✨ Capítulo -14- ✨
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Querido Ming;
Ciertamente, he tenido un año muy loco, y creo que la muerte de mi padre te debió haber dejado con muchas preguntas, sinceramente yo tendría muchas interrogantes ahora. Has pasado gran parte de tu vida sirviendo a mi padre, yo consideraría eso como tortura, pero por lo que sé, no fue tan malo para ti. Sí, mi padre siempre fue un hijo de puta, eso ni tú puedes discutirlo, pero, fue un buen jefe. Siempre te trató bien, nunca te hirió, y, a decir verdad, cuando vi los movimientos de su dinero, siempre te procuraba, como procuraba a mi madre. En fin, me salí un poco del tema, seguro quieres escuchar lo que ha pasado mientras has estado cuidando el castillo Shi Huang.
Bueno, en primera instancia, mi padre ha muerto. Sé que esto se puede considerar como repetir una obviedad, pero creo que los dos sabemos a qué me refiero, por ello lo aclaro. Al fin el maldito hijo de puta se murió, nada de regresos, nada de falsas muertes, realmente está muerto.
Era un hombre de 66 años, ya merecía morir, la muerte le sonrió toda su vida, cuidando cada paso para elegir el momento preciso, y al fin llegó. Sé que eres el único al que no podría mentirle, así que lo que estás pensando, es la verdad, mi padre dejó este mundo porque bueno, citando a esa serie que sé que los dos veíamos, "Cuando una nueva suprema aparece, la vieja comienza a marchitarse".
Fue en definitiva una gran noticia internacional, te juro que el rostro de mi padre me perseguía hasta en sueños, no hubo un punto en donde no lo viera. Salía en cada canal de noticias a nivel mundial, lo veía en las calles en las pantallas, lo veía casi hasta en el desayuno. Su funeral siento que fue algo que hubiera querido. Incineré el cuerpo, se hizo la ceremonia con esos invitados internacionales que estoy seguro que fueron para guardar apariencias, y la urna la llevaré yo al castillo, para que después pueda ir al cementerio Shi Huang como debe.
También mi "coronación" fue un gran evento, soy el nuevo emperador Qin Shi Huang, y ahora he pasado semanas terribles, saludando, conociendo gente, personas que tenían trato con mi padre, y que yo apenas reconocía. Fue horrible, además fue aún más cansado para Bao. Quién de ser mi cuidador, ha pasado a ser como tú Ming, una persona leal a mi lado, que está aprendiendo rápidamente mi agenda, y me está ayudando a adaptarme en este nuevo papel.
Me dirijo a China, a visitarte, donde me encantaría que conocieras a alguien especial para mí. Pero debido a estupideces de mi padre, no puede venir conmigo en este primer viaje, pero te aseguro que lo conocerás. Ming, creo que puedes leer entre líneas que este alguien especial probablemente será mi "emperatriz", pero debido a los múltiples cambios que están sucediendo, no puedo hacer todavía publica nuestra relación, al menos hasta que las aguas se calmen un poco, y pueda ya tener las riendas de esos grupos de poder, asegurándome que nada le pasará a mi reina.
En fin, hay muchas cosas que debo contarte, y hay muchas cosas por hacer.
Nos vemos pronto.
Zhèng.
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Realmente nunca se cansaría de esos besos.
La manera en la que Hades lo hace temblar solo con besarlo, mientras tiene las piernas bien abiertas dejando que su enigma haga un desastre de él. Y es que, estar en esa cama era el paraíso. En como el enigma le desnuda con tanto deseo, como besa cada parte expuesta de su piel haciéndolo estremecer. Su cabeza se perdía en ese simple placer de sentir los labios ajenos en su piel, en como poco a poco iba haciendo de su cuerpo rebelde, algo de su propiedad, en como las telas que lo cubrían se rebelaban para dar paso a la piel que estaba ansiosa por ser marcada por ese hombre.
Solo pudo morderse los labios cuando sintió los dedos de Hades jalando su ropa interior, hasta retirarla de su cuerpo, y después abrirse paso con su boca y lengua, para probar sus jugos que ya eran evidentes por lo mojado que se encontraban sus muslos, aunque avergonzado de dicho acto, se dejó llevar, sintiendo la lengua de su destinado bailotear sobre su entrada, sacándole gritos y gemidos que solo lo hacían sentirse más y más ansioso por querer más.
Y es que perdía la cabeza con los toques de Hades, siempre tenía la cabeza en las nubes si Hades le tocaba, le probaba, le devoraba, incluso cuando solo le sonreía. Y es que tener a ese hombre entre sus piernas era un placer divino que solo él podía recibir. Más cuando la ardiente mirada violeta se encontraba con la de él en segundos, y veía el deseo, cosa que lo hacía bañarse en sus propias ganas de ser tomado.
— Hng... Hades...
No tardó mucho para sentir esas enormes manos dándole vuelta, y él ya perdido en el deseo, acabó por levantar sus caderas, en busca de darle una vista más placentera a su enigma, que por lo visto lo había conseguido, porque pudo ver como esas pupilas se dilataban ante tal imagen al momento de voltear.
— ¿Te gusta lo que ves, mi enigma? — sonrió Qin entre jadeos mirando esos ojos violetas hipnotizantes.
— Quiero hundir mi cara de nuevo en ti. — respondió Hades, dando un beso sobre su nalga derecha. — Pero primero voy a tomarte.
— Tómame las veces que quieras, no pares, y ya márcame también...
— Como tú quieras amor. — dijo el peliblanco frotándose entre las nalgas del chino, sacándole pequeños gemidos a este. Ya que era una tortura, el omega lo deseaba con ganas dentro, soltando chillidos y lubricándose más para su enigma, pero este parecía divertido en ver sus reacciones. — Que hermoso es mi omega haciendo cosas tan adorables como esa...
— Hades... hng... por favor.
— Ya voy, solo déjame apreciarte un poco más...
Sentía su garganta seca de tanto gemir y soltar chillidos de súplica por atención, hasta que al fin lo sintió, el cómo se iba abriendo paso en su interior, y él solo podía gritar o morder las sabanas, sintiendo el peso de su enigma y la ola de placer que solo el sexo con Hades le puede dar. Claro, después de esa primera embestida, se sintió salvaje y sin vergüenza, no importaba lo fuerte que estaba gimiendo, no importaba como parecía un animal en celo, solo sabía que estaba siendo complacido y que quería ya darle cachorros a su pareja lo más pronto posible.
Si, en definitiva, todo era perfecto, sentir a Hades encima suyo y...
— ¡Qin! ¡Despierta!
Y abrió los ojos.
Dándose cuenta que se encontraba abrazado y mordiendo el pecho de Kojiro, mientras recordaba su realidad. En primera, se encontraba en s avión privado rumbo a China para dejar las cenizas de su padre, arreglar asuntos, hablar con Ming, etc. Y dado que Hades no lo había podido acompañar, decidió llevarse a Kojiro con él, el cual se despertó al sentir la mordida que él emperador le había dado, y no solo eso, como Qin en el sueño se estaba frotando y embistiendo contra su pierna para frotarse en él.
— ¿Koji? — dijo atontado el chino.
— Mira, te amo, siempre lo he hecho, pero no es para que intentes embarazar a mi pierna. — comentó Kojiro suspirando cansado. — Poseidón te va a matar si esa mordida en mi pecho deja una marca.
— Pues que me mate, tus chichis fueron mías primero. — respondió el emperador haciendo a Kojiro reír. — Lo siento...
Ambos omegas se separaron, a lo que Qin abrazó una almohada sonrojado. Y es que ya tenía tiempo que no tenía un sueño algo erótico, pero era imposible no tenerlo si tu pareja es Hades Olympus y solo quieres montarlo cada vez que lo ves.
— ¿Soñabas con Hades? — dijo el japonés acariciándole el cabello, haciendo sonrojar más al chino.
— Si, solo han pasado unas horas y ya lo quiero conmigo, que aún no este marcado por él me hace sentir inseguro. Mi omega ya necesita estar enlazado, te juro que mi cuerpo grita por sus cachorros, siento que tengo una cascada entre mis piernas, ni siquiera es mi celo y cada vez que lo veo, lubrico sin control, es vergonzoso que me sienta como un adolecente cuando tengo 30 años.
— Bueno, estas en una época muy fértil, es tu destinado, claro que tu lobo interno quiere cachorros de aquel que consideró el "alfa" perfecto para darte descendencia. Recuerda que nuestros instintos son muy primitivos. Realmente somos como animales, como los caballos, cuando la hembra está en celo, para darle el mensaje al macho, suele soltar squirt en su presencia.
— ¿Qué? — dijo sorprendido Qin. — ¿En verdad?
— Qin, eres dueño de sementales, ¿cómo no sabes sobre su reproducción? — comentó Kojiro mirándolo. — Es conocimiento básico.
— ... es que Bao es el que se encarga de decirme si mis caballos están bien o no. Yo me encargo de mimarlos. — sonrió el chino. — Pero entiendo lo que me quieres decir, mi lobo interno se muere por los cachorros de Hades, y créeme que yo también, solo necesito acabar con todo este desorden, darle un orden y poder dejar que me marque y tener cachorros.
— Tú decidiste que así fuera, no hacerlo de golpe y poner todos los ojos en Hades. — sonrió Kojiro sentándose en la cama. — Creo que realmente tomaste una decisión madura. Hay muchas cámaras sobre ti, estás cerrando tratos internacionales, estás adaptándote a tus nuevas responsabilidades, además, Hades también está viviendo muchas cosas nuevas, creo que fue bueno que decidieras que primero ibas a tomar el mando de todo y después dejar que tu enigma te marcara.
— Solo no quiero que abrumen a Hades con estupideces. Quiero tener el control total y poder dejar que me marque y después comenzar a decirles que es un enigma, y cambiar el estatus de los enigmas ante la sociedad.
— Suena como un plan ambicioso, pero siempre los cumples, así que te apoyo. — dijo el japonés levantándose. — Tomemos algo de café, ya que me despertaste, quiero estirarme un rato.
— Esta bien. — dijo el chino levantándose.
— También, tratemos de no despertar a Bao, el pobre está agotado de aprender muchas cosas de golpe. Sé que él sabía que este día llegaría donde sería el nuevo Ming, pero estoy seguro que no se esperaba tener que aprender todo.
— Lo sé, le estoy ayudando para que juntos podamos lograrlo al mismo tiempo. — respondió el chino estirándose.
Y es que el avión privado de Qin tenía todas las comodidades, como su habitación principal que era donde estaban durmiendo juntos él y Kojiro, como otra de huéspedes que era donde dormía pacíficamente Bao en su camino a China. El japonés solo acabó por envolverse en su bata y caminar hasta llegar a la parte de la cafetera, poniendo algo de café, y sentándose. Mirando el cielo nocturno mientras Qin acababa por sentarse frente a él.
— ¿Aprovecharás para visitar Japón? — comentó Qin mirando al japonés. — El cumpleaños de papá se acerca. Podemos ir juntos a la mansión Sasaki...
— Si quiero honrar a papá en su cumpleaños, ir a recordar su memoria en esa casa sería encerrarlo de nuevo. A papá le gustaban los jardines y bosques, solo iré como siempre al aire libre a tomar algo de sol, tal vez solo quiera caminar en la Mojo Dojo si ya estamos de regreso, o si estamos aquí, me gustaría recorrer los jardines, ¿vamos juntos? — sonrió Kojiro.
— Claro que sí. — respondió Qin, bostezando un poco.
Y es que se sentía como un niño de nuevo, porque Kojiro tenía su cabello suelto, y le estaba preparando el café como le gusta, mientras él esperaba paciente. Él debería estar sirviéndole porque es el menor, pero, Kojiro siempre lo consiente tanto, siempre lo ha consentido como si fuera su cachorro, siempre le dijo que si a todo lo que quería hacer, y siempre lo ha procurado, es raro que no se sienta así con él.
— Oye, ¿cómo está Hades sobrellevando el Edén? — preguntó Kojiro sacando de sus pensamientos a Qin.
— Maravilloso. — sonrió Qin. — Lo está haciendo muy bien.
Y es que cuando las cosas estaban arreglándose, y las semanas estaban pasando, Adam le hizo una propuesta a Hades, solo una. Una que sorprendió a todos, y más al mismo enigma, porque de todas las malas noticias, esa era una buena.
"Realmente eres brillante, no me imagino que hubieras logrado con educación, Hades. Si un día quieres hacerlo, las puertas del Edén están abiertas para ti. Puedo ayudarte a que consigas la educación que te merecías, podemos trabajar en tus títulos y diplomas con clases en línea o clases internas, como tú quieras, no dudes en llamarme si estás interesado"
Había sido repentino, pero Hades había aceptado sin dudarlo. Y es que su enigma estaba emocionado y contento, porque Hades siempre quiso vivir que se sentía eso. Que se sentía ir a la escuela, que se sentía tener clases, que se sentía ir pasando año con año, que eran los exámenes, que era tener que estudiar para todo. Incluso cuando serían clases en línea y serían en un módulo intenso para que pudiera sacar desde su diploma más básico en educación hasta poder tener la oportunidad de tener una carrera, Hades no dudó en aceptarlo.
Y es que el enigma estaba incluso feliz cuando Kojiro le habilitó una de las oficinas para que fuera su lugar de estudio, y Qin le compró la computadora, los materiales y lo que necesitaría para que comenzara. Y es que Hades era muy inteligente, pero, con una nueva guía, sería imparable.
Tendría al fin todas las herramientas para desarrollar su potencial al máximo, y Qin estaba feliz de ver la enorme sonrisa de su enigma.
Aunque, también había otro motivo oculto por lo que Hades aceptó tan rápido enlistarse en Edén. Y el motivo era que podría cuidar a Zeus un poco más de cerca.
La razón era que Zeus y Odín habían perdido mucho tiempo cuando todo lo de su padre sucedió. Por lo tanto, perdieron prácticamente su entrada en Valhalla, por el exceso de sus faltas, pero, Adam solucionó el asunto al hacer de inmediato la transferencia de sus matrículas al Edén, evitando que hubiera esa mancha en el expediente de ambos, y ahora formaran parte de la universidad más prestigiosa que hay. Donde actualmente estudiarían juntos Zeus, Odín, Okita y Zero.
Así que Hades estaba complacido, porque, aunque no iba a Edén a tomar clases, si podía entrar y salir cuando quisiera de las instalaciones, y eso le servía mucho porque podía estar como un guardián de Zeus, pero, no había sido fácil el inicio de todos estar en Edén, en especial por Zeus.
— ¿Por qué tengo que ir a su escuela? — preguntó el griego a su hermano mayor mientras estaban hablando en la oficina de Qin con él presente. — Puedo esperar un año y volverlo a intentar en Valhalla.
— Es una gran oportunidad Zeus, Edén tiene mucho más prestigió que Valhalla, además su equipo deportivo ya tiene trato directo con el sistema olímpico y el mundo profesional, tu solo debes demostrar el talento que tienes. — había dicho Qin a lo que los ojos dorados del menor lo miraban con ganas de querer matarlo.
Y es que Zeus últimamente no soportaba ver a Qin, lo que el Omega consideró aceptable, en primer lugar, porque se parecía demasiado a su padre. Y Zeus tenía un trauma por culpa de Zichu. Últimamente Zeus realmente no quería tener a un omega cerca de él, por eso solo se la pasaba pegado a Odín...
— Fue mi culpa que perdieras tu pase en Valhalla, perdiste todo por mí, por favor, Edén es lo mejor de lo mejor, recibirás educación de la mejor clase y su equipo deportivo es excelencia, rayito, quiero solo lo mejor para ti. — mencionó Hades, interviniendo, tomando las manos de su hermano. — No pensé que tuvieras problema en esto. Pensé que incluso te pondría feliz, estarás cerca de Adam y tú y él son buenos amigos, podrán...
— Yo no quiero estar cerca de Adam ni tener que deberle un favor. — se quejó el menor. Pero no pudo mantenerse molesto, porque solo con ver el rostro afligido de Hades suspiró. — ¿Qué te hizo pensar que quiero eso? Pero... entiendo que lo del Valhalla se perdió, y no puedo perder un año, menos si quiero tener esa carrera deportiva. Si está Odín allí, entonces iré.
— ¡Genial! — sonrió el mayor de los griegos abrazando a su hermano. — Magnífico, te irá muy bien, súper bien. Además, no estarás solo, estaremos juntos. Tal vez no te veré todos los días, pero me tendrás cerca siempre que quieras.
— ... Lo sé. — sonrió suave el menor abrazando a su hermano. — ...
El chino solo podía sentir la mirada dorada del menor, algo angustiada, y supo que Hades también la sintió, porque le había pedido a Qin que lo dejará solo con Zeus un momento. Y supo que no todo estaba saliendo al 100% cuando pudo escuchar los lloriqueos del más joven de los Olympus apenas salió de su oficina.
La maldita culpa no lo dejaba, siempre que recordaba los lloriqueos de Zeus, solo se gritaba a si mismo que debió hacer muchas cosas. "¿Por qué no dejaste a los menores en casa? ¿Por qué no los dejaste solos?" Él quería hacerlo, pero tuvo miedo de pensar que, si los alejaba, su padre iría por ellos. Los quería tener cerca para vigilarlos, no pensó que todo se iría de sus manos.
"¿Por qué no pensaste más cada movimiento?" Tal vez debió hacerlo, si hubiera pensado más rápido y entender que su padre quería a Zeus...
— ¿Qin? — dijo Kojiro sacándolo de sus pensamientos. — ¿Está todo bien?
— No, bueno, no está todo bien.
— ¿Qué pasa? — cuestionó el japonés.
— Zeus está yendo a terapia para lidiar con lo que ocurrió. — comentó Qin. — Ha tenido buenos días en Edén, pero, últimamente se escapa mucho de la escuela terminando las clases. Cosa que está preocupando mucho a Hades. No ha faltado a ninguna clase, y tiene buenas notas, pero, simplemente desaparece de vez en cuando. Es complicado.
— No es fácil lidiar con lo que pasó. — comentó Kojiro tomando de su café. — Y todos lidiamos diferente las cosas.
— ¿Cómo puedes saber eso si...? — simplemente la mirada marrón de Kojiro en él, le hizo recordar, que él que más podría entender a Zeus con lo que pasó, era Kojiro. Al final, ambos fueron abusados por personas. Porque aún recordaba, aunque fueran recuerdos infantiles, de ver a Kojiro en cama por meses, sin querer salir de ningún lugar, solo haciendo esa suave sonrisa que hace siempre para no preocuparlo. — ...Lo siento.
— No importa, lo importante es no dejar a Zeus solo en esto. — suspiró el japonés.
— Es lo que trato, pero odia tener Omegas cerca de él. No soporta el aroma dulce, y me ve con odio cada vez que nos cruzamos un momento. Incluso ahora que lo veo menos porque se mudó con Odín a Edén y solo los vemos los fines de semana, aun así, apenas me ve, se va del lugar, o deja de estar con Hades y huye. Quiero...
— Todo tiene que hacerse bajo los términos de Zeus y al tiempo de Zeus, Qin. Lamento decir que tú no puedes hacer mucho, fue una experiencia traumante, no se arreglará de la noche a la mañana.
— .. Lo sé. — suspiró el chino, encogiéndose de hombros.
— Cambiemos de tema, ¿cuándo vas a dejar que Hades te marque? — le sonrió suave el japonés.
— Quería que me marcara desde hace tiempo, y ahora haciendo todas estas cosas, no se ha dado, pero, deseo que me marque apenas regrese de este viaje, mi lobo se sentirá tranquilo, y yo estaré tranquilo. Además, quiero que me marque para poder tener cachorros en un futuro, pero todo se está complicando, porque apenas solucionó algo, hay una nueva cosa que hacer. — suspiró el chino. — Estoy en mi edad de tener cachorros, no quiero esperar más tiempo, solo que me encantaría que las aguas se relajarán un poco más.
— Siempre tan decidido con todo. — rio el japonés.
— ¿Y tú?
— ¿Yo qué?
— ¿Cuándo vas a decirle a todos que tu pareja es Poseidón Olympus?
— Cuando se gradúe. — respondió el japonés ante la sorpresa del chino. — No es como si planeara ocultarlo toda mi vida. Pero, si lo hago ahora, los triunfos de Poseidón se verían opacados. La prensa hará un escándalo diciendo que todo lo que logre será porque está junto a mí, no por él. Y Poseidón trabajó muy duro junto a Beelzebub, para que toda la investigación, trabajo y empresa que están desarrollando sea destruido por un comentario tipo, "lo tiene todo porque se coge a Sasaki Kojiro." ¿Me entiendes?
— Lo digas hoy o lo digas en mil años, eso es lo que dirán.
— Lo sé, pero quiero que primero brille en todo. — sonrió el japonés. — En su graduación, expondrán el inicio de su compañía, a la cuál he decidido no invertir.
— ¿¡Qué!? Koji...
— Tesla Corporation dijo que quería invertir en mi lugar. — respondió Kojiro ante la sonrisa de Qin. — Por el momento, quiero que sea así, que Poseidón consiguió todos los tratos, y todo lo que ha logrado con Beelzebub por sus medios, no quiero que relacionen su empresa con mis inversiones. Menos cuando hace su debut. Después de la graduación, de su fiesta y todo, le prometí que lo haríamos público. Sé que hacerlo antes o después de ello no causará diferencia en lo que dirán, pero, no quiero robarle el brillo de sus logros antes de tiempo.
— Bueno, eso es muy noble de tu parte. — respondió Qin. — ¿Y cuándo tendrán cachorros? — dijo el chino en broma, mirando hacia los ojos del japonés. — Porque tú mereces muchos cachorros, tantos que...
— Lo sé, me gustaría hacerlo lo antes posible como tú, ¿qué tal si nos embarazamos juntos?
— ¿Eh? — el chino hizo un rostro de sorpresa, mirando ese rostro dulce en el japonés. — ¿Qué dices? Kojiro tú...
— Bueno... antes de que tomáramos el avión, hable con Poseidón de algunas cosas. — dijo el omega. — Y ya que dejé de tomar los anticonceptivos desde hoy, y ya estoy marcado, podría intentarlo. Poseidón quiere cachorros, yo me quejé un poco de que él es muy joven para ser padre, pero me dijo que quiere darme lo que quiero y pensándolo más a fondo, no se me hace una mala idea comenzar a intentarlo desde ahora, además...
— ¡Kojiro Sasaki! — dijo Qin interrumpiendo, el grito le había salido del alma, pero es que simplemente estaba comprendiendo lo que el mayor le estaba diciendo. — Am...
— ¿Llamándome por mi nombre completo? — dijo el japonés mirándolo. — Que atrevido, ¿a quién crees que estás regañando?
— No, perdona, no quise levantarte la voz. — dijo el chino. — Sabes... no espera. — aclaró su garganta. — Ah dios, estoy buscando las palabras correctas para no arruinar esto...
— Zhèng, solo escúpelo, ¿qué te ha alterado tanto para hablarme de esa forma? — claro que el japonés estaba un poco molesto y sorprendido por el repentino grito del chino.
Y, por otro lado, Qin Shi Huang sabía que estaba no solo ante Kojiro, sino que prácticamente ante su hermano mayor y alma gemela que si, había sido descortés con él, y seguramente lo sería más con lo que está pensando, pero, ya no había vuelta atrás, tenía que decirlo.
— Sabes que yo apoyaría hasta la muerte todo lo que quisieras hacer, quiero dejar en claro eso primero.
— Lo sé, continúa.
— ... Koji, tienes 40 años. — dijo el chino encogiéndose de hombros. — Estás por cumplir pronto 41 años.
— Soy consciente de mi edad... ¿qué tiene que ver con lo que dije?
— Tu embarazo solo por tu edad sería riesgoso, y no hablo del cachorro, si llegaras a pasar la etapa de no perderlo en los abortos espontáneos, tu cuerpo ya no esta tan preparado para uno, podrías morir al momento de parir. — la verdad no se atrevía a mirar a los ojos al japonés, solo podía ver sus manos nerviosas apretando la tela de su bata. — Además, no eres un omega normal, eres recesivo, eres más débil incluso que un omega normal, podrías morir durante la época de gestación. Es una locura que quieras embarazarte, y en parte es mi culpa por mencionarlo, pero pensé que siempre entendías que lo decía como en forma de juego, y no en verdad...
— ...
— ¡Yo lo considero injusto! — dijo el chino tratando de mejorar lo que decía. — Porque nadie más que tú merece un cachorro, siempre has deseado tener uno, y estoy seguro que no habrá mejor "mamá" que tú, lo has demostrado y realmente sé que no hay nadie que merezca un cachorro más que tú, pero las circunstancias... — comentó el omega sintiéndose como un pequeño cachorro de nuevo ante la mirada del japonés que lo estaba escuchando. — Poseidón es jodidamente joven para ser un padre, y tú ya no puedes tenerlo.
— Zhèng...
— ¿Han considerado otra opción? — dijo el chino mirando al japonés. — Podríamos congelar tus óvulos y buscar un vientre de alquiler o adoptar. Creo que sería lo mejor. Puedo ayudarte con todo eso, buscaremos a un omega dispuesto a todo esto, solo tú no lo tengas.
La mirada azul solo podía ver a la chocolate, en ese momento de silencio que parecían años, pero sabía que si trataba de huir de esa conversación, solo arruinaría las cosas más. El japonés le miró, sin ninguna expresión en su rostro, para después sentir un flashback, cuando sonrió de la misma manera en la que su papá Satoru sonreía.
— Lo sé. — sonrió el japonés, acariciándole el cabello. — Zhèng, siempre tienes la mala costumbre de cortarme cada vez que hablo, no me dejaste terminar. — rio el japonés revolviéndole el cabello. — No pienso embarazarme, solo bromeaba con lo de dejar de tomar los anticonceptivos y embarazarnos juntos. No arruinaría el futuro de Poseidón haciéndolo padre tan joven por mis deseos egoístas, además, no te preocuparía a ti con algo tan delicado como verme embarazado.
— ¿En verdad? — dijo el chino sintiendo las caricias del japonés. — Koji yo lo siento mucho...
— No necesito un cachorro, ¿te lo dije no? Seré el tío cool de tus bebés, y los cuidaré tanto como te cuidé a ti. Incluso si Poseidón quiere cachorros en el futuro, siempre existe la adopción, tranquilo. No haría algo que te preocupara tanto. — dijo el japonés besándole la frente.
— Lo siento, me preocupé de golpe. — rio el chino, abrazándolo, sintiendo la calidez de estar en los brazos de Kojiro, siempre se sentía bien, como cuando lo abrazaba mientras se relajaban ambos en los jardines, de nuevo, un lugar seguro. — ... oye, el café no hace efecto, sigo teniendo sueño.
— Lo sé, lo hice descafeinado. — rio el japonés, viendo el puchero leve del chino. — solo buscaba que distrajeras tu mente para que durmieras sin violarme la pierna esta vez.
— Ya dije que lo siento. — hizo un puchero más grande el emperador. — ¿Vamos a la cama?
— Voy en un momento, solo déjame terminar mi café.
— Si no te abrazo no puedo dormir. — sonrió Qin haciendo sonreír a Kojiro. — Koji...
— Ya voy mi dulce Zhèng, ve metiéndote en la cama. — comentó Kojiro, como lo hacía cuando era un niño, metiéndose en el cuarto dl omega para dormir abrazado con él. — Sigues siendo igual de mimado que siempre.
— Tú me mimaste tonto, deberías reclamarte a ti mismo. — respondió el chino.
— Lo sé, lo hago muchas veces. — rio el japonés, llenándolo de mimos. — Ve a la cama.
El omega sonrió, volviendo a recostarse en el cuarto, a lo que el mayor tomaba de su café, mirando hacia la ventana. Mirando el cielo nocturno aún, acariciando la marca de su cuello que aún oculta. Había decidido esperar hasta la graduación de Poseidón, no quería que los rumores iniciaran y dañaran los logros de su alfa simplemente por estar relacionado con él. Solo podía imaginar al rubio con esa cara seria que tiene, entre sus brazos, mientras simplemente se están relajando, esos días antes de este viaje...
— ¿Cuándo vas a pedírmelo? — cuestionaba Poseidón en la cama, mirándole. — Estoy esperando paciente, pero se está volviendo cansado.
— ¿Pedirte qué? — preguntó el japonés confundido.
Y es que había sido sorpresa, después de tener un encuentro amoroso, y Poseidón mimándolo en lo que recobraba la conciencia, el griego había soltado esa pregunta de la nada, cuando usualmente solo se besan y buscan un siguiente round, después de todo, no vería a Kojiro por unos días debido al viaje con Qin. Así que estaban aprovechando estos días para tenerse cerca y dejarse llevar entre ellos como amantes.
— Que tengamos cachorros. — respondió Poseidón.
— Poseí...
El japonés solo pudo sentir dos cosas en ese momento. La primera, era su lobo emocionarse con alegría, al saber que su alfa compartía el mismo deseo de tener cachorros con él. Solo podía sentir su pecho lleno de emoción ante eso, pero al mismo tiempo, había otras dos emociones en su mente. Una que le decía que su alfa era extremadamente joven, ni siquiera había llegado a los 25, apenas iba a graduarse y tenía muchas cosas que experimentar, un bebé le quitaría la oportunidad de hacer muchas cosas por un tiempo, y la otra, era el miedo en su propio reloj biológico, aunque realmente para él, era un miedo muy pequeño, porque en verdad, no le importaba en lo más mínimo, solo tenía el pensamiento disperso en su edad.
— Koji, de solo ver tu rostro sé que estás pensando en estupideces. — suspiró el alfa frustrado.
— ¿Eh?
— Antes de que lo digas, quiero que me escuches. — dijo el rubio mirándolo. — Tú mente siempre asume cosas que yo nunca he dicho o hecho, así que déjame hablar primero.
— ... está bien. — sonrió Kojiro. — Te escucho.
— Quiero cachorros. — comentó el alfa sorprendiendo al japonés. — Kojiro, desde que se de tu existencia, siempre he querido darte tantos cachorros como quieras. Fui paciente y entendía que teníamos a ese idiota interfiriendo en todo, pero ahora que ha muerto, no veo en primera porque debemos ocultar nuestra relación, en segunda, ocultar nuestra marca de unión, en tercera, detenernos de tener cachorros. Si lo que te preocupa es que soy joven, quiero que se te quite eso de la cabeza, tú mismo sabes que la edad ideal para que los alfas y omegas tengan cachorros es de entre los 20 a los 30 años. Tengo 23, pronto a cumplir 24, estoy en mi época más fértil y mi prime para tener cachorros. Además, ya tengo un buen trabajo, además de que estoy por inaugurar la empresa con Beelzebub, y ya tengo al omega que siempre he querido conmigo. Así que quiero que dejes los anticonceptivos y me dejes darte lo que siempre has querido Kojiro. Tú siempre has querido cachorros, yo te los daré.
— ... ¿Quieres cachorros? — dijo el japonés sorprendido. — Ah, Poseí...
— Dejaré de lado la idea si me dices que es algo que no quieres. — comentó el griego. Sujetándole un mechón de cabello, jugando con él entre sus dedos. — Pero te he visto, él como actúas con los que son menores, en como criaste a la pulga china y procuras a ese mini demonio japonés. Te gustaría tener cachorros, y después de todo lo que has pasado Kojiro, creo que mereces ser feliz con lo que deseas.
El japonés solo pudo besarlo, sintiendo como eran correspondidos esos besos por su alfa, para después acariciarle el cabello, y sonreír.
— Poseí...
— Koji, no empieces en querer vivir en tu miseria por el bien común. — dijo Poseidón mirándolo.
— Eres muy joven para ser padre, Poseí, tener cachorros no es fácil, no quiero que tu futuro se arruine. — dijo el japonés.
— ¿No me consideras lo suficientemente fuerte como para tener un balance entre mi vida laboral e íntima?
— No es eso, no es lo mismo trabajar que estudiar, un cachorro no te permitirá hacer muchas cosas. ¿Qué si quieres viajar? ¿Qué si hay algo que quieras hacer? Un cachorro a veces te detiene por un tiempo, y necesita toda tu atención, no quiero que resientas esto en un futuro. Habrá noches donde no dormirás, habrá noches donde ni siquiera podremos dormir juntos. Ya nada de clubes o salidas cada noche, será una vida más simple...
— Mi futuro no está completo si no hago a mi omega feliz, y tengo la familia que siempre quise. — dijo firme el rubio mirándolo. — ¿No te gustaría?
— Poseí...
— Deja de tomar los anticonceptivos. — dijo el rubio besándole la frente.
— No es eso amor, es solo que...
— Sé que eres más fértil en tu celo, así que esperemos a que llegue y...
— Tengo 40 años. Cumpliré 41 cuando tu cumplas 24. — suspiró el japonés. — No creo que sea fácil embarazarme, y aunque lo fuera, sería riesgoso. Podría literalmente morir en el parto o antes.
— Lo sé. — respondió Poseidón sorprendiendo al japonés. — Pero mi lobo me dice que eso no te interesa a ti. Nunca te han interesado los riesgos de eso, solo que no te atreves a decirlo en voz alta.
— Poseí...
— Dilo, di lo que realmente quieres. — comentó el griego. — Di lo que realmente piensas de todo lo que dije.
— ...
— Koji...
— ¿Tengo que repetir lo que pediste? — sonrió el japonés. — Porque siento que lo leíste de mi mente.
El griego solo acabó por lanzarse a los labios del japonés, besándolo y acariciándole el cuerpo para comenzar de nuevo otro round donde solo quería sentir al japonés cerca. Y es que lo sabía, sabía que era lo que Kojiro quería, y afortunadamente era algo que él también había deseado. Desde siempre quiso tener a Kojiro, darle todos los cachorros que quisiera y mantenerlo a su lado. Incluso cuando sabía que era un problema la edad, se estaba encargando de que no lo fuera, porque él tenía su propio plan para hacer que todo funcionara, incluso plan tras plan para hacer que realmente todo funcionara.
No solo estaba diciendo las cosas por decirlas, había mucho pensamiento detrás de ello. Porque haría todo lo que fuera para ver a Kojiro feliz.
— Si sucediera algo y tuviera que elegir... — dijo Poseidón, acariciando el rostro de su omega. — Te elegiría a ti sin pensarlo. Pero, ¿me odiarías si tomara esa decisión?
— No creo, solo, procura abrazarme si eso sucede, porque no sé si soportaré eso. — sonrió el japonés. — Un abrazo tuyo será suficiente.
Después de ello, solo podía sonreír al saber que su pareja quería lo mismo.
Incluso recordarlo le hacía sonreír en grande, pero ahora, solo podía sentir mucho pesar, porque Qin le había vuelto a bajar los pies a la tierra, y todo se veía como solo un sueño fugaz que ya habían pasado años para que él pudiera seguirlo. Así que solo estaba allí, en ese avión a China, tratando de decirle a su lobo que olvide todo eso, y solo siga su vida normal, un cachorro no hará la diferencia y solo necesita a Poseidón a s lado.
Claro que se estaba repitiendo eso, mientras mordía su labio tratando de calmar los sollozos que le venían del alma. Tal vez le hubiera gustado estar un poco más de tiempo pensando que todo lo que habló con Poseidón era posible, pero lo habían regresado a la realidad, donde Qin tenía razón, donde había decidido mentirle y decirle que no era lo que quería, cuando realmente si era lo que quería. Porque esperaba que Qin sonriera y le dijera que sería lindo que ambos tuvieran cachorros por la misma época, pero, eso era imposible, no importa cuánto Poseidón como él lo quisieran, todo estaba en su contra en ese deseo.
Así que trataba de calmarse, porque no podía irse a recostar con Qin así, menos cuando el chino suele abrazarlo mientras duerme y se acurruca buscando su calor. Así que, si no podía calmarse, al menos dejaría correr esas lágrimas y sollozos vacíos en esa área antes de regresar a la habitación. Pero, Kojiro no contaba que Qin podía saber cuándo mentía, porque siempre hace el mismo rostro que hacía Satoru para decirle que todo estaba bien, y no tuviera que preocuparse.
Por lo tanto, el chino se sentía como mierda ahora al decir lo que dijo. Tal vez debió elegir mejor sus palabras, o tal vez no debió decir nada, al final eran las decisiones de Kojiro y Poseidón, no las de él. Pero, no quería perder a Kojiro, no lo soportaría, así que decidió hablar antes de ponerlo en ese riesgo, pero tal vez se había equivocado con esa decisión.
Solo pudo escuchar los leves sollozos de su hermano mayor adoptivo, y acabó por ir al baño, cerrando la puerta, y marcar un número, escuchando como sonaba, hasta que escuchó una voz del otro lado.
— Lamento hablar en esta hora tan inoportuna. — dijo el chino. — Si estamos bien... sí, no te preocupes... Tesla, ¿puedes hacer una investigación sobre como un omega mayor podría quedar embarazado sin riesgos? ... o si hay alguna forma de mejorar sus posibilidades... Solo... solo quiero saber si existe una forma de ayudarlo...
El chino solo pudo suspirar, pensando que ese sería un viaje verdaderamente largo tanto para él como para Kojiro.
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Probablemente no esperaba nada de él.
Conociendo su historia, no era como que esperara que mágicamente cuando todo se solucionó, se arrojara a sus brazos y le dijera, "soy un idiota, ¿cómo no puedo estar a tus pies si eres un sol? Toma todo mi dinero como compensación de estos meses que te he hecho sufrir", no esperaba eso, aunque claro que no diría que no, pero estaba seguro que no lo esperaba.
Solía verlo, platicaban suavemente, como esos desayunos juntos, donde lo veía en los pasillos y ambos caminaban al comedor. Le gustaba verlo, sentir sus feromonas cerca, pero ahora verlo lo hacía notar cosas de él. Cómo, por ejemplo, ese anillo negro que usa en su "dedo de boda", o como cuando pudo entrar en su habitación, vio las fotos de una mujer hermosa junto a él. O cómo suele tener libros con él, diferentes cosas, mínimas que lo hacen sonrojar, como que leen las mismas novelas, o tienen extrañamente el mismo gusto en películas, o como Leónidas tiene un gusto por las velas de olor, ya que su baño cuando se duchó en él, se parecía mucho a lo que él soñaba tener.
Solo pudo salir de sus pensamientos al dejar su cabeza caer en la mesa del comedor.
— Ugh...
— ¿Qué pasa, Apolo? — preguntó Shiva comenzando a poner el desayuno en la mesa. — Es raro verte triste cuando tú iluminas las mañanas.
— No estoy triste estoy... necesitado.
— ¿De pito? — preguntó Shiva haciendo a Apolo reír.
— No, bueno, no sé, quiero amor, cariño, y pito. — suspiró. — Estoy en mis mejores años como Omega, y... bueno... no tengo nada. Quiero pito pero siempre está pegado a un mentiroso... Es frustrante porque...
— Buenos días.
Solo pudo hacer un puchero al ver a su perfecto primo Hades, con su nueva perfecta vida, bajando con su perfecta pijama regalada por su perfecto omega que lo ama, sentándose perfectamente con ellos. Pero al final solo pudo suspirar, Hades se merecía todo eso y más, merecía poder descansar de todo, y que al menos se tome al fin los fines de semana para descansar de verdad, y era lo mejor para él, ahora que su omega estaría lejos de él un par de días, era bueno que se relajara un poco.
— Buenos días al rey de la casa. — dijo el pelirosa. — ¿Cómo dormiste?
— Me hace falta mi emperador en mis brazos, pero me ha mensajeado, así que sé que está bien. — comentó Hades sirviéndose café. — ¿Tú estás bien?
— Si, seguro.
— No tienes ese brillo que siempre tienes, ¿pasa algo?
— Por favor cariño, yo siempre brillo, incluso en depresión tengo mi brillo intacto. — dijo Apolo haciendo reír a Hades.
— Hablo enserio Polo, ¿pasa algo? — comentó el peliblanco a lo que el omega suspiró frustrado.
— ... Con todo lo que ha pasado, ¿tú considerarías prudente hablar con alguien de tus sentimientos hacía él?
— ¿Hablas de Leónidas? — sonrió Hades, haciendo que Shiva riera, ya que era demasiado obvio.
— Si, del don chichón. — dijo Apolo dejando caer su frente en la mesa.
— Considero que, nunca debes guardarte lo que sientes. — sonrió Hades. — Bien o mal, es mejor sacar tus sentimientos, si son recibidos, que bien, si son rechazados, al menos ya tendrás la oportunidad de seguir con tu vida cerrando ese capítulo. Piensa en tu bienestar, en lo que quieres, y ve por ello.
— Lo dices tan fácil.
— Bueno, que puedo decir, Poseidón nos enseñó algo a todos los Olympus. Si quieres algo, solo ve por él, sin importante nada. Míralo a él, ha estado obsesionado con el señor Sasaki desde que lo vio, y ahora, ya es su omega, no me agradan sus métodos y no aceptaría esa relación, pero le valió todo y fue a marcarlo. ¿Fue inmoral? Sí. ¿Está loco? Sí. ¿Sus acciones son altamente ilegales? Sí, pero no sé cómo diablos lo hizo, pero es feliz y hace a Kojiro feliz. Así que arriésgate. Y...
Escucharon unos pasos entrar y Apolo de golpe reprimió sus feromonas al ver a Zeus entrar en el comedor, para caminar hacia la barra y tomar la bandeja de comida que Shiva le había dejado. Y es que el cachorrito no soportaba las feromonas de omegas últimamente, así que, no lo obligaban a pasar tiempo con nadie, pero Apolo extrañaba mimarlo, es más, extrañaba la sonrisa sosa de Zeus, ahora solo lo ve con esos ojos dorados brillantes pero llenos de ira, y esas ojeras. Las únicas feromonas que soporta son las de Zero, y eso porque Odín se encarga de cubrirlas con las suyas cuando están en Edén.
— Bebé, ¿quieres comer con nosotros? — dijo Hades mirándolo.
— No, gracias. — respondió el rubio, tomando la comida y retirándose sin decir nada más.
— Tal vez deberíamos ponernos horarios. — comentó Shiva. — Comió ayer aquí conmigo cuando no había nadie en el comedor y solo estábamos Raiden y yo, incluso lo hicimos reír.
— No puede seguir evitando a todos, tiene que comenzar a trabajar en superar el problema con el olor. — respondió Hades frustrado.
— Bueno que va, solo han pasado unas semanas, poco a poco, al menos ya nos habla y sale de su habitación, al inicio no hacia ni eso. — continuó Shiva.
— ... ¿Estaría mejor si usará un perfume para ocultar mis feromonas? — preguntó Apolo a lo que Hades negó, frotando sus cienes. — ¿Cómo van las terapias?
— Ya que Odín se encarga de que no se escape de ir, van bien. Pero obviamente su terapeuta no me va a contar todo lo que habla con Zeus, y él no quiere hablar conmigo. Pero sé que va mejor porque, de no querer hablar con Adamas o ver a los ojos a Poseidón, ya lo hace, habla con Adamas y ya puede ver a la cara a Poseidón. Pero aún odia estar en un lugar con todos presentes... me sigue frustrando que sigue llorando y no sé cómo consolar a mi cachorro, solo puedo sostenerlo cuando se aferra a mi...
— Bueno es normal, cuando todo lo que ocurrió, fue con todos nosotros presentes. — dijo Shiva sirviéndose su desayuno.
— Lo que me preocupa es que se sigue escapando de Edén. — comentó Hades. — Apenas acaba sus clases, desaparece, nadie sabe qué hace, sus profesores lo han encontrado caminando en la ciudad en las madrugadas, me preocupa que algo pueda ocurrirle. Sé que ya es un adulto y puede hacer lo que quiera, pero... pero...
— ¿Te da coraje que Qin no te haya dejado hacer sufrir a ese bastardo? — comentó Shiva.
Hades mordió su labio algo frustrado, y es que, en ese momento, cuando llego y vio lo que le estaba haciendo a Zeus, solo quería arrancarle la cabeza. Pero, cuando llegó el momento, Qin solo quería que todo acabara y demostrar que no es él. Y, había decidido solo hacerlo rápido, quitándole ese problema a su omega, aunque aún sentía a su lobo frustrado al no poder vengar a su cachorro de la forma más inhumana que se le ocurriera.
— ... un poco. Porque no se fue con las manos vacías, consiguió su cometido. — contestó molesto Hades. — Le arrebató la felicidad a mi bebé, y arruinó la relación de Zeus con Adam, eran buenos amigos y súbitamente, aunque Adam quiere hablarle, Zeus simplemente explota alejándolo de él, no quiere ni estar cerca de él, así que incluso muerto, ganó. Se hizo su voluntad, y eso me fastidia.
— No hizo su voluntad.
Esa voz los hizo voltear a los tres cuando Leónidas entró al comedor para desayunar, aún con su cabello sin peinar y estirándose. Para servirse y sentarse con ellos, haciendo que Apolo, por supuesto, comenzara a soltar sus feromonas, lo que hizo reír a Hades y a Shiva un poco con ese pequeño acto.
— ¿Por qué lo dices? — cuestionó el pelirosa, arreglando un poco su cabello.
— Porque Zeus no odia a Adam. — comentó Leónidas sirviéndose café. — Solo se está alejando de él, porque siente que es lo mejor para él. No porque lo odie. Lo que seguramente está buscando, es que Adam lo odie a él.
— Eso no tiene ningún sentido. — se quejó Apolo. — Zeus no...
— Zeus siente vergüenza, se siente rechazado y además culpable de lo que pasó. — comentó Leónidas. — Me identifico con ese sentimiento, así que lo más seguro es que quiere apartarse, porque no pudo hacer nada y perdió todo. Creo que lo mejor, es dejar que su terapia siga avanzando y no tratar de intervenir en su proceso de sanación.
Ambos Olympus solo pudieron suspirar, no era que no entendieran lo que quiso decir Leónidas, sino que, era muy difícil esperar sin hacer nada, en especial con Hades, quien había estado últimamente muy estresado y preocupado por toda esa situación. No dijeron nada y acabaron por desayunar tranquilos, pero, Apolo solo podía pensar en algo, si no podía solucionar el tema de Zeus, en definitiva, tenía que solucionar su problema con Leónidas.
Así que no lo dejó, iba a recibir una respuesta ese día, quisiera el señor o no.
Después del desayuno, Leónidas había regresado a su habitación, y Apolo tenía que comenzar a trabajar, pero no lo hizo, había decidido caminar hasta la habitación del espartano, y sin decir nada, había abierto la puerta e ingresado para sentarse en la cama, viendo al confundido alfa, quien estaba en su escritorio mientras parecía ver algunos papeles cuando llegó el pelirosa.
Solo pudo suspirar, porque seguramente hablarían de lo que evitó hablar antes de que fueran capturados por Zichu en día de la boda. Y es que, no tenía fuerzas. Solo estaba relajándose con un poco de agua, ya que, debido a las heridas y medicamentos que tomaba, no podía tomar ese día, pero, fue cuando el omega se le acercó, viéndose como siempre, hermoso que no puede creer que alguien tan bello exista, y le sonrió.
— ¿Cómo te sientes? — preguntó en esa ocasión Apolo, con ese traje negro puesto, mientras se recargaba a un lado de él, en aquel quiosco de uno de los jardines del lugar, acompañándolo, mientras veían las luces de la fiesta y a la gente danzar. — ¿Te siguen doliendo las heridas?
— La mayoría ya cerraron gracias a ti, así que me siento mejor. — contestó el mayor. — Gracias por ayudar a Nikola y lamer mis heridas.
— Siento que tu hubieras hecho lo mismo por mí. — contestó el griego algo nervioso. — ... Am, Adamas lucía muy hermoso hoy, creo que nunca le puedes robar el foco a la novia, bueno, al omega comprometido.
— Concuerdo, luce hermoso hoy. — respondió el espartano. — ¿Celoso de que te quitarán el primer lugar?
— ¿Primer lugar en qué? Yo siempre me veo mejor.
— Primer lugar del omega más hermoso, aun así, luces bien, incluso cuando no traes el ropaje de novia.
Tal vez fue la risa del momento, o que no quería entender que se había dicho, pero poco a poco en el que la risa se iba, el pelirosa hacia aparecer un sonrojo en sus mejillas. Y es que se dio cuenta que el espartano lo consideraba el omega más hermoso, y no supo cómo reaccionar con eso, solo extender su mano hacia él, viendo esos ojos marrones confundidos del alfa, para después tomarle la mano con delicadeza.
— ¿Qué haces? — cuestionó Leónidas mirándole.
— Baila conmigo.
— ¿Qué?
— No es una pregunta, es una orden, baila conmigo. — respondió Apolo. — Aquí, ahora.
Tal vez era la confusión, o era el deseo de quererlo sentir cerca, sentir su aroma, lo que hizo que el Espartano aceptara la propuesta, porque se acercó a él, tomando sus manos para comenzar a danzar lentamente al ritmo de la música, sin nada más que sintiendo el aroma del contrario cerca de su cuerpo, sintiendo ese dulce aroma, relajándose, o al menos eso quería, hasta que el pelirosa habló.
— ... Se lo que pasó con Gorgo.
Eso se había sentido como un golpe en el estómago.
Pero no tuvo tiempo de reaccionar, porque poco después habían sido capturados. Así que ahora, después de la muerte de ese hijo de puta, allí estaba de nuevo Apolo, sentado en su cama mirándolo, mientras él trataba de pensar en que excusa podría dar para evitar esta plática.
— Apolo...
— No lo merecías. — dijo el griego viéndolo. — No merecías que la perdieras, y ella no merecía ese fin. No merecías estar solo luchando por este dolor que no te deja continuar, no merecías cargar con su fantasma todos estos años, y no mereces seguirte castigando por lo mismo. Nunca fue tu culpa, Leónidas. Fue rotundamente y totalmente la de Zichu Shi Huang, y conociendo a Gorgo con lo que me dijo Geirölul, sé que ella nunca en su vida, ni en su muerte, te hubiera culpado de lo que pasó. Así que no mereces que sigas viviendo en la miseria porque crees que es el castigo que tienes que cargar toda tu vida.
— ...
— Además soy muy persuasivo, sé que te gusto, sé que, dios sé que es imposible que la vez que me elegiste para ir a Midnights no fue simple coincidencia, era imposible, verdaderamente imposible que no supieras que era un omega masculino, menos cuando me abriste las piernas tantas veces.
— Apolo...
— Eres un idiota, todo ha acabado, el peso que tenías en tus hombros se cayó, solamente haces sufrir al recuerdo de Gorgo al seguir siendo miserable cuando aún tienes la oportunidad de ser feliz.
— Tú no sabes nada de Gorgo.
— Tal vez no lo sepa, tal vez sea cierto y solo estoy imaginándolo, pero...
— Ella era altanera. — dijo Leónidas. — Orgullosa, con un sentido del humor muy ácido y sarcástico, independiente y fuerte. Siento que de solo conocerla seguro hubieran sido mejores amigos, y serías el amigo que le diría que me botara porque puede conseguirse algo muchísimo mejor, y es cierto, ella era demasiado buena para mí, siempre lo fue, por eso siempre estuve agradecido de que me diera una oportunidad, y por eso cargo con esto. Pero tienes razón, idiota.
— ¿Eh?
— Tienes razón en que Zichu ha muerto y debería seguir con mi vida. Tienes razón en que me atraes, tienes razón en que no fue un accidente que te eligiera, y tienes razón en todo lo que has dicho hasta ahora. Y... el maldito de Grigori tiene razón, al decir que solo contigo puedo mencionar a Gorgo sin sentir que me están arrancando el corazón al escuchar su nombre. No había podido hacerlo con nadie más, ni siquiera con Kojiro.
— ¿Ni con don sonrisas? — le hizo reír al espartano al escuchar el apodo que tenía Apolo para Kojiro.
— Ni con él. — rio Leónidas. — Si me gustas Apolo, pero soy un hombre de 45 años, y tú tienes 31 años. Aún eres muy joven. Y la verdad hace mucho tiempo que no he seducido a alguien, ya ni siquiera...
— Sedúceme. — dijo el griego cruzando sus manos. — Sedúceme como lo harías si tuviéramos la misma edad, es más, deja de pensar en nuestra diferencia de edad, deja de pensar en todo, solo hazlo.
— Pero...
— Ni siquiera sabes si odiaré lo que harás. Si supieras que diría que sí, ¿qué me dirías?
— Apolo...
— Dime.
— Te invitaría a salir, he visto que disfrutas mucho cuando Shiva hace comida española, así que seguramente a un restaurant español.
— Aja, y después...
— Seguramente te dejaría conducir mis deportivos porque he visto como los miras, y estoy seguro que te divertiría mucho conducirlos.
— Bien, bien, ¿después?
— Tal vez solo ir a caminar, te gusta mucho el arte y hay una exposición en el museo, podríamos ir, y seguramente me gustaría mucho escuchar tu opinión de las diferentes piezas.
— Si... — dijo el griego con algo de sonrojo mirándolo. — Seguramente, me vestiría bien para ti, y dejaría que pusieras tu mano en mi cintura, porque he visto que tienes esa manía de poner tu mano allí, dando tu protección. Y seguramente, me pararía cerca de ti... — comentó el griego acercándose al espartano. — Tan cerca que me dejaría envolver en tus feromonas, y... seguramente te acariciaría el brazo, lento y tenue, como una señal de que quiero estar a solas contigo ya.
No pudo evitar acariciar el brazo del espartano, era tan fuerte y grande, además era la primera vez que Leónidas lo dejaba acercarse tanto. Y es que su corazón estaba palpitando al mil por hora cuando sus miradas se encontraron y ambos soltaban sus feromonas atrayéndose el uno al otro.
— .. Y... y después, simplemente me gustaría que te concentraras en mí. Y me tomaras. — dijo el griego, deslizando sus manos por el pecho del espartano, hasta enredar sus brazos en el cuello de este. — Tan salvaje como quisieras, o tan dulce como si fuera de cristal, me encantaría que me tomaras como sabes que me gustaría, y yo te dejaría hacerlo, porque me vuelves muy loco, y es algo difícil para mí, porque soy muy orgulloso y me has obligado a decirte eso.
— Que curioso, soy igual de orgulloso que tú. — dijo el alfa. — Queriendo lo mismo, pero nunca admitiéndolo, al menos hasta ahora...
Realmente no había que decir nada después de eso. ¿Se necesitaba? Por supuesto que no.
Porque el espartano recostó al omega en la cama, comenzando una sesión de besos, donde el pelirosa se veía desesperado por sentirlo al fin, deslizando sus manos por debajo de su camisa, sintiendo su piel, apasionando más esos besos, pegando más su cuerpo, quería más muchísimo más. Cuando la ropa se fue perdiendo, solo sintió ese dulce camino de besos que iban de su pecho a su abdomen, pasando por su vientre hasta sentir la boca de Leónidas comenzando a darle un oral, mientras él solo podía gemir, aferrándose a las sábanas.
— ¡AH! ¡Leo! ... hn...
Solo podía abrir más las piernas, porque Leónidas estaba peligrosamente cerca de una zona demasiado erógena, y sabía que el espartano lo estaba disfrutando por como deslizaba sus dedos lentamente por sus muslos, hasta llegar a ese lugar, que lo hizo soltar un gemido alto. Y es que sentía que su cuerpo lubricaba sin control al sentir al alfa tan cerca, dándole un oral, mientras comenzaba a prepararle la entrada con suaves caricias, dejando que se dilate poco a poco antes de ingresar sus dedos dentro de él.
El griego solo podía gimotear, porque era la primera vez, solo con Leónidas, que realmente disfrutaba ser tocado por alguien. Trabajar en la casa de Afrodita lo dejo sobrevivir a su vida, pero no le gustaba ser tocado por alguien que solo lo había comprado, así que solía fingir ser otra persona cuando hacía eso, pero con Leónidas, desde la primera vez que ingresó a esa habitación en Midnights, supo que no quería irse con solo verlo y olerlo.
Era su alfa, su maldito alfa al fin estaba con él, y él solo podía gimotear con ganas al fin de tenerlo solo para él, sintiendo su boca devorarlo, sintiendo las caricias delicadas, en como lo trataba tan bien, lo hacía sentir como si valiera más que un puñado de billetes, Leónidas en definitiva lo trataba bien en la cama, se sentía querido, y amaba sentir la delicadeza con la que el alfa cuidaba su placer y bienestar.
Al menos hasta que escuchó un toquido en la puerta.
— Leo, ¿Puedo pasar? — dijo una voz con un acento ruso remarcado.
— ¡No! — gritó el espartano, cubriendo al omega por instinto con su cuerpo, esto por si el ruso se atrevía a abrir la puerta. No dejaría que viera desnudo a Apolo. — Grigori...
— Solo es para pedirte permiso, ¿crees que me puedas prestar tu lambo? Quiero llevar a Loki a un restaurante, y mis autos aún no llegan, ¿puedo?
— Si, si, las llaves están en el auto, ya vete. — comentó el griego molesto por la interrupción.
— ¡Gracias!
— Hn... no te enojes... — rio Apolo sujetándole el rostro, al ver la molestia de su alfa. — Esta bien, ya estamos de nuevo solos, sigue consintiéndome Leo...
— Con gusto...
Solo escuchar la dulce voz de Apolo diciendo su nombre, hizo sonreír al espartano, envolviendo de nuevo al omega entre sus brazos, para seguir con el acto que los dejaría encerrados por horas y horas, solo volviendo ese momento suyo y de nadie más.
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Fue como volver a tener 8 años, cuando vio el castillo a lo lejos.
"Un lugar de fantasía, donde los reyes viven..." Solía pensar eso de niño, más porque el castillo Shi Huang era eso, un lugar único, hermoso y gigantesco, que solo enmarcaba el poder que su familia tiene, el poder que tienen sobre los demás, y también, mostraba que tenía que ser un lugar enorme, para poder mantener al infierno que era dentro, y no dejarlo escapar.
Solo pudo sujetar la mano de Kojiro cuando llegaron, donde fueron recibidos por Ming y el personal, mientras la urna que traía en manos llegaba al fin al castillo Shi Huang. Le sorprendió ver las lágrimas de algunos empleados, al final, su padre había mantenido una farsa total con ellos, ya que, ante los ojos de los mayordomos y las sirvientas, su padre era alguien bueno, que siempre los trató bien, y que siempre estaba para ellos.
A decir verdad, no los culpaba, si tienes alguien cuidándote y procurándote, nunca le morderás la mano y lo traicionarás, su padre había jugado muy bien con ello, su gente lo amaba.
Acabó por cambiarse, vestirse de negro junto al personal y caminar hasta el cementerio Shi Huang, donde estaban los memoriales de su abuela, de su abuelo y ahora, depositaba la urna en el lugar que le correspondía a su padre. En ese bello paisaje místico, ni los paisajes de Suiza eran tan mágicos como la vista que tenían desde el cementerio Shi Huang, como si realmente estuvieran en la entrada del cielo.
— Mi padre... — dijo el chino mirando hacia todo el personal que lo había acompañado en ese momento. — ... era un buen jefe para ustedes. Sé que muchos deben de estarse preguntando sobre qué pasará ahora. Por el momento, nada pasará, no tengo planeado mudarme aquí por el ahora, así que me gustaría que siguieran sus puestos de mantenimiento, y lo que es de comodidad como la cocina, sigan cocinando, pero para alimentar a los empleados, aunque mi padre ya no esté. Realmente no tengo palabras que decir para él, sé que saben que no éramos realmente cercanos, pero, ya está aquí, ya estará descansando en paz, ahora solo nos queda a nosotros seguir viviendo. Gracias por querer a mi padre y acompañarlo desde sus inicios.
No se dijo más, Qin dejó que todos volvieran a su lugar de trabajo y solo se quedó a lado de Kojiro, Bao y Ming en dicho lugar, donde con coraje solo pudo patear el memorial de su padre sin dañarlo, porque ante todo esas cosas ni se podían destruir tan fácil.
— No se merece estar con mi abuela ni mi abuelo.
— Qin. — dijo Kojiro sosteniendo su mano. — Lo sé, pero estas dejando ese dolor atrás, no dejes que la amargura te consuma, le estarás dando lo que quería.
— Tsk... — el chino solo suspiró. — Espero se esté pudriendo en el infierno.
— Joven amo. — dijo Ming acercándose a él. — ¿Quiere que le muestre los papeles que hay que entregar?
— Sí. Pero antes de eso, quiero algo de ti. — dijo Qin mirando al confundido mayordomo. — 3218.
Solo por un momento, el sentido de curiosidad fue más grande que nada, así que pensando que solo eran estupideces dichas por su padre, decidió decirlo. Pero, no esperó ver la expresión de Ming cambiar tan drásticamente, y después asentir, con un toque de nostalgia y determinación en su rostro.
— ¿Qué significa eso? — dijo Qin.
— Tenemos que tomar el auto, acompáñenme caballeros. — dijo el mayordomo comenzando a caminar.
— Ming, ¿Qué significa 3218? ¿Era realmente una clave? ¿A dónde diablos vamos? — comentó Qin confundido siguiendo al mayordomo.
— Vamos al 3218. — contestó el mayordomo. — Su padre, joven Zhèng, era muy organizado, y tenía muchos planes, tal vez era por su alta fijación en tener el control en todo momento, pero, él siempre era así, planeaba tanto sus victorias, como sus derrotas, al menos, planeó sus derrotas después de la muerte de la señorita Eva Edén.
— ¿Qué? ¿Qué estás diciendo?
— El código 3218 era para usted. Después de que lo mandara con los Sasaki, creó el código 3218, en donde le daba su libertad. — respondió el mayordomo, regresando con los tres hombres al camino de regreso. — Oh al menos así solía decirle él.
— ¿Mi libertad?
— De su origen. — comentó el mayordomo guiando al joven emperador al auto que los había llevado al cementerio, ahora los llevaba a otro lugar. — El origen de Qin Shi Huang le dará la libertad a Zhèng, eso dijo su padre cuando lo creó. En cierta parte, su padre presentía que acabaría muerto ante su mano, porque era supersticioso, y pensaba que era una forma en la que todos se vengarían de él, haciendo que lo que más odiaba, lo acabara asesinando.
— Ming, ¿a dónde vamos? Estas confundiéndonos más de lo que estamos. — dijo Kojiro.
— Ya se mi origen, lo averigüe hace mucho. — contestó Qin, viendo como Ming estaba saliendo tomando caminos por su propiedad, hasta que reconoció un cercado blanco, y sintió un escalofrió en su espalda.
Porque ese cercado blanco solo significaba una cosa. Y esa cosa era el maldito campo de concentración de enigmas que su padre tenía. Sintió el sudor frio al ver como ingresaban allí, en cómo les abrieron las puertas y los acercaban poco a poco a ese lugar. Más cuando Bao y Kojiro estaban confundidos porque no habían visto nunca dicho lugar.
— Sé que Irina Románov tuvo un amorío con mi padre, y de allí salí yo, ella murió en un accidente automovilístico, eso me hace familiar lejano de Grigori, lo sé, es por ello que comenzamos a hablar de jóvenes, le pregunté sobre ella, y aunque él tampoco tenía idea de que yo era su hijo o de que había tenido un hijo, él me habló de ella. He dejado ese tema detrás. Por favor sácanos de aquí.
Estaba nervioso, no quería volver entrar a ese espantoso lugar, que parece un manicomio sacado de sus pesadillas.
— Su madre no fue Irina Románov. — comentó el beta. — En primer lugar, la pareja de su padre ni siquiera era una mujer.
— ¿Qué? — dijo el chino sorprendido.
Solo pudo comenzar a jadear, cosa que alertó tanto a Bao como a Kojiro, quienes rápido lo ayudaron en el ataque de ansiedad que estaba teniendo Qin mientras Ming no paró en ningún momento de conducir. Kojiro estaba molesto, nunca había visto a Qin ponerse de esa forma por llegar a... bueno, no tenía idea en donde estaban, pero, al parecer, por la reacción de Zhèng, no era un lugar que le gustaba ir.
— Ming, estás rebasando la línea de autoridad, Zhèng no quiere estar aquí, aléjanos de aquí, ahora. — comentó Kojiro.
— ... señor Shi. — dijo Ming, deteniéndose cuando estaban enfrente. — ¿Quiere saber que es el 3218 o quiere irse de aquí?
— Ming, no puedes... — se quejó Kojiro, pero fue interrumpido por Qin.
— ... ¿Qué diablos es el maldito 3218? — comentó el chino mirando al mayordomo. — ¿Qué diablos tiene que ver este lugar conmigo?
— Entremos. — dijo el mayordomo saliendo del auto.
Solo pudo aferrarse a Kojiro, prácticamente escondiéndose casi en las mangas de la Yukata del omega mayor, mientras entraban en ese lugar. Podía ver a los científicos caminando de un lado a otro, su nariz estaba llena de olor a hospital, a alcohol, a limpio pero limpio raro, limpio que te provoca incomodidad. Solo podía aferrarse a Kojiro, mientras caminaban detrás de Ming, y él les iba abriendo las puertas, hasta que el mayordomo se paró en una puerta, de un sector, y los ojos azules miraron a dicha puerta blanca, de ese pasillo blanco, donde un enorme "3218" estaba con un letrero.
— Entremos. — dijo Ming, abriendo la puerta.
Qin no pudo evitar soltar un pequeño grito de horror, aferrándose a Kojiro cuando vio que era un pequeño salón de laboratorio, y lo que estaba en grande y en medio, encapsulado en un líquido, era un esqueleto humano de quien sabe que, donde había diferentes anotaciones en las paredes, fotos, diferentes muestras que parecían haberse sido tomadas, expedientes, etc. Definitivamente le recordaba al laboratorio de Nikola, pero Nikola era consiente en no dejar cosas tan impresionantes a la vista.
— ¿Qué diablos es esto? — dijo Kojiro abrazando a Qin. — Ming, ¿qué diablos es este lugar?
— Baldric Wagner. — dijo Ming.
— ¿Qué? — comentó Kojiro.
— Es el nombre del sujeto de prueba, el sujeto 3218 del centro de investigación de enigmas de la familia Shi Huang, y es el padre del joven Zhèng. — dijo el mayordomo.
Se había sentido como un balde de agua fría, incluso cuando estaba aferrado a Kojiro, su cuerpo se había sentido frio de golpe. Sintió que las energías se le iban, más cuando había un jodido esqueleto frente a ellos, y solo podía comenzar a jadear, comenzando a regañarse internamente de haber preguntado por ello, haber permitido que lo llevaran allí y ahora estar frente a cosas que ni él mismo entiende.
Realmente tuvo que tomarse un momento antes de hablar, mientras trataba de conectar los puntos o buscarle lógica a lo que había dicho Ming, solo pudo sentarse en una silla, mientras veía alrededor extrañado de que diablos era esa persona.
— Mi padre nunca... — dijo el omega dominante mirando hacia el mayordomo. — mi padre despreciaba a los hombres, nunca en su vida dejaría que un hombre....
— Baldric Wagner era un joven que huyó de Alemania y comenzó una vida en China cuando conoció a una bella mujer. — dijo Ming. — Era de clase baja se podría decir, trabajador, y su mujer era una chica encantadora, trabajaba para su abuela, la emperatriz Fei Shi Huang. Pero una noche, el emperador Zichu, tras una rabieta ocasionada por el anuncio del primer hijo de Eva Edén, causó un caos en el castillo. Los sirvientes se acercaron a él para tratar de relajarlo y consolarlo, pero su padre estaba enfurecido, acabó con quien se le pusiera enfrente, incluso sin usar feromonas, en su época de juventud era letal. Acabó por asesinar a esa chica, la chica con la que Baldric iba a comenzar una familia, así que juró venganza.
— ...
— Su apariencia era la de un omega, uno perfecto, como los que quería tu padre, así que no fue difícil para él entrar en el castillo, era rubio, sus ojos azules eran únicos, con una estrella en uno de sus ojos, como los tuyos. Y...
— ¿Qué? — dijo el chino tratando de seguirle el ritmo — ¿Qué me...? ¿Qué? ¿Ese sujeto lo perdió todo y se enamoró de mi padre para tenerme? ¿Qué diablos?
— No, amo Shi, su padre abusó del emperador Zichu, porque en su retorcido plan, si había perdido a un cachorro por la rabieta de Zichu, entonces, él le daría uno como premio de consolación. Así que lo hizo, y arrinconó a tu padre a tenerlo, abusando de él hasta que tu padre quedó encinta.
Eso lo dejó helado.
Cuando era niño, le gustaba pensar que su madre había sido una hermosa hada que había enamorado a su padre. Y cuando fue creciendo y supo de Irina Románov, al ver la foto de la mujer pensó que era hermosa, y solo pudo imaginar cómo se sentía ser abrazado por ella. ¿A qué olería? ¿Qué había pensado de él cuando lo tuvo? ¿Si estuviera viva viviría con ella? Siempre se hacía esas preguntas mientras miraba sus fotos, incluso, pasaba a veces días buscando similitudes con ella. Por eso cuando supo que había un Románov en Edén, no dudó en acercarse a Grigori gracias a Koji, y preguntar sobre cómo era esa mujer.
A veces se imaginaba que sería como Chun Yan, una mujer fuerte, que seguramente le sonreiría con cada cosa, que estaría con él, que podría refugiarse en sus brazos. Que tendría una dulce voz, que seguramente sus sonrisas eran las más hermosas. Pero no.
Esa solo había sido una fantasía que se había hecho al no saber nada de su origen.
— ... Soy el producto de una... ah... tiene sentido. — dijo Qin mirando al suelo. — Ahora tiene sentido... con razón me odiaba... odiaba tanto mi presencia, solo me veía como un negocio, lo entiendo... debió ser difícil para él... supongo...
— Qin... — dijo Kojiro sosteniendo su mano. — Bebé, lo que pasó...
— Es enfermo decirlo... — dijo Ming viendo una de las fotos. — Pero, Baldric con el tiempo si fue algo bueno para tu padre.
— ¿Qué? ¿Algo bueno quedarse a lado de tu maldito violador? ¿Qué mierda dices?
— Nunca lo admitió, pero, el amo Zichu si se ponía feliz al verlo, porque al igual que Eva, lo hacía sentir cosas, además de odio rotundo. — dijo Ming bajando la mirada. — Llegue a un punto de preguntarme, si realmente eran las feromonas o eran ellos y la extraña relación que formaron.
— ¿Feromonas?
— Baldric Wagner era un enigma amo Zhèng. — comentó Ming. — Creo que eso es obvio al saber dónde acabó su cuerpo, y además es obvio cuando siendo un enigma, era la única forma en la que su padre pudo haber sido sometido, era porque Baldric era un enigma, y como enigma... tienen la habilidad de imitar a la perfección las feromonas de los destinados. Así que ajustó sus propias feromonas a oler igual que las de Eva Edén, y así fue como logró acercarse tanto a su padre.
— ¿Eh?
El mayordomo acabó por tomar un expediente y abrirlo, una investigación que estaban haciendo los científicos sobre los enigmas que aún no se había hecho pública por el golpe que indicaría ante su sociedad.
"El sujeto 3218 demostró una superioridad en el control de sus propios atributos. El desarrollo total de su cuerpo, feromonas y la capacidad de poder lograr una adaptación a su entorno mayor a los enigmas que han pasado por este laboratorio. Incluso siendo un cadáver, cuando fue ingresado al centro, el olor que tenía aún tenía remanentes de las "feromonas gemelas" de la destinada del amo Zichu. Esto claro, solo se pudo determinar mediante estudios, ya que ocurrió un fenómeno curioso. Los enigmas concentran sus feromonas y la adaptan a sus víctimas, solo ellos pueden percibir el aroma que ellos deciden soltar, en cambio, una persona fuera de su objetivo, huele las feromonas normales. Es decir, si el sujeto 3218 para el amo Zichu olía a manzanas y lavanda, para nosotros al ingresar, olía a menta. Su habilidad de imitación, solo funciona para engañar a su objetivo, los demás huelen otras feromonas completamente distintas."
Hubo un enorme silencio en el laboratorio, mientras Qin solo podía tener la mente hecha un enredo de pensamientos, más cuando estaba escuchando nueva información de los enigmas de primera mano. Solo podía sujetar la mano de Kojiro con fuerza, mientras trataba de entender todo.
— ¿Pueden hacerse pasar por... destinados? — dijo Qin mirando hacia Ming.
— Sí. — respondió el mayordomo. — Amo Shi, creo que será mejor si su propio padre se lo explica.
— ¿Qué? ¿De qué hablas? Esta jodidamente muerto como...
— Al saber que usted nacería, me pidió un favor, y era poder tener una cámara, así que dejó detrás muchos videos para usted. Por supuesto, que esos videos acabaron aquí, porque los científicos tenían una mina de oro cuando un enigma de tal talento como su padre comenzó a explicar todo sobre los enigmas. Es así como su padre sabía tanto de ellos. — suspiró el mayordomo. — Su padre no tenía idea si sería un enigma, pero quiso grabar muchos videos para que estuviera listo. Además, era una forma de que él no se cansara de estar encerrado sin luz.
— ¿Encerrado? — dijo Qin mirando a Ming.
— Su padre vivía en un sótano oculto del castillo. Solía hacerla de jardinero, pero, cuando el amo Zichu supo de su embarazo, pasó a vivir en el sótano. Solo tenía permitido salir cuando Zichu lo requería, o para trabajar, era todo.
— ... ¿Podrían los tres salir de aquí? — dijo Qin sorprendiendo a los tres hombres. — Quiero ver esos videos a solas.
— Qin... — dijo Kojiro.
— Koji, por favor, espérame fuera. — comentó el omega levantándose de la silla acercándose a la caja que contenía los CD.
— Estaremos fuera si nos necesita, amo Shi. — dijeron ambos mayordomos, seguidos por Kojiro, que entendió que era un momento que Qin quería vivir solo.
Cuando salieron, el laboratorio se sentía frio, pero ya no le estaba dando miedo, solo le daba cierta decepción.
Acabó por tomar la caja con esos CD, acercándose a la computadora y colocando el CD que decía "1", pensando que, a lo mejor, ese era el orden para ver los videos. Lo primero que vio fue ese cuarto del sótano, y unas manos que parecían mover la cámara, hasta que al fin lo vio. Un sujeto alto y musculoso, con el cabello largo y liso color rubio, y unos ojos azules intensos, pero, con una particularidad, y es esa estrella en uno de ellos. Sintió muchas emociones al verlo, sin saber que era, más porque el sujeto parecía arreglarse un poco y aclarar su garganta antes de hablar.
"Hola Zhèng..."
Se sintió como un escalofrío, cuando escuchó esa voz gruesa y con acento hablarle, sentía que la había escuchado antes, y dentro de él le relajaba, pero era como recordar un sentimiento, no sabía porque se había sentido tan cercano y a la vez le había dado una pizca de dolor escucharlo.
"Bueno, este es mi primer video, espero que lo estés viendo cuando necesites mi guía, y también, supongo que lo estás viendo porque le dije a tu mamá que, si eras un enigma, seguramente me necesitarías mucho. Así que quiero hablarte de eso, pero al mismo tiempo, me encantaría solo llenarte de mimos. — dijo el sujeto haciendo una pausa. — En fin, comencemos. Si eres un enigma, sé que debes estar confundido, seguramente te habrás dado cuenta debido a tu olfato, es la primera cosa que un enigma desarrolla con perfección. Las feromonas huelen diferente a como dicen que deben oler, ¿no? Es confuso, más cuando pasas cerca de un omega y huele como un rico perfume, pero nada más, no te controlan, no te hacen daño, solo son perfumees en el aire..."
Estaba escuchando lo que decía, pero al mismo tiempo estaba mirándolo, tenía ciertas características de él además de los ojos, él como ambos hacen una especie de puchero cuando piensan en algo, en la forma de sus orejas, o los labios, le gustaba además de escuchar su voz, notar esos pequeños rasgos.
"... Y ahora, sé que seguramente te estás preguntando en cómo puedo cambiar tanto físicamente. Seguramente cuando estoy lejos de ti, me ves siendo más pequeño y delgado, más delicado y mis feromonas huelen diferente. Pero, cuando estamos los dos solos, puedes olerme así, con un cuerpo un poco más corpulento. Y es porque los enigmas tenemos control total de nuestras feromonas y nuestro aspecto. Es por ello que la demás gente dice que somos monstruos, pero realmente no lo somos, le tienen miedo a algo que es superior a ellos, nunca dejes que alguien te haga sentir menos Zhèng. Tienes que aprender a reconocer tus propias feromonas como primer paso, una vez que lo hagas, tienes que aprender a detectar feromonas. Es tu primer paso para poder tener el control sobre..."
Lo único que pudo hacer el omega fue pausar el video y sentarse en la silla, mirando hacia el esqueleto que estaba en esa especie de tubo enorme con líquido. Lo miró, notando que los huesos son algo diferentes, y hay más, son más gruesos y al parecer se pueden mover de manera que su cuerpo no conoce. Por ejemplo, su padre podría agrandar su fémur, o dar la ilusión de ello, porque tenía otro hueso a lado, que se unía si su padre lo quería para hacerse más corpulento, y lo más seguro es que los músculos funcionaran de la misma forma, tenía más músculos que podía comprimir o sacar para cambiar su forma original.
Realmente era la cima de la evolución.
Pero era mucha información de golpe.
Información que no esperaba, y su cerebro se sentía que iba a explotar. En primera, tenía un padre, que se llamaba Baldric, que al parecer lo quería, pero hizo cosas horribles y además era un enigma. También acababa de aprender que los enigmas pueden controlar y falsear sus feromonas, como depredadores para atrapar a sus presas y tenerlas. También que pueden cambiar de apariencia física si lo desean.
Todo eso solo le hacía pensar una cosa.
Una cosa que quería eliminar de su mente, pero no podía.
¿Hades realmente era su destinado o había usado sus feromonas falsas para atraerlo?
No podía tener la mente calma, por más que tratara, lo único que podía sentir, era que había sido engañado. Y le dolía en el alma pensar, que solo había sido atrapado como una presa, y que realmente no era el destinado de Hades, ni Hades era su destinado. Pero, también a su lobo parecía no importarle, porque también significaba otra cosa, que Hades lo había elegido por ser simplemente él, y no por ser su destinado, entonces su amor era más fuerte que nada.
Pero solo se estaba provocando a sí mismo un dolor de cabeza enorme.
Así que solo tomó todos los CD, se quedó con las fotos que había de su padre cuando estaba vivo, las guardó en la caja de CD, y salió de ese laboratorio, encontrándose con los tres hombres, mientras trataba de formular algo coherente en su mente.
— Tengo que irme de China por ahora, las clases y entrenamiento de Bao, y los papeles que debo de tener, tendrán que esperar. Ming, quiero que me envíes todo lo que necesito, Bao, aprenderemos las cosas juntos, pero por ahora, las clases en China tienen que retrasarse.
— Como usted ordene, amo Shi. — dijo Ming.
— Claro que sí, joven amo. — dijo Bao haciendo una reverencia.
— Koji... — dijo Qin mirando al japonés que rápido lo abrazó, viendo como las lágrimas salían de los ojos del chino. — Tsk... yo...
— Tienes que hablar con Hades, porque solo hablando con él te sentirás más tranquilo. — comentó Kojiro haciendo a Qin hacer un puchero, y es que ni siquiera le tuvo que decir que era lo que lo tenía así, Kojiro de golpe lo supo, sabía que lo que le estaba matando, era saber la verdad con Hades, saber sobre él. — Es que siento que ni siquiera estás dudando de su amor, tú estás dudando de tus decisiones.
— ... Pero... — dijo Qin.
— Siento que tienes la respuesta de lo que te estás preguntando, solo no sabes si decirlo en voz alta porque tienes miedo al rechazo. Qin, sé que será una gran noticia, pero, toda tu vida has tomado decisiones, nada lo cambia. Deja que tu corazón guíe por esta vez tus acciones, y confía en lo que tú quieres y sientes, antes de lo que tu pasado te dice.
Todos acabaron por alejarse de ese laboratorio, mientras el chino abrazaba esa caja con esos videos, y se recargaba en Kojiro mientras veía el hermoso paisaje por fuera, ya en camino de regreso a la mansión Shi Huang. Solo podía pensar que su padre debería estar riendo con ganas al verlo en la miseria que está, y eso le daba coraje, porque incluso muerto, el maldito seguía haciendo de las suyas para provocarle dolor tras dolor.
— ¿Puedo hacerte una pregunta? — dijo Qin hacia Kojiro.
— Si.
— ¿A qué huelen las feromonas de Hades para ti? — comentó el chino.
— Oh... am, tiene un aroma fuerte a roble.
— ¿Roble? — dijo el chino sintiendo eso como una puñalada. — ¿estás seguro?
— Si, huele mucho a roble con un toque de granada. — dijo el japonés. — ¿Por qué?
— Tengo que hablar con Hades... necesito que ya regresemos.
No hubo que hacer mucho después de eso.
Y es que el albino había recibido la noticia que Qin regresaba antes de tiempo, pero no recibió alguna explicación al respecto. Trató de llamarle, pero el chino no contestaba, y por mensajes solo le decía que hablarían una vez que estuviera en casa. Por lo que el albino solo se dedicó a que la Mojo Dojo estuviera limpia, y lista para recibir a Kojiro, Qin y Bao, pero al mismo tiempo, se encontraba nervioso si algo había pasado cuando Qin estaba en China.
Fue en la madrugada cuando llegó, y lo supo porque Thor lo despertó avisándole que Qin había regresado. Solo pudo salir de su habitación y correr escaleras abajo hasta verlo. Pero, sintió algo pesado el ambiente, porque sus ojos miraban los hermosos ojos de su omega, y su corazón palpitaba al mil por hora, pero, su lobo le advertía que era mala idea acercarse de golpe, como si el lobo de Qin estuviera a la defensiva.
— ... Bienvenidos. — dijo Hades, sintiendo muy pensado el ambiente.
— Gracias por recibirnos Hades. — dijo Kojiro algo nervioso. — Am, Bao, ve a descansar, y Hades, ¿Poseidón está en su habitación?
— Si, así es.
— Bueno, voy con él, que... que tengan buena noche o día, o madrugada, con permiso.
Cuando Kojiro y Bao se retiraron, ignorando su instinto, decidió acercarse a Qin, para abrazarlo, y cuando sintió los brazos de su omega abrazándole, no pudo resistirse y se lanzó a besarlo, sintiendo esos deliciosos labios que había deseado besar desde que se despidieron. Solo quería mimar al chino, quería llevarlo a su habitación, quería acurrucarse con él mientras se besaban sin parar, quería simplemente dormir aspirando su aroma.
— ¿Vamos a nuestra habitación? — dijo Hades entre besos, sintiendo el cuerpo del omega tan cerca que solo quería tenerlo más tiempo así.
— Hn... dios no sabes cómo deseo eso. — comentó Qin, besando a su enigma más. — Deseo estar en tus brazos.
— Vamos, solo quiero tenerte entre mis brazos. — respondió el albino, buscando poder cargarlo y llevárselo de allí. — Déjame consentirte.
— Hn... no, espera. — dijo Qin, apartándolo un poco. — Espera... hay algo que quiero hablar contigo primero.
— ¿Pasa algo? — comentó Hades confundido, queriendo los labios de Qin de nuevo, buscándolos, pero el omega se apartó, no dejándole hacerlo. — ¿Amor?
— Vamos a un salón. — dijo Qin. — Sígueme, no es nada malo, solo quiero enseñarte algo.
Hades Olympus sentía el ambiente pesado, pero lo hizo, fue de la mano con su pareja a la habitación, donde Qin tuvo que ir por una computadora para poder colocar los CD, y comenzar a verlos. Al inicio Hades no entendía nada en absoluto, pero, conforme Baldric iba hablando, se iba enterando de cosas, en primera, que estaba viendo al padre de Qin, en segunda, que el padre de Qin es un enigma, y en tercera, lo que le estaba consumiendo el alma, era cada palabra que Baldric decía, le rompía todo lo que había pensado de los enigmas.
Porque vieron 5 videos, donde Baldric explicaba con detalle sobre las feromonas, la superioridad de los enigmas, su capacidad de controlar, todo sobre esas feromonas de imitación, incluso explicó como usó eso a su favor para atrapar a Zichu Shi Huang, al parecer el padre de Qin no era hipócrita para mentir sobre el origen turbio de Qin, lo decía, sin orgullo, buscando el perdón de su hijo, tratando de hacer lo mejor que podía con lo que tenía.
Durante todos los videos, los 5 que vieron, Qin no dejó de refugiarse en sus brazos, de frotar su aroma en él, de buscarlo, como si tratara de reafirmarle que lo quiere a su lado, haciendo cosas primitivas como frotarle sus feromonas, buscar su aroma, aferrarse a él. Pero, Hades Olympus solo sentía que estaba cayendo en un agujero mientras más y más escuchaba.
El último de los primeros cinco videos terminó, y el silenció en esa habitación era peor que la de un cementerio. Porque el griego solo podía ver al suelo, y el chino acabó por buscar su rostro con sus manos, pero Hades le apartó, levantándose y frotando su propio rostro, para después ver dolido hacia su omega quien lo miraba de la misma forma, solo viendo esos hermosos ojos azules para solo hacerle una pregunta.
— ¿Qué aroma tengo para ti? — dijo el enigma mirándolo. — Necesito que me digas que aroma percibes de mí.
— Hades...
— Responde, por favor. — dijo el griego. — No quiero que digas las notas de olor, quiero que me digas el aroma que tengo, que hueles sin tener que olfatearme a fondo, quiero que me digas el aroma que debes percibir de mi a primera instancia si buscas mis feromonas.
— ... Cuando me cautivaste la primera vez que te vi, el primer aroma que percibí de ti fue vino. — dijo el chino mirándolo. — un delicioso aroma de vino, incienso y granadas me cautivó de golpe, el aroma de mi destinado.
— ...
— ¿Hades?
— Lo siento. — dijo el griego cubriendo su rostro, sintiendo como su pecho se hacía trizas. — Ah... dios... no sabía que... no sabía... si...
— ¿Qué pasa?
— Tu padre dijo que los enigmas elegimos a quien queremos, no hay destinado, no necesitamos destinados. Es solo una mentira, elegimos a la persona que queremos e imitamos las feromonas de sus destinados para poder tenerlas, como verdaderos depredadores. Nunca necesité un destinado, solo necesitaba elegir a alguien, es todo, y cuando te noté, ese día en la fiesta, cuando tu aroma me cautivó, lo único que pude pensar es que me encantaría tenerte, alguien tan hermoso para mí, alguien tan perfecto, solo estaba deseando que alguien como tú se fijará en alguien como yo, lo deseaba, lo desee en esos segundos cuando apenas capté tu aroma.
— Hades...
— Yo huelo a roble y granada Qin. — dijo el mayor. — Ese es el aroma que todos perciben de mí, menos tú. Yo no huelo a vino, no huelo a incienso, lo lamento mucho... al parecer, mi lobo controla mis feromonas para ti, atrayéndote y haciéndote caer en mi trampa sin que tengas ninguna escapatoria.
— Eso no importa. — comentó el chino firme mirándolo. — Hades... eso no importa ya, no importa, ni siquiera eras consciente de que lo hacías, no tenías ni idea de lo que estaba pasando. Eso...
— ¡Claro que importa! — replicó el mayor. — ¿Qué no ves que nunca me hubieras mirado si no hubiera hecho eso? Te manipule Qin, no importa si no lo sabía, sigue siendo manipulación. Y ni siquiera sé cómo controlarlo, no sé si huelo diferente ya o sigo oliendo como tu verdadero destinado debe oler.
— Hades, por dios escúchame, esto no tiene nada que ver, yo sigo sintiendo lo mismo por ti, amor...
— Solo necesito un momento a solas...
— ¡Hades!
El omega dejó a su pareja retirarse, porque sabía que Hades no lo escucharía hasta que se calmara. Y es que, con los videos quería decirle que no le importaba nada de lo que estaba mencionado, pero, al mismo tiempo, sabía que sería un choque total para él. Solo que esta vez no iba a dejar que Hades se perdiera en sus pensamientos un largo tiempo, si comenzaba a evitarlo, iba a detener eso de inmediato.
— Tal vez sea de familia, pero ya eres mío Hades, no voy a dejar que te me vayas de las manos. — dijo el omega suspirando.
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Era peligroso.
Él mismo lo había dicho.
Con la situación actual de Zeus, era peligroso que algo de él tuviera feromonas de Omega. Y es que Zeus siempre se refugiaba en su cuarto, lo hace incluso ahora que volvieron a la Mojo Dojo para pasar el fin de semana. Incluso Zero usaba perfume para evitar dejar feromonas cuando salía con ellos, todos eran cuidadosos, excepto el hijo de puta que tenía enfrente.
Y es que el omega francés estaba recostado en su cama, abrazando una de sus almohadas, dándole una sonrisa al verlo llegar. Y no solo eso, estaba usando una de sus playeras como camisón y por lo visto, una ropa interior algo atrevida por lo pequeña que era.
Odiaba que hiciera eso, pero al mismo tiempo como le ponía que hiciera lo que se le venga en gana, ignorando todo, solo con el fin de verlo arder. Tenía pésimos gustos, se lo había dicho Loki, pero no había más que hacer, le gustaba un poco el caos y destrucción de todo, siempre y cuando nadie de las personas que protege se vieran involucrados.
— Hola. — dijo el rubio mirándolo. — Estuve aquí solo por media hora, deberías venir a verme tan pronto regresas de Edén, no hacer que yo te espere.
— ¿Quién dijo que puedes entrar en mi habitación? — se quejó Odín.
— Yo mismo me di permiso. — contestó el omega. — Te buscaba, quería un poco de ti.
— ¿A mí?
— En realidad buscaba la parte que hay de ti de tu cintura para abajo. — rio Michel. — Me gusta mucho esa parte, y la necesito...
— No recuerdo...
— No empieces con estupideces idiota, ¿Qué no lo recuerdas? Perdiste. — sonrió el rubio acercándosele. — En la despedida de soltero, apostaste conmigo y perdiste miserablemente, en donde dejé claro que cada vez que quisiera coger, me dejarías hacerlo. Quiero un perro bien domesticado, así que hazlo.
Y es que tal vez había sido idiota en la despedida de soltero al hacer tratos y apuestas pensando que el omega estaba suficientemente ebrio para perder. Pero acabo más condenado que nada. Porque, en primer lugar, había sido una partida de póker básica, donde Michel se sentó junto a él, mirándolo con esos ojos dulces y perdidos, soltándole una sonrisa.
— Uno de mis deportivos y 100,000 dólares en efectivo si ganas. — comentó el francés. — Pero, si yo gano...
— No tengo nada que pueda darte. — dijo Odín mirándolo.
— Quiero que me dejes cogerte siempre que quiera. — declaró el omega ante la sorpresa del joven alfa. — Escucho todos los gemidos de mis amigos siendo revolcados en la cama y verdaderamente me da envidia. Tú luces como un chacal que me va a acomodar la matriz apenas me abra las piernas, así que eso quiero. Sí ganas te daré eso, pero si yo gano, cada vez que quiera, tendrás que complacerme.
Parecía un juego donde él tenía 100% de posibilidades de ganar. Incluso, ya había imaginado lo que haría con el auto, seguramente lo usaría para salir, pasear con Zeus y conquistar diferentes omegas que se encuentre en la calle, y con el dinero, lo más probable es que compraría unas cosas para él, y tal vez le daría lo demás a Thor y a Loki.
Así que jugó con él con confianza, pero, nunca esperó, que acabaría humillado en cuestión de minutos, cuando el rubio ofreció una mano perfecta. Y él no pudo hacer nada ante eso.
— Niño, podría estar en coma etílico y aún ganar una partida de Póker, en la universidad me entrené para nunca perder incluso cuando mi mente está perdida. — sonrió el rubio. — ¿Vamos a mi habitación?
— Me tendiste una trampa maldita puta de esquina.
— Sigue llorando perra barata, apostaste el culo y perdiste, menos lágrimas y más acción.
A decir verdad, había sido asombroso.
Son jodidamente compatibles en la cama, y el sexo con odio y coraje lo había disfrutado al máximo. Y que decir lo mucho que le había gustado el cuerpo del omega mayor, de escuchar sus gemidos, de poder probar su piel y poder morderla, de saborear cada gota de sudor y de los deliciosos jugos de este. Fue incluso extraño, porque era la primera vez que había comenzado tan salvaje para terminar lento e íntimo, viendo cada expresión del rubio, sintiendo sus labios y saboreando sus besos.
Pero ahora mismo, saliendo de ese recuerdo, estaba en juego su orgullo, cosa que no quería dejar atrás.
— Ni loco, no firmé nada, solo son palabras al aire. — se quejó Odín. — Vete de aquí, no debe haber feromonas de omega en mi habitación, en todo caso deberíamos ir a la tuya.
— ¿Sí? ¿Solo palabras al aire? — rio el rubio retirándose la playera, haciendo al alfa tragar grueso cuando vio ese perfecto pecho, con esos pezones tan perfectos y rosados, y esa cintura tan pequeña. — Entonces que son esas feromonas que huelo, tu lobo luce emocionado de que haga esto. ¿Por qué no me dejas relleno de ti?
— B-basta...
— Cógeme como quieras hoy. — dijo el rubio abrazándolo. — No te detengas.
— ... maldita sea.
Y no es que no se pudiera controlar.
Es que realmente no quería controlarse.
No quiso cuando se lanzó a los labios del rubio, no quiso cuando comenzó a terminar de desnudarlo, bajándole esas pequeñas panties de su cuerpo, y menos quiso cuando sus dedos comenzaron a masajear la retaguardia del joven francés, haciéndolo gemir dulcemente mientras se besaban. Y es que, aunque una parte de él odiara la actitud de Michel, gran parte de él amaba que fuera un tremendo hijo de puta.
Amaba como gemía, amaba como lo miraba, amaba como era un fastidio total, en cómo se retuerce debajo de él disfrutando, el cómo suelta esos chillidos buscando atención. Amaba mucho al hijo de puta que tenía en sus brazos, y eso mismo se estaba convirtiendo en un problema, porque sus relaciones solo eran sexo, y últimamente, estaba disfrutando mucho hablar o querer escuchar al rubio.
Solo podía deslizar su boca por ese abdomen, hasta llegar a la parte que quería y comenzar a lamer, escuchando los gemidos ahogados del rubio, quien le empujaban, sujetándole el cabello para que fuera más a fondo, que deslizara toda su lengua por su anillo, exigiendo más y más placer que sabía que el alfa podía darle.
— ¡Hn! ¡Odín!
Tal vez si no estuviera en el paraíso, se hubiera detenido cuando escuchó la ventana abrirse. Tal vez si no estuviera con la cara entre las piernas, escuchando los gemidos de Michel, hubiera podido darse cuenta que Zeus se había metido. Y es que, no era que Zeus pudiera evitar meterse, era que por fuera no tenía un balcón, entonces, o Zeus se metía o se caía de un tercer piso. Así que el griego, aunque quisiera, ya no podía dar la vuelta e irse.
— Ugh... — por la expresión de Zeus, el aroma dulce de la habitación le daba nauseas. — Lo siento, no vi nada, me voy.
— Zeus... — dijo Odín, parando de golpe, cubriendo a Michel, tratando de despertar a su lobo del encanto de las feromonas. — Perdona, vamos a tu habitación, solo deja cambiarme.
— Lo siento por interrumpir. — dijo el griego caminando a la puerta. — No tienes que seguirme, ya me habías dicho que no me metiera a tu habitación así. Lo lamento.
— No te preocupes, puedes hacerlo, solo vámonos de aquí. — dijo el alfa rápido. — Solo...
— ¡Ya te dije que no te preocupes! — gritó el griego. — No es como si no lo entendiera, deja de tratarme como si me tuvieras que proteger en todo momento, eres molesto. — concluyó saliendo de la habitación.
Tal vez se había arrepentido en el segundo que salieron esas palabras de decirle eso a Odín. Pero, de todos modos, aunque quisiera disculparse ahora, él alfa estaba ocupado, y entrar en esa habitación le provocaba nauseas, así que hablaría con él cuando estuviera libre, y se disculparía por decirle esas cosas.
Al final, no es como si quisiera cambiar la vida normal de Odín solo porque él ya no puede tolerar las feromonas dulces. Y no era que no quisiera convivir con omegas, al final, su lobo quería omegas, deseaba omegas, pero cada vez que uno se acercaba, solo podía recordar ese maldito lugar y esas feromonas dulces mientras lo someten ante la vista de todos, que no puede evitar que se le revuelva el estómago y se sienta tan avergonzado de golpe.
Además, últimamente sentía que las feromonas de los omegas olían raro para él. Así que había decidido buscar a Nikola en privado, y explicarle cosas que había detectado, por lo que Nikola había decidido hacerle unas cuantas pruebas y exámenes que el accedió a hacerse. Pero, aunque Nikola le había dicho que fuera a su laboratorio lo antes posible para hablar de los resultados, él no había querido ir, y además, se dedicaba a evitar a Nikola últimamente.
Pensó que podría ir con Poseidón, no es como si hablaran o algo, pero le relaja cuando Poseidón está haciendo lo suyo, y él simplemente puede dormir en su cama, o en un sofá cerca de él, y al mayor no le molesta si no está haciendo ruido. Pero, se había enterado que el señor Shi y el señor Sasaki habían regresado, así que buscar a Poseidón ahora sería lo peor.
Lo mismo con Hades, seguramente estaba con Qin y su estúpida cara, así que tampoco era buena opción irlo a buscar. Lo único que podía hacer era llamar a Adamas, pero, no tenía mucho que decirle, y no quería interrumpirlo, menos cuando sigue de Luna de Miel.
"Llámame siempre que me necesites..."
Podría hablar con Adam, de solo imaginar su voz, sus mejillas se ruborizaban, pero, ni siquiera podía mirarlo, incluso lo evitaba cuando Adam lo buscaba, lo evitaba en la Mojo Dojo, lo evitaba en Edén, joder que incluso cuando Adam mandó a llamarlo a su oficina en Edén, acabó por huir de la universidad para no verlo. Lo que le costó su primera sanción, pero, Adam no lo había intentado buscar más, como si entendiera el mensaje que él no quería verlo. Si buscará llamarlo ahora, sería extremadamente extraño, y ni sabría que decirle.
Solo pudo suspirar, tomando su chaqueta y salir de la Mojo Dojo comenzando a caminar. Era un buen día, y aunque le gustaba más caminar de noche, porque de noche hay menos gente y puede sentir los olores de tierra, comida y madera en lugar de feromonas; Caminar ese día de día no parecía tan mala opción, al menos por ahora.
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Tal vez debió darse cuenta que nunca podría huir de un omega como Qin Shi Huang.
Porque incluso cuando se había ido a una habitación en uno de los hoteles del señor Sasaki, lo habían encontrado. Aunque después pensó, que seguramente Kojiro le había dicho a Qin que él estaba allí, al final, nunca le dijo a Kojiro que no dijera donde estaba, entonces, no lo había planeado bien, pero ahora estaba allí, con el omega entrando en la habitación apenas el enigma abrió la puerta, para después verlo con esos ojos hinchados.
Y es que el omega como él la habían pasado mal desde que estaban separados, porque Qin solo estaba pensando en que Hades se iría, y Hades solo estaba pensando en que Qin lo dejaría de amar ahora que todo esto había salido a la luz.
— Qin... ¿Cómo?
— Si piensas huir a uno de los hoteles de Kojiro, debes ser idiota porque él siempre me dirá si estás aquí. ¿Piensas abandonarme? — dijo molesto el omega.
— Solo quería procesar todo lo que conocimos ayer con esos videos, yo solo quería algo de tiempo solo, pero en la Mojo Dojo no podía tener un momento a solas cuando hay tantas personas allí. Nunca en mi vida pensaría en dejarte.
— ¡Entonces no te vayas! — gritó el chino. — Estaba como loco buscándote en todo lugar, hasta que Kojiro me dijo que le habías pedido quedarte una noche aquí. Por favor, si sales, solo avísame, estaba muy asustado...
— Bebé perdón. — dijo rápido el enigma al ver que su omega en efecto estaba muy estresado y ansioso.
— No quería que esos videos provocaran esto, solo quería que entendieras que nada de eso me importa.
— Qin es que...
— Escúchame bien, porque solo pienso decirlo una vez. — se quejó el omega mirándolo. — Hades Olympus, eres el único hombre que quiero a mi lado.
— Qin yo...
— ¡Cállate! — gritó el omega. — Desde antes de saber toda esta mierda, siempre tuve el miedo latente que la única razón por la que te atraía era porque eras mi destinado, no había más. Pensaba que era la única razón por la que tú me verías, y estaba tan malditamente preocupado de no poder estar contigo si algo de eso cambiara, o no fuera compatible, al final, pensé que te irías de mi lado en cualquier momento, por eso estoy tan desesperado de que me marques, pero ahora... ahora que sé que fuiste tú quien me elegiste a mí, me siento tan bien que siento que suena enfermo.
— Son las feromonas que... — dijo el enigma queriendo hablar, pero su omega no iba a dejarlo.
— ¡Qué te calles! ¿Crees que soy alguien tan débil para caer solo con feromonas? ¡Mi voluntad es tan fuerte como la de Eva Edén! Podría mandar a la mierda a mi destinado. Yo solo amo a una persona y eres tú Hades, solo quiero tenerte cerca, y créeme que la razón por la que me gustaste no fue solo por las feromonas. Lo admito, si me dejó encantado tu olor, pero no fue lo que me atrajo de ti. Tampoco fue tu porte, tampoco tu rostro, nada, lo que me cautivo de ti fue lo que sucedió cuando hablamos por primera vez. — dijo el chino lagrimeando. — No aceptabas que te rebajara, defendiste con capa y espada a tu familia y me pusiste en mi lugar, nadie había hecho eso conmigo, simplemente me hiciste sonreír, y yo decidí que quería estar cerca de alguien así, porque no importa que tanto intentaba alejarte, de alguna forma u otra siempre te tenía cerca y joder, ame saber que había alguien que caminaría conmigo en un infierno sin importar nada. Te amo Hades, más de lo que crees, porque yo amo a Hades, no a tus feromonas, no a tu cuerpo, amo a Hades, lo que eres, siempre te he amado a ti... así que la verdadera pregunta es, ¿tú me amas a mí? Porque yo estoy malditamente seguro que te amo a ti. Y si no me amas como yo te amo, solo dímelo y deja de hacerme sufrir.
Y es que el enigma sintió que su corazón se hacía pedazos cuando vio esas lagrimas caer del rostro de su omega, más porque a Qin no le gusta llorar frente a nadie, es orgulloso, por eso se aguanta en hacerlo, pero allí lo tenía, frente a él con lágrimas en los ojos, donde solo quería abrazarlo.
— ¿Ya puedo hablar? — comentó Hades.
— Tonto, claro que sí. — rio el chino tratando de controlar sus lágrimas.
— ... Te amo Qin, al inicio no quería hacerlo porque eres un hijo de puta, pero, no pude no enamorarme, desde que vi como cuidas a los tuyos, simplemente caí sin detenerme. No hay palabras para que describan lo que siento por ti, te amo, te deseo, eres lo que más he deseado de mi miserable vida. Lo único que me gusta de ser enigma, es que pude encontrarte, y pude ayudarte en todo lo que necesitabas para poder permanecer más tiempo a tu lado. No hay nada que ame más en este mundo que a ti. No tienes idea de cómo deseo enlazarme contigo, tener cachorros y solo vivir feliz de una vez por todas contigo para siempre.
No hubo más palabras.
No cuando ambos corrieron a los brazos del contrario.
No cuando las ropas comenzaban a caer y la cama se veía en espera de sus cuerpos, porque se amaban más que nada, se lo susurraban en cada beso y caricia, en cada suave roce, en cada gemido, diciéndose todas las palabras de amor que conocían, incluso habían creado nuevas, tratando de transmitir lo que en ese momento sentían.
Tal vez este encuentro había sido diferente, porque se habían dejado llevar, porque no buscaban su placer, buscaban transmitir el gran amor que sentían el uno por el otro, buscaban ver el rostro de orgasmo del otro, buscaban sentirse cerca siempre. Así que cada caricia, cada beso, cada embestida y gemido solo era su forma de sentirse juntos, siempre juntos.
El emperador no quería nada más que a su enigma consigo, es por ello que acabó por montarlo, retirando ese collar de diamantes que usa con orgullo siempre, retirándoselo para dejar su cuello libre, mientras movía las caderas, sintiendo que el enigma llegaba tan profundo que solo podía perder más y más la cabeza con cada movimiento.
Entonces pasó, fue como si sus almas ya supieran de ese momento en sus vidas, porque se abrazaron mientras se besaban, un beso largo entre gimoteos y chillidos, donde el enigma rompió el beso en busca de aire, y después con delicadeza, olfateo a su omega sobre la glándula de olor, sintiendo ese golpe de feromonas que lo hizo lamer, preparando la zona, ante el impaciente omega que se aferraba a él, soltando chillidos de súplica por querer lo mismo que él.
Y fue cuando pasó, cuando los dientes del enigma se clavaron y atravesaron la piel del omega, haciendo que este último se corriera en el placer y dolor de ser marcado. Soltó un fuerte gemido, sintiendo como sus caninos crecían, para acabar por catar a su enigma, lamer por encima de su glándula de olor y morder fuerte, sintiendo electricidad fluyendo por su cuerpo, por el cuerpo de ambos, al fin entendiendo lo que le quiso decir Kojiro aquella vez.
Porque podía sentirse uno con Hades tras la marca, podía sentir los estragos del enlace mientras se aferraba a su enigma, quien no dudó en anudarlo, haciendo que el placer se disparara al máximo.
Al fin, Qin Shi Huang y Hades Olympus estaban enlazados. Y no habría nada en el mundo que los separara de ahora en adelante, solo cosas buenas estaban en su futuro, donde las heridas habían sanado y ellos comenzarían a vivir la historia que siempre merecieron.
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Y se acabó.
Este capítulo solo lo pensé teniendo en mente que Qin se enlazaría con Hades, quería que fuera el cierre jsjsjs. Ya el siguiente capítulo, podremos ver más el cómo están disfrutando de ello.
También quise poner en la mesa nuevas situaciones a las que se están enfrentado los chicos. Y en cómo se va desarrollando las cosas poco a poco.
¿Huelen eso? Se acercan poco a poco los bebés, ya que ya hay muchos omegas hablando de embarazo. Y ya tengo muchas ganas de escribirlos así.
¡Saludos y nos vemos en el próximo capítulo!
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