volvió cálido, el cómo bromeaba con las maids, en como comenzaba a cocinar él mismo, en cómo podía sacarle conversación hasta el más serio de sus mayordomos era increíble.
— Buenos días a todos, ¿durmieron bien? — preguntó Jesús sirviéndose un poco de jugo.
— Si claro, ¿tú descansaste bien? — cuestionó Tezcatlipoca dándole una suave sonrisa.
— Si, me gusta mucho como en su hogar puedo ver diferentes tipos de aves, nunca había visto un Quetzal volar en los cielos, fue increíble. — sonrió el judío. — ¿les importa si los acompaño en el desayuno.
— Para nada, siéntate. — dijo Xipe sonriente.
— Espera, Jesús. — dijo rápido Quetzalcóatl. — Había preparado algo en el comedor de fuera, con la vista a la cascada.
— Oh
— ¿Desde cuándo tenemos un comedor afue...? — el más joven de los enigmas no pudo terminar esa pregunta cuando un zape rápido por parte de Tezcatlipoca fue dado. — ¡Auch!
— Disfruten su desayuno, el día hoy es hermoso. — sonrió el mayor.
Y es que Tezcatlipoca para nada en el mundo se perdería lo cómico que es ver a Quetzalcóatl intentando "enamorar" "seducir" y al mismo tiempo tener una batalla consigo mismo de que está mal perseguir esos deseos "mundanos" que no "necesita probar". En definitiva, el mejor programa de comedia que pudieron contratar, era tener a Jesús en la casa, siendo un omega sin marca y sin pareja, que tenía feromonas que encantaban a su hermano y que al mismo tiempo le hacían romper su ideología.
Es por ello que apenas salieron los dos hombres, que los tres hermanos enigma fueron al balcón a espiarlos desde arriba. Porque por nada del mundo se perderían otra de las humillaciones de Quetzalcóatl a lado de Jesús. Y es que era comiquísimo, ver al enigma reprimir todo lo que siente por tratar con su orgullo, proteger todo en lo que basó su vida.
— Deberías ir conmigo a Roma. — comentó Jesús comiendo su desayuno feliz a su lado. — Puedes quedarte en mi casa, yo, estaré allí lo que resta del año, solo iré a Jerusalén con mi madre en unas semanas, después de eso, 100% en Roma. — sonrió el omega con ese suave sonrojo en sus mejillas.
— S—sí, me encantaría. — sonrió el enigma, con ese rostro todo rojo, mirando al omega. — ¿por qué irás a Jerusalén?
— Oh, mi madre me contactó, dice que hay personas que quiere presentarme. — rio el omega. — Creo que, no le gusta que este sin pareja, pero realmente mi madre nunca me presiona en nada, así que solo iré a hacer acto de presencia, conocer a las personas que quieren presentarme y después volver a casa... es por ello que digo que debes ir, me toca ser tu anfitrión.
Dentro de Quetzalcóatl había una lucha terrible.
Su celo estaba cerca, y peor aún, el omega olía dulce, tan dulce que cuesta trabajo mantener su control habitual. Sabía que estar reprimiendo sus instintos le traería problemas, que algún día no podría controlarse, pero no le importó, siguió controlándose, a tal punto en donde ahora le está costando en gran medida mantenerse sereno a lado del omega que quiere a su lado.
Más cuando Jesús suelta sus feromonas por todos lados, se sienten como una caricia y al mismo tiempo el mayor de los pecados que no quería cometer.
— ¿Creen que se le tire encima? — preguntó Xipe, mirando el rostro de su hermano. — Parece que le cuesta más mantenerse sereno.
— Si lo hace lo golpeamos. — Respondió Huitzilopochtli. — Jesús es como sagrado, no puede tocarlo, y no es como si dejáramos que la serpiente de plumas se le acercara, digo, hay mejores opciones para él.
— Deberíamos castrarlo, así dejaría de sufrir, o tal vez matarlo, así le hacemos un favor al mundo. — comentó Tezcatlipoca, soltando una suave risa. — Pero ya hablando enserio, tengo que confesarles algo.
— ¿Qué pasa? — cuestionó Xipe.
— Bueno, esta es la última oportunidad de él, o avanza y le propone algo a Jesús, o se le escapara de sus manos.
— ¿Por? — cuestionaron sus dos hermanos.
— Escuché de algunas personas que esa visita a Jerusalén no es solo para turistear, escuché que van a reunirlo con una alfa.
— ¿Una alfa? — cuestiono Huitzi.
— Sí, una mujer que ha preguntado por Jesús. — comentó Tezcatlipoca. — La mujer se lleva bien con su madre, así que puede que su madre este apoyando a que Jesús la conozca. No creo que solo sea un matrimonio arreglado, creo que realmente quiere presentarla y puede o no que se agraden. Más porque siento que esa mujer es muy compatible con él.
— ¿La investigaste? — cuestionó Xipe.
— Un poco, es una buena mujer. — dijo Tezcatlipoca. — Con aroma a madera... supongo que perfecta para un dulce carpintero.
— Oh... — comentó el menor, mirando hacia la pareja. — ¿Crees que se ponga loco si le decimos?
— Ya lo sabe. — comentó Tezcatlipoca. — Se lo dije hace dos días.
— ¿Y?
— Da miedo cuando pierde los estribos. — rio Tezcatlipoca. — Somos gemelos, y se supone que yo soy el malo, pero, el rostro que hizo cuando se enteró, parecía sacado de película de terror. Las personas suelen confundir a Quetzalcóatl como alguien lleno de paz, pero no lo es 100%, al final es un mexica como nosotros. Criado de la misma forma. Si, Quetza adora a todo el mundo, pero tiene una personalidad explosiva, y demasiado poder que causa estragos. Papá solía decir que Quetzalcóatl era un ángel, pero en el momento que pierde los estribos, solía convertir en infierno todo a su paso.
— ¿Ha hecho algo? — cuestionó Xipe. — Si le ha hecho algo a Jesús...
— No, ni aunque creara un infierno en tierra, dañaría a Jesús, nunca ha dañado a nadie, no ha hecho nada, pero... — sonrió el mayor de los hermanos. — No creo que se quede de brazos cruzados. No creo que deje a Jesús irse tan fácil, al menos que el judío lo rechace.
— ¿Lo va a secuestrar? — sonrió el menor. — Eso se me hace muy fuera del carácter de Quetza.
— No, eso lo haría odiarlo, supongo que va a declararse y dejar su celibato detrás. De todos modos, le di pulque en la bebida que está tomando, así que estoy esperando un hermoso espectáculo.
— Tezca, Quetzalcóatl no puede consumir alcohol. — dijo Xipe en forma de regaño.
— Ups, lo olvidé, que descuidado soy. — sonrió el mayor comiendo felizmente.
Los hermanos no dijeron más, se dedicaron a espiar al 100% a su hermano, viendo como Quetzalcóatl se notaba nervioso en ese desayuno, pero, para desgracia del mayor de los hermanos, su celular sonó así que se tuvo que excusar un momento del balcón para contestar, ya que podría ser una llamada importante y no quería a sus hermanos molestando.
La verdad al contestar no esperó escuchar la voz de su recientemente adoptado, no adoptado, cachorro de enigma griego, que ahora lo tenía como una carga de padre soltero, mientras le enseñaba cosas básicas de cómo comportarse. Solo pudo suspirar mientras escuchaba a Hades hacer la más tediosa introducción a lo que realmente era el punto de la conversación.
— Joder, resúmelo en 10 palabras o menos, ¿Cuál es el motivo de tu llamada? — se quejó el mayor.
— ¿Es normal que no camine después de una semana? — preguntó Hades del otro lado de la línea. — Me preocupa que realmente lo haya lastimado, todo esto es tu culpa por decir que podría hacerlo, si Qin no vuelve a caminar.
— Es muy normal, solo que siga con la fisioterapia y ya. — se quejó el mayor. — Hades por dios eres como 3 veces su tamaño y como 5 veces su peso, sino hasta 6, obviamente iba a quedar lastimado, pero no te preocupes, se recuperará.
— ¿Estás seguro?
— Que sí, mierda.... ¿no se para en absoluto?
— Si, suele pararse y caminar solo un poco, pero se vuelve a sentar.
— Es normal cachorro griego, al final te tuvo que soportar a ti, no se va a morir. — dijo el moreno recargándose en una pared.
— Tu dijiste que...
— Solo bromeaba. — rio el mayor — Tu omega estará bien...
— Es que ha vomitado igual y tengo miedo de que haya dañado algún órgano importante y no me esté dando cuenta de ello.
— No seas tan dramático, no le llegaste hasta la garganta. — suspiró el mayor. — Solo una duda, ¿has notado su pecho un poco sensible?
— ¿En qué forma?
— Sus pezones se ven algo hinchados... rojizos...
— Si, ahora que lo mencionas, su pecho se nota algo hinchado.
— Hmm... ¿Ha hecho de casualidad nidos en tu habitación?
— Bueno, sí, fue extraño verlo hacer un nido en nuestra habitación. Los omegas no suelen mostrar sus nidos a menos que... oh...
— Felicidades por el cachorro, deberías comprar cosas para tu futuro bebé en lugar de hablarme a mí, estoy rezando a todos los dioses para que no salga con tu intelecto y salga con el de tu pareja.
— Él realmente está...
— Solo por su pecho, se escucha como que esta encinta. Su agotamiento, su pecho, si detectas un aroma algo diferente es que 100% lo está. Créeme, se cuando alguien está embarazado, así que deberías cuidarlo y...
— ¡TEZCALTIPOCAAAAA!
El gritó de su hermano menor lo hizo voltear cuando rápido corrió al balcón y vio algo que no pensó ver ni en un millón de años. Y es que, al fin, después de tantos años, el idiota de su hermano, cerebro de serpiente revolcada, al fin, había tomado el riesgo y había besado a Jesús. Y no solo eso, el omega claro que se había sorprendido, así que se apartó, pero solo acabó por sonreír y devolverle el beso en forma dulce, a lo que al final ambos acabaron por abrazarse, allí en su hogar, al fin a su hermano le habían nacido un par de bolas, ¿quién lo diría?
— ¿Qué fue eso? — preguntó Hades al otro lado de la línea.
— El momento más impactante del siglo. — dijo el mayor mirando hacia la pareja. — Oye Hades... te hablo luego, realmente creo que en este momento mi familia va a celebrar en grande.
Y con eso acabó por colgar, en definitiva, le devolvería la llamada al pequeño cachorro griego, después de que escuchara como es que Quetzalcóatl había logrado hacerlo después de años de amistad y un amor unilateral.
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Podía notar el movimiento que había en el lugar.
En como sus hijos adoptivos del Edén ayudaban con las maletas. En cómo se despedían de él mientras su personal metía sus cosas en el auto. Había hablado con cada uno de ellos, los había hecho sonreír, llorar e incluso hacerlos sentir bien. Ese era siempre el efecto de Adam Edén, tenía una clase de calma, de un padre sobreprotector en todos, que los hacía sentir seguros y felices.
Tal vez, si la historia fuera diferente en su vida, tal vez, él podría verlo así, que llenara ese vacío, que sintiera lo que es tener un padre. Y es que no negaba que ya lo sentía con Hades, pero al final de todo, también le gustaría que Hades hubiera sentido eso, que un día después de la escuela llegara a casa, y mientras dejaba sus cosas de sus entrenamientos, viera una madre y padre saludarlo, preguntándole sobre su día, y después viera a sus hermanos, viera a Hades ser feliz, sin ojeras, sin cansancio, comiendo como debe, y siendo cuidado. Le hubiera gustado que todos sintieran la seguridad que es llegar a casa y no tener que preocuparte tanto.
Si viera a Adam como un padre, a lo mejor pudiera haber sentido eso, poder llenar ese vacío, ese deseo. Pero no, nunca podría ver a Adam así, lo sabía, no podía. Porque cuando lo miraba solo sentía que su corazón se desbordaba, quería pasar sus manos por su cintura, quería abrazarlo, quería repartir besos por su cuello, quería simplemente huir. A veces se imaginaba que, si él fuera mayor, o Adam menor, podrían simplemente desaparecer.
Vivirían felices, en un lugar simple, con un enorme jardín, donde se juraba que pondría siempre su alarma para despertar temprano y cocinar el desayuno para su pareja. Donde Adam le sonreiría y vivirían tranquilos y felices, tal vez con un hijo o tal vez no, pero serian felices siempre.
Aunque eso era imposible.
En primera, Adam Edén no lo miraba de esa forma, nunca lo haría. En segunda, él estaba muriendo, y en tercera, él no podía seguirlo a donde fuera.
Odín había pasado una noche con él, diciéndole que tenía que comprender muchas cosas, recordaba que él no quería escucharlo, pero, fue la primera vez que Odín tomó su rostro de esa forma, haciendo que lo mirara, esos intensos ojos dorado mirándole.
— Está muriendo. — comentó el nórdico. — Su decisión es no hacer que lo veas padecer de esa forma. No quiere estar contigo, nunca lo quiso. Su amor hacia ti, su verdadero acto de amor hacia su destinado ahora mismo es dejarte libre y dejarte vivir Zeus. Acepta ese amor como último gesto para él. Incluso si se recupera, incluso si no, se feliz y acepta ese regalo de amor que te está dando.
— Pero...
— Te está dejando ser feliz, Zeus, está dejando que seas Zeus Olympus, que decidas tu destino y que no te preocupes por nada. Por favor, acepta el amor que representa dejarte ir.
¿El amor que representa dejarte ir?
No lo entendía, nunca ha entendido porque irse de una persona que quieres es algo bueno. A él lo habían abandonado de cachorro, nunca entendió si su madre o padre lo querían, simplemente pasó. Después, Hades trató de deshacerse de él al querer enviarlo lejos, nunca entendió como eso iba a mejorar las cosas, porque él se moriría sin Hades, pero al parecer Hades no se moriría sin él. Y ahora, Adam se va de su lado, porque debe tener un tratamiento lejos de aquí, y no importa cuánto se aferre al mayor, este parecía mantequilla entre sus dedos, parecía no quedarse, no querer hacerlo.
Tal vez se debía a que el amor que él daba era repulsivo a los demás. Tal vez de cachorro fue alguien no deseado así que sus padres lo odiaban. Tal vez si era una carga para Hades, así que hubiera sido mejor solo decir que sí e irse, y ahora, tal vez lo mejor era que dejara a Adam atrás.
Pero no podía.
Realmente no podía, porque seguía aferrándose a todo con garras y dientes, porque no quería volver a tener que abrazarse a sí mismo para calmar todo, estaba harto de ello.
Así que después de lo que mencionó Odín, solo durmió, solo trató que sus sueños lo distrajeran, pero esa idea rebotaba sin parar una y otra vez en su cabeza.
Y ahora estaba allí, viendo cómo se despedían de él, y todo estaba listo para que tomara ese vuelo a un lugar muy lejos donde no iba a poder encontrarlo. Más porque Hades le había quitado su pasaporte y no sabía cómo haría para viajar fuera del país. Además, Poseidón le había quitado su tarjeta de emergencia, así que tampoco podría comprar los boletos. Y que decir que Adamas se encargó de que nadie lo viera cerca de un aeropuerto por su quería cometer una locura.
Le frustraron sus planes incluso antes de que los pensara.
— Zeus...
Su voz lo hizo levantar la mirada, allí estaba Adam, usando una simple playera blanca y unos pantalones negros, allí viéndose perfecto con ese cabello rubio y ojos azules, mirándole mientras él trataba de pensar en que podría decir para que no se fuera, o para que convenciera a los demás de ir con él, pero no sabía exactamente que pronunciar para que sus palabras fueran escuchadas.
— ¿Podemos hablar un momento? — cuestionó Adam a lo que el menor asintió.
Ahora se encontraban solos, allí en una pequeña sala de la casa de Adam. Se sentía nervioso, sentía sus manos sudar, y sentía que su corazón comenzaba a latir al mil por hora. En su mundo ideal, las más perfectas palabras saldrían de su boca, haciendo que Adam se quede y no lo deje solo, pero, no aparecían en su mente, no sabía que pronunciar.
"Por favor no me dejes, por favor quédate, déjame mostrarte que mi amor vale la pena..." eso es lo que constantemente pasaba en su mente, pero incluso él se sentía patético, sabía que nunca se quedaría si dijera eso. Se encontraba frustrado, no encontraba que decir...
— Estaré bajo cuidados intensivos, así que es probable que no pueda llamarte. Pero responderé tus mensajes, cuando quieras un consejo de algo, lo haré, solo puede que me tarde un poco. — dijo el mayor. — Me aseguraré de siempre responderte cuando lo necesites, ¿está bien?
— Adam... — dijo el menor, mordiendo su labio un poco, indeciso de que decir en ese momento. — No te vayas.
Acabó por fruncir el ceño, eso había sido lamentablemente lo único que pudo pronunciarle. Se encontraba desesperado.
— Dices que es para un tratamiento nuevo, pero sabes muy bien que puedes hacerlo en el hospital de aquí, que Qin Shi Huang traería a esos médicos, que conseguiría todo para que no te alejaras, que el señor Sasaki construiría un lugar único para ti, que todos tus hijos del Edén estarían contigo, pero no quieres... por favor, quédate, no te vayas, y si te vas, llévame contigo.
El mayor le miró, y después suspiró para tratar de medir lo que iba a decir. Y es que claro que el corazón del mayor igualmente estaba en conflicto, claro que no quería separarse de su destinado, no cuando la vida le volvió a sonreír, pero, es que simplemente no podía, porque sabía que lo que sentía no era sano. No era por la diferencia de edad, no era porque era un alfa, sino porque no podía amarlo, por más que se esforzara, realmente lo hiciera, seguía pensando en Eva, en toda ella. Pensaba en ella cuando acariciaba la cabellera rubia de Zeus, pensaba en ella cuando hacia bromas bobas y Zeus reía fuerte, pensaba en ella cuando el menor sonreía cuando el viento golpeaba en su cara, pensaba en ella todo el tiempo.
Si esto continuaba, lo único que haría sería hacer lo que hizo Zichu, convertir a Zeus en un remplazo de Eva, y se negaba a caer tan bajo como denigrar a una persona de esa forma.
— Ya hemos hablado de esto. — dijo Adam. — Zeus...
— Pero, no es lo mismo hablarlo, que decir que yo aceptaba eso, déjame ir contigo.
— Zeus.
— No, ya me cansé de que todos digan que debo quedarme, que debo vivir mi vida, cuando la única vida que quiero es estar contigo y ya, no me interesa nada más que eso, por favor, ¿puedes comprender eso? Solo quiero estar a tu lado.
Tal vez se arrepentiría de decirlo, pero no sabía cómo abrirle los ojos al menor, y era lo único que se le ocurría por el momento.
— Lo comprendo. — comentó Adam.
— Y... ¿qué? — dijo Zeus confundido.
— Comprendo que quieras estar a mi lado, y entiendo los sentimientos que tienes por mí. Entiendo que es ese dolor e incertidumbre, entiendo que nuestros lobos están enlazados. — sonrió el mayor. — Entiendo que me quieres, y entiendo que cada uno de tus sentimientos son válidos.
— ... pero...
— Pero, no puedo estar contigo. — dijo el mayor mirándolo. — el único tipo de amor que te puedo dar, es el que te estoy dando ahora mismo... aunque realmente...
— ¿Dejarme es amor? Tú y Hades tienen un...
Y acabó por acercarse, jalarlo de esa playera y besarlo, sintiendo la respiración de sorpresa del menor, mientras correspondía ese beso abrazándose de él, sintiendo la facilidad con la que era levantado del piso por esos brazos, besándole más, con todo el anhelo que Zeus tenia hacia él.
Acabaron separándose cuando necesitaron aire, y el mayor sonrió acariciándole la cabellera al menor. Para después pedirle que lo bajara. Adam Edén acabó por acercarse a su bolsa de mano, y sacar un boleto de avión, al igual que un pasaporte. Y es que puede que se haya escabullido en la oficina de Qin Shi Huang para recuperar el pasaporte del menor, y comprar un boleto extra en su locura de no querer separarse de él.
Primero pensó que era lo mejor, pero después supo que era incorrecto. Y aunque lo fuera, ahora mismo solo era decisión del menor elegir qué era lo que quería en su vida, ya no tenía fuerzas para intervenir más, si Zeus quería viajar y verlo postrado en una cama de hospital, pues esa era su decisión y la respetaría, ya no podía hacer más para alejarlo.
Y es que el rostro del menor cambió rotundamente cuando vio esas dos cosas. Solo pudo sentir su corazón a punto de escaparse de su pecho y sonreír como loco al tomarlos en sus manos.
— Puedes salir y montar el auto conmigo, puedes elegir eso. Si subes a mi auto conmigo, no hay forma de regresar, solo el auto arrancará, pasaremos por tus cosas a la Mojo Dojo, y nos iremos lejos solo tú y yo. — comentó Adam. — O también puedes elegir no subir, y continuar en Edén, ver como crecer en tu carrera deportiva, vivir con tus hermanos y comenzar de nuevo en lo que te espera.
— ... Adam yo...
— Al final entendí que no importa cuánto te niegue las cosas, harás lo que tú quieras, así que decide lo que quieres para ti. — dijo el mayor. — Porque tienes razón, ya eres un adulto, ya puedes decidir qué quieres o no en tu vida, así que decide lo que quieres en la tuya, y no te arrepientas de lo que decidas, y si lo haces, solo recuerda que cada acción que hagas tiene enormes consecuencias, y preferiría que no acabaras como yo. Así que piensa my bien lo que vas a decidir ahora.
— Adam...
— Sea lo que sea que decidas, quiero que sepas, que te quiero Zeus, eso no va a cambiar nunca. Mis sentimientos no van a cambiar si subes o bajas de ese auto, pero, quiero que me hagas un favor... un último favor antes de que tomes tu decisión.
— ¿Cuál?
— Que esta decisión la tomes pensando en ti, en que por un momento te ames a ti y pienses en que es lo mejor para tu corazón. — respondió el mayor. — No pienses ni en Hades, ni en tus amigos, ni en mí, ni en "que pasaría", por favor, por primera vez, piensa en ti y en lo que quieres realmente en tu vida.
— Creo que es obvio lo que quiero. — sonrió el menor. — ni siquiera debo pensarlo.
— Bueno, entonces... abrázame. — dijo el rubio dándole una sonrisa.
— Me iré contigo, no tienes por qué despedirte. — dijo el menor.
— Aun así, me gustaría un abrazo. ¿Se puede?
El menor lo hizo, aferrándose al mayor, sintiendo su calidez, su aroma, realmente le gustaba estar allí, era un lugar seguro perfecto, podría vivir allí siempre. No necesitaba de sus propios brazos, aunque los brazos de Adam no podían rodearlo por completo, le gustaba sentirlo, era perfecto para él eso. Lo era, realmente lo era, todo lo que deseaba era eso, ese momento, una puerta abierta para estar con el mayor, para al fin ser feliz, lo era.
¿Entonces porque no se sentía tan bien sentir los brazos de Adam en ese momento?
¿Por qué de pronto que sus brazos no pudieran rodearlo le molestaba? ¿Por qué estaba cuestionando su vida? ¿Era por lo que dijo? ¿Era porque mencionó que no podía volver atrás? ¿Era porque no vería a sus amigos? ¿A su familia? ¿Por qué no tendría a Hades a su lado?
¿Qué era?
Tal vez si estaba pensando como Adam le comentó, pensando en él, pensando sin escuchar a su tonto lobo. Y el Zeus que es, el Zeus que no sigue su instinto, se encontraba inseguro. Estaba su mente debatiendo entre los pros y contras, estaba realmente pensando en que era lo mejor. Y por un momento, solo uno, se sintió como Adam debió sentirse al decidir si quería elegir su amistad con Zichu, o elegir a Eva.
Porque esa decisión le costó su vida de todas las formas posibles, y ahora sabía que la decisión que le puso Adam sobre la mesa igual era así, lo que decidiera cambiaria todo, y él solo podía estar pensando en todo ello, sintiendo a su mente y corazón gritar de golpe el uno al otro, sin una respuesta concreta.
Entonces llego el momento.
Adam salió despidiéndose una última vez de todos, caminando a su auto, donde lo miró a punto de entrar, y sintió que sus piernas se movieron, no, no se movieron, corrieron hacia él, antes de que su mayordomo pudiera cerrar la puerta. Si, esto debía ser una señal, esto debía serlo, debía dejar todo atrás, al diablo con lo que decida después, era lo correcto, haría esto por amor, lo haría...
— ¿Rayito? ¿Qué pasa? Vuelve aquí.
Entonces volteó, viendo la mirada violeta de Hades, quien estaba confundido de verlo acercarse a donde estaba Adam.
En ese momento, el plan era decirle lo que iba a pasar, que no iba a regresar, que no quería que lo regañara, y que nada que dijera el albino lo haría cambiar de opinión, que ya era un adulto, que elegiría el amor, que no le importaba lo que pensara, pero, por un momento, un segundo tal vez en tiempo real, tuvo un recuerdo difuso, seguramente de cuando era bebé, y apenas recordaba pequeñas imágenes, sonidos y olores.
Recordaba a un Hades pequeño sostenerlo, recordaba a Adamas hablando con Hades mientras lo alimentaba, incluso, recordó a Poseidón leyéndole un libro mientras Hades lo acunaba en esa cuna que siempre lo hizo dormir. Recordaba el olor de sus hermanos, recordaba a Hades acariciándole las mejillas mientras dormía a su lado, recordaba los sonidos de Adamas, su voz, en como cantaba las canciones de cuna para hacerlo dormir, o recordaba a Poseidón ayudando a Hades a darle un baño, mientras ambos simplemente lucían felices de estar en ese momento.
— ¿Zeus? — dijo Adam volteando a verlo. — ¿Qué pasa? ¿Vas a entrar o quedarte?
— ... Creo que siempre voy a amarte Adam. — dijo el menor, mirándole. — Tal vez mi amor cambie, tal vez se haga más intenso o muera, pero seguirá allí siempre presente. Pero no soy tan ciego para ver, que, aunque yo soy tuyo y siempre lo seré, tú no eres mío, mi amor no alcanza a llenar tu corazón, y tus brazos no alcanzan a envolverme como necesito... Tú siempre serás de Eva Edén, y yo no soy tan desvergonzado e idiota como para no verlo. Al menos ahora lo entiendo, entiendo lo que querías decirme.
— Zeus Olympus.
— Adam Edén.
— Gracias por amarme. — sonrió el mayor dejando una lagrima escapar. — Gracias por... devolverme la vida cuando pensé que ya no había razón para vivirla.
— Que tengas buen viaje. — dijo el menor, tratando de controlar sus lágrimas. — Supongo que, gracias por enseñarme como debería amar a las personas.
Solo pudo devolverle el boleto de avión y cerrar la puerta del auto.
Al final solo pudo ver ese auto comenzar a alejarse de él, mientras sentía un ardor insoportable en su pecho, seguramente el dolor que sufrió Eva Edén al rechazar a su destinado. Trato de aguantarlo, pensando que tal vez, dolería un poco menos con cada día. Pero no pudo, realmente lo intentó, pero acabó por sollozar, cubriendo su rostro, se sentía muy patético, se suponía que no lloraría, se suponía que lo toleraría, pero simplemente no pudo.
— Zeus... — dijo la voz de Hades, quien se había acercado a él. — ¿Qué pasa?
— Nada, solo elegí a Eva, solo la elegí.
El mayor de los Olympus no entendía realmente a que se refería Zeus con ello, pero no era algo que preguntaría en ese momento, solo acabó por rodearlo, por abrazarlo fuerte contra él, haciendo a Zeus sentir pequeño, mientras acariciaba su cabello, lento y suave, como siempre lo ha hecho. No dijo absolutamente nada, solo comenzó a silbar levemente una melodía que lo relajaba, que relajaba a los Olympus.
Porque en ese momento, era lo único que necesitaba.
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Solo podía frotarse en el pecho de su enigma mientras estaban sentados en el laboratorio de Nikola.
Últimamente no quería que las feromonas de Hades se despegaran de él, además, que había comenzado a usar ropa holgada, al menos en el pecho, se sentía hinchado, y sus pezones algo sensibles, la verdad culpaba a Hades al 100% de eso. Y es que últimamente sentía que podía ronronear cuando Hades acariciaba su cabello, más en como lo mimaba mientras ambos esperaban el resultado, solo quería sentirse refugiado en el enigma, al menos así fue hasta que Beelzebub regresó con unos papeles.
— Estas encinta, felicidades. — fue lo que dijo, mostrándole los resultados al emperador.
No pudo decir mucho sobre ello, él lo sabía, pero le había prometido a Hades que se haría las pruebas para confirmar. Aun así, sintió una enorme calidez cuando esos papeles le decían y confirmaba lo que su corazón le gritaba. Solo pudo sonreír y después mirar a Hades quien le sonreía para después llenarlo de besos frotándose en él.
— ¡Vamos a ser papás! — dijo el albino con entusiasmo llenando de besos el rostro del chino. — ¡Vamos a ser papás! Me has bendecido con un cachorro, Zhèng.
Solo podía ver los ojos de su futuro esposo, esos ojos brillantes violetas mirándolo con tanto amor, y en ese momento solo pudo llorar, porque al fin, ese deseo que pensó de cachorro, en aquel árbol de granadas, de tener una familia con el hombre que ama, de ser libre de Zichu, de ser feliz con sus amigos, todo y cada una de esas cosas estaban ocurriendo y solo podía sonreír por ello.
— Vamos a ser papás — sonrió Qin entre lágrimas de emoción. — Vamos a tener un hermoso cachorro tú y yo, y nadie puede cambiar eso.
— Un hermoso cachorro que espero se parezca muchísimo a ti. — sonrió el albino cargándolo con delicadeza.
— Un momento, antes de que lleven su felicidad a la habitación, es importante que sepan las medidas que tienen que tener. — dijo Beelzebub. — Qin, tu embarazo no es de riesgo como el de Kojiro, pero aun así te recomendaría que fueras al hospital y que la doctora Hera te diera una dieta a seguir y un tratamiento como tal. Además, que sea ella quien haga tus chequeos cada mes, y ver como evoluciona tu cachorro.
— Hare una cita mañana mismo. — sonrió Qin besando a Hades. — ¿Es todo?
— Por ahora sí. Felicidades de nuevo. — sonrió Beelzebub.
En definitiva, todo era perfecto.
Simplemente perfecto, al menos así fue durante un tiempo...
Y es que ahora había una pequeña disputa dentro de la Mojo Dojo. Principalmente porque el emperador comenzaba a hacer nidos y se encontraba con Nidos de Kojiro. Por ejemplo, si quería hacer un nido en el salón principal, es probable que se encontrara con uno de Kojiro. Y no había problema, si el nido oliera a Kojiro, pero estaba apestando a las feromonas de Poseidón y lo odiaba. Cosa que hacía que su omega hiciera su nido sobre el nido del japonés, ocultando su olor con las feromonas de Hades, haciendo que cuando el japonés llegara a dormir, se encontrara con un nido que no era el suyo, lo que lo hacía enojar. Por supuesto ver que su nido fue destruido por otro lo hacía molestar en grandes cantidades, logrando que el japonés destruyera el nido del chino y volviera a hacer el suyo.
Y la cosa es que un omega enojado siempre llama a su alfa para arreglar las cosas que lo molestaban, entonces era común viendo a Poseidón discutir con Hades una y otra vez, sobre que su omega estaba destruyendo los nidos de Kojiro a propósito, y Hades diciéndole que no era a propósito, era natural.
— Si tu maldita pulga china vuelve a dañar los nidos de Kojiro...
— Su nombre es Zhèng, le vuelves a decir de esa forma y juro Poseidón que se me olvida que eres mi hermano.
— ¡Esta estresando a Kojiro! ¡Kojiro no puede estresarse!
— ¡No lo hace a propósito! ¡Es natural que destruya algo que no tiene ni mi aroma ni el suyo!
— ¡Qué lleve sus nidos a otro lugar, esta casa es de Kojiro! ¡Él tiene prioridad aquí!
— ¡No es tan simple, Poseidón! — gritó Hades harto de la discusión.
Esa discusión nunca tuvo fin, era escuchar el chillido de Kojiro, ver al rubio correr a consolarlo y mimarlo para después escuchar la pelea de los dos Olympus. O viceversa, cuando Kojiro volvía a construir su nido, era ver a Qin llorarle a Hades, y Hades reclamándole a Poseidón, y por supuesto, los hermanos agarrándose entre ellos, porque si su omega lanzaba un chillido de ayuda, esos dos sentían la testosterona en la cabeza, y solo buscaban pelearse con el otro.
Fue hasta que realmente se agarraron a golpes entre los dos, que todos supieron que esto ya era un problema mayor, así que, a sorpresa de todos, fue el finlandés quien tenía la solución perfecta para el problema. Así que fue él quien hizo llamar a ambos "alfas", para llevarlos a la sala principal donde estaba el nido destruido tanto de Qin como de Kojiro.
— Como veo que no tienen neuronas funcionantes en su cerebro, creo que les ayudaré. — dijo Simo mirando a los hermanos Olympus. — Esto se puede solucionar muy fácil. La cosa es que no están pensando cómo alguien con mínimo de educación.
— Todo es culpa de la pulga de Hades. — se quejó Poseidón.
— ¡No le llames así! — afortunadamente el rubio se había quitado antes de recibir el golpe de Hades.
— Cállense y escuchen. — se quejó Simo, comenzando a mover los nidos.
Y es que, él también hacía nidos, sus nidos eran frescos y calientitos a la vez, dependiendo la temporada, así que fue realmente lindo verlo comenzar a hacer uno enorme, donde de un lado comenzaba a poner las cosas de Qin y del otro las de Kojiro, tomándose su tiempo en que ambos fueran cómodos.
"Pensé que un soldado como tú no necesitaba nidos... Luces lindo en ellos, Simo..."
Sacudió su cabeza cuando esos recuerdos flotaron, no quería pensar en amores del pasado, que deberían quedarse en el olvido, así que solo siguió construyendo hasta que terminó su obra maestra.
— Creo que esto se ve bien así. Hades frótate al lado izquierdo y Poseidón en el lado derecho. — comentó el finlandés.
— ¿Eh? Pero las feromonas de Hades se mezclarán con las mías. — dijo Poseidón.
— No importa, háganlo. — comentó Simo. — Los lobos son como los perros, actúan por instinto. Kojiro y Qin deben acostumbrarse a compartir un poco, así que deben comenzar a refinar su olfato y a detectar el aroma de su alfa incluso cuando tienen cosas compartidas. La casa se está volviendo un caos con los nidos, así que es mejor que ellos entiendan esto.
— Pero Kojiro si necesita mis feromonas 24/7. — dijo Poseidón.
— Siempre usa tus sudaderas por encima, además, la enzima que es inyectada en Kojiro es a partir de las feromonas de Hades, así que técnicamente, Kojiro está acostumbrado a ambas, le será fácil adaptarse. Pero, por ahora, asegúrate de dejar muchas impregnadas en su nido. Le ayudará a adaptarse de una mejor forma.
— ¿Estás seguro que funcionará? — preguntó Hades, recostándose en el cómodo nido, comenzando a soltar sus feromonas de manera sutil en ellas.
— Bueno, en los perros funciona, espero con ellos igual. — dijo el finlandés.
Al principio había sido difícil, ninguno de los dos omegas quería recostarse en los nidos compartidos. Pero a decir verdad llegó a un punto donde el cansancio del japonés superó su desdén hacia las feromonas de Hades, y se recostó del lado se las feromonas de Poseidón, quedándose dormido.
En cuanto a Qin Shi Huang, fue mucho más difícil, no quería recostarse en ningún nido, hasta que simplemente de casualidad, cuando verificaba si Kojiro se encontraba cómodo, se recostó a su lado, para acabar por dormirse junto a él, en las feromonas de Hades, logrando así un poco de paz en la Mojo Dojo.
Y así fue cuando al menos uno de los muchos problemas en la Mojo Dojo comenzaba a solucionarse, los omegas incluso dormían juntos en los nidos, protegiendo sus vientres, donde nadie se atrevía a interrumpirlos cuando dormían. Kojiro solía dormir más que Qin, pero Qin disfrutaba descansar, así que podías encontrarlo en sus nidos seguramente viendo películas en su celular, o acariciando su vientre mientras leía un libro. En Kojiro comenzaba a notarse un poco más esa pequeña barriga, y en Qin apenas una curvatura en su vientre por el momento.
Pero dado que los problemas se seguían dado entre los omegas, se había tomado una decisión de hacer una reunión con todos los omegas de la casa para aclarar las cosas. Por alguna razón el emperador pensó que sería muy bueno hacer una pijamada. Así que, en uno de los enormes salones, los alfas habían arreglado todo para tener espacio en el lugar, comida y lugares cómodos para dormir para cada uno.
Así que fue divertido ver a todos llegar en pijama mientras ninguno de los presentes sabía que esperar de esta "reunión" que nadie entendía porque se había convertido en una pijamada.
— Creo que todos saben porque estamos reunidos aquí. — comentó Jack. — Sabemos que estas semanas hemos perdido un poco la cabeza, y no solo hablo de Qin y Kojiro, en general todos hemos actuado muy extraño.
— Yo he actuado normal. — dijo Simo tomando de su té. — Yo no he perdido la cabeza.
— Si con normal te refieres a pasar casi todo el día en el campo de tiro e ignorar a Anubis al 100%, para después molestarte porque no te hace caso, dándole señales cruzadas de que si te interesa que te ponga atención y al mismo tiempo no. — dijo Lü Bu tomando de su té. — entonces sí, has actuado normal.
— Al menos yo no me la paso encerrado con mi alfa 24/7 para evitar que ayude a los omegas embarazados. — se quejó Simo. — Y no me interesa que haga Anubis o no.
— Oh dios, este juego me gusta. — mencionó Loki. — No te dejes chaparro, será enorme, pero le puedes volar los sesos muy fácil.
— ¿Te gusta? Qué tal si hablamos de como literal has obligado a Grigori a dormir 100% en la casa de servicio porque no quieres ni que se cruce con Kojiro ni Qin, por miedo a que les ponga atención en lugar de a ti. — sonrió Nostradamus. — Querida, tú ni deberías hablar, tienes mucha cola que te pisen.
— No es tan gracioso como cogerte a un alfa menor y hacerlo sin condón esperando quedar encinta. — sonrió Loki, mirando al francés. — Que por cierto perra incapaz de cerrar las malditas piernas, espero disfrutaras ese último té que te di, porque sobre mi cadáver haces a mi hermano menor un padre antes de tiempo.
— ¡Fuiste tú! ¡Por eso no puedo quedar encinta! — se quejó el francés.
— Te daré tantas cosas abortivas que tenga, ¡deja en paz a Odín! — dijo Loki. — ¡Vuelves a intentar quedar encinta y juro por dios que te aviento de las escaleras para hacer que pierdas cualquier intento de darle un cachorro!
— Quiero verte hacerlo, perra.
Y por supuesto, Lü Bu tuvo que intervenir antes de que esos dos comenzaran a realmente pelearse. Al final Qin decidió sentarlos en lugares opuestos para evitar que hubiera otro incidente como eso.
— Cállense, son tan escandalosos. — dijo Apolo. — Pensé que era una pijamada, no una reunión en un bar de mala muerte con omegas desesperados. De saber que sería eso, regresaría a mi antigua vida.
— Aww, ¿el solecito sigue enojado porque su alfa no quiere tener un cachorro? Pobre solecito. — rio Loki.
— No, querida, mi alfa está en perfectas condiciones y yo igual, me ama y hablo conmigo, en cambio Beelzebub estaba a un segundo de ponerle algo a la enzima que consume Kojiro para que deje de estar embarazado.
— ¿Qué? — dijo Kojiro sorprendido y asustado a la vez. — ¿¡Querían que abortara!?
— ¡No! — dijo rápido Beelzebub. — Nunca lo haría, Nikola nunca me lo perdonaría, nunca haría algo como eso Kojiro.
— Pues más te vale mosca muerta, porque te haría suplicar por muerte antes de que pudieras decir lo siento. — se quejó Qin. — ¡No te acerques a la medicina de Kojiro!
— Oh Sir, usted no es quien para hablar. — dijo Jack, interrumpiendo el berrinche de Qin. — Prácticamente destruyendo los nidos de Kojiro, y llenando todo el lugar de las feromonas de Hades, cuando sabe que Kojiro necesita más las feromonas que usted. Que cruel...
— Dios basta ya. — se quejó Kojiro, tratando de mantener un poco de paz. — Esto no es la razón por la que nos reunimos, tranquilicémonos un poco.
— Si. Así es, nos reunimos aquí para hablar que Kojiro debe de dejar de coger en todo lugar. — se quejó Michel. — Realmente no puedo bajar y hacerme un maldito sándwich sin escuchar a Kojiro gemir, ya hasta me estoy haciendo experto en reconocer cuáles son tus gemidos cuando estas cerca de correrte.
— ¡No lo hago en todo lugar! ¡Dios! ¡No digas eso! — dijo el japonés cubriendo su rostro.
— ¿Es bueno? — sonrió Apolo. — Sabes, de mis primos pensé que Hades era el mejor, pero Poseidón siempre está entre tus piernas, y para que se las sigas abriendo, tiene que ser bueno, ¿no? Parece que tiburoncín sabe hacer bien su trabajo.
El rostro de Kojiro se puso rojo de golpe, no sabía cómo responder a eso.
— Podemos no hablar de Poseidón y yo en la cama por favor... es demasiado... inapropiado. — dijo Kojiro tratando de no poner su rostro más rojo.
— Hades es mil veces mejor. — se quejó Qin. — Poseidón solo sabe caminar porque Hades le enseñó, lo mismo con todo lo demás.
— ¡Oh! — sonrió Apolo. — Entonces si es Hades quien es mejor. Bueno lo suponía, Qin igual coge en cualquier maldito lugar, y además Hades lo dejo sin caminar por semanas, así que creo que tenemos un ganador en la familia Olympus.
— ¡Amén! — dijeron todos los omegas, como si fuera algo que ya sabían, pero necesitaban confirmación.
— ¿Es cierto lo que mencionó Beelzebub sobre él? — preguntó esta vez Michel, mirando a Qin. — Todo de él creció, y me refiero a todo...
— Es verdad. — dijo Qin tomando su té. — De por si era grande, ahora que es enorme, me hace llegar al paraíso, pero duele, tendré que acostumbrarme a su tamaño. — sonrió el chino. — No hay nada que no logre, así que lo haré sin problemas. Kojiro no crio a una perra débil.
— Qin. — rio Kojiro. — Dios, realmente no sé cómo saliste así...
— ¿Cómo que te lo preguntas? — dijo Lü Bu. — Kojiro, tu solías amanecer en diferentes camas con diferentes omegas todo el tiempo.
— Eso es algo que está en el pasado. — dijo el japonés tomando su té.
— Si, porque a Poseidón le daría un ataque, es por eso que no lo mencionas. — dijo Jack, haciendo reír de golpe a todos.
Al parecer la tensión que había en el aire entre los omegas se estaba disipando al poder molestarse entre ellos, cosa que era algo bueno para la Mojo Dojo.
— ¿Y cómo te sientes, Qin? — preguntó Lü Bu. — Posiblemente estés creando un enigma en tu vientre ahora mismo.
— Tenía algo de miedo por eso. — comentó el chino. — Hades no sabe de su nacimiento, me refiero al parto, y Zichu describió su parto como algo horrible, incluso cuando yo no soy un enigma. Le pregunté a Tezcatlipoca y dijo que no podría responder eso, dado que nunca ha dado a luz a un enigma, ni sus hermanos, pero con respecto a sus padres, me dijo que iba a doler, pero que estaría bien. Me dijo que confiara en mi cuerpo, en que se adaptará a todo lo que requiera Hades para traer a nuestro cachorro, así que confió en eso.
— Y si no, encontraremos una forma para que no haya problema. — dijo Simo. — No los dejaremos solos, a ninguno de los dos en esto, perdonen por todos los cambios de humor en la casa, trataremos de ser mejores compañeros en la manada que han formado.
La sinceridad y belleza de las palabras de Simo hizo a los omegas sonreír. Y es que sabían que era un problema con tantos cambios hormonales debido a la alta frecuencia de feromonas en el aire, pero, tratarían de controlarse de mejor forma para evitar ser una carga a sus amigos encintas.
Son un equipo, y como equipo ayudarían a que Qin y Kojiro pudieran disfrutar su embarazo.
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El rubio no estaba de buen humor.
Por supuesto que no estaba de buen humor.
Estaba en el paraíso hace minutos atrás, entre las piernas de Kojiro mientras le hacía un maravilloso oral, metiendo sus dedos lentamente en él, sintiendo en cómo se apretaba el japonés y soltaba esos gemidos jodidamente eróticos, abrazándose a una almohada. Para él, no había nada mejor que eso, que tener ese momento donde le provoca placer a su omega después de un día largo.
Y es que no solo era su oficina, era lidiar con la gente de Kojiro donde sabía que el maldito becario de allí lo odiaba con ganas, y después era regresar y tener ciertos roces con Hades, sobre todo. Estaba cansado, sentía que tenía ojeras, pero nada de eso importaba una vez que el japonés abría las piernas, era su lugar favorito para recargar energía y ser feliz.
Pero al parecer no podía tener felicidad esa noche.
Porque el científico loco que no duerme, lo había mandado a llamar, así en la noche, interrumpiendo su momento intimo con Kojiro, haciéndolo salir de la habitación, mientras su omega se quedaba en cama sin poder haber tenido un orgasmo. Lo que significaba que Kojiro probablemente este gruñón mañana por la mañana, y culpaba 100% a Nikola Tesla.
Pero al menos le encantó no ser el único.
Y es que en el cuarto Shi Huang/Olympus, el albino soltaba un gemido ahogado, mirando como su dulce omega lo montaba lento, sintiendo cada maldito pliegue y roce de su hermoso chino, sintiendo esa calidez que sentía que lo derretía y escuchando esa sinfonía de gemidos del omega que era solo para él. Le habían aconsejado que el sexo era muy bueno durante el embarazo, y joder simplemente era una bendición.
Qin solía acorralarlo en cualquier lugar, ya sea porque tenía extremadas ganas de ser follado o quería mamársela hasta que se le cansara la mandíbula, sea como sea, no se quejaba. Tener el libido alto era algo natural en él, y cumpliría cada capricho que su dulce emperador le pidiera.
Realmente adoraba ver a Qin mientras se muere de placer, verlo gemir alto, verlo apretarse, verlo con esas piernas temblorosas mientras su semilla escurre entre sus piernas. Su omega siempre debía estar bien cogido diariamente y era algo que lograba hacer a la perfección.
Excepto por hoy, que fueron interrumpidos por Nikola Tesla, quien pidió la presencia de Hades. Por supuesto el emperador hizo un berrinche, pero el albino logró convencerlo de dejarlo ir, y que se lo recompensaría pronto, que no tardaba y que se aseguraría de darle el orgasmo que quiere para que descansara dulcemente.
Así que ahora ambos hermanos Olympus caminaban con el científico por los pasillos, por supuesto el rubio era el más molesto de todos. Solo se dedicaba a no decir nada mientras el maldito de Tesla no dejaba de hablar.
"Cállate, cállate, ¡cállate!" quería gritarle lo más fuerte que pudiera, pero prometió a Kojiro no volver a causar problemas.
— Nikola, ¿Qué es tan importante? — dijo Hades. — Mi omega me necesita, no puedo dejarlo tanto tiempo solo.
— Prometo que es importante y es algo rápido. — dijo el científico. — Es que descubrí algo muy interesante en ambos de sus omegas.
Los dos hermanos Olympus acabaron por suspirar, siguiéndole hasta llegar al fin al laboratorio, donde al sentarse, vieron al científico buscar entre papeles para encender la pantalla frente a él después. Y en la pantalla se veía una imagen que parecía una ecografía, pero no estaban seguros de que lo era.
— Algo maravilloso ha sucedido. — sonrió Nikola. — Mi enzima hizo más sano a Kojiro, muy sano, tengo altas expectativas de que el parto no sea tan difícil.
— Genial. — comentó Poseidón, realmente feliz de escucharlo. — ¿Es todo?
— No, no, debes entenderlo, con esto— — dijo Nikola sosteniendo una de las pequeñas capsulas que contenían la enzima. — Su embarazo sigue evolucionando de la mejor forma, logrando así que Kojiro no tenga ningún aborto espontáneo por el momento.
— Cool... — contestó el rubio, queriendo gritarle que eso ya malditamente lo sabía, pero debía controlarse, debía solo irse de allí. — ¿Ya puedo...
— Aun no, Poseidón, es que creo que no me entiendes, la enzima ha mejorado mucho a Kojiro, al punto de que ya puedo ver grandes... cambios en su embarazo y sus condiciones. Mira. — señaló Nikola la pantalla. — ¿Ves estas dos bolitas de aquí?
— Si. — respondió el rubio.
— Pues son dos bebés, felicidades, tendrás gemelos. — dijo Nikola sonriente. — ¡Tendrás gemelos!
— ¿Eh?
Eso en definitiva fue el último sonido que salió del rubio antes de que realmente se desmayara ante la noticia. Y es que un cachorro era una cosa, podía manejarlo, podía organizarse, pero ahora dos cachorros en camino era un panorama muy diferente, ahora era el doble de trabajo, doble de atención, doble de todo, y no sabía si estaba listo para ello.
Pero, aunque el rubio se encontrara desmayado en los brazos de su hermano, no fue el único que sintió que su alma se iba, porque Nikola cambió la imagen de la ecografía por diferentes datos y muestras en pantalla que no tenía idea que era lo que veía.
— Estos son los análisis de Qin contra el análisis de un omega embarazado normal. — dijo Nikola. — Son extremadamente diferentes, el cuerpo de Qin está trabajando de maneras extraordinarias y mutando cada día... yo creo que tendrás un enigma.
— ¿Eh?
— Creo que todos estos cambios anormales, deben ser porque tendrás un enigma. El cuerpo de Qin está trabajando al doble para poder adaptarse. — dijo el científico. — Leí los informes del centro de enigmas antes de que Qin lo desmantelara, y al parecer es normal que este mutando de esa forma, según los investigadores allí, el cuerpo de un omega normal no es suficientemente apto para tener enigmas, así que mutan, por eso Qin se nota cansado, cuando no debería estarlo tanto, creo que está comiendo más, teniendo más horas de sueño y concentrando todas sus energías por ello, su cuerpo necesita crear un ambiente apto para un bebé tan evolucionado como un enigma. Aunque claro esto puede ser solo una teoría, tendríamos que esperar a que nazca para saber si es real o no.
El albino solo pudo mirar a la pantalla, sin entender ni la mitad de lo que habían dicho, pero, estaba seguro que estos embarazos no serían nada fáciles. Ni el de Qin ni el de Kojiro.
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Y se acabó.
La razón por la que Zeus dijo que eligió a Eva, es porque siente que así se sintió Adam, al tomar la decisión que realmente lo hacía feliz. Al final, Zeus estaba en el fondo inseguro de irse, porque ama demasiado su vida actual, y en el fondo sabía que no sería feliz por mucho que le doliera.
¡Se vienen los gemelos Posekoji y un poderoso bebé Haqin!
Sin miedo a la funa con meter un Jesus x Quetza, pero me gusta mucho ese ship, y tenía ganas de hablar de los hermanos enigma.
He pensado que realmente no queda mucho de esta historia, así que disfrutaré lo que quede para escribir extras de cosas especiales que quiero decir. Como que pasaría si realmente Adam los hubiera adoptado, si fueran ellos ricos y los otros pobres, etc.
¡Saluditos!
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